Capítulo 16
-Nos vemos, Rei-San -me despedí al salir de la habitación luego de la visita.
-Nos vemos, _________.
Cerramos la puerta trás nuestro y salimos del hospital, aunque pude escuchar algunos murmullos en la recepción. Miré de reojo, solo para ver a algunas enfermeras susurrar entre ellas mientras nos miraban y sonreían, pero al darse cuenta de que las estaba viendo, fingían volver a su trabajo.
Extrañas.
-Está bien, ¿tienes hambre o quieres divertirte? -pregunté al estar en la calle.
-Am... ¿Divertirme? -responde algo dudoso, como si fuera más una pregunta.
Sonreí ampliamente, le mandé otro mensaje rápido a papá para que no se preocupe y tomé la mano de Shoto para correr hacia un centro comercial e ir directamente a la zona de juegos.
-Bien, vamos a divertirnos -comenté girándome hacia él- ¿Traes cambio? -asintió- ¡Perfecto!
Nos acercamos a una máquina de baile, y aunque supiera que al principio no bailaría, quería hacer el intento aún así.
-Vamos, será divertido -lo animé sonriendo.
-Pero, yo no sé...
-Pues te enseño aquí y ahora.
Le tendí la mano para que se subiera a la plataforma luminosa, él duda pero termina tomando mi mano y yo lo jalé sobre esta. Puse una música divertida y que es mi favorita del momento.
-Sígueme los pasos -mencioné posicionándome. Él me mira y asiente algo nervioso.
Yo comencé a moverme como aparecía en la pantalla y animaba a Shoto a hacer lo mismo conmigo. Al principio estaba tenso y no sabía qué hacer en realidad.
-Ven -entrelacé nuestras manos y lo obligué a moverse conmigo.
A los pocos minutos lo conseguí.
Al fin se movía más suelto y bastante bien a decir verdad. Aunque un poco torpe, pero es normal, tampoco lo estoy juzgando. Todos fuimos principiantes alguna vez, me alegra más saber que lo está intentando y pareciera divertirse.
-¿Llevas el baile en la sangre o qué? -bromeé riendo al ver que sí se movía bien.
-¿Am... no? -responde sin entender. Mi risa fue en aumento.
-Bailas bien, Shoto.
La música termina y puse "Te aviso, te anuncio" de Shakira. Pasarme por latinoamérica con mi papá hace tiempo fue la mejor decisión de mi vida. Aprendí muchos pasos y músicas nuevas.
Comencé a moverme al son de la música y guié a Shoto que estaba un poco confundido con la música pero pareció gustarle. Mientras bailábamos parecíamos actuar la música ya que cuando él se acercaba yo me alejaba haciendo pasos dramáticos de despechada.
Habían muchas personas que en algún momento, que no sé cuándo, se habían juntado a nuestro alrededor, y en serio, no eran pocas. Algunas hasta nos grababan, ya que bailábamos muy bien.
Veía la sonrisa en el rostro de Shoto y juraba que me daba mil años más de vida. Era completamente extraño para mí el sentir esto, ni siquiera sabía lo que era, ya que nunca lo había experimentado antes, pero... es agradable.
En una parte bailamos tango por lo que tuvimos que pegarnos un poco, guié sus manos, agarré una y puse la otra en mi cintura y fui yo la que guiaba los pasos de ambos. Pero en un momento me sorprendió cuando fue él quien tomó las riendas en el baile y me hizo dar dos vueltas para luego inclinarme hacia atrás y subirme de nuevo.
-No dejas de sorprenderme, Bicolor -comenté riendo un poco.
-Supongo que yo también estoy sorprendido -comenta apenado, consiguiendo que me pareciera tierno.
Al acabar la música y el baile nos llevamos fuertes aplausos del público a nuestro alrededor. Me di la vuelta para verlos y riendo hice una reverencia algo exagerada como saludo y agradecimiento.
-Bien, es tu turno de elegir qué hacer -comenté bajando de la plataforma luminosa.
-¿Mi turno? -asentí. Él observó a nuestro alrededor y se dirigió a un juego.
Lo seguí, nos ganamos un par de premios, pasamos mucho tiempo yendo de juego en juego en este lugar. Se sentía realmente bien compartir este momento con Shoto.
-Okey, necesito comida para sobrevivir -comenté agotada y hambrienta.
-Yo igual -responde igualmente cansado.
Salimos de aquella zona del centro comercial y nos paseamos por el patio de comidas que tenía una gran variedad de alimentos.
-No sé tú, pero yo quiero soba -mencioné imaginándoma la preciosa y deliciosos comida.
-Hm -miré a Shoto. Lo encontré mirándome un poco de más, pero al notar mi mirada aparta la suya.
-¿Qué? -pregunté confundida.
-Nada. Es que esa es mi comida favorita -comentó con una pequeña sonrisa.
-¡Oh! Entonces no hay problemas, vamos a por esa delicia -exclamé volviendo a agarrar su mano.
Lo jalé hasta encontrar un puesto donde había soba y pedimos juntos para luego encontrar un lugar donde sentarnos y comer con tranquilidad.
-Sé sincero ¿Te divertiste bailando? -pregunté.
-Realmente lo hice, no esperaba hacerlo porque nunca lo he intentado... pero me divertí -responde con una sonrisa-. Bailas bien.
-Y para ser tu primera vez, tú también lo hiciste genial. Me sorprendiste.
Noté sus mejillas un poco sonrojada luego de escuchar mis palabras, su sonrisa se vuelve más apenada y baja la mirada a su tazón de soba. Mi sonrisa se hizo más grande pero empecé a sentir un raro aceleramiento en mi corazón, ¿qué significaba eso? ¿Taquicardia?
Decidí ignorar eso para no arruinar la noche con cosas sin sentido. En lugar de eso comimos mientras hablábamos de cosas sobre nuestras vidas para conocernos mejor. Me enteré de tanto y sentía que cada vez podía confiar más en Shoto, pues teníamos muchas cosas en común. Sin embargo, al acabar de comer y al salir del centro comercial, nos dimos cuenta de lo tarde que se había hecho.
-Lamento secuestrarte hasta tan tarde -me disculpé sonriendo apenada.
-¿Secuestrarme?
-Quiero decir, mantenerte conmigo hasta tarde -me expliqué luego de reír por su confusión.
-Oh, no es nada. Me agradó... -responde sonriendo de lado con sinceridad.
-Entonces... te secuestraré un rato más.
-¿Eh?
Agarré su mano y salí volando al crear mis alas e impulsarnos hacia arriba. Lo escuché sorprenderse y sentí cómo se aferraba a mí al ver la altura. Me reí entre dientes y nos dejé en el tejado de un edificio bastante alto.
-Me sorprendió -admite respirando agitado.
-Lo siento, debí avisarte -reí de nuevo.
Me senté en el borde sintiendo el aire fresco golpeando mi rostro y haciendo que mi cabello se eleve. Shoto se calmó y se sentó a mi lado.
-Me agradó pasar el tiempo contigo -admití un poco sonrojada, lo noté sonreír.
-Hay que repetirlo -dijo sorprendiéndome un poco.
No tardé en sonreír más ampliamente con emoción y asentír con la cabeza, estando de acuerdo con la idea. Volví a mirar al frente, pensando en muchas cosas a la vez. La principal idea que se instaló en mi mente fue la de... que parecíamos en una cita, como esas que leo en mis novelas. No entiendo nada de eso, pero leerlas me hace sonreír siempre.
-Oye... Shoto.
-¿Hm?
-¿Alguna vez tú... te has enamorado? -pregunté sin mirarlo pues por alguna razón me sentía avergonzada. Él se quedó en silencio un momento.
-Pues... creo que no -responde pensativo-. Tampoco sé como se siente eso, así que supongo que es por eso que no lo tengo claro.
-Estoy igual -respondí suspirando.
-¿Huh? Creí que sí lo sabrías.
-Pues... si te soy sincera... siento que solo viví consciente de mí misma por solo cinco años -abracé mis piernas y apoyé mi cabeza sobre mis rodillas.
-¿Cómo es eso? ¿Podrías contarme? -preguntó dudoso pero yo estaba dispuesta a decirle esto tan personal. Después de todo, estaríamos a mano con esto.
-Hace cinco años... un héroe me salvó y me adoptó como su hija. Soy consciente de eso, pero en realidad no tengo ni un solo recuerdo de ese día ni de mi vida antes de eso. Así que aún hay muchas cosas que desconozco, muchos sentimientos que no sabría decir si logré experimentar o no -respondí tratando de recordar más, pero era inútil.
-Si no es mucha molestia preguntar... ¿Quién... fue ese héroe? -pregunta.
-Lo siento... pero le prometí que no se lo diría ni a mi mejor amigo o amiga -respondí suspirando-. Aunque quiero contártelo, así no empezamos con secretos...
-Entiendo, no te preocupes. Está bien -me sonríe para hacerme libre de culpa y yo asentí agradecida.
Me mantuve un tiempo observándolo, admirándolo, mejor dicho; podía ver su quemadura en el ojo izquierdo, sin darme cuenta llevé mi mano hasta ella y la rocé con la yema de mis dedos pero él se aparta sorprendido.
-¡Hm! L..Lo siento, no sé... qué me pasó -enterré mi rostro entre mis rodillas con vergüenza máxima.
-No... Está bien, solo me sorprendí -respondió tranquilo.
-¿Te... molestó? -cuestioné mirándolo de reojo. Él negó con la cabeza y me sonrió.
Volví a acercar la mano y esta vez él dejó que lo hiciera. Toqué suavemente su piel lastimada y él cerró los ojos casi de inmediato ante mi tacto. Sonreí con ternura y acaricié su mejilla, sintiendo una mejor suavidad. Nos mantuvimos así por un momento, hasta que alguien interrumpió el momento.
-¡Oigan! ¡Ustedes dos! -es un guardia.
-Oh, oh -solté.
Para que no lograra identificarnos, nos cubrí con las sombras y me levanté junto a Shoto.
-Salta -dije de repente.
-¿Qué?
-Salta -repetí-. Estarás bien, lo prometo.
Se veía algo dudoso por la gran altura a la que estábamos pero tomó una gran bocanada de aire y saltó. Lo miré sorprendida y con una gran sonrisa me tiré tras él y lo atrapé, saqué mis alas y empecé a planear.
-Confiaste en mí... -murmuré.
-Pues sí... ¿Por qué no lo haría?
Mi sonrisa se hizo aún más amplia y mi corazón volvió a latir con fuerza dentro de mi pecho. ¿Por qué pasaba esto? No comprendo.
-¿Podemos ir a un lugar? -Shoto me saca de mis pensamientos.
-¿A dónde? -pregunté.
-Yo te guiaré.
Asentí estando de acuerdo y como él dijo, me empezó a guiar hasta haber llegado a un bosque, mas específicamente, hasta un mini lago.
-¿Qué hacemos aquí? -pregunté dejándolo en el suelo y mirando el lugar-. Es hermoso.
Shoto da un paso al frente y con su pie derecho, al tocar el agua, él lo congela y a la vez crea unos colgantes decorativos igualmente de hielo en los árboles y sobre el lago. Observé sorprendida todo eso, me arrodillé sobre el hielo y noté como los peces seguían nadando bajo este, pero entonces vi la mano tendida de Shoto frente a mí.
-¿Te gustaría patinar? -pregunta con una sonrisa y un leve rubor en sus mejillas.
-Pues... siempre me caigo -comenté dudosa.
-Esta vez no sucederá, créeme -responde seguro y transmitiéndome esa seguridad a mí.
Sin darme cuenta había tomado su mano, él me ayudó a levantarme y me llevó hasta el hielo, al instante empecé a resbalarme y para no caer su mano tomó rápidamente mi cintura y fue como sentir un choque eléctrico desde el lugar de su agarre. Fue una sensación extraña pero... ¿agradable?
-¿Estás bien? -pregunta sin soltarme.
-S..Sí, sí -respondí suspirando y enderezándome con su ayuda- ¿Ahora qué?
-Sigue mis pasos.
Él comienza a deslizarse con naturalidad, mientras yo intentaba no caerme sujetándome de él. Ahora entiendo cómo se sentía él cuando le enseñé a bailar.
-No vas a caerte, confía en mí -comentó sin saber que esas palabras me harían sentir aún más extraña y sonrojada.
Asentí en respuesta. Mejoró su agarre con su brazo en mi cintura mientras sujetaba mi mano con la otra, me apegaba la espalda a su pecho para mantenerme cerca y que no cayera al hielo. Nos deslizamos juntos y tan fluidamente que el miedo se disipó y solo podía sentirme feliz por conseguir hacer esto.
-Es... genial -murmuré mirando mis pies deslizarse.
Shoto se desliza un poco más hasta detenernos y dejarme en el centro. Repentinamente me suelta, no sin antes asegurarse de que me podía mantener en pie yo sola, entonces se puso a patinar en círculos a mi alrededor. Me extiende nuevamente la mano y cuando la tomo él me jaló y sin darnos cuenta habíamos comenzado a bailar de nuevo.
Sujetó mi mano y me hizo dar una vuelta antes de sujetarme nuevamente por la cintura y deslizarnos. Habíamos puesto hasta música desde mi celular, por lo que el ambiente ahora es hermoso y tranquilo. Sentía mi corazón acelerado de nuevo y con cada movimiento se aceleraba más. Yo supongo que es por mi torpeza y miedo a caerme, estuve a punto de hacerlo varias veces hasta que Shoto detenía todos esos momentos.
-Aún debo mejorar... -comenté luego de casi caer nuevamente.
-Pero lo haces muy bien para ser tu primera vez -comentó con una sonrisa mientras mantenía su brazo sujetándolo mi cuerpo inclinado hacia atrás.
Podía ver como si ojo izquierdo brillaba tan hermoso gracias al juego de luces que aquellos adornos de hielo ocasionaban con el brillo de la luna.
Es... hermoso...
Pude sentir mis mejillas arder de nuevo ante nuestra cercanía. De nuevo aquella extraña sensación invadió mi cuerpo y decidí separarnos antes de que fuera a vomitar o algo así, porque sentía algo revolotear en mi estómago, ¿me había comido una polilla o algo? De solo pensarlo me hizo sentir asqueada.
-Creo que... ya es hora de ir a casa -comenté.
-Tienes razón, se hizo tarde -respondió pensativo.
Volvimos al pasto y él descongeló el hielo. Caminamos hasta salir del bosque y volver a las calles, en donde nos miramos para despedirnos.
-Gracias, Shoto. Me divertí.
-Técnicamente, esto fue tu idea así que... gracias a ti. También me divertí, _________ -sonríe levemente provocando un vuelco en mi corazón.
Sorpresivamente lo abracé mientras susurraba un leve "adiós" antes de alejarme rápidamente y darle la espalda para que no viera mi rostro tan rojo. Suspiré calmándome y caminando por el lado contrario a él.
Por más que quería, ni podía dejar de sonreír tanto, me es imposible dejar de hacerlo mientras recordaba lo vivido con Shoto. Ni siquiera fui consciente de cuando llegué a casa, solo abrí la puerta y me encontré con mi padre de brazos cruzados.
-¿Dónde se supone que estabas, ________? ¿Tienes idea de lo tarde que es?
-Estaba con Shoto -respondí sin más y sin dejar de sonreír por los recuerdos.
Sinceramente estaba en mi propio mundo del cual no quería salir ni para escuchar los regaños de papá. Lo abracé al pasar junto a él, dándole un beso en Abracé la mejilla.
-Buenas noches, papá -me despedí yendo a mi habitación.
¿Es esto estar enamorada? ¿Es así como se siente? ¿Así de... bien?
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