Aizawa muestra los nombres de aquellos que tuvieron ofertas para ser pasantes en las compañías de héroes profesionales luego de haberlos visto en el festival deportivo y su rendimiento en las pruebas.

-Estos son los tres que tuvieron más ofertas -comenta la oruga.

-¿Yo? -murmuré apenas audible al ver mi nombre entre ellos.

-__________, no solo por tu gran participación en el festival, sino por lo que hiciste por el joven Bakugo -explica él al darse cuenta de mi expresión-. A muchos les diste curiosidad.

Todos los demás chicos se voltearon a verme con una sonrisa. Aunque Bakugo no mostraba ninguna expresión en particular, solo me veía pero nada más. Me intenté esconder entre mis manos, ya que la mirada de todos me hacia sentir penosa.

-Bien, sigamos con la explicación sobre las pasantías.

Todos dejan de mirarme para volver a prestarle atención a Aizawa y yo agradecí por desviar las miradas de todos de mí. Suspiré un poco y no pude evitar sonreír algo emocionada por todas esas ofertas que recibí, realmente no las esperaba y por eso no pude dejar de pensar en esto por toda la clase. Miré mi lista de las agencias que me dieron ofertas cuando me encontré con una en particular que me hizo abrir los ojos de par en par. La agencia de Endeavor.

Definitivamente, no iré a esa.
Aunque me da curiosidad la razón por la que decidió darme una oferta. No creía que fuera posible.

Resoplé y seguí mirando la lista hasta ver uno que me llamó mucho la atención, hasta creo que me emocioné. Rápidamente, cuando tuve tiempo, fui a buscar a papá y lo encontré justo cuando estaba con Izuku dándole un papel mientras temblaba.

-¡Pa! -salté a su espalda-. Adivina quién me mandó una oferta de pasantía.

-¿Eh? ¿Quién?

-¡El abuelo Torino! -solté ocasionando que su reacción fuera escupir sangre.

-¿________-San? ¿Tú también? -miré a Izuku con confusión.

-¿Eh? ¿Irás con él? -pregunté con una sonrisa. Él asintió en respuesta- ¡Genial!

Salté de la espalda de papá para acercarme a él emocionada de saber que el abuelo Torino nos entrenaría a ambos. Aunque fue algo obvio, ya que Izuku es portador del One For All.

-Él es genial, desde que me conoció me consiente.

-Sí, digamos que tiene un favoritismo hacia ella -menciona papá retomando la compostura. Me reí levemente.

-Él me ayudó a entrenar también, gracias a eso mejoré mi velocidad y resistencia -conté nostálgica-. Y me ayudó a controlar mejor mis sombras.

-Eso es genial ________ -responde Izuku sonriendo un poco más animado que antes.

-Aunque sus entrenamientos... -murmuré. De solo pensarlos me canso y comienzo a sudar.

-¿Huh?

-Pero tranquilo, estarás bien -levanté el pulgar dándole ánimos y él asiente convencido antes de irse. Yo me di la vuelta hacia papá-. Tenía que mentirle, lo siento.

Solté una pequeña risa al igual que él, quien apoya su mano sobre mi cabeza.

-Vamos a casa, pequeña.

****

****

-¡Con permiso, soy Izuku Midoriya de la preparatoria U.A! -avisa este en el momento en que entró a la casa del abuelo.

-¡Abuelo! -crucé corriendo el umbral, viéndolo tirado en el suelo- ¿Salsa?

-Cielos, llevaba una docena de salchichas con salsa de tomate encima y me caí -habla el abuelo.

-Ay pobrechito -murmure riendo y lo ayudé a levantarse. Él nos mira a ambos y luego a Midoriya.

-¿Y tú quien eres?

-¡Midoriya Izuku, de la preparatoria U.A! -responde el peliverde.

-¿Qué?

-¡Midoriya Izuku!

-¿Quién eres?

Trataba de aguantarlo pero quería reír a carcajadas por esta escena y la reacción confundida de Izuku. El Abuelo se sienta.

-Quiero comer -soltó dejando aún más anonadado al pobre de mi compañero.

-¡¿Eh?!

-Toshinori.

-¡No soy yo! -Nunca cambia este viejo. Izuku suspira profundo-. Con permiso haré una llamada.

En cuanto Izuku se da la vuelta para darnos la espalda y saca su móvil, el abuelo me mira y sonríe con diversión al igual que yo. Pero luego se acerca a la maleta de Izuku y la abre llamando la atención de este.

-¡¿Ah?! ¡¿Qué hace?! -pregunta Izuku.

-Dispara el One For All contra mí.

Me apoyé contra el respaldo del sofá y cerré los ojos un momento mientras ellos terminaban su presentación tan "amistosa".

-Quiero saber bien cómo lo manejas -el abuelo sigue mirando el traje de Izuku-. Es un buen traje. ¡Póntelo y dispara!

Izuku se le queda mirando más confundido que antes y sorprendido por el repentino cambio de actitud del abuelo.

-¿Quién eres? -pregunta de nuevo el abuelo y luego me mira- ¡Oh! __________-chan ¿cuándo llegaste?

Me reí un poco.

-Hace un momento -respondí siguiéndole el juego.

-Oh bien, bien. ¿Podrías ir a buscar algo para comer? -pidió.

Sabía qué haría, así que no me quedó de otra más que asentir y salir de la casa para buscar su comida.

-¡Eh! ¡________-San!

-Tranquilo Izuku, enseguida vuelvo -comenté y salí de la casa.

Fui a conseguir esas galletas con forma de pescado que tanto le gustan al abuelo. Y de paso, también conseguí un microondas nuevo por si las dudas.

-¿Eh? -me di vuelta y vi al Abuelo esperándome en el momento en que salí de comprar el microondas.

-Ya te lo imaginabas, ¿no? -pregunta él. Asentí con una sonrisa.

Le di la bolsa de comida y ambos regresamos hacia su casa donde estaba Izuku analizando la situación y eso hizo sonreír al abuelo. Lo veía como alguien que tiene potencial.
Dejé a los hombres conocerse y trabajar mientras yo decidí salir a entrenar un poco fuera. Di patadas al aire y otros golpes, pronto se había hecho de noche y el abuelo ya estaba durmiendo e Izuku estaba con él mientras que yo practicaba en un callejón para no molestarlos.

Respiraba agitadamente por el esfuerzo que hice hasta ahora, hasta que escuché movimiento detrás de mí. Me di vuelta lanzando un golpe pero deteniéndome justo a un milímetro de su rostro.

-¡¿E..Eh?!

-¿Izuku? ¿Qué haces aquí? -pregunté bajando el puño.

-Pues quería entrenar un poco -comentó más calmado al no haber recibido el golpe.

-Ya veo, bueno, no tengo problemas si quieres entrenar aquí -mencioné. Él asiente agradecido y se posiciona.

-Gracias.

Le sonreí amable y negué con la cabeza. Volví a posicionarse para seguir practicando pero me sentí curiosa y observé como Izuku miraba las paredes del callejón e intentaba subir por estas dando saltos, pero se golpeaba sin conseguirlo. Aunque me daba risa, quería ayudarlo, pero no tenía ni idea de cómo. Así solo me quedé entrenando y viendo que no se rompiera nada mientras tanto.

****

****

-¿Huh? Lo consiguió -murmuré sotprendida al ver como Izuku pudo reflejar el One For All en todo su cuerpo.

-¿Puedes moverte en ese estado? -pregunta el abuelo.

-No... lo sé -responde Izuku con dificultad.

-¿Quieres intentarlo?

Abracé el microondas enseguida para que no lo volvieran a destrozar.

-Por favor, abuelo, no destruyas otro más -supliqué haciéndolos reír a ambos antes de volver a concentrarse en probar a Izuku.

Me hice a un lado y esperé a que todo esto terminara.