17
Dedicado a llxLuciaxll
Corro hacia los árboles para ocultarme y desde estoy observo que su vuelo es en círculos en el bosque hay muchos peligros las palabras de, Astilbe aparecen en mi mente.
Camino entre los árboles en busca de un refugio pues es de noche aquí, me siento cansada de tanto caminar y no encontrar alguna cueva para pasar la noche, en mi visión aparece un árbol grande, frondoso con muchas ramas a su alrededor, comienzo a trepar con dificultad y cuando llego a una de sus ramas más gruesas, me concentro para hacer crecer varias llamas y es que estas se acomoden como un una sábana.
—Luciérnagas — hablo mientras un hormigueo recorre mi cuerpo — necesito de su ayuda — poco a poco cada una de las luciérnagas comienzan a aparecer a mi alrededor — necesito que iluminen este árbol sutilmente ¿Pueden hacerlo?
—Claro que sí, princesa — habla laque esta frente a mis ojos.
Observo como las luciérnagas se posan en las ramas que están cerca de mí, todo esto es tan de película, un extraño sentimiento aparece en mí, me doy cuenta de una cosa, pensé que solo sentía atracción por, Astilbe, pero no.
Me gustaría que él estuviera conmigo ahora, aquí. La piel se me pone chinita al imaginarme la escena, acaricio la pulsera que me dio y no puedo evitar sonreír.
—Yo quiero a, Astilbe — digo en un susurro sin dejar de mirar y de acariciar la pulsera.
Con esa revelación y con una sonrisa cierro mis ojos para poder soñar y quién sabe si el aparezca en ellos.
***
Los rayos solares se filtran por las ramas del árbol, las luciérnagas se han ido, hago unos estiramientos y después bajo del árbol, observo a mi alrededor y comienzo a caminar sin saber lo que mi alma busca.
Suelto mi cabello pues ya me duele la cabeza de tenerlo en una coleta desde ayer, observo la marca del infinito que tengo en mi muñeca y no sé porque, pero esta comienza arder como si tuviera comienzo.
Llego a un claro y la sombra de un animal volando sobre mi hace que mira al cielo, un dragón oscuro se dirige a mi mientras aun vuela y sin pensarlo mucho corro hacia el bosque, el lamento de algo que no sé de donde proviene me persigue, veo pájaros negros por encima de los árboles.
La marca que tengo en mi muñeca derecha me quema, el ardor en mis pulmones por tanto correr hace que caiga, sujeto mi cabeza con ambas manos con tal de alejar las voces que escucho.
El gran dragón negro aterriza frente a mí. Sin duda se puede notar sus grandes alas y su cola, mide al menos seis metros, es muy grande, cierro mis ojos en la espera de mi muerte, pero algo se pone entre el dragón oscuro y yo.
Un individuo con una gran capa de terciopelo sobre su cuerpo y con una capucha sobre su cabeza, levanta su mano y una luz cegadora sale en dirección a la bestia y una barrera mágica nos separa del dragón.
Mis latidos son tan rápidos, las voces no cesan, el sujeto camina hacia a mí y me tiende su mano, solo lo observo, emito un grito de dolor, la tierra comienza a temblar, las raíces de los arboles salen a la superficie para sujetar al dragón.
—Cala — escucho que el sujeto me llama y toca mis manos que están en mis oídos como si eso pudiera alejar los lamentos — abre los ojos.
Siendo sincera no se ni porque hago lo que me pide, no entiendo como sabe mi nombre. Lo observo atentamente, su rostro es como el de un dios griego, tiene barba de candado, cabello oscuro y lo suficientemente largo como para que ve vea bien.
—¿Quién eres? — Tomo su mano para levantarme pero me mantengo a una distancia — ¿Cómo sabes mi nombre?
Me doy cuenta de algo ahora que rememoro lo que ha pasado, esto ya lo he vivido, es lo que siempre soñé, pero dejo de pasar desde que supe la verdad y lo digo entre comillas porque mi padre me ha omitido información y me ha mentido al respecto.
—Esto ya lo he vivido — balbuceo en voz baja — siempre he soñado con esto pero siempre que llegaba la parte de la luz terminaba ¿Quién eres y como sabes mi nombre? — trato de controlar el temblor en mis manos, el sujeto solo me mira, con un movimiento de mis manos, las raíces de los arboles lo sujetan ¿QUIEN ERES?
—Tus raíces no me detendrán y si quisiera lastimarte ¿Por qué te he salvado? — levanta una ceja.
—Libérenlo — las raíces se alejan en cuanto me escuchan. El sujeto se sacude la tierra y yo solo pienso en las formas de matarlo si llega a ser necesario.
—Yo soy tu padre — eso sin duda no lo veía venir — eres igual a tu madre — la piel se me pone chinita y me doy cuenta que ya no escucho los lamentos.
—No puedo creerte — digo seria y firme — compruébalo.
—Tu madre y yo nos conocimos en el bosque, ella me cuido, en el tiempo que estuve en Aethiopica nos enamoramos y ella hizo lo que una mujer humana haría con un hombre sin importarle las consecuencias, las hadas de esta tierra solo pueden tener hijos cuando su flor asignada en el campo brilla, la flor de la vida es quien decide eso.
—Eso no es una prueba — el recuerdo de la visión que tuve en la biblioteca aparece en mi mente.
El sujeto camina hacia a mí, toma uno de sus cabellos y lo arranca, lo coloca en la palma de su mano derecha, cierra los ojos y el escenario cambia.
Sus palabras cobrando vida en acciones, paseos en la noche, paseos por el jardín del reino, risas de dos personas que de verdad siente amor el uno por el otro y que una día mi madre lo dejo en el bosque sumido en un sueño, cuando el que dice ser mi padre despertó su alma estaba encerrada en este lugar mientras su cuerpo está en una jaula en el sombrío y frío castillo que fue antes el hogar de mi madre.
La visión termina y lo observo, tengo tantas preguntas que hacer pero solo una me es importante ahora.
—Si no eres humano ¿Entonces que eres?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro