13
No comprendo porque están prohibidos los humanos, nosotros si no tuviéramos poderes también seriamos como ellos ¿Acaso eso es tan aberrante? Mientras estoy en la biblioteca las voces de mi padre y alguien más aparecen en mi mente.
—Ella no puede saber que es hija de un humano — ¿Qué? Es lo único que puedo pensar desesperación percibo en la voz de. Muscari.
—¿Sabes lo que implica eso? Es mitad hada mitad humana, con eso simplemente no podrá derrotarla, necesita estar completa.
—Lo sé, lo sé, pero solo he pensado en algo, enviarla al bosque y que encuentre lo que su alma busca solo así sabremos si esta lista para cuando llegue el momento — No comprendo de lo que hablan salvo una sola cosa.
—¿Quieres que encuentre lo que identifica a su alma? — puedo sentir la preocupación en la voz de esa personas.
¿De cuánto más me tengo que enterar?
Las voces se van de mi mente y entonces aparece, Arana, que mantiene abierto el portal, como lo llamo, me hace un movimiento con las manos, tomos los libros y la sigo.
Llagamos un campo abierto, lleno de árboles preciosos y flores, me doy cuenta que mis libros no están y que tengo una ropa más cómoda, hay mucho viento, mi cabello blanco se mueve con brusquedad.
—Te enseñare a peleas, aquí no soy tu amiga, te golpeare y no tendré consideración solo porque eres una novata ¿Entendido?
—Si — contesto segura.
—Me doy cuenta que tus poderes son más fuertes cuando estas enojada así que por ese lado estamos bien — me mira atentamente — primera regla, siempre estará atenta.
Hago un movimiento con la cabeza de un momento a otro ya estoy en el suelo con su pie en mi estómago, mi respiración se vuelve agitada por tal sorpresa.
—Regla número dos, nunca te confíes — suena tan segura de sí.
Después de eso, me enseña como atacar, como defenderme, pero simplemente no puedo, no tardo ni un segundo de pie que ya estoy en el suelo otra vez, realmente golpea fuerte y yo solo he podido darle un golpe que ni un rasguño le ha hecho.
Estoy en la cama de mi habitación, con todo el cuerpo adolorido, pero no dejo de pensar en las voces que aparecieron en mi mente, me levanto y camino hasta un espejo pequeño en el que solo puedo ver mi rostro. Mi labio partido, una cortada bajo mi ceja derecha y mi pómulo derecho e izquierdo rojizo por los golpes.
Salgo del cuarto y camino por los pasillos, magos y hadas trabajando ocultos del mundo, de los humanos pero sobre todo de, Anssana. Encuentro a mi padre moviendo unos troncos que sirven como leña para la noche fría.
—Papá — llamo su atención y al verme palidece un poco.
—¿Quién te pego? — es lo primero que pregunta al dejar lo que estaba haciendo para concentrarse en mí.
—Fue mi primer día de entrenamiento con, Arana, estoy bien para ser la primera vez — digo sinceramente, el me mira, estudiándome — quiero hacer unas preguntas.
—Claro hija.
—Pero aquí no, en otro sitio mejor.
Comprende que es algo serio y con un movimiento de cabeza me dice que lo siga y así lo hago, caminamos por otros pasillos que no conocía hasta estar frente a una puerta oscura, el hace algo con su mano y entramos, al adentrarnos más en la habitación flores con luces iluminan el lugar.
—En esta habitación muchas veces se refugió tu madre cuando quería estar sola con sus pensamientos, era el único de la guardia que tenía acceso aquí — dice con melancolía en cada paso — aquí meditaba para darle parte de su energía a la ciudad.
—Es realmente hermoso, este sitio, pero no es de mi madre de quien quiero hablar — inhaló y exhalo para lo que estoy a punto de decir.
—¿Entonces sobre qué quieres hablar? — Su voz se es más seria — Cala ¿Está todo bien?
¿Qué si todo está bien? Pues obvio no. Una bruja de no sé cuántos años de vida quiere matarme y exterminar a los sobrevivientes que mi madre con su vida protegió.
Inhalo y exhalo otra vez para calmarme, cierro los ojos por varios minutos mientras estoy de bien en una fuente, la frescura del lugar me relaja un poco, abro los ojos y me doy la vuelta para mirarlo.
—Quiero que me cuentes sobre mi verdadero padre — al escucharme sus ojos parasen que saldrán de su lugar.
—Cala, realmente no hay mucho que contar — es lo único que dice.
—Su nombre, como conoció a mi madre, de que parte del reino era.
Lo observo, está nervioso y evita mirarme, se laja un poco de mí y una decepción aparece en mi corazón.
—Papá — le toco el hombro derecho y este se da la vuelta para mirarme tras un suspiro.
—Tu verdadero padre se llama o llamaba, Oswaldo, tu madre lo encontró en el bosque herido, es todo lo que se — dice sin mirarme, me está mintiendo en la cara.
Paso una de mis manos por mi pelo, poniendo unos cuantos cabellos tras mi oreja, los bellos de mis brazos se me erizan. Creí que después de todo esto ya no habría secretos entre nosotros, yo acepte que antes tuviera que ocultarme esta vida.
Pero ahora que me da una verdad a medias incluso cuando le estoy preguntando directamente me desilusiona por completo, es la única persona que ha estado a mi lado en cada momento. Limpio disimuladamente una lagrima que se me ha escapado y lo vuelvo a mirar.
—Me decepciona que tengas el valor de mentirme después de todo esto — esta pálido al escucharme — ¿Por qué me mientes?
—Hija yo no te miento — titubea al hablar.
—Claro que lo haces ¿Entonces por qué no me dices que mi padre es humano cuando te pregunte por el?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro