Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

S É P T I M O

En la vida existen
dos clases de chicos,
los normales y luego está Maven.

—¡Mika, Ava!

Nos llama Tyler —rizos de oro— sentado junto al resto del grupo, en una de las tantas mesas de madera barnizada del extenso jardín universitario.

Ava y yo respondemos al llamado acercándonos a ellos, ya se nos está haciendo costumbre el sentarnos con los chicos, no solo a comer, en ocasiones gustamos de charlar de cosas al azar todos juntos, aunque yo no soy muy habladora aún. Todos hemos congeniado muy bien, por lo que no tardamos en introducirnos en su alegre grupo. Sentada a un lado de la mesa en frente de Ava, me decido a degustar mi comida sin saludar antes a cualquier persona en la mesa. No me malinterpreten, tengo hambre y esa hamburguesa me estaba guiñando el ojo, ¡no podía solo ignorar su sensual tentación!

—No sé cómo puedes comer eso —comenta Ava con desgrado.

A veces olvido lo intensa que se pone Ava cuando entra en modo vegetariana.

—Ay, solo es comida Ava, ya deja el drama —Desestimo su comentario con un manotón al aire.

—¡No es comida, es un cadáver!

Tengo hambre, estoy de mal humor, y sus comentarios no me ayudan. Eso es, sin duda, una mala combinación.

—¿Sí?, pues no has pensado lo mismo sobre el brócoli que comes, o tal vez las zanahorias, el pimentón y la cebolla. —contraataco con una ceja elevada— Porque, según estudios científicos, aseguran que las plantas están vivas, se reproducen y tienen hijos. ¿Qué tal sabe tu plato de huérfanos?

La tensión se palpa en la atmósfera en un repentino silencio, Ava me devuelve una mirada fiera que me indica que esto no quedará así, ella necesita probar su punto y borrar el efímero horror que sintió al saber que estaba comiendo "seres vivos". Yo tengo que destruir todas sus energías de debatir, para poder hincarle el diente a ese rica hamburguesa de doble carne.

Esa es la principal razón que desata la peor pelea de miradas entre nosotras, siento el sudor bajar por mi sien al hacer un esfuerzo de mantener la concentración, mientras trato de mantener la intensidad de mis ojos en un ataque fiero, empiezo a sentir un picor en la vista y me percato de que el nervio óptico de Ava está temblando.

¡Ja, la victoria es mía!

Pero sin aviso alguno la arpía rubia suelta un soplido a mi cara, me causa resequedad en los ojos logrando que aparte la vista para limpiarme y aliviar el dolor.

—¡Eres una vil tramposa! —La señalo en una evidente acusación.

¡Hizo trampa en la batalla de miradas, eso amerita una descalificación!

—En la guerra y el amor todo se vale, fue tú culpa por confiarte, así que yo gané. —Sonríe victoriosa, fanfarroneando de su sucio éxito— Tranquila, seré compasiva contigo y no me vanagloriaré demasiado. Después de todo, ya quedó claro quien es inferior.

—¡¿Qué?! Oh no estúpida, ¡estás muerta! —exclamo con toda la intención de rodear la mesa para llegar hasta ella.

—Ya, listo, fin de la ronda, es un empate —Apacigua Gabriela colocando sus manos en señal de paz, mientras Ava y yo nos volvemos a debatir en un duelo a muerte de miradas.

—Ya está por terminar el primer semestre —dice Josh tratando de iniciar una conversación.

—Yo estoy peligrando con Matemáticas —Se lamenta Ashley, quien es en demasía floja para estudiar, ella y Ava se dan la mano con facilidad.

—Por lo menos entiendes estadística —alivia Adam, el hermano de Josh. Extraño lo sé, no se parecen en nada— Yo he pasado todo el semestre copiándole a Cornie, pero no sé que haré en el examen de mañana, es el final y vale 50% de la nota.

—Cópiate de la cerebrito otra vez —Soluciona Ava haciendo que yo la viese con indignación.

¿Es que no lo ven?, ¡yo soy como la pobre Cornie, idiotas!

—Está enferma. —Se burla Josh de la mala suerte de su hermano— Igual a como desearía estarlo Adam.

—Cállate —ordena Trébol.

Juro que nunca me cansaré de llamarlo así, el apodo le va bien.

—Copiate de algún otro nerd —aconseja Ava.

¿En serio?, ¿esa es la mejor idea que has tenido?, ¿no querrá copiarse de mí tal vez?

—O quizás, mejor estudia —Regaño.

Este grupo no tiene remedio, de todos los integrantes los únicos que nos vemos con ánimos de estudiar somos Tyler, —Irónico que el rubio fiestero estudie— Gabriela, y por supuesto que yo.

Así pasan las semanas, aproximando consigo el termino del primer semestre, "¡Vacaciones!" escucha gritar a mi corazón, "¡Lo sé, solo será una semana!" responde mi cabeza, acarreando una discusión entre ambos consigo. O algo así debe ser, porque no entiendo el que estuviese mi corazón pegando brincos y mi cerebro se hallara aterrado, nervioso e inesperadamente estresado, mientras Ava grita "¡Mika!" y señala el aviso de letras negras.

—¡Es tu oportunidad! —afirma ilusionada entre celebraciones.

Estamos de camino a las clases de modelaje, y hemos visto en la parada autobuses un anuncio para audicionar para ser firmado con una productora musical. Cosa que para Ava fue el mejor hallazgo jamás visto.

—¡Podrás cantar en una audición!

Volviendo a centrar mi cerebro en el presente, y en el ahora. No puedo participar en una audición, es cierto que tengo un poco de talento, pero aún es algo demasiado pequeño para lo que exigirán en un lugar así. Sí, he logrado entablar conversaciones con las personas sin ser doña tomate, me he vestido mas moderno, y logré cantar en el bar del amigo de Ava, quién ahora que lo pienso no sé su nombre y nunca lo he visto.

Pero, ¿de eso a que yo vaya a una audición?, hay que ser un soñador profesional y tener unas ganas de ilusionarte enormes.

Y no gracias, a mí no me apetece.

—¡Es el sábado!, nos iremos a tu casa primero, porque obviamente no puedes irte así vestida, harás la au... —Ava sigue hablando sobre los planes que hace conmigo pero sin mí.

—No —La interrumpo cortándole todo rastro de ilusión.

La sonrisa de Ava se marchita al son en que voltea su cabeza hacia mí acompañado de un quedo "¿Qué?".

—No lo voy a hacer —sentencio caminando más rápido causando que Ava se quedase atrás pasmada.

No puede ser, ¿yo? ¿en una audición? Debe ser una broma, diosito, dame fuerzas para no matarla.

Ya han pasado tres días desde el momento en que hemos visto el anuncio de la audición. Y si yo me estaba quejando de la Ava ansiosa, que me fastidió durante una semana para que cantase en el bar de su amigo, pues ahora me parece que no es más que un dulce ángel. La Ava de ahora ha logrado que estos tres días se sintiesen como años. Porque ¿Cómo no? damas y caballeros, hasta se atrevió a llamar a mi teléfono durante toda la noche —Las tres noches— hasta que lo apagase, para luego venir hasta mi casa, ¡mi casa!, a tocar mi puerta hasta que saliera a darle la cara.

¡Mis vecinos se molestaron conmigo por el ruido que causó esa estúpida! Adrien, solo salió a ver la escena entre malhumorado y divertido, creo que ni él sabía qué sentir al respecto.

Estamos en clase, la última del día, para ser más precisa, y Ava no ha dejado de lanzarme pelotitas de papel a la cabeza, con el fin de que ceda a sus deseos. Ya que hace dos días fue regañada por todos los profesores, por hablar en exceso en clase. Por ello, ahora se dedica a estrellarme pelotas de papel, aviones, y lo que le salga del corazón.

—Mika... —insisite por cuadragésima vez en mi día, ¿Señor, es esto una prueba de paciencia y fe?— Mik-

—¡Está bien ya!

Grito golpeando con un ruido brusco mi escritorio, me pongo de pie con la intención de matarla, descuartizarla, y mandarla a un restaurant chino. Quizás funcione, jamás sabrán que es ella. Dios de seguro vio un caso perdido cuando le pedí fuerzas para no cometer homicidio, seguro se ha dicho: "Niña, por más fuerzas que te mande es imposible poder soportarla"

—¡Coleman!, —reprende el profesor señalando la puerta— ¡si no desea estar en clase puede salirse y ahorrarnos este numerito! ¡yo no trabajo con niños!

Atónita lo miro, luego a la divertida Ava quién usa toda su fuerza de voluntad para no explotar en risotadas, repite esta acción unas... no sé, ¿Cuatro veces?; Frunzo el ceño de una manera que jamás creí que lo haría, casi siento que mis ojos desaparecen entre piel arrugada. Salgo del salón posteriormente de haberle dedicado una mirada mata-suegras a la rubia idiota, sí, de esas que les dan las nueras a las locas suegras del demonio.

Una vez fuera del salón de clases me resigno a sentarme en un banco mientras pasa el tiempo restante de estas dos horas, tiempo en el que también tengo que mentalizarme para no despellejar a la rubia tonta.

El sonido de una guitarra eléctrica llega a mis oídos, apenas puedo percibirlo pero está ahí, movida por la curiosidad persigo esa melodía llena de energía hasta detenerme en uno de los salones vacíos, en el espacio solo se ve una chico con los ojos cerrados sintiendo la música como si fuera su alma lo que estuviera tocando, algunos cabellos lisos caen en su frente logrando escapar del agarre en la parte trasera de su cabello, perdiéndose entre el resto de mechones que le llegan a los hombros.

No espero hacer ruido ni llamar su atención de algún modo, solo quiero escucharlo un poco mover los dedos tan ágilmente por los trastes como un profesional. Es hipnotizante.

Es una melodía refrescante de esas que solo el rock puede evocar, si tuviera que pensar en un color sería el verde menta.

— ¿Piensas solo quedarte ahí chismoseando o vas a decir algo? —Inquiere el guitarrista sin dejar de tocar o mirarme siquiera.

Carraspeó un poco cohíbida con mis problemas para socializar entrando al chat.

— Solo estaba escuchando, me gusta aunque no suena como algo que haya oído antes —musito

Bufa.

— Claro que no la has escuchado antes yo la compuse, a menos que vengas con una bola de cristal incluida en el trasero no creo que alguien la conozca.

Abre los ojos negros para inspeccionarme con una mirada intensa, esboza una sonrisa de medio lado muy traviesa y arrogante, espero que diga algo pero solo se queda viéndome por lo que parecen eternos minutos.

— ¿Qué pasa? —Tartamudeo nerviosa.

Qué situación tan extraña, ¿será un vándalo? ¿Un asesino oculto entre los estudiantes? ¿Un caníbal? Ay no, no quiero sonar paranoica pero así empiezan todos esos casos que terminan mal ¿No?, Con un chico lindo, salvaje y peligroso.

— Tú eres el ratón de biblioteca que vestía como un saco de papas cuando llegó —señala dejando de tocar.

Olvídalo, este tipo es un idiota.

— ¡No era un saco de papas solo porque estaba un poco cubierta! —Protesto mirándolo mal.

— Sí, también he escuchado sobre eso, personas que niegan su realidad cuando es demasiado para que sea más fácil llevarlo, esquizofrenia lo llaman. —Se encoge de hombros— Comprendo, ratoncito.

— Eres un patán.

— Claro que sí, ¿pero eso no lo hace más divertido?

Volteo los ojos resignándome a qué hay gente con la que solo no se puede razonar, como Ava, si al caso vamos.

— Eso acaba de sonar increíblemente arrogante de tu parte.

Suelta una risita de voz ligera.

— Lo sé y tampoco me interesa  —Acepta—. Entonces, ¿qué te hizo hacer el cambio?

— Algo como una maldición y una bruja malvada —digo refiriéndome a Ava.

— Pensé que sería algo como la música tirando de ti misma a la superficie.

— ¿Qué?

¿Él como sabe eso?

— Ay por favor ratoncito, —Se burla— no es un secreto si andas por ahí cantando como una cotorra por los salones.

Mi cara se tiñe de vergüenza, porque nunca tome en cuenta que quizás alguien más podría escucharme, muchos pensarán que ya a estas alturas la pena al cantar ya la tengo superada, pero en realidad no. Para nada, me sigue dando mucho miedo.

— No creí que se escuchara desde afuera, siempre soy cuidadosa de callarme si llega alguien —balbuceo.

— Obviamente se escucha, los salones no están insonorizados. —Se vuelve a encoger de hombros antes de empezar a tocar nuevamente— Cómo sea, solo acéptalo y supéralo, ¿conoces esta canción?

Escucho atentamente cada sonido emitido por las cuerdas, es una canción melancólica pero claramente es un ícono en la industria musical que todo el mundo conoce.

Evanescence nunca es algo que pase por debajo de la mesa.

— Claro que sí la conozco.

— Entonces has acompañamiento de voz.

Me sonrojo.

— ¿Qué? ¿Así nada más?

Nunca la he practicado y a él ni siquiera lo conozco de algo, no sé no siente igual que hacerlo con mis profesores o en el bar con una ridícula máscara de luchador en la cabeza.

El chico deja de tocar súbitamente, fijando esa mirada color ébano en mí.

— No desperdicies ni un momento para ser libre, nunca dudes.

Y eso, de alguna forma, sonó tan definitivo y contundente que fue como si una llama se encendiera en mi pecho, que empieza del tamaño de un fósforo y termina como una gran incendio forestal. Comienzo a cantar con la continuación del acompañamiento acústico, las notas pasan como un rose de seda entre nuestros dedos, la vibración armónica nos junta como dos aves en vuelo.

Me siento cercana a este chico aunque no nos conozcamos de nada.

Unos aplausos nos desconcentran al terminar la canción, miro la entrada hallando a Ava con una sonrisa curiosa que se desliza del chico a mí.

— ¿Quién es tu amigo?

— No es mi amigo —rechisto.

— Somos super mejores amigos —contradice.

— Claro que no, ni nos caemos bien.

— Nos vimos y supimos que había más química que en una relación tóxica, somos como un musical escolar de Disney pero con la adaptación de Netflix —Sonríe ignorándome.

— No hemos sentido absolutamente nada de eso, has sido grosero y arrogante todo el tiempo —objeto indignada.

— ¿Ves? Me ama —asegura él viendo a Ava.

— No cabe dudas, —Asiente Ava viéndonos como aprobando esta unión— a mí también me caes bien me gusta tu vibra.

— Lo sé, tengo ese efecto en la gente, la tuya es cool también es como ver a una Marilyn Monroe Made in china en una película de moteros.

¿Eso fue un halago?

— Gracias, ¿cómo te llamas?

— Maven, ¿y tú?

— Soy Ava, creo que podemos llevarnos bien.

Ay no.

Ya se lo que se viene y no me gusta nada.

— Vivo por acá cerca podríamos juntarnos algún día —ofrece Maven.

Dios los crea y ellos se juntan definitivamente.

— No, no, no a ver primero que nada, —Señaló a Maven— tú, desáparecete o léete un libro de modales, —Señalo A Ava— y tú, no creas que ya olvidé tú chistesito por el que me sacaron de la clase.

—Pero es por tu bien, ¿no lo ves? —Ava se queja manoteando el aire— Hay que aprovechar cada oportunidad que haya.

—¿Oportunidad de qué? —interroga Maven.

—Nada no es tu problema.

—¡Para conseguir firmar con una productora y que Mika pueda hacer su gran salto a la fama! —Gesticula extendiendo los brazos dramática.

—Ya te dije que no voy a hacerlo —Suelto bruscamente.

Esto es el colmo. Por culpa de ella mi expediente, el cual estaba tan limpio que sería confundido con una porcelana fue manchado vilmente, no satisfecha con eso acaba de hacerse amiga de este egocéntrico y de paso acaba de compartir detalles de mi vida privada con él. Estoy indignada y enfurecida, no sé cuál de la dos estoy más.

—Lástima que esté en la lista ¿no? —Se burla Ava con una media sonrisa.

—No sé de que hablas —Me hago la desentendida por el bienestar de mi orgullo.

—En la lista, señorita "No sé de qué hablas", aparece muy claramente "persigue tus sueños"—cita Ava.

—¿Y no lo estoy haciendo ya? —cuestiono rodando los ojos.

—Una parte, sí. —admite— Pero ese punto engloba el participar en todas las oportunidades que se te presenten —insinúa dejando al aire el resto.

Detesto que haya aprendido tanto de mí, se me hace cada vez más imposible ganarle en una discusión.

—Bueno, bueno, pero no te hagas ilusiones —cedo derrotada.

Sé que no habrán grandes resultados, tendré suerte si llegan a considerarme, pero eso no lo entiende Ava, así que con intentar nada se pierde.

—Ay por favor, tiene muchas posibilidades, ¿verdad que sí? —Le pregunta a Maven.

—Está bien, pero no sé le falta chispa —Se encoge de hombros dejando caer su humilde opinión de víbora.

—Empiezo a ver por qué a Mika le pareces irritante —masculla Ava viéndolo con reproche.

—Es decir, si eres buena cantante pero hay muchos iguales a ti allá afuera, si ellos necesitaran solo un cantante se conformarían con cualquiera, tienes que pensar en lo que te hace diferente a tí.

Se apresura a defenserse.

Y... Tiene sentido la verdad.

—¿Qué te pasa? La idea es que la animes —regaña Ava impactada.

—Sí, pero no en base a mentiras, —Me mira a los ojos y sé que lo que va a decir es en serio— si quieres mejorar primero tienes que saber qué haces mal, no creas que eres la mejor porque allá afuera hay personas mejores que tú.

—¿Entonces para que intentarlo? ¿Podré llegar a algún lado siquiera? —cuestiono afligida.

—Porque es lo que amas, —resume cruzando el espacio que nos separa viéndome a los ojos fijamente— porque así como hay personas mejor que tú, tú también eres mejor que muchos otros y hasta dónde llegarás solo podrás decidirlo tu misma.

Solo yo puedo decidirlo ¿eh?, eso quiere decir que solo me queda intentar a ver qué tan lejos llego. Suena demasiado riesgoso, pero aún así no puedo negar que mi corazón se derrite por intentarlo.

—¿Sabes qué? —Se guinda la guitarra en la espalda con una sonrisa traviesa—, conozco una forma de saber si tienes lo necesario.

—¿Cuál? —Pregunta Ava.

Maven solo nos pide que lo acompañemos a un lugar, yo al inicio me resisto es decir, no conocemos al tipo, pero controlar a Ava es como un tratar de ponerle riendas a un torbellino. Imposible. Así que antes de darme cuenta ha pasado un día y estamos bajándonos del taxi en una calle que, dudo yo, hubiesen personas que no entraran en el cuadro de drogadicción, asesinatos u otro semejante.

Accedí a ir a la audición por insistencia de Ava y por las palabras de Maven, pero desde entonces una incógnita me ha abordado "¿Qué canción cantaré?" me estuve preguntando todo este tiempo. Entonces, así inició mi búsqueda de la canción perfecta, pero por más que he escuchado muchas ninguna me ha convencido.

Hoy Ava se cansó de mis "¡No sé qué elegir!"me dijo que sin importar qué acompañaríamos a Maven a este lugar con la esperanza de hallar un poco de inspiración. Solo que sin duda el lugar parece el mismísimo hogar de la muerte.

—¿Maven qué hacemos aquí? —Tartamudeo temerosa mirando a todos lados.

—Este es un lugar donde se reúnen los mejores músicos, he venido muchas veces cuando necesito pensar, es como estar en el epicentro del arte—explica con esa luz vivaz en su mirada, de esa que te indica que verás algo que te sorprenderá.

Solo espero que sea para bien, en serio estoy poniendo mi confianza en él.

—Dudo que algo se reúna aquí además de delincuentes —Intento mascullar, pero suena más como un lloriqueo.

—Ya verás —dice parando su caminar frente a un edificio abandonado, con ventanas rotas y la vieja pintura dañada— Aquí es —avisa sonriente.

—Ava, este lugar me da mala espina, todo es tan horrible.

—Por una vez, en serio estoy de acuerdo contigo —Su voz tiembla viendo que una araña casi le rosa el hombro.

Ava está realmente pálida.

—Son unas cobardes, si hubiesen peleado en la guerra hubieran sido los cadetes que envían a morir de carnada—Nos regaña el muy descarado.

—¡El edificio se está cayendo a pedazos! —exclamo apuntando lo obvio—. Ningún músico talentoso vendrá acá, sin estar: A) Secuestrado, o B) Drogado.

Ava se ríe de mí y yo siento las incontrolables ganas de callarla para no llamar la atención, pero creo que son solo sus nervios haciendo acto de presencia, este lugar la supera incluso a ella suficiente muestra es que está tan callada.

—Mika, si consigues novio así como  juzgas cosas por su apariencia ya entiendo por qué sigues soltera.

¿Y este a qué refiere ahora?

Es un patán, ya no tengo dudas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro