D E C I M O S E X T O
Entre gustos y colores hay dramas de mil sabores.
Al día siguiente de la salida a la discoteca, tuvimos que irnos a grabar sin dormir para poder llegar a tiempo, sabía que sería una mala idea irse de fiesta, y mientras nosotros nos veíamos obligados a tomarnos tres tazas de café con energizantes, Ava dormía plácidamente en su cama. Tonta suertuda.
Pasamos la semana siguiente grabando el videoclip, utilizando los ratos libres para escaparnos a cualquier parte para compartir o despejarnos, no hay más acercamientos con Adrien porque yo por mi parte pienso mucho en cómo sería mi encuentro con mi familia y eso me tiene muy preocupada. A pesar de eso me encargo de llevarlos a los mejores lugares de la capital, desde el monte Ávila hasta el museo de los niños, dónde todos retrocedemos en el tiempo cuando empezamos a bajar por la escalera-piano, cada vez que pisamos la escalera los escalones reproducen los sonidos de un piano auténtico.
Las grabaciones se hacen pesadas en un punto, porque hay cosas que se atrasaron y no se puede perder tiempo, cosa que provoca que duremos hasta las doce de la noche en varias ocasiones. Pero hoy puedo decir que el vídeo ha sido elaborado con éxito.
Es nuestro último día acá en CraxtonVille e igualmente puedo decir, que estoy poniendo todo de mí para enfrentar lo que tanto miedo me daba de mi viaje. No quise venirme sin Ava, de verdad necesito el apoyo de alguien en el momento en que se abra la puerta de mi antigua casa, pasamos frente al lujoso café karaoke que queda a unos metros de mi hogar, es uno de los más visitados en la capital por su concepto abierto en el que he pasado Buenos momentos de mi vida, suelen hacer karaokes abiertos al público desde la acera que llaman a muchos y está justo al lado de la casa.
Me detengo ante la imponente vivienda de dos pisos desprovista de color con el césped del frente bien cuidado, se siente extraño estar acá, como si los colores y objetos se viesen más apagados a pesar de que es una casa de fachada impecable, pero quizás, no es que los colores hayan cambiado, sino que yo ahora los percibo demasiado comunes a comparación con mi día a día.
Esta casa es cuadro monótono de blanco y negro salpicado por una mancha verde oscuro, a mis ojos es como presenciar un almacén vacío porque definitivamente yo he cambiado, y justo por eso estoy aquí.
Toco la puerta de madera escuchando en seguida pasos acercarse del otro lado, mi pulso aumenta junto con los nervios que recorren cada pedazo de mi piel, tengo las palmas sudorosas y un ligero temblor se desprende de mis movimientos denotando el temor que siento. Temor a ser juzgada por la persona que más amo solo por ser yo. La puerta se abre, papá nunca ha querido contratar sirvientes a pesar de que claramente tiene la capacidad económica para ello y siento que el mundo se detiene al verlo tras el marco de la entrada, incluso Ava parece dejar de respirar a mi lado cuando veo a mi padre más canoso que antes, su rostro está mucho más marcado por la vejez, ya no parece el hombre lleno con tanta energía como antes, y eso me da miedo.
Me da miedo que cuando regrese ya no vaya a encontrarlo y que me deje sin antes perdonarme. Aunque, no estoy segura de si hay algo qué perdonar.
-Lárgate, te dije que no vinieras -Frunce el ceño gruñendo, sin dignarse a darle un vistazo a Ava.
Entonces, como si nada, se propone cerrarme la puerta en mi cara sin siquiera preguntarme algo, no lo sé, lo que sea está bien, incluso con un simple "¿cómo llegaste aquí?" me basta. Pero el que sencillamente decida dejarme fuera de su vida sin antes cerciorarse de si estoy bien... me hace sentir que todo lo que hago no vale la pena. La entrada a el que aún consideraba mi hogar se cierra, dejándome afuera hecha un compuesto de grietas salpicadas en lágrimas y decepción.
-¡Usted es un imbécil de mierda!
Ava comienza a golpear la puerta mientras los temblores en mi cuerpo se intensifican, no puedo dejar de llorar y creo que no quiero dejar de hacerlo, en estos momentos no me importa solo quiero cerrar los ojos para desaparecer en la oscuridad. Siento que el dolor me absorbe haciéndome flaquear, mis piernas me fallan logrando que me siente abrazando mis rodillas en la acera frente a la casa de mi padre.
—¡¿Sabe cuánto ha luchado ella por su sueño?! ¡Mika ha trabajado por esto tanto como cualquier triunfador en esta vida y sin importar cuál sea su pasión es digna de ser respetada!, ¡¿la ha visto siquiera ser feliz realmente?! ¡Usted podrá ser su padre, pero eso no le da derecho de hacer de ella lo que usted quiera y si la amara de verdad, sabría que un hijo seguirá siéndolo sin importar qué camino tome!, —Ava no deja de gritar e incluso pareciera que la frustración le apretara desde dentro de su ser haciéndola gritar aún más fuerte— Si usted la amara de verdad... ¡Sabría que amar no es poseer y ahora ella es más libre que nunca!
Dejo de escuchar lo que sea que Ava esté diciendo, si sigue gritando o no simplemente no me importa, solo me siento destruida como si una ola estuviese crujiendo en mi ser sin deseos de ser apagada, sé que me prometí que no me dejaría vencer y que no me importaría ya tanto lo que piensen otros mientras yo esté satisfecha pero demonios si no me duele el rechazo de mi padre.
Las lágrimas me ahogan con el nudo en la garganta pero por el contrario a lo que cualquiera haría, a lo que hubiese hecho antes, esa ola de dolor está creciendo hasta rugir tanto como un tsunami y me exige que lo grite, que le diga al mundo que soy Mika, que estoy herida, que amo la música pero también amo a mi familia. Quiero luchar porque me escuchen, porque sin importar cuánto quieran apartarme de la música esto es lo que soy y no tengo por qué disculparme, así que hago lo que más amo.
Me pongo de pie con apenas fuerzas, no me esmero en detener mis lágrimas o pensar siquiera lo que estoy haciendo, antes de darme cuenta ya corro hasta el gran café de al lado sin importar si los comensales me ven llorar, dejo a Ava detrás de mí aún gritando barbaridades mientras la dueña me ve reconociéndome aunque en lugar de verse feliz parece preocupada, pero no le doy tiempo de que me diga algo.
—Isabel, ¿puedes encender el karaoke?
—Niña, mírate cómo estás, ¿dónde está tu padre? ¿cuándo regresaste al país? —Ella quiere seguir hablando pero la interrumpo nuevamente.
¡No me importa! —Es la primera vez que ella me oye gritar, eso hace que me mire perpleja—, ya no importa nada ¿no lo entiendes?, por favor déjame, quiero cantar... por favor.
Quizás sea que me ve muy desesperada, tal vez puede palpar mi dolor y la hace evocar momentos crudos de su vida, pero tras pasar la mirada lentamente por mi cara para hurgar en mis ojos la señora se suaviza, entonces le indica a su sobrino que encienda las bocinas y me de un micrófono.
Mi pulso aumenta ansioso por sentir el ritmo de la música recorriéndole, es como si el fuego quemara mis venas mezclando el dolor, la determinación y mi pasión en uno solo, algo que me hace saber que yo necesito esto tanto como respirar.
Basta de quedarse callada.
Me dan el micrófono haciendo que sienta como me da el poder necesario para sentirme única, fuerte e invencible, como si fuera tan valiosa como cualquier diamante y tuviese todo el derecho de sentirme herida. Comienzo a cantar acapella dejando que la ira sumerja mi voz, rasgando las notas de una canción que tiene años atrapada en mi garganta, contenida por una fría cajita de cristal que la congeló tanto que dejé de recordar que ahí estaba.
Una canción que desea vivir tanto como yo.
Poco a poco, ese sentimiento regresa a mí envolviéndome, me recuerda por qué estoy aquí, me atrapa sanando cada herida susurrando en mis mejillas mojadas que todo pasará, porque aunque no lo parezca, es la música la que me hace sentir así, como si volara por las nubes y todo dejara de ser tan asfixiante, entonces comprendo que la cosas deben ser así.
Es cuando entiendo, que esta sensación es más grande que yo, se llama éxtasis, plenitud y euforia, es todo de mí y yo soy todo de ella. Soy Mika y esta es mi vida, y lo lamento papá, pero si no puedes aceptarlo, entonces tampoco mereces ser parte de ella.
No sé dónde están mis extremidades, no se dónde empiezo o termino yo siento mis bordes difusos fundidos con la música, dejo de ser consciente de mi misma y la tarde pasa en un borrón.
Días después soy acompañada por Adrien con las maletas en la puerta de mi residencia, saco las llaves saludando al señor Dallas.
—Tenía días sin verlos temía que regresarán y arruinaran mi paz, —comenta sin despegar la nariz de su periódico del día— se volvió realidad por desgracia.
—Yo también lo extrañé sr. Dallas —Le sonríe Adrien.
Ignoramos al viejo cascarrabias subiendo al ascensor, Adrien me ve cuidadosamente como si fuera uno de sus cuadros.
—¿Qué sucede?
Duda un poco antes de acercarse.
—¿Estás mejor? —Consulta viéndome fijamente—, hace unos días no podías dejar de llorar y ahora... Pareces inquietante mente calmada.
—No puedo derrumbarme por cosas que no puedo cambiar, —Volteo la cara hacia él pero mi cuerpo sigue en la misma posición— me duele igual que antes, solo que decidí asimilarlo a mi ritmo.
Acaricia un costado de mi cara con un dedo tímido.
—Si necesitas algo, aunque solo sea hablar puedes acercarte cuando sea a mi puerta —musita viéndome fijamente con sus ojos de ultramar.
Deposita un beso rápido en mi labios que se siente como apenas un rose antes de bajar del ascensor hasta nuestros departamentos, nos vemos fijamente sin saber qué decir y con ganas de hacer muchas cosas pero no estoy de ánimos, de momento quiero estar sola así que me despido del chico pecoso.
Después de terminar de cantar en el café Ava estaba afuera esperándome, me llevó de regreso al hotel y aunque quiso ocultarlo sé que soltó varias lágrimas también, yo por otro lado, no pude dejar de llorar incluso cuando se hizo de noche, el equipo técnico de nuestra banda, las muchachas y Nissher se preocuparon, pero Ava se encargó de espetarles amablemente que se callaran y se fuesen a joder a otro lado.
Otra cosa que cambió en ese viaje, es que ahora me siento más cómoda al estar con los demás miembros de Nissher e incluso de mi banda, ya que al día siguiente en cuanto Ava tuvo que tomarse los tranquilizantes al subir al avión todos estuvieron muy atentos conmigo.
Sí, incluso el odioso de Jared que no dejaba de ver a mi amiga rubia.
Ava se hizo querer con facilidad, como siempre, nunca he conocido ha alguien que se resistiera a ella además de mí. Tal vez, yo era la única que estaba ciega ante la maravillosa persona que es. Adrien estuvo muy atento conmigo, incluso descubrí que le fascinan los tonos azules y marrones, adora las películas de ciencia ficción e incluso tiene familia en Inglaterra.
Antes de llegar a casa me separé de Ava no sin antes hacerme jurar que la llamaría en caso de algo, finalmente se fue a su hogar para dejar sus cosas y descansar, o bueno eso es lo que haría una personas normal después de un viaje. Pero ella me invitó cínicamente a una fiesta ese mismo día.
No la soporto.
Prendo la televisión dejando mis maletas en mi cuarto, en estos momentos solo tengo ganas de dos cosas: Bañarme y luego acostarme a dormir.
Maven no ha devuelto a Crescent, según él se quedará uno o días más con ella antes de dejarla aquí porque según él ya la siente como su novia, son los delirios de un idiota.
Entro al baño desvistiéndome para seguidamente introducirme a la ducha, enjabono mi piel, procedo a limpiar mi cabello que tiene algunas puntas quemadas, pero entonces escucho una canción que me resulta muy conocida.
Demasiado conocida en realidad.
Abro mis ojos de golpe dejando entrar el shampoo en ellos, me quejo limpiándolos rápidamente para salir del baño sin importarme mojarlo todo, una vez en la sala pude detallarla con mayor facilidad.
La sé de memoria, cada estribillo, tono, nota... ¡Es la canción del vídeo! ¡Nuestra canción!
Empiezo a gritar sin poder controlarme.
¡No puede ser, no puede ser, no puede ser!
Las sonrisas en mí terminan por desvanecerse deseando compartir estos logros con mi familia, pero no hay nada qué hacer, alguien que no quiere aceptarte no merece compartir tus logros. Me sacudo decidida a no dejar que nada eso me afecte, esto amerita que yo esté feliz y así voy a estar.
Al día siguiente en la mañana, cuando voy de camino a la universidad, casi no puedo controlarme de tal emoción que embulle mi piel lechosa. Llego al salón mirando a mis lados buscando la cabellera rubia de mi amiga la loca, decido sentarme a esperarla e incluso me pierdo en mis pensamientos de euforia en algún momento. Pero me sobresalto al escuchar al profesor hablar, ¿llegará tarde?
¡No lo puedo creer!, ¡esto es intolerable! ¡Habíamos quedado con lo de las listas, llegar siempre puntuales! ¡Ni antes ni después!, ¡yo lo cumplí! ¡¿Pero Ava?! ¡Oh no señor, las reglas no aplican a ella!
Vamos a tener una severa, violenta, desastrosa e irrespetuosa charla sobre respetar las reglas.
Pero los minutos pasan y Ava no asiste a la primera clase, ni a la segunda o tercera, ella nunca falta a clases es como si le gustara venir, irónico lo sé, pero es cierto.
¿Estará bien? ¿Y si le pasó algo?, ¿y si la robaron, secuestraron, golpearon y violaron?
—¡Hola Mika! —saluda Tyler quién habla con Josh, pero yo solo puedo verle preocupada por mi amiga la rubia con escaso cerebro—. ¿Estás bien?
—¿Pasó algo? —Se preocupa el moreno Josh acercándose a mí.
—Sí... —afirmo dudosa, no quiero preocupar a nadie.
—¿Segura? Puedes contarnos lo quieras —duda Tyler poniendo una mano en mi hombro como muestra de apoyo.
Adiós idea de no preocupar a nadie.
—Es que Ava no vino hoy, es extraño... —explico causando que las miradas de los chicos se suavizaran.
—Tranquila de seguro está bien, —Tyler termina de pasar el brazo por mis hombros convirtiéndolo en un abrazo.
—Sí, ¿no hablaste con ella ayer? —pregunta Josh.
—De hecho lo hice, —recuerdo— se iba a ir a su casa con las maletas, y hasta me invitó de... —Entonces comprendo lo que pasa- Fiesta.
Me siento toda una dramática, qué vergüenza, incluso molesté a los chicos por mi paranoia y la resaca de Ava.
—¿Ves?, de seguro estará pasando la resaca —Tranquiliza Tyler sin apartar su mano.
Lo veo a los ojos percatándome algo aún más vergonzoso, ¡oh por dios él está muy cerca!
Mi cara de Miss Tomatón reluce por su esplendor, cuando percibo la cercanía entre ambos con la mano de él que bajó de mi hombro hasta mi codo, tal vez para una persona normal es solo un abrazo entre amigos, pero yo... en serio no estoy acostumbrada a tener contacto personal con nadie y menos con un hombre.
Además de Adrien.
—Sí, seguro... —Balbuceo fijando la vista al piso como si le hubiese echado pegamento a mis ojos.
—¡Se me hace tarde! —exclama Josh mirando su celular para irse correteando por el lugar.
No sé por qué se me antoja tan sospechoso.
—Tiene que ir a trabajar, —aclara Tyler a lo que yo asiento alejándome un poco de él— Mika
—Llama mi atención y yo subo mi cara color escarlata para verle— Yo... Tengo que decirte algo, sobre el trabajo...
Por alguna razón, Tyler está muy serio, y eso me pone nerviosa porque usualmente la seria aquí soy yo, no él. Espera... ¡Ay dios es sobre el trabajo!, antes de irnos había quedado de hacerlo con él y lo olvidé por completo, qué vergüenza él debió entregarlo solo por mi culpa.
—Es que quisiera que no estuviésemos juntos.
Comienza a decir y siento a mi cerebro gritar"¡Tonta! ¡Otra vez te quedarás sin amigos si sigues así!", al parecer ve en mi cara mi arrepentimiento porque se apresura a aclarar entre nerviosos balbuceos.
—Es decir, quisiera que no estuviésemos juntos solo para ese trabajo, sino que estemos juntos en todos los que vienen, y si quieras, realmente me encantaría estar juntos en más que solo en el ámbito académico.
¡¿Que qué?!
Mis ojos se abren reflejando comprensión, mis mejillas evolucionan la palabra sonrojar logrando hacer que el pobre Tyler aumente aún más sus nervios volviéndose inquieto, por lo que se apresura en explicar su proposición.
—Sé que eres una chica reservada y eso, así que jamás te haría daño, es que tú eres muy bonita como las gomitas, oh no, perdón no una gomita, quise decir monita, no no, es decir... Eres hermosa.
Vaya vómito verbal, es la primera vez que presencio uno en vivo y directo, hasta siento que me da lástima el pobre chico.
No sé como reaccionar, es decir, ¡Tyler se está declarando!, si bien el chico no es feo en absoluto o insoportable, de hecho, creo que es muy agradable y me comprende. Pero no sé qué decir, el asunto con Adrien no está resuelto en todo caso diría que está complicándose cada vez más, ademas nunca se me habían declarado dos personas en menos de un mes, yo siempre he sido bastante invisible en todo esto del romance, y ahora... es demasiado para procesar, ni siquiera sé si él me gusta de verdad.
—Déjame pensarlo ¿sí?, mañana te daré una repuesta —Tomo sus manos entre las mías antes alejárme de él para salir corriendo.
Por alguna razón tengo miedo, ¿y si es mentira todo?, aunque me duele pensarlo de Tyler puede ser una trampa, a mi mamá la engañaron varias veces los hombres, recuerdo que cuando era pequeña ella siempre lloraba por ello. Yo jamás he sido atractiva para nadie, me cuesta creer que pueda serlo ahora. Pero él es mi amigo jamás se atrevería a hacerme algo así, ¿cierto?
Oh dios, ¿qué le diré a Tyler?
Entro a casa lanzando todo lo que traigo encima dejando que mis llaves y bolso caigan por donde sea, lavo mi cara en el fregador buscando relajarme, tratando de borrar el pánico que estuvo apunto de desatarse en mí, el agua me ayuda a apaciguarme dejando que las preocupaciones fluyan con el agua. Objetivo cumplido, suelto una exhalación lentamente devolviéndome a buscar mi bolso. Tomo el teléfono buscando el número de Ava, quien contesta su celular después de tres llamadas.
Sí, soy muy insistente, ¿y qué? Esta es una emergencia.
—¿Diga? —contesta.
—¡Esto es un desastre ha pasado algo muy loco y esto es urgente! ¡ni si quiera te lo imaginas! —Me apresuro a decir.
Bien, mis segundos de calma obtenidos con esfuerzo fueron una perdida de tiempo.
—Wow, wow, calmada, toma aire, y cuéntame —serena Ava.
—¡Tyler me pidió salir con él!
—¡¿Qué?! —Grita— ¡Santa virgen de las papas!, ¡por eso te dije que tomaras aire!, ay mi corazón.
—¡Cállate idiota solo yo invoco a las vírgenes! ¡y deja de gritar que tengo el celular en mi oído!
—¡No me grites o gritaré más!
—Amenaza gritando—, ¿sabes qué? Voy a tu casa ya mismo.
Una hora más tarde, Ava está en mi sofá llamando a Maven.
—Ven ya mismo a Mika se le declararon y no vas a adivinar quién —le notifica atropellando las palabras.
—¿Me llamas solo para eso? —Le recrimina enseguida por el altavoz— A mí qué me importa, ¿crees que soy una vieja chismosa?
Tranca la llamada y en seguida suena el timbre de la puerta, nos miramos extrañadas pero nos basta tan solo abrir para encontrarnos al rubio con Crescent cargada en sus brazos.
—Quiero aclarar en mi defensa que esto es solo una coincidencia —señala viéndonos.
Lo ignoramos abruptamente para volver a nuestro debate en el sofá.
—¡No sé qué voy a hacer estoy acaba! —Exclamo.
—A ver a ver, calma, ¿y qué pasa?
—Ava, ¡A mí nunca me piden salir!, de seguro es mentira... yo, de verdad creí que hacía amigos pero esto me hace dudar.
—Para el carro amiga, —Me interrumpe— eso no tiene nada que ver, Mika, Tyler no es un chico así, y si te pidió que seas su novia es porque eres muy atractiva.
—Claro que no, ¿entonces por qué nadie nunca se me declaró antes? —inquiero mordiendo mis uñas mientras camino dando vueltas dentro de mi recinto.
—¿Tal vez por qué estabas muy ocupada intentando ser invisible? —ironiza para después soltar en un suspiro—. Mocosa, espero agradezcas lo que me harás decir, eres una gran chica que tiene a parte de una personalidad y talentos increíbles, un físico bien dotado, ¿acaso no has notado tu figura de reloj de arena?, ¿La cara de modelo que tienes? Aunque tu nariz sea un poco chueca, tengo que ser sincera. —Vuelve a suspirar—. En serio, ¿qué hizo la sociedad contigo?
—O los alienígenas —añade Maven besando a Crescent.
—Pero Tyler... —Ava interrumpie mi queja.
—¿No es Adrien? —Casi me atraganto ante sus palabras, hasta puedo visualizar su sonrisa triunfal dotada de burla—. ¿Qué?, ¿Creíste qué no nos daríamos cuenta de sus miraditas y sutiles coqueteos?, por favor, no quieras engañar a la grandiosa ama de las fiestas, ¿para qué quieres ayuda realmente Mika?
—Sí hasta pensé que ya eran pareja, no entiendo cuáles son las ganas de perder el tiempo cuando la comida está caliente —comenta Maven.
Mi cara se vuelve una manzana y es que ni siquiera lo puedo negar.
—Es que no sé qué hacer con Adrien...
—¿Te suena de algo la palabra follar?
Ava le pega a Maven con una mirada desaprobatoria.
—Podrías empezar a salir con él como algo más que amigos, no creo que Adrien no te haya dicho nada todavía —duda Ava.
El solo recuerdo del acuario me hace hiperventilar y ellos lo notan claro está.
—No... —Maven dice boquiabierto— ¡Ya le partieron la cocora!
Ava suelta un grito fangirl que casi nos deja sordos mientras Maven adopta una cara asqueada.
—¡El adrielle es real!
—Asco, siento como si hubiese escuchado a mi hermana coger, definitivamente no quiero más detalles.
—No nos acostamos estúpidos, ¿no entienden lo importante aquí? —Miro entre los dos— Tengo que elegir a uno de ellos.
—Ah claro, tu duda es a cual elegir!—Ava asiente como si estuviera charlando con un paciente de psiquiatría— eso es sencillo, ¿cuál te gusta?
—¿Gustar? Eso qué importa, lo que quiero saber es cuál es la mejor opción.
Los chicos casi se atragantan con mi respuesta.
—¿Disculpa? Nunca creí haber visto a alguien soltar semejante chorro de mierda en mi vida, —Claro que Maven no pudo evitar opinar— no sé si sentir preocupación o admiración porque con ese mecanismo como toma de decisiones hay dos opciones: o terminas a los 30 casada con un multimillonario o en un departamento sola con 30 gatos.
—Mika definitivamente las parejas no funcionan así y no escuches a este ridículo, este es un tema es sobre emociones no sobre estadísticas, cualidades o por cual opción sea la mejor, solo sigue lo que sientes.
—O subasta la virginidad y hazte la figura de familiar de la tía solterona, rica y sexy.
Ava le lanza un cojín a Maven en la cabeza.
—¡Qué te calles estoy tratando de dar un consejo con madurez! —Me señala— Solo hazme caso e ignora eso, obviamente sabes a quién elegir porque tú corazón mismo te lo dice.
—Pero el corazón no sabe elegir, por eso las personas siempre sufren porque no piensan lógicamente —objeto.
—Sí, pero créeme que si estás con alguno de ellos sin sentir algo él lo va a notar y a la larga solo lo vas a lastimar, sea cuál sea. —Se pone repentinamente serio mirando al piso— Y créeme, una herida del corazón duele de los mil infiernos.
Me siento terrible al verlo así, no creo que haya superado a Alaska, porque lo que sentía por ella era algo demasiado especial pero intenta seguir adelante cada día y superarlo. De solo pensar en hacerle algo como eso a alguien me hace querer huir de todo este tema del romance.
—Además, ¿por qué Adrien no sería una buena opción?, ¿en serio estás dudando de la talentosa estrella en ascenso? ¿Te patina el coco o qué? —Cuestiona Ava.
—No he dicho que sea una mala opción.
—No, pero si no lo dudaras ya lo habrías elegido.
—La retrasada tiene razón —secunda Maven.
Me quedo callada, porque no sé... Entonces ¿Qué me hace dudar?
—¿Qué sientes por Tyler? —Pregunta Ava.
—Tyler... No sé si me gusta —declaro.
—¿Por qué no lo sabes?
—Porque jamás lo vi de esa forma, es extraño, pero es como si mi cerebro me dijera que es la mejor opción, la segura, pero hay algo que no conozco que me dice que no es él.
—Lo sé, ¿y quién te dice esa voz que debe ser? —pregunta Ava.
—Eso es lo complicado, siento que no quiero estar con nadie, aún no amo a alguien con el que quiera estar de esa forma, quiero conocer a Adrien un poco más y siento que de momento estoy un poco saturada con ciertas cosas, de cualquier forma no es el momento , —respondo y ahora todo parece más claro— y a Tyler no lo quiero como nada más que un amigo.
—Excelente, entonces no hay más razón para enredarse.
—¡Pero no sé qué le diré a Tyler! —Le digo esperando consejo— No quiero lastimarlo.
—Mika, solo dile que no quieres estar con él, le dañará más si lo ilusionas. Los sentimientos de las personas no son papeles que puedes arrugar, son frágiles y muy reales, pero también pueden sanar si los dejas hacerlo.
—Sí, hazle un favor al mundo y actúa como una persona normal, se te agradece. —Maven se levanta del sofá acariciando a Crescent antes de dejarla en el suelo e irse a la puerta— Cómo sea, besos en el ano chicas, yo tengo que irme por ahí a hacer unas cosas.
Y con la misma que vino se va dejándonos solas con nuestra charla.
—Él es muy raro, aunque él crea que no.
—Tienes razón. —Suspiro agotada atrayendo un recuerdo— Por cierto, que sea la última vez que faltas a clase por andar yendo de fiesta Ava.
—Oh, no fui de fiesta.
—Ah ¿no? —cuestiono extrañada.
—Es que mi mamá vino de visita, y decidí pasar todo el tiempo posible con ella, ya sabes a veces... Me hace mucha falta verla —explica con cierta melancolía.
—Comprendo. —concuerdo, yo siento lo mismo por mi papá, y también hubiese faltado a la universidad sin pensármelo dos veces por él si hubiese venido a disculparse conmigo— Tienes razón, la familia es importante.
Ava decide irse poco tiempo después y estoy decidida a estudiar un poco antes de ir a los ensayos con Five Stars, este día fue muy agotador a pesar de que la mitad de los estragos los causé yo. A veces no soporto ser tan ser nerviosa con todo, pero supongo que es una consecuencias de aprender, madurar y experimentar nuevas cosas.
Aún me falta mucho, pero estoy dispuesta a avanzar.
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