<<Advertencia: este escrito tiene contenido para +18, sexo con un niño e incesto, si no te agrada favor de no leer este capitulo>>

Mi nombre no es de importancia en este escrito, lo único que ustedes deben saber es lo que va a pasar esta noche en mi habitación.

Pero antes un pequeño flashback para que sepan como llegue a este punto

"Flashback"

Hoy fue un día largo en mi trabajo, lo que mas quería era ir a un bar de mala muerte y ahogar mis pensamientos es una bruma pastosa de memorias que no recordaré.

Me dirijo a aquel lugar pero un pensamiento llega a mi mente, un recuerdo "Hoy voy a ir a visitarte cuando salgas de trabajar" me dijo mi hermana, así que retome mi camino a casa con todo el desagrado del mundo.

Y no es por que odie a mi hermana, la quiero mucho, pero odio a sus hijos, son 2 y son unos berrinchudos, mal portados, no les importa nada mas que ellos y ella todavía los defiende y consiente.

Ush, en serio detestó a los niños, su ignorancia me da asco, osea todo lo malo esta frente a ellos y no se dan cuenta y lo peor del caso es que sus padres y otros familiares toman como tabú mostrar la verdad.

¿Porque simplemente no les dicen la verdad y se ahorran problemas futuros? Jamas lo sabré.

Y con ese pensamiento llegue al fin a casa, desde fuera ya se escuchan gritos y objetos cayendo, no quería entrar pero era mi casa y debía cumplir mi palabra.

Tome aire antes de entrar e ingrese en el inmueble, no estaba tan regado como pensé pero si había desorden y muchos gritos.

Cuando mi sobrino mayor noto mi presencia corrió hacia mi gritando

-¡Tioooooo!- el me quería mucho a pesar de mi actitud algo apática hacia el, poco después su hermano me noto y se acercó a abrazarme.

-Hermano, al fin llegas. Estaba comenzando a pensar que lo olvidaste- me dijo con burla antes de darme un abrazo de saludo.

-No lo olvide, solo que salí algo tarde del trabajo- mentí para que no me dijera nada mas.

-Jajaja, ok pero un día de estos te vas a morir de tanto trabajar ¡Y sin tener hijos!- exclamó lo último como si fuera el objetivo de la vida, yo rodé los ojos disimuladamente.

-No creo, así que no te preocupes- le dije yo fingiendo una sonrisa amable.

-Por cierto, mi hijo mayor te extraño mucho. El fue el que no dejaba de insistir en verte, te quiere mucho- mas que alegrarme, lo que dijo me desagrado en demasía.

-Ohh que lindo, yo también lo quiero mucho- esas palabras sabían amargas en mi boca y me daban náuseas, entonces sentí como mi sobrino se colocaba frente a mi y me daba la espalda.

-Tío, te quiero mucho- yo ante esto lo abrace por los hombros para mantener la mentira que tanto asco me daba.

Mi hermana entro a la cocina diciendo algo de que había preparando de comer no se que...

Pero me distraje cuando sentí unas suaves caricias en mis manos y muñecas proporcionadas por mi sobrino, sus manos eran suaves y las caricias eran tan extrañas para alguien de su edad, cualquiera que viera eso tendría malos pensamientos.

Yo no era la excepción.

Me imagine como el me veía en silencio, tenía pena, acariciaba mi miembro con cuidado, sus suaves e inexpertas manos eran tan buenas.

Desperté de mi fantasía al sentir que se recostaba en mi, al ser sólo un niño de 7 años me llegaba solo al estómago, también era el tamaño perfecto para cubrir mi reciente erección, mejor me separe de el.

Puse de escusa que me iría a cambiar de ropa, lo cual no era mentira, para bajar mi ereccion.

¡¿Como demonios me exitaba con mi sobrino?!

Lo odio, es un malcriado, un ignorante... Es tan inocente y eso lo hace adorable...

¡¿Que mierda estoy pensando?!

"Fin del flashback"

Desde ese día jamás volví a dejar de pensar en el, su diminuto cuerpo tan deseable, sus ojos que me miran con tanto amor.

Ahh tan lindo~

Y hoy mi hermana tenia que llevar a su hijo menor al doctor y luego con su padre.

Así que...

Me ofrecí a cuidar a mi lindo sobrino mayor.

Su madre se fue apurada y mi niño y yo la despedimos con una sonrisa.

-Tio...- llamo mi atención el pequeño y yo asenti confirmando que lo escuchaba -¿Me das un dulce por favor?- ¡Dios! Como me lo pidió y con esos ojos...

¡Me esta volviendo loco! Me había puesto duro de solo pensar en mi niño chupando mi miembro de forma inocente y algo torpe, acariciar toda la extensión de mi miembro con esas delicadas, pequeñas y muy suaves manos suyas.

Ya me había excitado de solo pensarlo, asenti como bobo y le di una paleta que traía en mi bolsillo, desde que se volvió mi sobrino favorito llevaba algunas paletas para el y aveces su hermano.

-¡Gracias! Te quiero- y me abrazó fuerte antes de comer aquel caramelo.

Yo solo podía verlo y morderme el labio, veía atentamente como sacaba su lengua para lamer toda la paleta y luego tratar de meterla a su boca aunque no cabía entera y se veía como su saliva escurría por las comisuras de sus labios.

El no sabe cuanto me esta provocando justo ahora, con esos delgados y finos labios escurriendo de saliva -seguramente dulces por la paleta- y la forma tan peculiar de comerse aquel caramelo me iban a volver loco.

El noto mi atenta mirada sobre su persona.

-¿Sucede algo tío?- me pregunto preocupado, aquella dulce voz me hizo caer, ya no había vuelta atrás.

-Mmm bueno... Si sucede- dije algo serio pero sonriendo por dentro, me senté en el sillón -Ven- demande de forma calmada palmeando a mi lado en el sillón.

Se sentó a mi lado -¿Que sucede?- me miro a los ojos.

-Sucede que... Yo quiero hacer esto...- -y mas- pensé, luego lo tome con cuidado de la nuca y bese sus labios con delicadeza, se sentía tan bien y al mismo tiempo tan mal, ¿Pero como no? Si era algo prohibido y eso lo hacia mejor.

-...- se separo del beso muy confundido y sonrojado -Tio...- eso salio como un suspiro que ame -¿P-porque me besaste?- pregunto mirando a mis ojos.

-Por que te quiero mucho- y le di una sonrisa que debía de ser inocente -¿Te molestaría hacer algo por mi?- el negó de inmediato.

-No me molesta- y me sonrió, dejo la paleta en la mesa ratona frente nuestro y me miro -¿Que necesitas?- me dijo inocentemente.

-Bueno....- me miro atento esperando mi respuesta -Primero que nada- asintió atento -Debes prometer que no se lo dirás a nadie- lo mire serio, no pensaba ir a prisión solo por mis deseos carnales.

-Lo prometo, si no... Dejaras de quererme- dijo con decisión.

-Así sera- lo tome con cuidado y lo senté sobre mis piernas y comencé a besarlo.

El coloco sus manos en mi pecho para poder tener un poco de apoyo, lamí sus labios pero sabia que el no abriría los suyos por su inocencia e inexperiencia, así que mordi su labio lo que hizo que gimiera levemente, oportunidad de que yo metiera mi lengua a su boca.

El se tenso y quiso separarse por un momento, pero yo acaricie su espalda para que se calmara, cosa que funciono y se dejo llevar por mi.

Nos separamos jadeando, el mas que yo, estaba sonrojado, sus ojitos estaban cristalizados y tomaba grandes bocanadas de aire, yo bese su mejilla como premio por no separarme y el se dejo mimar por mi.

-¿Te gustaría tomar lechita de tu tío?- le pregunte de forma lujuriosa, el solo asintió apenado.

Yo lo baje de mis piernas con cuidado haciendo que quedara hincado frente a mi entrepierna.

Baje la bragueta del pantalón y baje el bóxer para liberar mi gran miembro totalmente duro, suspire al sentir que ya no estaba presionado en mis pantalones.

-Imagina que es un dulce y lamelo...- tome un poco de aire por la excitación de pensar en lo que haría mi sobrino favorito -Lame toda la extensión y metelo en tu boca como hiciste con la paleta- finalice mirando como los ojitos de mi sobrino que veían atentamente con vergüenza y curiosidad mis acciones.

-...P-pero tío...- susurro bajito jugando con sus dedos mientras un adorable sonrojo inundaba su rostro -...Eso es sucio...- finalizo mirando el suelo, se encogió en sus hombros con miedo de que le hiciera algo.

-Vamos mi niño, hazlo por mi- le dije con una sonrisa en mi rostro y con un tono amable, el entendió que no lo iba a forzar a que lamiera mi miembro y tomo confianza de lo que dije antes de hacer algo.

-...Ok. Lo haré- dijo decidido, tomó el miembro en sus pequeñas manos.

Estas eran tan suaves como esperaba y lamió la extensión de mi miembro, se sentía increíble.

Y en ese momento que estaba perdido en mis pensamientos metió la punta de mi pene en su boca.

Era una sensación increíble el como mi pequeño pasaba su lengua por la punta jugueteando todo lo que podía.

Pero hubo algo que simplemente hizo que me corriera en su boca como si fuera nuevo y fue cuando con su lengua comenzó a tocar y jugar con la uretra.

Mi sobrino se alejo tosiendo un poco por la sorpresa y yo le acaricie la cabeza con ternura.

-Que buen niño eres- le dije mientras miraba sus ojos sosteniendo su mentón y me agache acercando sus labios a los míos.

-¿Lo soy?- susurro unos centímetros antes de que nuestros labios se tocaran y lo volví a besar metiendo mi lengua y saboreando su boca, enrede mi lengua con la suya haciendo que el soltara un gemido ahogado en medio del beso.

-Lo...eres- respondí respirando algo apresurado y el me sonrió con sus labios hinchados y mojados del beso que me tentaban a más -¿Te gusto la leche de tu tío?- le pregunte con una sonrisa lujuriosa.

-Y-yo...- susurro sonrojado y asintió con vergüenza antes de taparse la carita con sus manos -...si me gusto- susurro muy bajo mientras se encogía en si mismo.

-Ven mi niño- le dije con dulzura y lo cargue en mi pecho para llevarlo a la cama y no precisamente para dormir.

-¿A donde vamos?- preguntó rodeando mi cadera con sus piernas tentándome a tomarlo justo ahora aquí en el pasillo.

-Vamos a la cama para jugar mejor- respondí agarrando su trasero con mis manos y apretándolo haciendo que soltara gemidos e mi oído -¿Te gusta?- pregunte apretando de nuevo su trasero.

Escondió su rostro en mi cuello y jadeo -Si me gusta- susurro haciendo que los bellos de la nuca se me erizarán y juraría que tenía una varita toda roja justo ahora.

Llegamos a la cama y yo lo baje con cuidado de mis brazos -Ahora mi niño... Se obediente y quitaté la ropa por favor- hable firme pero con amabilidad.

-Yo...- mi niño dudo un momento antes de acatar mi orden y comenzar a sacarse la ropa.

Una vez estuvo desnudo pude permitirme mirar su menudo cuerpo desnudo, tan frágil y hermoso. Hizo que me excitara de nuevo en poco tiempo.

-Ven mi niño- le extendi los brazos y el se acerco hacia mi para que pudiera cargarlo, lo senté en mis piernas de nuevo y el colocó sus brazos en mis hombros.

Yo me centre en su cuello y acerque mi boca a esta zona, comenzando a lamer y chupar por todas partes, mi pequeño gemía suavemente.

Con las manos recorrí su espalda hasta su trasero donde acerque mis dedos a su entrada y comencé a presionar el contorno.

Baje con mi boca de sus hombros a su pecho y comencé a jugar con sus botones, de un color rosado como el de dos caramelos esperando ser comidos por mi.

Poco a poco sus gemidos hacían que mi miembro se volviera a levantar tal y como lo estaba antes.

Entonces cuando estaba distraído chupe uno de mis dedos y lo dirigí a su entrada y con cuidado lo introduje sintiendo como se tensaba de inmediato.

-No...toques...esta...sucio-ahg- intentaba decir entre gemidos y suspiros de un placer.

-Shh, tranquilo mi niño- le acaricie el rostro y bese suavemente sus labios para calmarlo -¿Mejor?- el asintió avergonzado y soltando suspiritos de placer.

Cuando ya estaba lo suficientemente dilatado metí otro dedo en su entrada, mi pequeño soltó un grito agudo pero luego intentar relajarse, movía mis dedos en forma de tijera y poco a poco sentía como mi niño estaba mas dilatado.

Con el tercer dedo ya no hubo tanto problema y mi niño ya estaba lo suficiente dilatado para mi miembro, retire mis dedos obteniendo una queja de mi niño.

-Ven pequeño, sientate aquí- el pequeño asintió sin poner mucha atención totalmente perdido en las sensaciones, lo levante y lo puse cerca de mi cadera donde el enredo sus piernas.

-Esto va a doler un poco- le dije algo serio y el asintió mirándome a los ojos, tome sus caderas con mis manos y el se aferro a mi cuello, me acerque a su rostro el entendió de inmediato y me beso.

Mientras lo distraía con el beso, comencé a introducirme en su entrada, solo metí la punta y el se separo un momento para soltar un gemido de dolor, lo volví a besar mientras trataba de entrar lentamente para no lastimarlo.

Cuando estuvo metido a la mitad mi niño cerro los ojos fuertemente mientras lágrimas comenzaban a bajar de sus sonrojadas mejillas, espere un momento que aproveche para lamer de nuevo sus pezones distrayendo un poco su atención.

Una vez se relajó pensé, si seguía lento le dolería y jamas terminaremos, era mejor idea introducirse de golpe, respire profundo y lo metí hasta el fondo de una sola estocada.

-¡¡Ahhhhhh!!- grito de dolor mi pobre sobrino al sentir como entraba rápidamente y sin aviso.

Mi pobre sobrino se abrazo a no cuello y lloró apretando su entrada de forma tan deliciosa que me corrí de inmediato.

No pequeño no aguantó mas y soltando un último gemido callo dormido en mi pecho.

Le di un baño, posteriormente le puse ropa para dormir, me puse yo tambien pijama y me acosté con el en mi cama.

No podía esperar la próxima vez que pueda cuidarlo