Vencer tempestades.

Volar bajo las nubes que llueven incesantes.

Pelear con mis monstruos, sean reales o ficticios.
Quiero tener el coraje de mirar a los ojos de todos.

Empuñar mi certeza como cuando sueño dormido.

Desenfundar la rebeldía que me abrió caminos.

Galopar sin fronteras por un paisaje indigo.

Sin terrenos en los bolsillos, sin oro en los nudillos, quiero viento en la sienes, quiero tacto a la luz, acariciar atardeceres.

Veme caballero si lo merezco o vago sastre mochilero, pero loco es como hoy me encuentro por fin despierto.

Corre, corre tras ello.

Que te quedas sin tiempo, y de a poco vas llegando al final del cuento.