Esa que le escribiría a mis demonios, una noche donde en plena guerra con ellos casi resbalo, casi caigo del todo...

Bulnerable entre cuatro esquinas y en cuclillas me encontré frente a esa espada, tormenta interna que desgarraba hasta mis pensamientos estando acostada...

Frágil, débil, me vi tan diminuta hasta en una pesadilla, vi manchas grises en el aire, vi un final triste con una niña inocente con su rostro borrádose ...

Vi un alma quebrándose frente al enemigo, apretándo los dientes con la cabeza gacha, pintándo cada puta mancha, tratándo de firmar esa carta, intentándo dejarse las uñas largas y defenderse, esforzándose para no perder la toalla y afirmándose nuevamente...

Peleándo  de ser fuerte saliendo por esa puerta a la realidad que la pateaba, tratando de conocerse de nuevo, caminar si quiera un metro sin caerse, tratándo de encontrarse y tomar vuelo...

Una carta te salva hasta el punto que vomitas las palabras en  una hoja blanca devolviéndole el color a lo que antes se te opacaba, te desintoxicas de la malaria y das pelea desde dentro a lo que te envenena, vale la pena...

"solo firma y  ganarás esa pelea mi pequeña"  se que literalmente MUERES de ANSIAS.