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Capítulo48

Esta historia está publicada en papel por el equipo Penguin Random House grupo editorial. Puedes encontrarlo en diferentes países (explicados en un capítulo especial) y también vía Amazon. 


- A mí no me importa Cailín -Dijo frío.

- Pues a mí sí me importa y no estoy dispuesto a perderla por una estupidez como entregar droga -Escupí. -Vengo en una buena disposición para hablar contigo Mark.

- Ya estoy consiguiendo a otro chico, no lo desperdicies, te he pagado bien.

- Lo he pensado Mark -Lo miré directamente a los ojos. -Pero en éste momento prefiero ser pobre que ganar dinero de forma sucia

- ¿Qué? -Rio como si en realidad le hubiese causado gracia escuchar algo así. -¿En qué idiota te has convertido Caín? -Su mirada estaba fija en la mía. -Te conocí cuando te gustaba andar en la calle, fumando cigarrillos, golpeando a idiotas que se creían mejores que tú. Cuando te importaba una mierda tener amigos y la palabra "novia" ni siquiera entraba en tu vocabulario. ¿Qué sucede contigo? ¿Una chica hará cambiar a Caín Bennet?

- Una chica no -Me acomodé en la silla. -Pero ella hizo que me diera cuenta que estaba viviendo una vida de mierda.

- No vas a poder salir de aquí fácilmente -Respondió. -Eres hijo de Darell, del gran Darell Bennet y un apellido dice muchas cosas -Rodó los ojos. -Todos te conocen, todos esperan cosas de ti, todos quieren algo de ti. Nadie te dejará en paz Caín.

- Solo espero que tú me dejes en paz en éste momento.

- ¿Qué crees que va a pasar si llegas a ser un boxeador famoso? -Me ignoró haciéndome esa pregunta. Lo mire con atención, la verdad no tenía ganas de discutir. -Todos querrán llegar a la cima como lo habrás hecho tú. Te pisotearán hasta quedarse con tu trono, buscarán conflictos, tal vez van a hacer de ti un drogadicto, quien sabe -Se encogió de hombros. -Pero tu vida está aquí Caín, en las calles, en la oscuridad. No ahí afuera creyéndote un hijo de puta bueno y ganando dinero con el sudor de tu frente, no seas idiota.

- Cuando llegue a ese momento, me sentiré orgulloso -Hable con seguridad. - ¿Sabes por qué? -La mirada frívola de Mark se mantenía en la mía. -Porque estaré en la cima como bien tú dices -Le sonreí. -Porque todos querrán quitarme mi trono, sin nada a cambio. Porque todos querrán llenarme de conflictos cuando el único conflicto que habrá es el que tendrán con los guardias porque no podrán acercarse mi -Reí. -Estaré orgulloso de golpear tipos, ganarles una pelea, luego darles la mano sin rencor y llegar a casa con dinero que en realidad me merezco. Estaré orgulloso de mí, pero ¿Sabes lo que me pone aún más feliz de saber que puedo salir de esta mierda? De que llegare a casa, me daré una ducha, iré a la cama con mi mujer y podré dormir tranquilo. Mi tranquilidad valdrá oro, ya que no seré un hijo de puta como ustedes al que le pueden quitar a su familia de la noche a la mañana.

Mark se mantuvo con su rostro rígido mirándome, pareció deformarse por dentro. Había sido como un balde de agua fría para él, pero poco me importaba.

- Está bien Caín -Dijo sin más. -No entregues más drogas, pero no descuides a Cailín porque te recuerdo que todavía no estás en la cima y tu vida sigue siendo una mierda -Escupió con rencor.

Me puse de pie sin decir nada, le di la espalda y me fui. Me sentía mejor fuera de ese lugar.

¿Qué pueden hacerle a Cailín? No quiero entrometer a mi padre en esto, creo ser tan orgulloso que jamás voy a ir a decirle que Mark me tiene amenazado. Puedo cuidarme y cuidarla yo solo.

--

- ¿Y qué te dijo? -Me preguntó Cailín cuando estábamos en el instituto en una ventana que teníamos más o menos de dos horas.

- Que bien, que ya no entregara más droga -Le conté, pero realmente encontré algo innecesario decirle que Mark me tenía amenazado con hacerle daño a ella ¿Para qué iba a asustarla? Si no dejaría que le tocaran ni un cabello de su cabeza.

- ¿Así de simple? -Frunció el ceño.

- Si, al parecer ya había encontrado a otro chico -Me encogí de hombros. -Pero ya no importa, ya pasó -Besé su frente.

- No quiero alejarme de ti por algo así Caín.

- Yo tampoco, por eso es que fui enseguida a decirle a Mark. Eres muy importante para mí, blanca nieves, y no quiero que te alejes de mi lado por una cosa como esa.

Ella me sonrió en silencio, sus ojos estaban clavados en los míos como si nadie tuviera el derecho de quitarlos.

Cuando llegue al entrenamiento con Anthony, él parecía estar esperándome, lo saludé y luego se quedó conmigo unos minutos.

- Sí que eres un anciano entrometido -Le dije bromeando.

- Tal vez es tu novia la única que puede controlarte -Habló serio. -Ya queda poco para el nacional Caín y no has entrenado nada.

- Por eso estoy acá porque quiero entrenar. Si debo hacer horas extras por ser un irresponsable... Lo haré -Me puse de pie y comencé a dar saltitos mientras le daba pequeños puñetazos al aire y ponía mi mejor cara de boxeador.

- Bien, vamos -Negó con su cabeza mientras caminaba delante de mí, casi pude adivinar que estaba pensando "Éste chico es un imbécil"

Anthony hizo que golpeara el saco de boxeo sin guantes como por media hora seguida, mis nudillos estaban rojos y ya estaban comenzando a dolerme. Tuve que saltar, correr de un lado a otro, seguir golpeando el saco, pelear con un niño que hacía poco había llegado, luego nuevamente golpear el saco y así sucesivamente. Fue realmente agotador.

- Debes acostumbrarte -Escuché a Anthony decirme antes de que pusiera un pie fuera del gimnasio para ir al departamento. -Vendrán días peores en donde te irás con los nudillos sangrando -Me sonrió sarcástico. Le sonreí sin gracia y me fui a mi auto.

Cuando llegue al edificio vi a algunos tipos afuera que me parecieron conocidos, todos me observaron, pero cuando me di cuenta de que lo estaban haciendo, corrieron sus miradas. Entre a la recepción y otro tipo estaba hablando con el conserje.

- ¡Que tal Caín! -Me saludó el conserje.

- Hola Gregory -Lo salude. El tipo con el que estaba hablando me parecía demasiado sospechoso, tanto que decidí acercarme. -¿Sucede algo? -Le pregunté a Greg, ya que en realidad tenía una cara algo asustadiza. El tipo me miró sin decir nada.

- Nada Caín ¿Por qué? -Habló Greg.

- Estas algo raro -Le dije. -¿Quién eres tú, vienes al departamento de alguien? -Le pregunté al tipo.

- No, sólo converso con el conserje. Luego me voy -Respondió sin más. Su mirada la había visto antes y seguramente Mark estaba detrás de todo esto. Llame a Cailín enseguida estando en la recepción y ella contestó.

- ¿Dónde estás? -Le pregunté antes de que pudiera preguntarme "¿Cómo estás?"

- Esperándote afuera de tu departamento.

- No te muevas de ahí, adiós -Colgué.

Me acerqué nuevamente a Greg y al tipo.

- Algo me dice que querías subir a mi departamento y Greg no te ha dejado -Le dije y él se sorprendió un poco. -Te conozco, pero al parecer tú no a mí. Soy Caín... Caín Bennet ¿Se te ofrece algo?

Greg me miró extraño, pero en cierto punto lo agradeció porque estaba bastante nervioso.

- Estás loco -Dijo el tipo. -Yo no he venido aquí para ir a tu departamento, ni siquiera te conozco -Tartamudeó.

Lo tomé del brazo y lo saque a empujones del edificio, los demás tipos seguían ahí. Greg se quedó adentro.

- ¡¿Quién te mandó aquí?! -Exclamé.

- ¡Nadie! -Me empujó para que lo soltara. -Estás loco ¿Qué demonios te pasa?

- No quiero verte aquí ni a ninguno de los tipos con los que andas en éste lugar ¿Me oíste bien? -Lo amenacé. -Dile a Mark Crick que no soy imbécil, que no entrometa gente en esto porque puedo volver a ser como antes y tú -Lo señalé con mi dedo índice. -Tú vas a arrepentirte de haberte metido con él para seguirme a mí y a mi novia ¿Oíste?

- Sólo necesitaba algo de dinero -Se defendió

- Vete imbécil y no vuelvas -Escupí. -Ya es demasiado. En mi espacio personal no entran ¿Bien? O realmente te vas a arrepentir de haberte metido conmigo. Terminarás peor que Bruce.

- ¿Quién es Bruce? -Preguntó tembloroso.

- Pregúntaselo a tu jefe -Dije serio. -Ahora vete de aquí, antes de que me arrepienta de dejarte escapar.

Los vi alejarse a todos los que me parecían sospechosos. Cuando volví a entrar al edificio, Greg me miró.

- Estaba amenazándome -Me contó. -Querían subir a tu departamento Caín.

- ¿Qué más te dijo?

- Que volverían cualquier día.

- No les creas, no se aparecerán más aquí.

- ¿Quiénes son? -Me preguntó.

- Unos idiotas -Me encogí de hombros. -Ahora cálmate. No vendrán aquí más después de lo que les dije así que tranquilo. Cierra todo y todo bien.

- Caín -Dijo antes de que me subiera al ascensor. Lo miré -Ellos venían detrás de Cailín.

- ¿Cómo lo sabes?

- Porque Cailín entró unos minutos antes de él entrara y algunos tipos se quedaron ahí afuera. El tipo sólo quería subir.

- Está bien, gracias -Le dije. -No dejes que nadie suba a mi departamento, nadie. Ni siquiera amigos, sólo Cailín ¿Bien?

- Está bien.

- Gracias Greg.

Subí en el ascensor, me baje en mi piso y vi a Cailín sentada en la cerámica afuera de mi departamento, cuando me vio me sonrió poniéndose de pie.

- Cailín ¿Qué haces aquí? -Me acerqué y ella me besó.

- Quería venir a verte de sorpresa -Me sonrió. - ¿Por qué?

- Te he dicho cientos de veces que odio que vengas sola, puede pasarte algo -Abrí la puerta del departamento y ella entró, luego yo y cerré con llave.

- No pasa nada -Me sonrió.

- Si pasa y puede pasar de todo -La miré fijamente. - ¿No te han hecho nada?

- ¿Quiénes? -Frunció el ceño.

- Nadie... Cuando venías para acá ¿No te ocurrió nada?

- No ¿Por qué? ¿Qué sucede? -Me sonrió. -Estás algo dramático.

- Porque me preocupa que te vengas sola -Bufé.

- Todo está bien -Se acercó a abrazarme y luego me besó. -Ve a ducharte, preparare algo para cenar y luego iremos a la cama.

- Está bien -le sonreí. Bese sus labios y ella me devolvió la sonrisa.

Pase la noche con Cailín, todo estaba bien. No quería asustarla diciéndole que estaban amenazándome con la vida de ella o algo así.

--

Dos semanas después...

Mark no se deja de molestar, cada día veo a más tipos siguiéndonos como estúpidos. Cailín ya se dio cuenta de que quieren hacerle daño o en realidad quieren hacerle algo, así que se mantiene alejada de las calles y está conmigo en cada momento. Dante no lo sabe y espero que no lo sepa.

Hoy tengo una pelea de práctica para el campeonato nacional, es una pelea común y corriente para los espectadores, pero para mí no. Invite a los chicos para que vinieran, pero todos tenían cosas que hacer, así que la única que pudo acompañarme fue Cailín.

- Debes tenerla en tu campo de visión -Le dije a Anthony antes de subir al ring. -Andan unos tipos extraños, en serio cuídala, quiero concentrarme.

- Si Caín, ya ve -Habló serio.

CAILÍN.

Anthony me dijo que me quedara cerca de donde estaba él, supongo que Caín le pidió que me mantuviera cerca, ya que había unos tipos que estaban desesperados por hacerle daño a Caín. Aunque aquí entran solo personas diciendo sus nombres reales y todo es legal, nunca falta el idiota que está dispuesto a arriesgarse a entrar a la cárcel por dinero fácil.

La pelea comenzó, Caín y el otro chico estaban entrenando para el campeonato nacional, así que ambos eran buenos, aunque Caín estaba mucho más rápido que antes y no balbuceaba antes de golpear al contrincante.

- Hola -Escuché a mi lado.

Voltee a mirar, era un chico de aproximadamente la edad de Caín. Lo había visto veces anteriores, pero nunca me había hablado, supongo que es otro chico que entrena Anthony.

- Hola -Respondí.

- Soy Sam ¿Tu eres la Cailín? ¿La novia de Bennet? -Me preguntó sonriente.

- Así es -Asentí mirándolo.

- Genial, es un gusto conocerte -Dijo amablemente. -He intentado pelear con Caín varias veces, pero siempre está ocupado -Me contó. -Aparte de que Anthony está todo el tiempo pendiente de que entrene -Rio. -Es un gran boxeador.

- Deberías preguntarle directamente a Caín -Le dije. Él me sonrió asintiendo.

- Es algo... Intimidante -sonrió.

- No siempre -Me encogí de hombros.

Estuvimos conversando la mayoría de la pelea. Me contó parte de su vida, las razones por las que había entrado a entrenar con Anthony, algunos de sus problemas, la verdad es que enseguida simpatizamos. Cuando la pelea terminó, Caín había ganado, bajó del ring después de darle la mano a su contrincante y se acercó a nosotros.

- Qué tal Sam -Le tendió la mano y Sam se la estrechó. -¿Qué haces por aquí?

- Nada -Se encogió de hombros el chico. -Vine a ver la pelea, estuvieron comentando que era una pelea decisiva.

- Así dicen -Sonrió Caín.

- Cailín es muy simpática -Dijo de pronto. Caín frunció el ceño mirándolo. -Con respeto te lo digo, no te enojes... Estuvimos conversando un par de cosas, nada más.

- Sólo bromeo -Aligeró su mirada. -Nos vemos en el entrenamiento Sam.

- Sí, claro Caín -Le dijo. -Espero que algún día aceptes pelear conmigo.

- Cuando quieras.

Caín se dio una ducha en los camarines, se vistió y luego fue a despedirse de todos. Llegamos a mi departamento y luego rápidamente tuvo que irse, ya que estaba muy cansado y lo único que quería hacer era encontrar su cama y dormir.

CAÍN.

Cuando llegué a mi departamento, lo primero que hice fue comer algo y luego tenderme en la cama, estaba a punto de quedarme dormido cuando mi celular sonó el tono de mensaje, bufé. Siempre me mandan mensajes de las compañías telefónicas así que lo ignoré por unos minutos, pero pensando en que podría ser una emergencia, me acerqué y lo tomé. Era de Mark, lo abrí de inmediato y me había enviado varias fotos de Cailín en la pelea conversando con Sam, en algunas él miraba a la cámara, pero ella no. "Tenemos a tu chica muy cerca Caín" Fruncí el ceño molesto, ya era demasiado. No soportaba el hecho de que estuvieran siguiéndome frecuentemente, no hay más remedio que continuar con esto sin que ella lo sepa.

***

BESOPOS

XOXOXO

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