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- No seas irónico -Lo miré.

Él encendió el motor de su auto y luego anduvimos por la carretera dirigiéndonos a su casa.

- Lo único que te pido es que seas totalmente sincera conmigo porque yo lo seré contigo.

- Lo seré -Asentí.

Cuando llegamos a su casa, se estacionó y luego nos bajamos. Sacó las llaves de su bolso y abrió. Su casa era bastante acogedora.

- ¡Mamá, Tyler llegó! -Escuché la voz de un niño, luego lo vi. Tyler sonrió mirándome. El niño venia corriendo hacia él, pero en cuanto me vio se detuvo y se devolvió.

- Le dio vergüenza -Dijo Tyler mirándome,

Nos acercamos al living, ahí estaba su madre sentada en un sillón con muchas fotos a su alrededor, nos quedó mirando a ambos y luego sonrió amable, se puso de pie y besó mi mejilla.

- Ella es Cailín, una amiga.

- Mucho gusto -Me dijo la señora, que parecía ser bastante joven.

- Ven aquí -Dijo Tyler a su hermano. Él niño corrió y Tyler lo tomó en sus brazos. -Ella es Cailín, Cailín él es Jayden.

- Hola Jayden -Le sonreí y él me sonrió de vuelta. Se parecía tanto a Tyler, pero en miniatura.

La verdad es que estuvimos compartiendo toda la tarde con Jayden que tomó confianza luego de un rato y con su madre quien no dejaba de contarme historias. Me hicieron una tarde muy grata y llena de sonrisas. El ambiente en ese hogar era muy liviano y agradable.

CAÍN.

De aquel día en adelante todo se ha pasado muy lento. Mis días han sido ir al instituto, luego a entrenar y dormir. He visto poco a los chicos y a mi padre todavía no le aceptan las visitas, me estoy cansando.

No niego que me he estado comportando como un idiota con Cailín dentro de estas últimas semanas, pero no me sale nada más de adentro. No deseo tenerla cerca de mí en éste momento y espero no arrepentirme en un futuro.

Me molestó bastante ver ese día llegar a Cailín con un tipo llamado Tyler supuesto amigo de Dante. La verdad me ardieron las venas, pero no hay nada más aquí dentro de éste puto cuerpo que orgullo.

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Mis nudillos estaban llenos de costras por todos los entrenamientos que había hecho sin guantes. Anthony me obligaba a usar vendas y yo pocas veces obedecía, pero hoy dolían tanto mis manos que por obligación tuve que usar las benditas vendas.

Golpee tanto el saco de boxeo que Anthony me detuvo en seco poniéndose en frente de mí.

- ¿Qué sucede contigo? -Me preguntó mirándome fijamente.

- Nada ¿Por qué? -Me senté en un banco y destapé la botella de agua.

- Estás diferente.

- Estoy igual que siempre.

- ¿Has hablado con tu padre?

- Si, un par de veces -Respondí sin más mirando las vendas de mis manos.

- ¿Y Cailín? -Se sentó frente a mí. Escuchar su nombre me hacía sentir algo extraño dentro de mi pecho, pero trague todo tipo de sentimiento.

- Nuestros caminos se separaron -Lo miré. -Ella siguió con su vida y yo estoy siguiendo con la mía.

- ¿Decisión de ella? -Preguntó enrollando unas vendas que estaban apoyadas en el banco de él.

- Decisión mía.

- Eres un idiota.

- Claro que no -Sonreí. -Si no me hace sentir cómodo algo, pues ya está. -Me encogí de hombros.

- La culpaste por haberle dicho a tu padre y que luego el idiota cayera a prisión.

- Pues es la culpable ¿No?

- Claro que no -Anthony frunció el ceño. -Era lo mejor que podría haberte pasado y la perdiste gratuitamente.

- ¿Por qué lo mejor? Hizo que Darell cayera en la cárcel.

- ¿Quién te alentó a que te salieras de esa vida de mierda e hicieras cosas legales? -Su mirada se fijó en la mía.

- Pues de alguna manera iba a darme cuenta igual.

- Estarías muerto justo ahora si ella no hubiese llegado a tu vida.

- Pero llegó y ahora se marchó -Sonreí intentando guardar cada tipo de sentimiento. -No era ella la indicada, tal vez más adelante encuentre a otra chica mejor que ella ¿Quién sabe?

- Si llegas a ganar las nacionales ¿Crees que podrás confiar en cualquier chica de cara bonita y que te diga "Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, Caín"? -Imitó la voz de una chica, sonreí, pero él se encontraba demasiado serio.

- ¿Por qué no?

- Porque si llegases a ganar las nacionales, estarás en la cima Caín. Las ofertas de trabajo van a llover y el dinero saldrá de tus bolsillos. No podrás confiar ni en tu propia sombra porque todos y todas querrán algo de ti.

- ¿Qué insinúas? ¿Qué vuelva corriendo detrás de ella? -Fruncí el ceño mirándolo. -Ni que estuviera necesitado. -Me puse de pie. -Puedo tener a la chica que se me dé la gana, Anthony. No voy a ser más o menos feliz si tengo a la persona que amo a mi lado o no. Tengo tan poco amor dentro de mí que cada vez me cuesta menos ir deteriorando los pedazos de sentimientos que se van metiendo en mí. -Miré el saco de boxeo. -A la mierda el amor Anthony. Si no lo tengo, tendré dinero que es algo parecido.

- No insinúo que vuelvas por ella -Anthony se puso de pie y se apoyó en el saco que estaba frente a mí mirándome a los ojos. -Sólo digo que pienses mejor las cosas que haces, puedes arrepentirte y ya será demasiado tarde.

- Nunca es tarde -Sonreí burlándome.

- No dejas de ser infantil -Negó con su cabeza. -Caín, Caín... -Bajó la voz. -No quiero verte lleno de dinero y con una amargura tan grande que no serás feliz jamás.

- Voy a ser feliz Macheen, pero no ahora -Lo miré. -Tal vez en un mes cuando esté celebrando mí triunfo.

- Espero -me sonrió.

Anthony se retiró sin decir nada más. Me quedé mirando un punto fijo y volví a sentarme. Si el nudo en mi mente no se desenredaba iba a colapsar.

Mire mi celular un largo rato, su número estaba ahí. Marcar o no marcar... pues no marqué. Sólo llame a Dante.

- ¿Hola? -Contestó.

- Hola hermano ¿Cómo estás?

- Bien, recién despertando de una siesta ¿Y tú?

- La verdad es que terminando de entrenar.

- Es viernes ¿Tienes algo que hacer?

-Nada ¿Tú?

- Estaba pensando en venir a casa a beber algo y a comer, dile a Ian y Jaxon.

- ¿Estará Cailín? -Pregunté incómodamente.

- Pues sí, vive aquí.

- Que idiota soy.

- Tal vez pueda invitar a Tyler también.

-¿Quién es Tyler?

- El chico que viste la otra vez con Cailín.

- ¿No será incómodo para ella?

- Voy a preguntarle, pero no creo -Dijo serio. -Ustedes ya rompieron así que no tienen nada que ver.

- ¿Y ellos están saliendo? -Me sorprendí un poco.

- Claro que no -rio. -Sólo se están conociendo.

- Bien, entonces nos vemos más tarde -Corté la conversación. - ¿A qué hora?

- Once ¿Está bien?

- Bien, nos vemos. El sillón es mío.

- Claro hermano, nos vemos. Adiós.

- Adiós. -Colgué.

Me quedé mirando la pantalla por unos largos segundos. No me parecía nada agradable que Tyler y Cailín se estuvieran conociendo ¿Quién mierda es Tyler? Pues bien, ya conocerá quién realmente soy dentro de la vida de esa chica.

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CAILÍN.

- No, por supuesto que no -Miré a mi primo totalmente seria.

- Se escuchaba algo mal, quiere distraerse.

- Pues yo no voy a estar aquí compartiendo con ustedes como si nada hubiese pasado.

- Cailín -Entrecerró sus ojos. -Le dije que invitaría a Tyler.

- ¡¿Por qué?! ¿Estás loco? ¿Se te cayó un tornillo?

- Esto es fácil -Me miró. -Me preguntó si podría ser incómodo para ti que estuviesen los dos.

- Pues claro que es incómodo.

- Ese es el punto.

- ¿De qué diablos estás hablando?

- Le dije que no te interesaba, que ustedes ya habían roto su relación y que no debería por qué importarte.

- Pero me importa -Fruncí el ceño.

- ¡De eso se trata! Debes actuar como si no te importara. ¿Acaso quieres que Caín te vea llorando cada vez que lo veas? -Frunció el ceño enojado. -Debes estar feliz, por lo menos verte feliz y simplemente estar con Tyler.

- No utilizaré a Tyler para sacarle celos a Caín, no seas idiota.

- No es utilizarlo, simplemente no quiero que Caín pase a llevarte. Eres amiga de todos nosotros y no por él vas a dejar de juntarte con todos.

- Tienes razón -Bajé la voz. -Pero Tyler... ¿Crees que es necesario invitarlo?

- Claro que si -Bufo. -Es mi amigo y yo lo invito a mi departamento las veces que se me dé la gana -Se encogió de hombros.

- A todo esto... ¿Por qué le dijiste a Tyler todo sobre Caín y yo? -Lo miré seria.

- Comenzó a preguntarme sobre él y finalmente tuve que decirle todo.

- Eres un imbécil. No es lindo que califiquen a Caín de asesino en todos lados.

- Deja de defenderlo ¿Si? Está bien que sea mi amigo, pero no voy a defender casos perdidos -Sus ojos se quedaron en los míos.

- Dante -Lo miré y él se quedó escuchándome atentamente. - ¿Qué pasa si Caín bebe un poco y comienza a decirle estupideces a Tyler?

- No creas que Tyler es un imbécil -Respondió. -Tyler sabe defenderse, no se deja pasar a llevar y no tiene pelos en la lengua. Ten por seguro que si algo le molesta o se siente ofendido él se va a defender.

- No quiero ser parte de una discusión ni menos de una pelea, sabes cómo es Caín con los golpes.

- Tyler es peor que Caín -Miró hacia otro lugar.

- ¿Qué? -Busqué su mirada. - ¿Cómo que es peor?

- Quiero decir... Con los golpes -Se retractó. - ¿No lo viste en la cancha? Nada lo derriba ni lo deja en el suelo Cailín.

- Pero es diferente, enfrentar a un tipo con el cuerpo que con un puñetazo.

- Pues conocí a Tyler en las peleas clandestinas, Cailín -Dijo de pronto y yo me sorprendí.

- ¿De qué mierda hablas?

- Pues sí, luego cuando entré a estudiar aquí me di cuenta de que éramos compañeros y todo eso.

- ¿Por qué me ocultas cosas? Dijiste que Tyler podía ser mil veces mejor que Caín y estás diciéndome todo esto cuando ya he fui hasta su casa y conocí a su familia, Dante ¿Qué tipo de primo eres? -Fruncí el ceño.

- No puedo seguir hablándote sobre esto, sólo pregúntaselo a él.

- ¿Por qué no me lo dijo?

- Porque no es algo que le guste recordar.

- ¿Por qué?

- Ya basta Cailín, pregúntaselo a él.

- ¡No! -Me sobresalté. -Él dijo que quería conocerme sinceramente, no mintiéndonos y yo le he contado todo lo que pasó con Caín.

- Pues Tyler es algo diferente en ese sentido -Se sentó en mi cama. -Es algo cerrado sobre su pasado y debes preguntarle las cosas específicamente cuando se trata de contarte algo importante.

- Bien, le preguntaré.

- Está bien, pero ya deja de hacer que te cuente todo. Me siento como un puto chismoso.

- Y lo eres -Resople.

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La primera que llegó fue Annie y Zoe, la verdad es que mi amiga no quería venirse junto a Jaxon porque pasarían a buscar a Caín y tan fiel que es a mí... No puede verlo ni siquiera para saludarlo. Sólo espero que ésta noche no pase nada malo. Luego llegó Tyler solo y se quedó conversando con Dante sobre algunas cosas, la verdad es que tenía muchas ganas de preguntarle lo que me había dicho Dante, pero me controlé.

Estaba con Annie en mi habitación cuando escuché que llegaron todos. Caín, Ian, Jaxon y Gisselle que aún seguía en una relación con Ian.

- Llegaron -Miré a mi amiga algo nerviosa.

- Respira profundo -Me sonrió. -Debes estar tranquila. Cuando sientas esas mariposas en tu estómago recuerda lo hijo de puta que ha sido contigo.

- Tienes razón -Le sonreí. - ¿Cómo estoy?

- Linda -Me sonrió. -Tan linda que ésta noche romperás un corazón y enamorarás a otro. Reí de su comentario. -Eres muy linda amiga, no dejes que un imbécil te haga pensar lo contrario.

- Contrólate esta noche.

- Lo voy a intentar, pero si comienza con sus estupideces, yo no lo soportaré.

- Tranquila.

- Bien, vamos -Me sonrió.

Nos pusimos de pie y salimos de la habitación. Annie saludó a todos incluido a Caín quién sólo sonrió burlesco saludándola. Comencé por saludar a Giselle y terminé por Caín. Su perfume se metió en mis venas y sólo quise mantenerme de pie.

- ¿Cómo estás? -Escuché su voz.

- La verdad es que muy bien -Respondí mirándolo con una sonrisa en mi rostro y él sólo sonrió de medio lado.

Dante puso algo de música mientras que todos conversábamos y algunos fumaban cigarrillos. Tyler se sentó a mi lado y me sonrió de medio lado.

- ¿Nerviosa? -Su voz fue lo suficientemente baja como para que escucháramos sólo los dos.

- Un poco -Respondí en su mismo tono de voz.

- Todo está bien -Besó mi hombro y sentí una corriente recorrer mi cuerpo, sólo sonreí.

Sentí una mirada puesta en mí fijamente, Caín estaba mirándome serio, luego desvió su mirada y siguió conversando con todos naturalmente.

Nos incluimos a la conversación que estaban teniendo todos. Todos menos Caín le hablaba de manera natural a Tyler, pero a él poco le interesaba Caín y se comportó de manera totalmente impetuosa y con mucha personalidad como siempre. Dentro de todo se incluyó muy bien.

Las horas iban pasando y el alcohol en algunas personas no funciona como en otras. Tyler bebió un par de cervezas, pero estaba bien, Caín también había bebido poco y se encontraba bien, pero comenzaba a hablar estupideces.

- Supongo que ya se besaron y todas esas mierdas -Dijo un Caín con algunos vasos de alcohol en el cuerpo. Algunos rieron, excepto Tyler y yo.

- No -Respondió Tyler de manera seria.

- Que más se esperaba de un tipo que juega futbol americano, marica igual a todos -Rio fuerte.

- Pues de todas formas algo mejor que tú -Se entrometió Annie.

- No te metas Annie -Escuché a Jaxon decirle mientras ella miraba hacia otro lugar.

- Marica no soy -Sonrió Tyler con gracia. -Por algo estoy conociendo a la chica que estaba contigo ¿Lo recuerdas no? -Fue irónico.

- Pues claro que lo recuerdo, ella sigue enamorada de mí -Habló Caín con simpleza.

Miré a Dante para que hiciera algo, pero se mantenía en silencio y yo estaba lo suficientemente nerviosa. Todo lo que me había dicho Dante sobre Tyler me tenía aún más nerviosa que antes.

- Ya basta, a nadie le importa eso -Se entrometió Jaxon. -Lo estamos pasando bien, no es necesario que se pongan a discutir por cosas que ya pasaron.

- No, deja que me responda -Continuó Caín.

- Mira Caín -Tyler apoyó sus codos en sus piernas mirándolo tranquilamente. -Si estás tan despechado por Cailín, vete a la mierda... No me importa ¿Entiendes? El que la dejó no fui yo.

- Ya dejen de discutir como si Cailín fuera un juguete -Se entrometió Ian. -Las cosas cambian.

- Yo no estoy discutiendo como si ella fuera un juguete, claramente no lo es -Lo miró Tyler -Pero que no me busque porque yo no me quedaré sentado aquí como idiota ante un tipo que lo único que tiene son tatuajes y una figura imponente ¿Crees que las cosas son así de fáciles? Conmigo no -Sonrió de medio lado.

Eso fue como meter mucha más leña en el fuego. Caín se quemó, pude notarlo en su mirada. Caín no perdía, jamás.

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BESOPOS

XOXOXO