Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 33

Esta historia está publicada en papel por el equipo Penguin Random House grupo editorial. Puedes encontrarlo en diferentes países (explicados en un capítulo especial) y también vía amazon. 

*

– Hablaremos de esto en el departamento –Me respondió. No tuve tiempo de preguntar sobre Caín porque rápidamente entró una enfermera haciéndome chequeos médicos. Salí del hospital aproximadamente como a las cinco de la tarde, recibiendo medicamentos, reglas y más reglas. Vi a Zoe afuera y ella se acercó a saludarme con algo de alegría.

– ¿Dónde está Caín? –Les pregunté y ninguno fue capaz de responderme.

Cuando llegamos al departamento, Zoe me ayudó a sentarme y Dante se quedó a mi lado.

– ¿Por qué no me lo dijiste? –Su voz parecía molesta, pero mi primo me quería tanto que no era capaz de tratarme de mala manera. Sé que Dante sólo es capaz de protegerme.

– Todo pasó muy rápido –Expliqué. –La verdad no tuve tiempo para decírtelo.

– Caín si lo tuvo.

– ¿Te llamó?

– Si.

– ¿Qué te dijo? –Mis ojos se quedaron en los de él. Vi a Zoe sentarse en el sillón de enfrente con expresión seria.

– Que debía venir a verte, que en realidad era una urgencia –Me contó. –Él dijo que...

– ¿Qué más te dijo? –Mi garganta se apretó, tenía un mal presentimiento.

– Dijo que saldría de tu vida, que se alejaría lo que más pudiera –Comentó con frialdad. Sentí mis ojos cristalizarse en segundos, mi pecho se apretó y de inmediato quise pedir explicaciones, pero la mirada de mi primo hizo que me contuviera. –Ahora dime ¿Qué paso?

– Dante, realmente no es necesario que...

– Si es necesario –Me interrumpió.

Mire a Zoe y luego a Dante, si ella estaba aquí es porque mi primo confía en ella y no debo ocultarle cosas.

– Los tipos que vi drogando a Caín en la pelea siguieron buscándome –Le conté. –Comenzaron a enviarme mensajes, a llamarme y Caín intentó protegerme hablando con un tipo llamado Mark –Dante abrió un poco más sus ojos. –Pero fueron demasiado lejos... Estábamos todos viendo a Caín pelear y de pronto todos comenzaron a correr. Ian me sostuvo hasta que alguien se cruzó entre los dos y ya no lo vi más –Intenté recordar. –Un tipo me tomó y me drogó con un paño húmedo, me subieron a un auto y luego aparecí en un garaje, intentaron abusar de mí, pero entre pelea, gritos y más pelea... Llego Caín –Dante parecía enojarse cada vez más con lo que le estaba diciendo.

– ¿No abusaron de ti?

– No, llegó Caín -Repetí.

Dante se removió inquieto, su pierna iba de arriba hacia abajo rápidamente mientras sus ojos estaban puestos en la mesa de centro. Zoe nos miraba asustada.

– Cailín –Ésta vez sus ojos se encontraron con los míos. –Cuando te decía que Caín era malo para ti, hablaba en serio. No digo las cosas en vano Cailín, eres mi hermana y no quiero que te hagan daño.

– Pero ya pasó Dante, ya es todo –Bufé.

– ¿Estás segura? –Su mirada estaba fija en la mía.

– Tal vez me costará olvidarlo –Bajé la voz. –Pero nada es culpa de Caín. Él no tiene la culpa de que existan tipos que odian a Darell o que le tengan envidia, él también merece vivir una vida normal.

– Lo sé Cailín –Se removió. –Pero no es justo para ti que sea así. Mira cómo te dejaron ¿Crees que voy a dejar que te vuelva a pasar algo así?

– No me alejes de él.

– Yo no te he alejado de él –Desvió su mirada enojado. –Él se alejó solo.

– ¿Qué quieres decir con eso?

– Se irá de tu vida, jamás lo conociste y no volverán a tener alguna relación en común –Su voz fue tan fría que llego a dolerme el pecho. –Y te lo digo de ésta manera para que no te ilusiones con que volverá, para que sepas realmente que yo... yo si conozco a Caín como es en realidad.

– Dante –Mis ojos se llenaron de lágrimas y él pareció quebrarse por dentro. –No seas así justo ahora por favor.

– ¿Y cómo quieres que sea? –Dijo con rabia, se puso de pie rápidamente mirándome. –Vengo de un viaje de ver a mi mamá que tuvo un accidente, me entero de que conozco a Caín desde antes de lo que yo realmente pensaba y encima debo volver aquí malditamente preocupado porque Caín me llamó diciendo que habías tenido un problema grave. –Hablaba con impotencia. –Hemos estado juntos toda nuestra vida Cailín, si te pasa algo malo yo no soy nada –Bufó. –Estaba completamente preocupado por ti, poco me faltó decirle al tipo del autobús que se apresurara para llegar aquí. Cuando se trata de ti, no me interesa si Caín es casi mi hermano y que estés enamorada de él ¿Entiendes?

Las lágrimas recorrieron mis mejillas sin decir nada. Me puse de pie ayudándome con unas muletas y me encerré en mi habitación, ya era demasiado.

Por una parte pensé que tal vez Caín si se quedaría junto a mí, si cumpliría la promesa de que no me dejaría sola y afrontaría conmigo a mi primo, pero no. Creo que no encontró mejor solución que alejarse de mí así como así, dejándome en el hospital después de haberme dicho que en realidad estaba enamorado de mí, pues eso no es amor... No te alejas por arte de magia de alguien que estás enamorado. Las lágrimas recorrían mis mejillas y mi cama junto a mis almohadas eran mi mejor compañía. No merecía ser atacada con tantas cosas a cada segundo, no he sido una mala persona ni tampoco creo que soy lo suficientemente fuerte para soportar cada batalla.

– ¿Cailín? –Escuché la voz de Zoe y luego tres golpes. Había pasado alrededor de dos horas. Le dije que pasara y ella cerró a su espalda. – ¿Estás bien?

– No –Respondí como si fuera obvio.

– Dante salió –Dijo sentándose en mi cama. –Sólo estoy aquí para que sepas que puedes contar conmigo para lo que quieras.

– En este momento no quiero nada –Susurré.

– Sé que estás triste, pero no acaba todo aquí Cailín.

– ¿Qué sabes tú? –Mis ojos se fijaron en los de ella. –Tú estás bien con Dante, en cambio Caín se fue.

– No es tan así Cailín. Cuando llamó a Dante se escuchaba mal.

– ¿Estabas ahí?

– Si –Se acomodó. –Le dijo a Dante que debía viajar a verte porque habías tenido problemas por culpa de él, dijo que se sentía culpable y que intentaría mantenerse alejado lo que más pudiera. Él sólo no quiere hacerte daño.

– Alejándose de mi me hace más daño ¿Sabes?

– Entiendo –Me sonrió con tristeza. –Pero haz un recuento Cailín ¿En cuántos problemas te has metido desde que conociste a Caín?

– Primero cuando Darell me amenazó, después Kendall comenzó a fastidiarme hasta que la golpee, luego sus tíos me asaltaron y me golpearon en la calle y ahora estos tipos –Rodé los ojos.

– ¿No crees que es suficiente?

– No Zoe, realmente yo quiero estar con Caín pase lo que pase.

– Tal vez Cailín, pero él no estará contigo haciéndote daño.

--

CAÍN BENNET.

Luego de haberlo estado pensando durante horas, finalmente lo decidí. Cailín dormía tan plácidamente que ni siquiera fui capaz de despedirme. Simplemente no puedo, no puedo estar con una persona si sé que terminara dañada de todas maneras.

No me aleje de Ellie cuando pasó todo eso porque ella fue la que se alejó primero, pero tampoco lo hubiese hecho ya que jamás sentí amor por ella. No quiero que Cailín termine como Ellie porque es lo más cercano que le puede llegar a pasar y en realidad nunca lo soportaría.

Me siento un cobarde justo ahora, pero sé que podre protegerla desde lejos. Tal vez me verá como un imbécil, pero prefiero que me vea así a que le sigan haciendo daño. Creo que es lo más generoso que he hecho por alguien. Le dije una vez que no poseo amor, que no practico esas cosas y que tal vez jamás pueda expresarlo como lo hacen otras personas... Sólo espero que de ésta manera ella se dé cuenta que no me estoy alejando por una estupidez sino por ella exclusivamente, por protegerla, por respetarla, amarla y admirarla. Sin mí es lo mejor que puede estar.

Escuché la puerta del departamento, ni siquiera el timbre. Golpearon fuertemente, me paré de la cama a pesar de que no quería abrir ni hablar con nadie. Miré por el ojo de la puerta viendo a Dante, estaba enojado, se le notaba en el rostro. Abrí lentamente, pero la puerta se fue violentamente hacia atrás, ni siquiera dijo "hola" Su mirada se quedó en mí y me dio un puñetazo en la cara dejándome aturdido. Luego de eso repentino, me quedo mirando aun enojado y entró a mi departamento.

– Eres un hijo de puta –Escupió. Sólo me quede escuchándolo, de alguna manera tenía más que claro que Dante llegaría a golpearme, tal vez no de esa manera, pero si lo haría y si me insultaría lo que más pudiese.

– ¿Podemos hablar pacíficamente? –Cerré la puerta y me toqué la cara para ver si tenía sangre, pero nada. Aun dolía.

– Paz ni una mierda –Se volteó a mirarme. –Te dije que la cuidaras Caín –Me señaló. –Era cosa de tenerla en tu campo de visión hasta que yo volviera.

– Lo hice Dante, pero no pensé que se desquitarían así, intenté protegerla, pero ellos fueron más rápidos.

– ¿Esa es tu excusa? –Alzó las cejas. – ¿Qué fueron más rápidos?

– No es una excusa Dante.

– Si te vas a alejar ahora de ella, hazlo –Comentó con rabia.

– Lo haré.

– No quiero verte más por mi departamento, aléjate de mí y de todo lo que tenga que ver con mi familia. No quiero que esto termine peor de lo que está.

Me quede en silencio mirándolo, él orgulloso, erguido y desinteresado salió de mi departamento dando un portazo. Todo se había ido a la mierda. Mi teléfono sonaba en la habitación, pero apenas quería contestar, de todas maneras fui y miré la pantalla, Darell.

– ¿Qué sucede? –Hablé.

Voy a tu departamento.

– Voy a matarlos, a los idiotas que estuvieron de acuerdo con esto y a los que no también. Dejaré a Mark en la ruina.

No hagas estupideces, estoy llegando.

Mark, el temible de Mark es un socio de mi padre, en realidad socio y amigo de vida. Se dedica a vender drogas a grandes narcotraficantes y no hace nada más que estar sentado tras su oficina manejando gente. Bruce, uno de los tipos que trabaja para Mark y cómplice de la estupidez que le hicieron a Cailín no estaba en el momento de todo y ahora es mi deber encontrarlo y romperle las bolas a patadas. Bruce es uno de los mejores trabajadores que tiene Mark, moviliza toneladas de cocaína por el mundo y consigue siempre a los mejores clientes, pero ésta vez no me importa dejar a Mark en la ruina.

– No voy a estar –Colgué.

Salí del departamento enojado. El primer lugar a donde iría seria la oficina de Mark, pero no a pedirle permiso... A informarle.

Como siempre, él estaba sentado fumando un cigarrillo. Al verme, ni siquiera me sonrió, tampoco quería que lo hiciera.

– ¿Te enteraste? –Alcé mis cejas.

– ¿Cómo no enterarme? –Se removió. –Si mataste a cinco tipos la misma noche.

– Voy por Bruce –Dije sin más, pero antes de salir de su oficina su voz cruda me detuvo.

– Él no planeó esto.

– No lo defiendas –Escupí.

– Caín –Se puso de pie de inmediato. –Tú no harás nada.

– Mírame –Me acerque a su escritorio. – ¿Tengo cara de que estoy bromeando? Cuando vine aquí con Cailín te dije que sería así si le hacían algo, ahora no me importa ¿Comprendes?

Su mirada estaba puesta en la mía, serio y sin expresión de tener algún tipo de emoción entremedio. Antes de que pudiera responderme, la puerta se abrió dejándome ver a mi padre. Sus miradas se encontraron y luego toda su atención se fue a mí.

– No irás a ninguna parte –Habló Darell.

Reí sarcástico. En realidad me había causado algo de risa que me dijera eso, si mal no recuerdo no me daba órdenes desde que salí de casa cuando murió mamá.

– ¿Desde cuándo crees que tienes poder sobre mí? –Le pregunté. –Iré si... y si no lo mato ahora será en cualquier momento.

– Sabes que es uno de mis mejores soldados –Recalcó Mark.

– Encontrarás otro –Me encogí de hombros.

– Si y ese vas a ser tú –Habló molesto.

– No –Se entrometió mi padre. –Caín no va a movilizar drogas para ti.

– Va a matar a Bruce –Se quejó.

– Está bien, trabajare –Lo miré. –Pero no eternamente Mark, no quiero más problemas.

– ¡¿Estás loco?! –Se alteró Darell. –Llevar drogas de aquí para allá es tener más problemas de los que crees. Si ésta vez intentaron abusar de Cailin los de las peleas clandestinas, los tipos del narcotráfico no lo pensaran dos veces y en vez de darle un susto, van a abusar de ella y asesinarla ¿Eso quieres? ¡No seas imbécil! No puedes dejar que el odio te haga tomar malas decisiones.

– No voy a acercarme más a ella –Lo miré a los ojos. –Yo elijo mis errores.

– ¿Quieres perderla como a Ellie?

– A Ellie no la mataron –Lo miré fijamente. –Ya basta.

– ¡¿Y tú quién mierda te crees Mark?! –Lo miró enojado. – ¡No metas a mi hijo en esto!

– Tu hijo está inserto en esto porque tú eres una puta pesadilla dentro de su vida Bennet –Habló Crick mirándolo a los ojos. Su expresión era casi tan dura como la de mi padre.

– Si llego a ver a Caín movilizando drogas, voy a matarte –Esa voz fría no la escuchaba de hace años. Sus ojos idénticos a los míos estaban casi negros y Mark sólo se dignó a tragar saliva. No quise seguir en esa escena tan escalofriante... Así que todo mi odio estaba fijo en un tipo... Bruce.  

***

BESOPOS XOXOXO

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro