Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 28

Esta historia está publicada en papel por el equipo Penguin Random House grupo editorial. Puedes encontrarlo en diferentes países (explicados en un capítulo especial) y también vía amazon. 

*

– Pensé que no me ocultarían cosas así –Habló Cailín luego de unos segundos.

– Quizá era por tu bien, no puedes indagar más allá de lo que te muestran. No hace bien.

– ¿Por qué estás conmigo cada vez que lo necesito? –Sus ojos café se fijaron en los míos. No sabía cómo responderle eso, me costaba.

– Porque me importas.

– Si te importara te mantendrías alejado.

– No –Sonreí. –Aunque pienses que estoy lejos, no hablemos y ni siquiera nos veamos, jamás voy a dejar de estar aquí.

– Caín –Ella sonrió irónica. –Estás jugando conmigo.

– No, hablo en serio.

Ella suspiró mirando hacia otro lado. Sus facciones me gustaban, su manera de hablar y la forma en como sonreía me hacían querer hacerla sonreír a cada segundo.

– ¿Y si vamos a la playa? –Me preguntó cambiando el tema. –No a bañarnos, sólo quiero estar afuera y no encerrarme en mi habitación.

– Está bien –Sonreí. –Iremos.

Cuando terminamos de comer, pague por los dos y nos fuimos. La playa quedaba cerca así que no nos demoramos demasiado. La sonrisa de Cailín se mantenía en su rostro, pero sus ojos me decían que no estaba haciéndolo de verdad, ella no sentía esa sonrisa en su corazón, pero aun así me gustaba que sonriera. Nos sentamos en la arena, pero luego de unos segundos ella se acostó boca abajo y yo de espalda mirándola.

– ¿Has sabido algo de Ian? –Le pregunté. Me intrigaba saber sobre lo que tenían, aunque era mi amigo, pero aun así.

– No –Respondió ella. – ¿Estás celoso? –Bromeó.

– No es eso –Reí. –Sólo estoy intentando entablar un tema de conversación.

– Te voy a contar –Me dijo. –Creo que Ian es un gran hombre, pero creo que se me notaba demasiado que estaba interesada en ti.

– ¿Por qué? –Oculté mi sonrisa.

– Porque me preguntó si estaba interesada en ti, le dije que estaba intentando no hacerlo –Habló sincera. –Creo que tú ocultas demasiado y no dejas que te conozca realmente.

– No me gusta hablar sobre mí.

– ¿Por qué no?

– Odio dar lástima o cosas así, mi vida no es de las mejores.

– Deberías contarme.

– ¿Por qué lo haría? –Fruncí el ceño.

– Porque no quiero pensar que soy la única persona que no te conoce realmente.

– No eres la única que no me conoce.

– Entonces déjame ser la única que si lo hace –Sus ojos se fijaron en los míos una vez más.

– ¿Puedo confiar en ti?

– Claro que sí.

– Entonces pregúntame lo que quieras –Dije seguro de mis palabras. –Seré sincero contigo sólo si después tú eres sincera conmigo.

– Esta bien –Ella sonrió.

– Comienza –Me acomodé de espalda y ella apoyó su cabeza en mi abdomen también mirando hacia el cielo.

CAILÍN TAYLOR.

Tenía muchas preguntas para hacerle, pero no quería ser demasiado chocante así que preferí comenzar con cosas pequeñas.

– ¿Por qué tienes tu cuerpo lleno de tatuajes? –Mi mirada estaba fija en las nubes. Parecía como si a Caín no le incomodara que esté apoyada en su abdomen.

– Porque me gustan –Respondió como si nada. –Comencé a hacerme tatuajes cuando tenía alrededor de dieciséis años, primero los hacia porque tenía muchos problemas y descubrí que hacerme tatuajes dolía más que mis problemas, pero cumplí dieciocho y los hacia porque me gustaban, por recuerdos y después porque odiaba ver una parte vacía y la otra llena de tatuajes –Rió.

– ¿En qué ganas dinero?

– En las peleas clandestinas, las carreras y a veces mi padre está depositándome, pero te voy a contar algo –Se acomodó. –Pero no debes decírselo a nadie.

– No lo haré.

– En la última pelea que tuve fue un tipo cazador de talentos y me vio pelear. Dijo que tenía mucho potencial y decidió llevarme a su club que es uno de los mejores del país –Sonrió feliz. –Estoy yendo a entrenar los sábados y los miércoles. Puede que ahí me paguen por hacer algo legal.

– ¿En serio? Me alegro mucho, de verdad es mejor que estar huyendo de la policía siempre.

– Creo que si –Rió.

– No sé si quiero seguir haciéndote preguntas –Baje la voz. –No quiero que pienses que soy una entrometida.

– No lo pienso Cailín –Su voz era tan atrapante. –Sé que nos conocimos de una mala manera, que tienes muchas dudas sobre mi personalidad y que quieres saberlas para no tener esa incertidumbre. A veces hace bien desahogarse y no hay una mejor persona que tú para hacerlo –Su mano se fue a mi cabello y comenzó a jugar con él.

– ¿Por qué estabas enojado con Darell hace tres años? –Pregunté. Él suspiró acariciando mi cabello.

– Por mamá –Respondió luego de unos minutos. –Pero primero creo que debo contarte esa historia antes de responderte por qué estaba enojado con él.

– Te escucho –Sonreí.

Primero comenzó a contarme la historia de una chica de nombre Ellie, supongo que era la misma chica de la cual me había hablado Ian. Lo escuche hablar mientras me imaginaba la historia en mi cabeza, todo lo que decía me dolía a mí y eso que sólo eran cosas habladas que ni siquiera vi.

– Mamá murió tres meses después –Se acomodó. –Estábamos almorzando, mamá estaba sentada a mi lado, frente a mi padre. Escuchamos gritos afuera y un auto, Darell se asomó a ver quién era y luego nos dijo que nos escondiéramos. Mamá y yo corrimos al segundo piso, ella rezaba todo el tiempo y le pedía a Dios que no me pasara nada a mí cuando lo que yo más quería era que me pasara todo a mí y no a ella –Aclaró su garganta para continuar. –La puerta se abrió, escuché disparos y decidí salir, pero ella me detuvo y salió de la habitación dejándome con llave. Golpeé la puerta, pero luego de unos segundos me detuve porque no quería que encontraran a mamá. Darell no estaba en la casa y el tipo vio a mamá, escuché que ella hablaba con él pidiéndole por favor que se detuviera, pero él no tenía compasión por ella, escuché a mi padre gritarle un par de cosas al tipo y él lo único que dijo fue "Voy a matar a tu mujer" Golpeé tanto esa maldita puerta hasta que me quebré el brazo y rompí la puerta, pero ya era demasiado tarde. Ese hijo de puta había matado a mi mamá de un disparo en la cabeza, ella estaba en el suelo, pero él no estaba ahí. No fui capaz de ir por él y matarlo –La voz de Caín se cortó unos segundos y luego continuó. –Ella salió de la maldita habitación por estar preocupada por Darell y eso jamás voy a perdonárselo a mi padre. Estaba tan destruido que luego de unas semanas que estuve con el brazo enyesado, me fui de casa. No quería ver a Darell nunca en mi vida, su presencia sólo mataba gente y yo no quería seguir pudriéndome más de lo que ya estaba.

– Caín –Bajé la voz. –No es necesario que continúes...

– Estuve solo por tres años, salí adelante con las peleas clandestinas y las carreras. Jaxon e Ian siempre estuvieron junto a mí y si no era la familia de Ian que me recibía en casa, era el mismo Jaxon en su departamento. Papá siempre me buscó con todos sus trabajadores, pero yo le deje bastante claro que no quería verlo más. Siempre supe que estaba vigilándome, pero no me importaba –Ocultó una sonrisa. –Pensé que se habían acabado mis problemas con Darell hasta que llegaste tú. –Me removí inquieta. –Cuando supe que él te estaba siguiendo, vigilándote y hasta que llegó a entrar a tu departamento y luego llevarte a su casa, fue cuando decidí intervenir. Me importó una mierda que no me haya visto hace tres años, pero no iba a dejar que por culpa de él te metieras en problemas tú. Ya tenía suficiente con todo lo que me había pasado hace años para que viniera ahora y te hiciera daño a ti.

– Creo que todo ese tiempo actué sin pensar –Baje la voz.

– Estabas en todo tu derecho de odiarme.

– Sólo quería justicia Caín.

– Lo entiendo –Me miró. –Intenté no darle vueltas al asunto diciéndote que había pasado hace catorce años, pero yo hubiese actuado igual que tú.

– ¿Y aquel día en que me amenazaste? –Entrecerré mis ojos.

– No quería que Darell supiera de ti y que te molestara Cailín –La voz de Caín sonaba tan segura. –Acercarse a mí tiene consecuencias y creo que no hay ninguna buena.

Me senté en la arena mirándolo. Sus manos estaban por detrás de su cabeza mientras me miraba tendido desde la arena.

– Tener una buena compañía como tú, si es algo bueno –Le sonreí y él se sentó mirándome.

– Creo que cuando sepas lo que realmente puede llegar a pasar, pensarás que ya no vale la pena estar cerca de mí –Acarició mi rostro con su mano derecha.

– No me pasará nada –Me encogí de hombros.

– Si llegara a pasar, me quitaría cada tatuaje con metal caliente –Sonreí mirándolo y él sonrió a la vez.

– Creo que respondiste todo lo que quería saber –Desvié mi mirada.

– Me toca –Volvió a tenderse en la arena.

– Mi vida es bastante aburrida –Nuevamente apoye mi cabeza en su abdomen.

– Apuesto a que no –Rió Caín.

– ¿Qué quieres saber?

– ¿Por qué te fijaste en mí? –Su pregunta fue tan directa que llegó a dejarme congelada. Me senté y lo miré directamente a los ojos.

– Que te dijera que me gustas no quiere decir que no me de vergüenza responder estas cosas –Sentí mi rostro algo colorado y volteé a mirar al mar.

– Entonces respóndeme mirando hacia otro lado –Se sentó a mi lado en un tono burlesco.

– Caín...

– Cailín, por favor –Sonrió. –Tienes veinte años, ya no hay vergüenzas a ésta edad.

– Si las hay –Resoplé.

– ¿No me dirás? –Se hincó delante de mí obstruyendo mi vista hacia el mar. Lo miré fijamente y él sonrió moviendo su cabeza hacia el lado para seguir obstruyendo mi vista.

– ¿No? Ni siquiera yo lo tengo muy claro –Hablé mirándolo de reojo.

– Bien, entonces vamos a tener problemas –Se puso de pie. Lo miré confundida, me dio la espalda unos segundos y sin antes darme cuenta me tomó en sus brazos y corrió por la arena hacia el mar.

– ¡Caín! –Grité. – ¡Detente por favor! ¡No, no! –Moví mis piernas e intenté abrazarlo hasta asfixiarlo. Si me iba a tirar al mar, él igual se mojaría conmigo. Él reía a carcajadas mientras yo le gritaba histérica que me bajara.

– ¡¿Me dirás?! –Se detuvo cerca del agua.

– Sí, sí, sí.

– Promételo.

– ¡No!

– Vamos Cailín, no quiero que el auto se moje.

– Ya, está bien –Bufé. –Lo prometo, lo prometo –Él me bajó y me observó. Me peine con las yemas de mis dedos algo cansada mientras él sonreía mirándome.

– Debes comenzar a hablar –Levantó sus cejas burlesco.

– Si, espera un momento –Lo miré y luego miré hacia mi costado pensando en escapar, me atraparía en segundos, pero se olvidaría de la pregunta. –Quiero hacer algo antes –Saqué mis zapatillas y él me observó confundido.

– ¿Quieres bañarte?

– Puede ser –Tomé las zapatillas y antes de que me mirara ya estaba corriendo y gritando.

– ¡Mentirosa! –Me gritó. Miré hacia atrás y él venía persiguiéndome. Las personas nos miraban, pero era lo último que me importaba. Corrí tanto que terminé tropezándome con la misma arena. Caín se rió de mí bastante rato tocando su abdomen y cayendo al suelo exageradamente mientras reía.

– De todas maneras no te diré –Dije mientras me sacudía la arena. Mi cabello era un asco.

– Esta bien, no lo hagas –Me sonrió. –Ven aquí, te llevo. –Me dio la espalda indicándome que me subiera, lo hice y él enseguida me sostuvo de las piernas. Me llevo por la arena hasta que pisamos el cemento del estacionamiento.

– ¿A dónde iremos ahora? –Me preguntó Caín.

– Al departamento –Asentí. –Debo ducharme y cambiarme de ropa.

– Yo también debo hacerlo –Sonrió.

– Pasa a dejarme –Le sonreí.

Nos fuimos escuchando música y hablando de las personas que veíamos en la calle. Llegamos al edificio y enseguida llame a Dante para decirle que todo estaba bien, él me dijo que llegaría el viernes... Faltaban cinco días para eso.

Había sido una gran tarde, al fin Caín comenzaba a abrirse conmigo y ser el que siempre pensé que realmente era. A pesar de todo, es una gran persona. Lo miré unos minutos mientras él me observaba.

– ¿Te quedarás sola? –Me preguntó algo preocupado.

– Si, tal vez llame a Annie –Desvié la mirada. –Todo bien.

– ¿Y si te vas a quedar a mi departamento? –Sus ojos celestes se quedaron en los míos. Mi corazón se apretó y una sonrisa se le dibujó en el rostro.

***

BESOPOS XOXOXO

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro