Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 18

Esta historia está publicada en papel por el equipo Penguin Random House grupo editorial. Puedes encontrarlo en diferentes países (explicados en un capítulo especial) y también vía amazon. 

*

– Estas borracho Caín, duérmete –Respondí intentando ser cortante.

– Es verdad –Se acomodó mientras que yo seguía dándole la espalda –Me gusta cuando sonríes Cailín.

– Ya basta –Intenté no creer en nada de lo que decía, pues estaba borracho.

– Eres así como Blanca nieves –Escuché su sonrisa. –Buena, linda, quizá algo brusca, pero una princesa –rio.

Volteé a mirarlo, él estaba con los ojos cerrados.

– Ya duérmete –Toqué su hombro y él se removió.

– No quiero encariñarme contigo –Abrió sus ojos mirando el techo. –No ahora –Sus ojos se fijaron en los míos por unos segundos eternos. –No soy capaz de ser lo que mereces. –Volvió a cerrar sus ojos. –Soy un idiota –Su voz cada vez se iba apagando mientras se quedaba dormido.

– Shh, descansa Caín –Susurré cerrando mis ojos.

– Quiero besarte –Susurró. Sentí su mano apoyarse en mi espalda. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y cerré mis ojos con fuerza intentando no creerle, no podía creerle... Estaba borracho y era la persona que más había odiado en el mundo. –Blanca nieves –Me llamó. –Lamento haber hecho de tu vida una mierda.

Mi garganta se apretó Esta borracho, esta borracho. Trague saliva algo nerviosa, abrí mis ojos y él seguía con sus ojos cerrados, miré sus facciones por unos segundos hasta que sentí que yo también quería besarlo, quería volver a sentir lo que sentí en la fiesta que hizo Dante. Sé que está mal, pero quisiera tan sólo saber sentir lentamente qué es lo que siento cuando éste chico toca mis labios. No, no... NO.

– De verdad quiero hacerlo –Su voz se escuchó segura. Se acomodó mirándome y se acercó a mí. Su mano derecha estaba en mi rostro acariciándolo lentamente.

– No, Caín ya basta –Susurré mirándolo. –Estas ebrio.

– Lo estoy –Sonrió. –Déjame hacer esto, por favor.

Lo miré unos segundos y sin pensarlo me acerqué a él a besarlo. Suavemente comenzó a besarme, mi estómago dolía, realmente estaba muy nerviosa. Se sentía bien, tan bien que no quería separarme de sus labios. El beso comenzó a intensificarse y en unos segundos Caín estaba acariciándome por completa. Su mano pasó por mi espalda, mi abdomen y mi muslo, no llegó más allá y eso me hacía pensar que realmente no estaba tan borracho. Mis manos se quedaron en su cuello unos segundos, luego me atreví a acercarlo más a mí tocando su espalda. Caín subió la delgada tela de mi polera haciendo contacto con mi cintura. Mientras nos besábamos, él daba pequeños apretones en mi cintura o muslos. De un segundo a otro, él me tomó de la cintura haciendo que yo me posicionara sobre él con ambas piernas separadas. Sentí una presión en mi estómago, la necesidad de quitar todo lo que estorbaba a nuestro alrededor, pero algo me decía que no debía hacerlo. Sus manos llegaron a mi trasero y me empujó hacia él con fuerza haciéndome sentir muy débil. Besó mi cuello, luego mi pecho hasta que se detuvo antes de llegar a mis pechos. Nuestras respiraciones estaban agitadas, podía sentir nuestros corazones latir con fuerza y las ganas de quitarnos todo se sentía a flor de piel. Lo miré unos segundos a los ojos y él me sacó de encima y se acomodó a mi lado. Quería seguir besándolo.

– No haremos más –Susurró regulando su respiración. –Ven aquí –Dijo estirando su brazo izquierdo para que lo abrazara y así fue. Pasé mi mano por su abdomen y respiré profundo. –Buenas noches Blanca nieves.

– Buenas noches –Susurré. Sentí sus labios en mi frente y cerré los ojos.

--

Desperté con un sabor amargo dentro de mí, abrí mis ojos intentando pensar que todo lo de ayer había sido un sueño. Caín no estaba a mi lado y eso también me ayudó. Me puse de pie, entre al baño a darme una ducha y de a poco comencé a recordar, no me podía gustar Caín.

Salí de la ducha y escuche voces afuera, eran los chicos. Me removí inquieta unos segundos sin saber que hacer así que decidí no decir nada. Si Caín me decía algo hablaríamos, pero sino, es porque no recuerda nada de lo que pasó anoche, quizá por eso hoy en la mañana arrancó.

Vi a Ian, Jaxon y Caín tomando desayuno, Annie estaba preparándose algo en la cocina y mi primo estaba encendiendo la televisión. Saludé con un "Buenos días" y me metí en la cocina tratando de no hacer contacto visual con Caín.

– Amiga, despertaste –Me sonrió Annie. – ¿Quieres un café?

– Si, gracias –La miré. –Necesito contarte algo.

– Yo también –Rio.

– Bien, empieza tú.

– No, olvídalo. Tu empezaste –Dijo sirviendo el agua caliente en los tazones.

– Anoche Caín estuvo en mi habitación –Susurré. –Me dijo algunas cosas muy extrañas y... terminamos besándonos.

– ¿Sexo? –Alzó sus cejas.

– No, él se detuvo –Fruncí el ceño. –Pero creo que no recuerda nada, estaba borracho.

– Luego lo descubrirás –Sonrió –No te encariñes con él, de verdad –Sus ojos se quedaron en los míos por unos segundos. –Es un idiota.

– Créeme que lo intento –Suspiré.

– No quiero verte sufrir –Dijo sacando sándwiches que había hecho para las dos. –Realmente lo mataría.

– No sé –Resoplé. –Fin del tema, cuéntame tú.

– Anoche besé a Jaxon –Susurró emocionada. –Nos dijimos unas cuantas cosas y aunque estaba ebrio si lo recuerda.

– ¿Por qué?

– Me saludó con un beso hoy en la mañana.

– No puedo creerlo –Reí. –Annie, tu misma dijiste que usaba a las chicas.

– Si, pero... Quizá esta vez sea diferente –Se encogió de hombros ingenua.

Salimos de la cocina dirigiéndonos a la mesa, me senté a un lado de Annie y en frente de Ian. Caín me observo por unos segundos hasta que se puso a conversar con Dante. Realmente me sentía muy incómoda.

– Ya no se te nota tanto –Me dijo Ian mientras desayunábamos. –Ayer tenías el pómulo muy hinchado.

– Sólo espero que se me quite rápido porque me da vergüenza salir así a la calle –Sonreí y él me sonrió devuelta.

– Hoy habrá una fiesta –Dijo Dante interrumpiendo nuestra conversación. – ¿Vamos?

– Mira mi cara –Entrecerré mis ojos.

– Un poco de base y ya está –Se animó Annie.

– Vamos –Dijo Caín mirando a mi primo. Se veía tan tranquilo, como si en realidad nada hubiese pasado. –Pero necesito dormir porque me duele la cabeza, es como si me hubiesen apuñalado el cráneo.

– Estabas ebrio –Rio Jaxon.

– No recuerdo nada –Rio Caín mirándolo.

Algo dentro de mí dejó de funcionar, Annie me miró de reojo y yo fingí estar bien y que no me preocupaba para nada. Desde un principio supe que estaba borracho y no recordaría nada al otro día, no me debo encariñar con un demonio como él, creo que todos tienen razón al decir que no le importa hacerle daño a alguien, pero bien... No quiero seguir pensando estupideces.

Terminamos de desayunar y los chicos se fueron, Jaxon se dio el tiempo de ir a dejar a Annie y eso me dejó más tranquila.

--

– ¿Irás a la fiesta? –La voz de mi primo me despertó, estaba sentado a mi lado en la cama.

– Si –Respondí algo dormida. –Estaba reponiendo energía.

– Bien –Sonrió. –Son las nueve así que intenta despertar porque a las diez nos vamos –Apretó mi hombro y salió de mi habitación.

Pensé unos segundos en quedarme acostada durmiendo en vez de ir a una fiesta, pero luego pensé que era una mala idea, algo dentro de mí quería encontrarse con Caín. Me di una ducha rápida, me maquille un poco para que no se notaran mis moretones y luego di vuelta el closet buscando ropa la cual ponerme.

– Te ves bien –Dijo mi primo cuando salí al living.

– ¿De verdad? Creo que me puse toda la ropa del closet para sólo volver a esto –Bufé.

– Está bien así –Me sonrió. –Eres linda, siempre te verás linda.

– Gracias –Desvíe mi mirada.

Nos pasó a buscar Ian. En el camino fuimos bromeando y riéndonos. Llegamos a una casa situada en un lugar no tan bueno, parecía cercano a mi antiguo edificio. Me quede a un lado de Dante hasta que entramos al lugar, como siempre había mucha gente haciendo de todo, literalmente de todo... Si me preguntan si estaban teniendo sexo, estaban teniéndolo en cualquier lugar de la casa.

Estuve cerca de mi primo hasta que llegó Annie junto a Jaxon, no había tenido suficiente tiempo para conocer a éste chico, pero se veía bastante relajado aunque tampoco hacia muchos amigos aunque todos querían tenerlo como amigo.

– ¿Caín vendrá? –Preguntó Dante mirando a Jaxon.

– Si, ya debe haber llegado –Le respondió él.

Luego de unos minutos todos estábamos bailando y riendo, todavía no veíamos a Caín así que nos despreocupamos, algo me decía que no vendría.

– ¡Me extrañaron! –Escuché su voz por encima de la música. Lo miré en silencio mientras que los chicos hacían bromas con él acerca de que había pasado a un lugar con una chica equis que no conocía. –Se me hizo tarde, me quede dormido y desperté hace poco –Comentó.

Trate de ignorarlo la mayor parte de la noche, pero en uno de mis intentos de ir al baño a retocar mi maquillaje, ya que sentía que la base se estaba saliendo a cada cinco segundos, lo vi sentado en unos de los sillones con una chica sobre él a horcajadas y besándose, él tocaba su trasero y ella le bailaba en su miembro. Un escalofrío recorrió mi espalda y las ganas de derramarle la bebida en la cabeza no me faltaron, pero debía mantener la compostura pues conmigo no tenía nada. Encontré el baño luego de múltiples intentos fallidos y me senté sobre la tapa del WC algo confundida, no sabía si estaba enojada o dolida, pero siempre intento estar más enojada que dolida. Me miré en el espejo notando que mi maquillaje estaba intacto y decidí no venir más al baño porque se encontraba bastante asqueroso. Salí de ahí dirigiéndome hacia donde estaban los chicos, alguien chocó conmigo y levanté mi vista encontrándome con la de Caín.

– Blanca nieves –Sonrió. Alcé mis cejas mirándolo. –Necesito que hablemos.

– ¿Sobre qué? –Fruncí el ceño.

– Anoche –Sus ojos se quedaron en los míos.

– Luego hablamos, estabas ocupado con esa chica –Dije rápidamente.

– Ya se ha ido –Se encogió de hombros. – ¿Podemos?

– No exactamente.

– ¿Por qué? –Rodó los ojos.

– Porque no se me antoja –Le sonreí. –Voy donde los chicos.

– Son sólo diez minutos, no seas testaruda.

– Bien –Entrecerré mis ojos mirándolo.

Salimos de la casa dirigiéndonos a algo así como un jardín, habían algunos chicos fumando, otros riendo y bebiendo. Caín encendió un cigarrillo y se quedó a mi lado.

– Iré al grano –Su voz se escuchó decidida. –Recuerdo muy poco lo que pasó anoche.

– ¿Y?

– No sé, creo que estuvo muy mal lo que hicimos –Dijo tranquilo mirando hacia otro lugar. –Me refiero a que entre tú y yo no puede pasar nada.

– Ya pasó Caín –Lo miré.

– Lo sé, pero no quiero que siga pasando.

– Ayer me dijiste muchas cosas extrañas –Lo miré. –Deja de buscarme y ya está.

– No lo haré más –Sus ojos celestes se quedaron en los míos. –No quiero que entre tú y yo las cosas se confundan.

– No pasará.

– No estoy confundido, pero no quiero hacerte falsas ilusiones.

– Espera –Sonreí irónica. –No te creas el centro del mundo, no porque nos hayamos besado un par de veces quiere decir que ya esté enamorada de ti –Sus ojos estaban fijos en los míos y yo estaba lo suficientemente segura de lo que hablaba para imponer respeto sobre mis palabras. –El único que ha estado buscándome todo éste tiempo has sido tú, así que basta.

– Lo que me pasa contigo es algo extraño –Comenzó a decir.

– No quiero hablar de eso –Lo interrumpí. –Ignorémonos y ya, sigo teniendo algo contra ti así que se me hará fácil.

– Pensé que estábamos superando el llevarnos mal –Sonrió exhalando el humo de su boca. Lo mire en silencio, la verdad es que no quería encariñarme con él porque sabía que saldría dañada de una u otra forma.

– Voy adentro –Sonreí sin mostrar mis dientes.

– ¿Amigos? –Dijo mostrándome su blanca dentadura.

– Ni eso –Le sonreí igualmente y entré. Mire a mi alrededor hasta que vi a mi primo, me acerque a él enseguida y comenzamos a bailar juntos, nos reíamos y en realidad la mayor parte de la noche la pase muy bien.

--

Esa noche peleaba Caín y yo no quería estar ahí, pero mi primo prácticamente me obligó a venir porque no me quería dejar sola en el departamento. Desde que me ocurrió lo del asalto él se ha vuelto más sobre protector. Me senté aburrida en una de las sillas del lugar mientras que todos estaban dispersos tratando de encontrar un buen puesto para ver la pelea, era obvio que Caín ganaría. El lugar era bastante grande y al parecer la pelea estaba autorizada, eso me hacía estar más tranquila. Miré a Caín mientras hablaba con un tipo, reían y bebían gaseosas hidratantes. El tipo era alto, robusto y moreno, tenía grandes brazos e intimidaba a cualquier ser humano. Vi a Caín voltearse a decir algo a una chica y el sujeto derramó algo en la bebida de Caín, fruncí el ceño confundida por lo que había hecho, pensé que había sido sin intención, pero cuando Caín bebió de ésta él no le dijo nada.

***

BESOPOS XOXOXO

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro