Tintineos de copas resuenan en el reservado del restaurante en el que estamos parte de mis amigos y yo. Hacía años que no nos reuníamos y por fin los astros se han alineado para que todos tuviésemos este día libre. El más problemático para quedar era yo - para variar-, pero ellos entienden que mi carrera significa mucho sacrifico de vida personal y tiempo libre.

- ¡Por el reencuentro de los Lobos! - James vuelve a alzar la copa - Por qué nunca más vuelva a pasar tanto tiempo para estar juntos.

Todos volvemos a brindar y beber de un trago mientras nos miramos entre todos, rentándonos a ver quien acaba antes y quien el último. Vieja tradición que comenzamos cuando empezamos a salir: Kary, Scott y Jamie nunca eran los últimos ni los primeros, Amy y James en cambio siempre tardaban en beber cualquier cosa. No, la batalla de verdad siempre era entre Barbara y yo: solíamos acabar casi al mismo tiempo, pero nadie podía decidir un ganador puesto que todos seguían bebiendo.

Por lo que hoy no podía ser una excepción, nos miramos mientras vaciamos nuestros vasos a la mayor velocidad que podemos. Golpeamos nuestra mesa con nuestras copas vacías al mismo tiempo y al poco, todos nuestros amigos se ríen al ver que no hay un ganador claro, como siempre.

Me arrepiento de beber del tirón: me mareo al momento de dejar el vaso en la mesa. Hace mucho que no bebo alcohol por mi trabajo y para mantener una dieta sana; e ingerir dos vasos llenos de la cerveza me acaban de dejar muerto.

Pero mi atención vuelve a la reunión al escuchar mi nombre en una conversación en la que no participo. Sonrío y vuelvo al mundo real.

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Llega la tan esperada comida y nos lanzamos a ella mientras comentamos historias de nuestras vidas que el resto no sabe. Kary y Jamie son los únicos que han mantenido el contacto y saben más detalles que nosotros; pero es cuando empiezan a terminar las frases del otro cuando los demás nos miramos con complicidad.

Entre esos dos siempre ha habido una química especial que a lo largo de los años ha ido aumentando. Hoy más que nunca lo estamos notando. O puede que yo lo esté notando porque voy por mi séptima cerveza y veo cosas que me encantaría que pasarán. Todo va bien si no tengo que ponerme en pie; aunque creo que mis compañeros están igual que yo, o eso espero.

De pronto, el tema de conversación cambia drásticamente: a mí. Preguntas sobre mi vida amorosa aparecen, algunos me preguntan por Scarlett, Lizzie y por mi exnovia Dianna, pero yo niego con la cabeza, saben que no puedo hablar de eso. Bar es la única que no dice nada, solo observa la situación y se ríe discretamente.

Pido otras dos copas para sobrellevar a los cotillas de mis amigos. Cuando llegan las bebidas, le paso una a Barb y me acomodo en mi silla. "Has tenido algo con Haylet Atwell, ¿verdad?" surge la preguntar al recordar que compartimos tiempo juntos en uno de los muchos eventos de Marvel y se filtraron varias imágenes de nuestra amistad, cosa que varia gente confundió con una relación amorosa en secreto.

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"No vas a beber más Sebastian. Mañana grabas y no puedes ir con resaca. Además, son escenas de ejercicio físico y vas a estar para el arrastre" me repito mientras miro un punto en concreto del restaurante.

Debo llevar así lo menos diez minutos. Ahora solo bebo agua y respiro profundamente. Parece que el efecto del alcohol se me ha bajado un poco. A diferencia de los demás, yo paré de agregar alcohol a mi cuerpo hace un rato, mientras que ellos siguen bebiendo si quieren más.

- ¡Sebs! ¿Qué te pasa? - pregunta James, en frente de mí. Todos me miran.

- Nada, nada - aclaro con una sonrisa. Deben de pasar que me dio un bajón al mirar a la nada con cara de póker.

- ¿Cómo que nada? Tú estás mal - asegura Scott, quien pone una mano en mi hombro - No nos engañas.

Intento aclarar que todo está bien, nada me pasa, estoy perfectamente feliz con ellos, pero siguen en las mías.

- No estás bien - se mete Jamie - Pero si llevas mirando a la nada un buen rato. Sebs está borracho.

Mi amiga empieza a canturrear y todos reímos. Ahora lo entiendo, ellos se referían a que estoy mal por haber bebido, no de estado anímico. Mi sonrisa va cayendo poco a poco. No sé porque siento decepción al descubrir que mis amigos se preocupan si había bebido demasiado y no por mi estado emocional. Tampoco les puedo culpar, no tengo motivos para estar triste, ¿no?

La vida me trata bien, muy bien para ser justos. No me falta nada, no me puedo quejar; solo de la poca intimidad que esta vida me ofrece. Lo peor de este trabajo es no saber quién se acerca a ti es por admiración, aprovecharse de tu situación, simplemente quiere hacer un amigo más... Más de una amistad de verdad me ha costado, sin contar relaciones personales.

Bien, ahora sí que tengo bajón. Que listo eres Sebastian, muy listo. ¿Acaso estoy haciendo algo de provecho en esta cena? Claro que les echaba de menos, y salir a divertirse nunca está mal, pero no sé si ellos consiguen aportarme algo. Lo llevo pensando demasiado tiempo, últimamente me siento solo en el mundo, pero a la vez rodeado de gente y, esa es la peor soledad del mundo: en la que no estas realmente solo porque estudian todos tus movimientos, palabras, entrevistas, salidas solo o acompañado como ahora. Tengo la suerte de tener unos fans que me apoyan y no suelen sobrepasar la línea de fanáticos.

Pero en el momento de la verdad, estoy solo. Lo peor es que no puedo hablarlo con nadie sin contar cosas que no debo y no poder confiar en la gente... Es simplemente agotador y frustrante.

La respiración se me está cortando, las manos me empiezan a sudar. Dios no, otra vez no. No en este lugar ni momento. Hacia un año que no sufría ningún ataque, ¿por qué ahora? Les voy a estropear lo que queda de tarde. No puedo hacerles eso.

Me levanto un poco torpe y les digo que me están llamando. Salgo fuera del restaurante y respiro todo lo máximo que puedo. El aire frío de Octubre me calma. Las manos han dejado de temblarme, pero la respiración sigue inestable. Por lo menos estoy al aire libre y no siento que las paredes se van haciendo cada vez más y más pequeñas.

Mi mandíbula se tensa. Odio que me pase esto, me había prometido a mí mismo el día que casi salgo corriendo de una premiere en la que unos fanáticos habían derribado las vallas de seguridad e iban corriendo hacia Scarlett y a mí. Un año... Un año sin incidencias... Todo hecho a perder por... ¿por qué? ¿Unos pensamientos tontos?

Por pensar en cosas que no toca en este momento. "Diviértete" me reprime la vocecita que estoy empezando a odiar; solo dice cosas sin sentido que no me ayudan. "Diviértete" "No lo pienses más" "Sal de casa, no va a pasar nada malo" ... Esa voz no me entiende, aunque a veces la puedo hacer callar con alcohol, pero a mis padres y amigos no puedo hacerles callar cuando se ponen pesados.

No entienden por lo que estoy pasando, nadie lo entiende. Ni si quiera tengo ganas de explicárselo a más gente, ¿para qué? Solo sería una situación incómoda más, personas intentando animarle sin conseguirlo, rumores...

Un pañuelo azul muy claro aparece en mi campo de visión. Sigo el brazo hasta llegar a una chica morena, de ojos marrones y pelo liso. Automáticamente llego mis manos a los ojos y me quito las lágrimas que no sabía que tenía.

Al momento de hacer eso, me doy cuenta que ella me estaba ofreciendo algo para hacer lo que yo acababa de hacer y lo cojo con un intento de sonrisa.

- Perdón, me sale solo - la disculpa sale de mis labios por sí sola. Al momento lo agradezco para sonarme la nariz.

Ella ladea un poco la cabeza y creo ver una sonrisa.

- ¿Estás bien? - su voz es suave.

Quiero decir que sí, entrar y olvidar todo este día, decirles a mis amigos que me tengo que ir a casa por motivos familiares y esperar que nunca vuelvan a querer quedar. Pero esa palabra nunca sale de mis labios, simplemente sigo mirando a esos ojos marrones que esperan pacientes una respuesta. ¿Sabrá quién soy? No lo parece, está tranquila y de verdad parece interesada en mi bienestar actual. Me fijo mejor en ella, tiene los ojos ligeramente rojos, al igual que el borde de su nariz.

- ¿Tú estás bien?

><

Y... Final!! Llevaba con este OneShot en la recámara mucho tiempo y por fin me he decidido a subirlo. La verdad es que he dejado una gran parte de mí en él, sobretodo porque una parte de la historia es verídica (¿cúal? Un gran mago nunca revela sus trucos)

La verdad, lo había pensado como una única parte, pero si gusta mucho, puede que suba la segunda parte. Pensada la tengo y tengo una frase que llevo queriendo usar desde hace mucho, pero en esta parte no me cuadraba mucho, así que todo depende de vosotros ;)

Nos leemos y os loveo <3