Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Cαρíƚυʅσ 25: Iɱρɾιɱαƈιóɳ

Los ojos se sentían pesados, su cabeza parecía entumecida, ¿cuánto tiempo había estado durmiendo? ¿que día era? Exhalo el aire pesado de sus pulmones, una vez hecho eso lleva su antebrazo a posar sobre sus ojos, rozando su frente, empezando una respiración tranquila intentando recobrar sentido desde antes de haberse quedado dormida.

La noche se hizo presente frente al recuerdo. Las caminatas tranquilas la reconfortaban con el bosque haciendola compañía, pensando en su padre y cuánto lo extrañaba, los rayos tenues de la luna iluminando el camino.

Ambar, el color ambarino de un objeto brillando en la oscuridad, el recuerdo se hizo nítido al tener el objeto entre sus manos.

Un ojo de vidrio.

Un ojo que luego se removió entre sus manos.

Después de eso, el recuerdo pasa a la silueta femenina recostada en el arbol, sus palabras, el ambiente y el aspecto habían hecho mella en ella.

El ambiente se había vuelto mistico y misterioso.

Pero su respiración acompasada se encriptó al escuchar limpiamente sus palabras.

"Serás perfecta."

"Tienes lo que se necesita para ser una mujer hecha y derecha. Por lo que, Leah Clearwater, te ofrezco la libertad de tu esclavitud mortal. Sé la próxima Catrina, mi descendiente."

Luego las voces molestas de los demás retumbando en su mente, ellos tenían contacto con esa mujer extraña. Ni siquiera estaba segura si todo eso fuera un efecto secundario, no, no podía ser.

Su padre había estado investigando en las ultimas noches acerca de una Catrina envuelta en un mundo de fantasía, un mundo después de la muerte, el más allá.

No entendía muy bien porqué andaba investigando eso en sus tiempos libres. Sin embargo, su madre tambien andaba teniendo una relación extraña con una mujer que no conocía.

El aroma de esa mujer era de menta y eucalipto.

Suspiró profundo deslizando su brazo al sentir como alguien se abalanzaba sobre ella.

-¿Seth?-jadea ahogado al sentir el peso muerto.-Joder, quítate tonto.

-Leah, me tenías muy preocupado, dormiste mucho más de lo que todos esperabamos ... me preocupaste, temía que también te perderíamos -dice Seth en un gemido sollozante.

-Tks... solo me quedé dormida por un día. No vayas a ser dramatico-dice Leah abrazandolo y dejando caer todo su peso en su pequeño y tonto hermanito.

-Ugh...Leah...no respiro...

-Sientelo, me quitaste el aire con tu bala de cañon, hermanito.

-Pero si solo fue un abrazito.-se queja Seth- Además, no fue un día, fueron tres días. Hermana enserio, no vuelvas a asustarnos así, te trajeron inconsciente, además Paul y Jared no dejan de decir que fue por la Catrina, que por cierto, ¡fue cool como la enfrentaste! Mi heroína, aunque mucho de lo que compartieron por el enlace no comprendí, ¿como es eso de Catrina?-pregunta emocionado y curioso el pequeño Seth.

Si seguía suspirando como lo llevaba haciendo estaba segura que se quedaría sin aire. Aunque ni ella misma podía entender a lo que se refería. Si bien, los pensamiento como manada eran pesados, no podía pasarlo bien cuando la mayoría sin querer o tal vez a posta, Sam recordaba a Emily y verlo de esa manera juntos. Le dolía. Era una real mierda. ¿cómo podía los malditos cojones de ser tan insensible? Pero aunque su madre le hubiera explicado sobre la ley más importante de la tribu, la imprimación y que era algo que no se podía evitar.

Solo no le bastó. Se sentía como una excusa barata por haber jugado con sus sentimientos.

No se lo perdonaría aunque la vida le fuese en ello.

Odiaba a Sam... lo odiaba por abandonarla. Por hacer que la tribu la mirase con lastima siempre que salía.

Pero claro, ya no se dejaría amilanar por nadie. Nadie más jugaría con sus sentimientos.

-Bueno mocoso, vamos a desayunar, me muero de hambre.

-Y allí volvió mi hermana gruñona, que aguafiestas, quería saber mas detalles de primera fila pero solo me ignoras, eres cruel Leah.

-Son asuntos de adultos, Seth. No hay nada más que decir.

-Te aprovechas de la edad. Te voy acusar con mamá.

Seth se marchó rapido hacia la cocina, dejándola sola. Sin embargo, sentía una mirada en su nuca, como si alguien la estuviera mirando desde la ventana, pero al dirigir su vista hacia ese punto; no había ni un alma viva, nada.

-Debo calmarme, si no, me volveré loca.

Se levantó, primero se duchó y luego directo al desayunador. Besó a su madre, charlaron un poco, dijo que se cuidara y que no demorara tanto en el bosque.

También la regañó por el susto de muerte. Claramente la apreciaba, era una ejemplar madre, pero cuando se ponía de esa manera. Si que la sentía pesada. Sin embargo, le agradeció y se retiró.

Debía intentar al menos sobrellevar el hecho de convertirse en un lobo mutante, era un extra mas despues de tanta burla en su propia sociedad. Podía con ello y más. Nadie mas la dejaría sentirse debil, otro día mas.

Por el camino del bosque se había cruzado con Sam quien la había dicho que tenía guardia con Jared y que no dudara en decir si algo la molestaba.

Claramente no dudó en decirle que se guardara su lastima para otra persona. Y si ser malhablada le dejaba con mejor sabor al quitarle en claro cuanto le disgustaba su presencia, la aprovecharía siempre.

Sam reservado se marchó. Solo una mirada seria que en el fondo parecía tener espejismo de culpa. Sin embargo, no se creería eso ahora de él.

Todo lo que recordaba de él, todo había cambiado y siempre se sentiría incomoda con él. Nunca le perdonaría con lo que le había hecho, una vez que llegó la noche cada uno se fue por su lado. Jared sin duda se había quejado mucho de ella. Pero no le haría caso, debían soportarla, ella no quería ser esto, y sin mas lo era.

-Realmente me sorprende la capacidad que tienes, yo no tendría consideración con ningun hombre a la redonda.-la voz femenina había sonado en el bosque, tensandola enseguida.- ¿realmente estarás aceptando las ordenes del que alguna vez te dañó? -preguntó mordaz y elocuente la voz.

La buscó nuevamente y la encontró sentada en una roca en medio del arroyo que dividía ambos territorios, el suyo y el del Clan de chupasangres.

Eso a ti que te importa. Es mi vida. Puedo con esto y más.

-Hmp, esa mirada en el reflejo solo me da a pensar que las palabras bonitas saldrán costosas de ti. Así que, diría que podría mas y por eso, te he ofrecido mi puesto, ser catrina te dejaría fuera de la manada sin consecuencias. Te librarías de cargar tanta pena y sentenciar tu alma, en el más allá inclusive está tu padre.

¿qué? mi padre... papá.

-Si aceptas ser la Catrina debes saber que tu misión es velar por los muertos del más allá. Las peleas con los neofitos son una porquería comparados con la adrenalina de pelear con los demonios y seres olvidados. Tendrías adrenalina de sobra, la festividad tal vez te agote pero, al menos en el día de los muertos, cada 31 de octubre podrías visitar a tu familia. Así como lo hará tu padre.

Escuchar su voz tan calmada, frivola pero con esa pose de despreocupación dejando que el borde del vestido dejase perder petalos de las rosas rojizas era una escena bastante extraña.

Por lo que, sabía que si no le contestaba debidamente y no estando en forma lobuna nunca podría deshacerse de la mujer. Enseguida fue tras un arbol, buscó sus prendas y se vistió.

-No entiendo porque me eliges, ni siquiera entiendo tu mundo. Además si es por mi padre, como has dicho puedo volver a verlo... el 31 de octubre asi que... allí esta tu respuesta.

-Señorita Leah, no puedo permitir que me rechace la oportunidad de vivir en paz. Si el mundo de los muertos no tiene una Catrina antes de mi marchar, el mundo que conoces se deteriorará. ¿acaso quieres ser una mortal martirizada por los recuerdos de un hombre que no te ha valorado ni un fragil pedazo de alma? Esos lobos no valen la pena. Siempre se quejarán de tu presencia, el único que aun está para ti es tu hermano el resto... solo se preocupa por si mismo.

-Usted no sabe nada de mi como para hablar así.... metase en su vida.

-no me hace falta saber de ti, si ya tu alma se siente lo suficiente dañada. Te hará mal estar con gente tan malagradecida. Ven conmigo, tendrás la oportunidad de tener un guardian de la especie que desees, te protegerá y tu a él. Serás la protectora más adorada por tus heroicas ofrendas de paz. Podrás vivir con tu padre, si quieres puedes visitar a Sue. Nadie te detendrá. Serás tu propia fortaleza, solo debes cuidarlos a ellos... realmente no son así de fuertes como lo eres tu...

La veía mover sus pies huesudos bajo el agua del arroyuelo, pero sus manos parecían estar agrietando la roca donde reposaba. Por lo que, no puede callarse ante tales palabras dichas, realmente no entendía porque le quería dar todo ese peso a ella. Solo era una humana, mitad loba pero no era tan fuerte como parecía serlo ella.

-Te seguiré diciendo que desperdicias tu tiempo en mí. No soy tan fuerte como para proteger a mas que solo sea mi familia.

-Ellos también formaran parte de tu familia. Si no los proteges, no podrás proteger las almas de los difuntos, de tu padre y de los que vendrán. Yo... ya no puedo seguir en la obligación.

La última frase había logrado que el corazón le de un retargo, ¿por qué le molestaba su forma de hablar? ¿porqué le incomodaba su presencia? ¿porqué sentía que le estaba ocultando algo importante?

-¿Acaso no tienes más ganas de protegerlos y ya te quieres deshacer de esas personas? No va a ser que la gran Catrina ya este harta de ser tan responsable, ¿acaso la vegez te esta afectando? Leí en los libros que eres ... conocida por embustera. ¿acaso los hombres tambien te han dañado o haz sido tu quien los dañaste ?

Las palabras soberbias pero claramente a la defensiva habían cobrado vida y salieron de sus labios sin siquiera evitarlo. Algo en ella, no podía contener la rabia, la impotencia y la molestia que esta cercanía le molestaba.

Pero al ver a la Catrina romper parte de las rocas con sus manos. Y el ambiente tomar una tetrica y fría velada. Supo que la había cagado. Tal vez tocó terreno que a ella no le gustaría...

Cierto, ella había empezado. Ella había tocado su yaga primero.

Se lo merecía. O eso quería creer.

-Esa gente a pesar que me menosprecie como lo hace tu tribu a ti, a pesar de todo hay gente que aun vale la pena entre ellos, los niños no son los culpables. Pero... Joven Clearwater, ya no puedo seguir el ritmo de protección porque yo estoy siendo olvidada. Y ser olvidada significa morir, la extinción para siempre de ambos mundos. Y quiero creer que si tan solo consigo dar mi ultimo aliento a alguien mejor, nada habrá sido en vano.

-Pero, ¿n-no era que era eterna usted? En los libros y leyendas dicen...-fue interrumpida por una risa fría y carente de sentimientos, de amabilidad.

-Los rumores, los chismes que rondan por el mundo de los humanos, ¿como podría no faltar? -la Catrina se alza con firmeza y recta enterrando sus piernas en el arroyuelo, su voz ya no tenía una voz débil y pasible- Nada es diferente a lo que ves aquí, querida Clearwater es que nadie se ha regido en esas historias sin considerar o dejar de lado su hipocrecía. He sido maldecida por mis actos del pasado y mi vida se extingue a cada paso, no soy eterna. No soy lo que ves, pero entiendo, te he creído por la fachada que tienes.

Una vez dicho aquello su sonrisa se vuelve terrorífica, ya ningun atisbo de tranquilidad o burlon se nota en el rostro. La luz de la luna ya no daba ese aspecto misterioso, solo era lúgubre.

-Y-yo... no sabía. Me pasé lo admito. Pero es que usted ha tocado mi ....

-Solo devolviste mi mal humor con la defensiva natural. Es normal, todo humano lo hace. Me he olvidado que hablo con uno. Mis disculpas excelencia de la humanidad.-dijo enaltecida en la voz al dirigirse a ella con una reverencia-perdone a esta calavera vacía de haberle tocado un tema tan suceptible como aquello.

Por cada palabra que decía, la sangre le engullía. Los puños se fueron apretando.

-¡CÁLLATE DE UNA VEZ!

El gruñido que surgió de su garganta era amargo.

-No me callo porque no me da la real gana. Ya mucho tiempo me he callado, pero estoy harta, harta que la humanidad carezca de conocimiento real acerca de lo que soy. Soy una mujer que se preocupa por el riesgo de todos, gracias a que estoy aquí tu padre está a salvo y no perdido en el limbo porque lo he guiado a mi mundo. Refugiado por mis guardianes y yo... yo cuidado de su vida, de su existencia. Si vuestra existencia se olvida se rompe el equilibrio natural.¿sabes cuan hipocrita es la gente cuando no sabe la realidad de la vida entera? ¿s...-iba a seguir acercandose la Catrina infundada enojada y fuera de si, si no fuera porque la arrojó contra el suelo.

-No te estaba desvalorando maldita mujer. Callate por una vez de todas. Joder.

Ambas forcejean, el crujido de los los huesos que agarraba, Cahaya's forcejea bastante inundada en impotencia y dolor, por sobre todo amargura.

Aunque nunca lo admitiese, ella si había sentido dolor ante esas palabras. La había dañado.

-Solo dejas que tu lengua resbale cualquier palabra sin fundamento. Bueno, ¿sabes que? Me importa mierda las excusas has dicho algo muy claro. Tu corazón dijo que no me interesa el resto, te burlaste, dijiste fuerte y claro cada palabra. -dijo rencorosa ella tras un crujido de hueso, la intimidó.

Disminuye la fuerza que generaba por el coraje y alarmada siente como la mujer la vuelca hacia el suelo. Intercambiando lugares.

La voz se le muere en el camino al sentir el roce de huesos contra su cuerpo. Realmente era un escalofrío tenebroso de palpar física y realmente imposible de imaginarse con anterioridad.

-¿Sabes porqué quería que fueses la Catrina? Para evitar que mueras conmigo. Quería que el enlace con la tierra de los muertos te pudiera mantener viva. Porque si... has llegado tarde, ¿sabes porqué? Porqué cagamos la relación y lo que podría mermar el futuro. Recién por el orgullo que nos doblega.

-¿Qué? ¿A-a qué refieres? No te estoy entendiendo ni una mierda-espeta nerviosa al tener aquel rostro muy cerca suyo pero entre la gran rosa puesta en el lado izquierda y la derecha cubierta por el poco cabello.

Pero la duda muere al verla tirar la rosa roja lejos de su craneo, y su cabello apartado, sus ojos se enlazaron con ese color ambarino en el craneo haciendo uno con el cuerpo.

El aire se le escapa de los labios al sentirla temblar y sentir como cada hilo que la mantiene con firmeza en la tierra se van uniendo a la mujer calaverida que muy a duras penas se nota un halo espiritual en su interior vibrando muy a duras penas, la vida estaba palpitando muy levemente. Su corazón se encoge y las lagrimas empiezan a caer aglomeradas por las mejillas.

No podía creerlo, lo que estaba viendo, los hilos que la ataban a su madre y su hermano, la tribu y lo que conoce. Los enlaces con la manada pasaban a ser secundarios, ella era su vida, su respiro de aire.

Por ella su corazón estaba palpitando, ella no estaba bien, ella no le estaba mintiendo, no estaba dramatizando la situación.

-Q-quería evitarte... quería que no sufrieras por mi culpa. No iba a meterme en tu vida. Pero las excusas fueron acercandome a ti. El conocer a tu madre, el guiar a tu padre... todo me llevaba a ti. Quise ignorar todo para no llevarte muerta conmigo. Yo...yo ya no tengo salvación. Leah, espero que algun día me perdones realmente te iba a dar una vida lejos de mi.... pero me mata verte sufriendo por un maldito hombre. El egoísmo...

Al escucharla con aquella voz apenas saliendo de aquella mujer. Su mano y fuerza empezaba a carecer de motivo. Los crujidos y temblores no paraban siendo insufribles los sonidos. Sentía que esa cruda realidad era una pesadilla, una cruda y maldita perra con ella.

Pero antes de siquiera poder decirle algo o pensarlo, la mujer cae a un lado, desmembrando en el camino, mientras apenas el brillo de su cuenca vacía empieza a titilar.

-Tienes todo el derecho de odiarme, solo yo...soy la culpable de esto... y realmente espero... que el día en que deje... de existir s-solo tengas b-buena vida lejos de mi maldita presencia...

-C-callate por favor... e-esto no me esta pasando... yo... n-no puedes...no puedes decir algo como si ya estuviera dicho, joder-dice entre lagrimas amargas.

La Catrina tal solo se observa su antebrazo y mano dirigido al cielo nocturno, la luz traspasaba sutilmente tras sus huesos.

-Sé que el destino es un maldito perro, sabía que yo no debía tener ningun enlace, yo no lo pedí, sé el riesgo y es por eso te apreté en abarcar el cupo de ser la proxima Catrina, sigas asi viva para solo estar con tu gente ... porque seamos sinceras... Leah yo no valgo la pena.

Al decir aquello Leah agarra con coraje la mano huesuda no queriendo que esa fea imagen sea real. Pero el frío pero mentolado ser estaba destinado para ella.

Su motivo por el estar viva. Su hilo de vida estaba en ella.

Pero el miedo la acojonaba el ser, temía morir y perderse.

Temía el haberse imprimado.

Porque no se había imprimado en un ser comun ni mucho menos en un hombre.

No estaba ni feliz ni disconforme. No iba a soportar estar con un hombre con la desconfianza que sentía ante ese género después de lo que le pasó.

Pero ... al ver que ella se moría. Y su única salvación de aun tener un ancla era ser su impronta.

Hacer lo que ella necesitase. Ser lo que ella necesitase. Lo haría. Porque no le interesaba ser parte de la manada con el idiota de Sam. Pero se sentía muy insegura, no sabía si admitirlo en voz alta.

Pero antes de que pudiera hacerlo, un fénix, un zorro y una salamandra se acercaron a ellas.

Sin embargo, la Catrina solo estaba emitiendo pequeñas ondas de interferencias mientras se la observaba difusa.

-Tranquila, ya llegamos.-dijo el zorro, mientras que se alejaba levemente del cuerpo.

El Fenix toma una forma humana y la toma en brazo, mientras que la salamandra y el zorro unen cada pieza al esquelo las llamas de fuego empiezan a consumirla como un manto.

-¿Q-que le hacen? ¿quienes son?

-La sanamos un poco... intento darle un poco de mi energía vital... soy su guardián. -dice entre lagrimas el hombre con la silueta en llamas y pico de alcon.

-Nosotros el ying y el yang, sus guardianes del equilibro de su ser. Soy Luxhos y creo que sería justo que usted señorita nos acompañara a su hogar. -dice la salamandra observandola con preocupación.

Se empieza a limpiar las lagrimas al verla tan debilitada.

-No esta muerta, solo ha caído en un sueño reparador. Ya veras como pronto despierta para mandarnos a la mierda-dice un poco burlon el zorro, o al menos la mirada parecía juguetona.

-Yo... esta bien... ¿pero porque a mi casa?

-Donde estes, bastará con estar. El fenix solo le prestará energía el resto, con su cercanía ha de bastar.-dice nuevamente el zorro.-Por cierto, soy Bhejo, el demonio del orgullo. Es un grato placer conocer a la pareja de mi pequeña Catrina.

Pero para su lastimosa vida, aquello fue lo ultimo que pudo escuchar antes de ver la nada de la oscuridad.

Realmente el cansancio era lo peor que podía haberle cegado en un momento como este.





》》》》》》》》》》》》》》
Y en definitiva, fue drama pura.

Aunque la Catrina fue quien dio el paso, no el dúo de guardianes errantes. ¿porque habrá sido?

¿que pasará en el proximo capitulo? ¿me salió muy dramático?

¿Era de esperarse la reacción de Leah vs la Catrina como se presentó hoy?

Nos leemos pronto!

Saluditos!!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro