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Estrés Bajo Mi Piel



    El lugar tenía dos plantas y un lugar para el jacuzzi. La segunda planta tenía una zona abierta en el suelo haciendo que los bordes sean cubiertos por barandas,es decir,era un balcón que dejaba que los que estuvieran allí arriba pudieran ver a los que bailaban y tal. Aquella figura femenina vestida con prendas masculinas se fue acercando al chico de lentes que estaba muy entretenido disfrutando de una buena charla con sus amigos en el segundo piso. La música allá arriba no era tan fuerte como en la primera planta así que se disfrutaba de lo que compartían sin tener que gritar tanto.

"Juan." la voz profunda de la chica llamó la atención del llamado haciendo que dejara de hablar con sus amigos para verla con una sonrisa.

El chico se levantó con su cerveza en la mano para extender su brazo y así abrazarla. "¡Espe! ¿Qué pasa,amiga? ¿Todo bien?"

"Sí,sí." Murmuró correspondiéndole rápido el abrazo. Tan pronto se separaron lo miró algo sería. "Hay un tema..del que te quiero comentar." Le dijo mientras les daba una mirada rápida a los chicos sentados en el sofá mientras que también se tomaba sus propios dedos entre sí.

Pero la sonrisa de Juan no se había borrado. Bueno,no todavía. "Claro,cuéntame." De fondo estaba Carrera echándole cerveza en la boca a Roberto al mismo tiempo que los demás se reía pues era un reto que este último perdió.

"Es tu esposa." Él frunció el ceño un poco confundido sin dejar su sonrisa. "Tienes que verlo tú mismo.." y con su mentón indicó al balcón.

El de lentes extrañado la miró raro unos momentos antes de ir al barandal. Al estar allí pudo observar como todos bailaban y disfrutaban. No vió nada raro. Cuando sus ojos llegaron a su esposa no supo que pensar sobre ello. La castaña estaba bailando agarrada de aquel chico de cabello largo moviendo sus caderas contra él mientras este último agarraba la cintura de ella. Todo esto mientras ambos se cantaban la letra de la canción con emoción y demasiado cerca.

"¿Dejarás que sigan así?" Murmuró la chica a su lado muy cerca de él. "Llevan todo el rato bailando muy cerca.." Solo empeoraba las cosas y lo sabía a la perfección. "La agarra y la atrae como sí fueran...algo más." El ceño de Juan se fruncía con cada cosa que decía Espe. "Le lleva invitando bebidas toda la noche sin parar."

Y como dice el refrán: Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad. Juan comenzó a ver cosas donde no las veía. Esas sonrisas que intercambiaban ya no las veía tan normal. Las manos masculinas en la fina cintura de la chica las comenzó a ver como una insinuación. Las letras de las canciones que se cantaban ya no parecían simples letras,aquella maldita letra de Quevedo le hizo ponerse rojo del coraje: "Quédate,que las noches sin ti duelen.Tengo en la mente las pose' y todos los gemido'.Que ya no quiero nada que no sea contigo." Y la forma en la que se la cantaban tan felices. Ahora entendía el porqué se habían tardado tanto cuando ella se supone que se estuviera maquillando tanto en su habitación.

"Sabes que solo te lo digo porque me preocupas.." murmuró Espe.

Pero todo el plan de la española cayó al suelo cuando Juan,lejos de que se deprimiera o algo,dejó su bebida para ir directo a las escaleras y bajar. La ira corría por sus venas,mismas que resaltaban de lo mucho que apretaba la mandíbula. La chica se quedó allí tratando de llamarlo pero siendo ignorada en el proceso. Juan llegó a la planta baja y trató de nadar entre todas las personas que bailaban divirtiéndose. Cuando llegó a donde la pareja tomó a su esposa del brazo para sacarla de allí desconcertando tanto a la chica como al otro chico.

"¿¡Juan?!" Gritó Ari confundida entre tanta música.

"¡Nos vamos!" Fue la única respuesta que tuvo del chico de tatuajes antes de salir del lugar casi pateando al gorila de la entrada.

Alex se quedó confundido viendo como la chica era arrastrada en contra de su voluntad. Los había perdido entre tanta gente,para cuando salió de la pista de baile ya no los veía por ningún lado. "Puta madre.." murmuró el chico ahora preocupado de que pasaría con ella. La última mirada que recibió de ella fue una algo confusa y a la vez preocupada,Alex no podría dormir con aquella expresión en la cabeza. Debía saber sí su amiga estaría bien. Fue allí cuando comenzó a tener comezón en los brazos.

Entre tanta confusión y preocupación sintió como le tomaban el hombro. Por instinto volteó encontrándose con el trio de chicos que llevaban viéndolo desde lejos sin que él supiera,solo que la única vez que le quitaron el ojo de encima para ir a buscar alguna bebida fue cuando sucedió el ataque de celos del streamer de lentes. Los tres chicos parecían que habían hecho una mini carrera para ver quien llegaba primero al premio: el chico de gorro,Alexis.

"¿¡Ya estás disponible o hay que hacer fila para bailar contigo?!" Le preguntó el moreno con gorra alzando la voz mientras empujaba un poco hacia atrás al más alto de los tres. Más que pregunta parecía broma y es que lo era.

"No estoy para esto ahora." Se dijo Alex a si mismo comenzando a caminar hacia la salida con prisa mientras se rascaba el brazo con insistencia.

"¡Alex!" El otro chico moreno le llamó antes de que saliera pero fue ignorado,el chico de cabello largo estaba muy preocupado por su amiga como para prestarles la atención que tanto parecían querer.

...

Alex sintió el frío de la noche chocar con su rostro al estar fuera del lugar del evento. Miraba a la derecha,miraba a la izquierda,pero nada. No estaba aquel auto que lo había traído en un principio.

"¡Puta madre!" Gritó algo molesto apretando los puños.

"¡Alex!" Otra vez aquella voz, Aldo lo llamaba mientras sus pisadas y otras más se acercaban. "¿Qué pasó,wey?" Preguntó al estar cerca del sujeto en cuestión.

"No quería que te enojaras por mi comentario,solo estaba bromeando." Roier se acercó un poco para disculparse pero sus palabras fueron ignoradas.

Alex se cruzaba de brazos para tomar su mentón con una de sus manos agachando un poco la mirada sin dejar de darle pequeños toquecitos al suelo con su pie. "¿Ahora como mierda iré?" Su mente estaba en buscar soluciones para ir al hotel de sus amigos y ver sí Ari estaba bien.

"¿Te quieres ir?" Preguntó el más alto de todos inclinándose un poco a un lado para verlo.

"No— Sí—Maldita sea.." Respondió trabándose en corto moviendo su mano negando con esta frustrado pues no podía pensar con ellos allí encima de él hablándole. "¡Denme un momento!" Pidió alzando la voz.

"Creo que está estresado,deberíamos dejarlo en paz.." murmuró la voz de Aldo,mismo que se tomaba la nuca mirando a el chico de gorra y al otro de lentes.

"..Sí,wey,está a punto de explotar. Hay que dejarlo quieto. Vámonos." Ahora era Roier el que hablaba.

Osvaldo asintió luego de darle otra rápida mirada al licenciado,luego se metió las manos a los bolsillos buscando las llaves del auto pues sólo habían ido por Alex,los tres lo sabían y sí él estaba tan estresado que no podía ni hablarles,pues se irían de vuelta a la casa. No había caso en quedarse.

Tan pronto se alejaron un poco caminando al auto y sacaron las llaves haciendo sonar la alarma,Alex los miró abriendo los ojos enormemente,nuevamente parecía conejo de película animada con las orejas arriba. "¿Vinieron en auto?"

Los tres chicos se miraron entre si callados y algo confundidos. Mariana volteó a el chico de gorro y asintió. "Sí.." temía decir algo más y hacerlo enojar. Ya de por si sabía que Alex estaba enojado con él o algo,no quería empeorarlo.

"Nosotros vinimos en el auto que rentamos,podemos llevarte a la casa sí es eso." Aldo fue quien ahora hablaba.

Alexis ya no estaba en estado para hacer la ley de hielo con ellos. "¿Pueden llevarme al hotel donde se están quedando Juan y Ari?" Preguntó rápido volteando a ellos del todo.

Los tres se volvieron a mirar entre ellos confundidos. "Sí,no hay pedo. Súbete." Mariana dijo sin más.

Los cuatro fueron al auto. Roier abrió la puerta para Alex y este se subió rápidamente para luego ser seguido de el moreno. Al otro lado de la parte de atrás se subía Aldo así dejando al pobre chico entre ambos morenos,mismos que se miraron retadores por unos segundos.

"No sean cabrones,hay espacio al frente." Osvaldo se quejó regañándolos mientras se ponía el cinturón de seguridad ladeando la cabeza hacia ellos.

"Tú cállate y conduce,mi perro." Aldo le dijo al instante.

El de al frente rodó los ojos y comenzó a conducir sin más. En la parte de atrás del auto no se perdió ni un segundo para que la batalla comenzara. Parecía que tanto Aldo como Roier tenían falta de Alexis Quackity pues no lo dejaban en paz con preguntas o sutiles toques de cabello o pierna. Alex solo rodaba los ojos sin disimularlo. Fue tanto el acoso que sintió que en mitad del trayecto con el auto en marcha se pasó al asiento de al frente. Aldo culpó en murmullos a Roier y Roier culpaba con toda su bocota a Aldo,pero al frente del auto en el asiento del conductor,Mariana sabía que era culpa de ambos.

"¿Porqué quieres ir tanto hacia allá?" Roier metió su rostro en el espacio del asiento y la puerta donde estaba el cinturón de seguridad,todo porque quería hablar con el chico pelinegro que estaba por tirarse del auto de lo intensos que estaban siendo.

"Algo le dió a Juan,creo que fue un ataque de celos. Se la llevó arrastrando y no parecía nada contento,tampoco ella.." explicó en un murmuro que todos escucharon. En el proceso se comenzaba a rascar sobre aquella red de malla que cubría sus brazos.

"¿Por?" Ahora era Aldo quien metió su cabeza y parte de su pecho entre los dos asientos para mirar al chico,solo que para él fue más efectivo el verlo. "Te vez muy bonito,por cierto." Le dijo con una sonrisa guiñándole.

"¿Yo qué se?" No fue intencional ignorar su alago,era solo que no estaba en condiciones para responderlo. Igual,con Juan enojado o no,no le hubiera respondido,estaba en su gran misión llamada: "Voy a ignorar al Mctrio hasta que me vaya de Madrid".

"¿No se habría puesto celoso por ti?" Le preguntaba el otro moreno esta vez. "Sí te vez muy bonito hoy,lic." Le alagaba ahora el de menor de los cuatro con una sonrisa tonta.

Alex rodó los ojos volviendo a ignorar el alago. "¿Porqué se hubiera puesto celoso por mi?" Murmuró confundido. "No estaba haciendo nada para que se pusiera así. Ari sabe que no me fijaría en ella. También sabe que no me gustan las mujeres." Continuaba hablando tratando de unir los puntos olvidando por completo un gran detalle.

"Pero Juan no lo sabe." Osvaldo habló por primera vez en todo el rato. "Y por la manera en la que estabas bailando con ella no me parece nada raro que se haya puesto así."

Alex guardó silencio dándose cuenta que era verdad. Comenzaba a rascar aún más su piel. Juan desconocía por completo que le gustaban los hombres. Claro,se enojó por como estaba bailando con su esposa tan pegado. "Mierda,es mi culpa.." murmuró para si mismo frotándose el cabello con ambas manos quitándose el gorro antes de hacerlo.

"No te hagas eso,te vas a despeinar y te vez muy hermoso así." Le reclamó Roier haciendo un puchero aún sin quitarse de donde estaba.

"Lo que dijo él,por dos." Ahora era el otro chico moreno quien hablaba. "Te quedan muy bien las trenzas~"

"Te hacen ver aún mas bello de lo que ya eres." Volvió Roier a hablar,como sí quisiera ganarle al otro chico con los coqueteos.

"Bello es poco,eres mucho más que eso." Le dijo el moreno de lentes con un tono meloso a Alex para luego darle una rápida mirada al chico a su lado.

Parecía que la batalla entre los dos no se detendría solo porque el chico de greñas estaba sentado al frente tratando de ignorar los coqueteos. La cabeza le dolía por culpa de ellos dos. En algún otro momento le hubiera encantando toda la atención,pero ahora no era el momento. El pobre Alexis sentía que sí no podía con estos dos intensos pues menos podría en corte una vez empezara a ejercer su titulo de abogado. Al mismo tiempo no dejaba de rascar cada vez más sus brazos.

"Pues,yo pienso qu—" Y justo cuando Roier iba a contraatacar,la batalla fue interrumpida.

"¡¿Pueden parar con los putos coqueteos por un momento?!" gritó el licenciado molesto y arto de tanto empalago en un momento donde estaba estresado y preocupado. Solo lograban estresarlo aún más y eso le daba aún más comezón.

Silencio total. Osvaldo no pudo ocultar una sonrisa ladina con diversión. Miró a los dos chicos morenos unos segundos,como diciéndoles que se lo merecían. El alto de lentes ya veía venir aquella reacción,por ello no lo quería estresar pero se le olvidaba que traía a dos niños pequeños en los asientos de atrás del auto.

"Llegamos." Fue lo único que dijo el conductor estacionándose.

Alex se quitó el cinturón para luego colocarse su gorro y bajarse cerrando la puerta de tras suya. Aldo y Roier lo iba a imitar pero Osvaldo cerró las puertas del auto con los botones del conductor y los volteó a ver serio ya que tenía la atención de ambos chicos en él luego de cerrar las puertas.

"Llegando a la casa voy a hablar con ustedes dos." Los señaló con evidente enojo. "Y ni pienses en irte a esconder en el cuarto de Carrera o de Spreen con alguna excusa estupida,Sebastian,¿oíste?" Ahora miraba al de gorra señalándolo. "Los quiero a los dos callados sin reproches y quiero que me escuchen. ¿Entendieron?"

Los dos chicos asintieron muy a su pesar. Cuando Osvaldo quitó el seguro bajaron los tres cerrando las puertas y yendo por el mismo camino que el de greñas. Alex entró al hotel y pidió en recepción visitar a la chica castaña. Al tener su número de habitación fue caminando rápido a el ascensor. Aldo,Mariana y Roier lo siguieron en silencio por unos momentos antes de que fueran detenidos.

Alex se detuvo en seco para voltear a ellos. "¿Podrían dejarme solo?" Preguntó. "Quiero ir y solucionarlo solo y ustedes son..un poco..." frunció un poco la nariz provocándoles ternura a los tres hombres frente a él.

"Claro. Te esperamos en el auto." Osvaldo fue el primero en responder sabiendo que los imbeciles que estaban junto a él muy posiblemente iban a insistir para quedarse junto al chico pelinegro. Y parece que estuvo en lo correcto,porque tanto Aldo como Roier lo voltearon a ver feo.

El chico asintió y sin decir nada le dió al botón del ascensor para luego entrar y perderlos de vista a la que las puertas cerraban.

"Pendejo,¿en serio lo dejarás ir así?" Aldo le reclamó a Osvaldo colocándose frente a él.

"¡No puede ir solo teniendo a Juan todo loco de celos!" Ahora le reclamaba Roier colocándose al lado de Aldo para mirar al chico alto.

El de chico blando de lentes volteó los ojos para mirarlos. "Obvio no."

"¿Entonces porqué chingados estamos aquí afuera y no allá adentro con él?" Preguntó molesto el de gorra señalando las puertas del ascensor.

"Porque él no quiere que vayamos y no podemos meternos al elevador con él. Hay que ser discretos,mien." Les explicó algo fastidiado. "Estamos aquí afuera por que existe eso." Hizo énfasis en la última palabra para señalar a un lado en específico y luego voltear a aquel lugar.

Los otros dos voltearon a ver a aquel lugar al mismo tiempo junto a Osvaldo. "Claro,las escaleras." Murmuró Roier.

"Eres brillante."

"Vamos.."

...

Una vez frente a aquel número plateado Alex tocó varias veces la puerta esperando que le respondieran. Pasos se escucharon al otro lado de la puerta provocándole más comezón en los brazos. Cuando por fin abrieron la puerta Alex se sintió un poco más calmado de ver a su amiga.

"¡Abi!" Exclamó soltando todo el aire que guardaba en su pecho desde hace largos minutos.

"Alex.." murmuró la chica suspirando un poco. "¿Qué haces aquí?" Preguntó cerrando un poco la puerta y tratando de ocultarlo un poco con su cuerpo en el medio.

"Juan te arrastró. Se veía muy molesto y temí de que te pasara algo o..o no lo se." Tartamudeó un poco moviendo sus manos al hablar como era de costumbre cuando hablaba mientras estaba nervioso.

"Y sigue molesto." Respondió rápido la chica. Miró hacía un lado y luego hacía él una vez más. "No tienes que preocuparte. Juan no me haría nada. Solo fue.." suspiró un poco una vez más. "Solo fue Espe. Esa tipa trata de arruinar mi matrimonio desde que conoció a Juan y él es muy tonto como para notarlo." Negó. "Tienes que irte antes de que te vea. Llevo todo el rato tratando de calmarlo y sí te ve aquí ahora se pondrá como una furia." Explicaba la chica en un murmuro.

"No le dijiste nada sobre..mí,¿no?" Ella sabía que el chico preguntaba sobre su secreto.

"Obvio no. Guardó muy bien mis promesas." La castaña rodó los ojos con una pequeña sonrisa. "Pero ahora debes irte."

"Déjame hablar con él,puedo arreglarlo. Le diré...No se que le diré pero se me ocurrirá algo." Insistía Alex.

Justo cuando Ari le iba a responder se escuchó una tercera voz. Misma voz hizo que la chica suspirará con evidente fastidio. Como sí conociera lo que iba a suceder.

"Abril, ¿quien es?" La puerta se abrió casi del todo por una mano masculina que sujetó el borde de esta. Ahora Juan se encontraba allí mirándolo con el ceño fruncido. "¿Qué haces tú aquí?"

Alex se sintió un poco intimidado por aquel tono hostil. Pero no quiso acobardarse. Se aclaró la garganta y habló. "Solo quería ver como estaba—" Pero no lo dejaron terminar la oración.

"¿Ari?" Preguntó con el mismo tono agresivo que cada vez iba empeorando. "¿MI esposa?" Se señaló a si mismo.

"Juan,por favor.."

"Hey,tranquilo. Entiendo que se pudo mal entender. No era mi intención que se viera así." Murmuró el chico pelinegro alzando sus manos a la altura de su propio pecho tratando de que lo escuchara pero no parecía funcionar. "Solo escúchame un momento, ¿sí?"

El de lentes negó. "No." Murmuró para luego alzar la voz. "Escúchame tú a mí." Se acercó peligrosamente haciendo a un lado a la chica de cabello castaño para ponerse frente al greñudo. "Esta mujer es MI mujer." Se señaló. "No se que pensaste para tirarte sobre ella con esa sonrisa estúpida. ¡Pero desde ya te digo que lo dejes y que NO va a funcionar!" Le gritó. "Ahora vete."

Alex se quedó perplejo ante los gritos. Mientras él se quedaba allí Juan volvía a entrar a la habitación. Abril miró a Alex y negó,como si le dijera que se rindiera. Pero Alex insistió. Entró a la habitación del todo aunque la chica lo tratara de detener diciéndole que se fuera,que ella se encargaría de esto,pero no le hizo caso.

"¡Juan,solo escúchame!"

El saber que ahora Alex estaba dentro de la habitación hizo que el de lentes tatuado se volviera una furiosa. Rápidamente volvió a el caminando firmemente con una expresión nada amistosa.

"No,no,no,Juan,para." Ari se acercó a él rápidamente colocando sus manos frente a su esposo pero al ver que no se detenía continuó dando pasos hacia atrás. "¡Juan!"

Alex no se quedó callado a pesar del ver que el tipo estaba rojo de furia. "Solo nos divertíamos. No tenía y no tengo ninguna intención en coquetearle a tu esposa. Solo somos amigos y queríamos pasarla bien como amigos. Créeme."

"¡¿Qué parte de que te vayas no entiendes?!" Le gritó a la cara al mismo tiempo que agarraba el cuello de su camisa.

Lo próximo fue el ruido de un golpe seco. Alex acababa de ser golpeado en el rostro por Juan.






No editado

Disfruté mucho escribir todo estos dos capítulos que inicialmente eran uno.

Como ya dije,este capítulo originalmente iba a ser solo uno pero lo tuve que dividir. Eran casi 6000 palabras y cada capítulo de este fic es mínimo de +2000 palabras,máximo +3000

Lo bueno de esto es que ya tengo el próximo capítulo asegurado

Son las cuatro de la madrugada,nos leemos en el siguiente capítulo,ya espero con ansías los comentarios <3


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Si hay faltas de ortografía o un error,por favor déjenme saber.
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Please Vote & Comment <3
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