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Capítulo Décimo Quinto ~Guerra~

Sus miradas se mantenían fijas, su respiración tranquila, fingiendo tener una confianza que no tenían, fingiendo que tenían al otro en sus manos cuando la única persona capaz de controlar a aquellos dos ahora estaba muerta en su propia cama; en ese momento no había otro lugar para escapar, no había otra opción, eran las únicas dos que Thomas ofrecía. Dustin lo negó con orgullo al creer que su raza podía derrotar a los humanos en cuestión de segundos subestimando al hombre parado frente a él y a todo lo que una vez le ofreció a la humanidad, subestimando su combate cuando fue ese hombre el que entrenó a los mejores cazadores en el mundo.

En cuanto la alarma de seguridad sonó Dustin corrió sin importarle que otra figura entre, el recién llegado usaba una camisa holgada, un pantalón corto y zapatillas de baile, su semblante era sereno y sus facciones hermosas, incluso el aroma que emanaba logró hacer que el moreno olvide a donde corría por un momento, sólo uno. En cuestión de segundos Dustin y Sebastian lograron escapar de aquella enorme mansión y sin importarle lo demás caminaron rumbo a su hogar hasta que el alto extendió sus alas y voló con su compañero en sus brazos.

-Interesante - susurró el recién llegado, sus labios se curvaron en una sonrisa escalofriante y Thomas tan solo rodó los ojos cansado de aquel amigo que logró volver a ver - ¿puedo seguirlos?

-No lo sé - Thomas se encogió de hombros y lo miró desafiante - ¿puedes, Luka?

Un montón de oscuridad empezó a cubrir la noche, los murmullos de miles de personas que vieron dos figuras en el cielo, la primera más grande y con alas más largas que la otra que simplemente parecía estar jugando con las nubes de aquella madrugada que esperaba con paciencia la lluvia. Sin embargo ninguno volvió a elevar la vista, todos se quedaron asombrados al notar como algo caía de la mansión Lenz y curiosos caminaron para ver el objeto. Varios gritos fueron escuchados cuando vieron el cadáver del señor Alexander Lenz y de la ventana un hombre miraba todo con terror.

-Mataron a nuestra única esperanza - mintió Thomas - un vampiro entró a la mansión y mató al hombre que nos mantenía a salvo - por la larga distancia nadie notó como la mano derecha del extranjero temblaba por la emoción de lo que se avecinaba - ¿no se dan cuenta? Él fue el primero, en cuanto amanezca ya nadie estará seguro, ellos son capaces de entrar a sus casas y matar a sus familias, a sus hijos y hermanos - de inmediato murmullos se hicieron oír, millones y millones de personas preocupadas se aglomeraron alrededor del señor Alexander quien mantenía los ojos en el cielo, completamente muerto - Debemos atacar antes de que ellos nos ataquen, debemos prevenir antes de sufrir una pérdida más.

Todas las personas se llenaron de rabia y fue en ese segundo que Thomas había conseguido lo que quería, llenó la cabeza de los humanos con pensamientos de odio hacia la raza más fuerte, o las que ellos creían era la más fuerte. De un salto bajó hasta las demás personas y sus ojos se llenaron de dolor, uno fingido pero creíble; los demás lo veían y él ya tenía el suficiente respaldo para matar sin ganarse el rechazo de alguno de ellos. Ninguno se daba cuenta de la serpiente a la que le habían dado permiso de matar.

~0~

La hojas de los árboles cubrían su escondite a la perfección, Dustin llegó un poco después de que toda su familia se acomodó en el nuevo lugar, ninguno levantaba la vista al cielo por miedo a lo que vendría, debían armar refugios enseguida, si el sol los agarraba sin protección morirían lenta y dolorosamente y más su líder quien era más sensible a la bola de calor. Cort se encontraba en un rincón con los demás responsables donde planeaban los lugares donde construir refugios momentáneos, en cuanto todo acabara ellos vivirían tranquilamente y quizá hasta puedan volver a sus casas.

Derek corrió a él para abrazarlo, el miedo lo había atormentado por varios minutos al ver que no estaba, pensando lo peor y confirmándolo cuando vio la mano del alto cubierta de sangre que claramente no era suya, los vampiros no sangran. Sebastian notó el momento y tan solo retrocedió y fue en busca de un Jan que lloraba desconsoladamente al pensar que el mayor lo había abandonado para seguir sirviendo a los humanos, incluso usaba a Callan de toalla para secar sus lágrimas sin importarle que ésta refunfuñe y lo empuje cada cinco segundos, la personalidad indomable de Jan nunca cambiaría.

-Mi padre - susurró Derek, su mano tomó la ensangrentada de Dustin y entrelazó sus dedos, ya no quería cometer más errores así que deseó preguntar - ¿Está muerto?

-Sí - Dustin sonó seco y frío, su mente no dejaba de pensar en lo anterior, fue por eso que no le quiso explicar que la muerte del señor Lenz no fue su culpa, aunque poco le importaba por el momento debía encontrar una forma de mantener a su pueblo seguro y a Derek a su lado.

El menor abrió los ojos asustado y entonces sonrió con nostalgia, conocía que su padre se merecía la muerte, después de haber experimentado con la mitad de su familia y un joven inocente, merecía aquel castigo, fue difícil de aceptar pero ese resultado lo había pintado el mismo hombre.

Asintió y con cuidado apoyó su cabeza en el fuerte pecho de Dustin sintiendo así un vacío en donde el corazón mayormente latía, no le importaba mancharse la mano con sangre sólo siguió con aquel contacto esperando que las cosas ahora mejoren.

-Derek... - el alto soltó el nombre del menor con una preocupación disfrazada de necesidad, sus ojos brillantes chocaron con los hermosos violeta y por primera vez después de tanto tiempo le sonrió con cariño, temiendo perderlo una vez más - Te... - pero no pudo decir más, una vergüenza lo atormentó - ¿te importaría hacer un poco de Vinidrots para Jan? - ocultó aquel "te extraño" con aquella pregunta que a Derek le sorprendió y decepcionó, a pesar de haber hecho tanto mal seguía esperando por el perdón.

-Lo haré - respondió Derek - debo conseguir todas mis cosas...

-Sebastian te las trajo.

-Bien

No dijeron más, el menor se dio la vuelta y con un gran esfuerzo soltó su mano de la contraria y empezó a caminar alejándose del moreno. Dustin sintió sus piernas temblar y un frío insoportable en la palma de su mano, algo preocupante ya que ellos pocas veces sentían el cambio de temperatura, las personas muertas mayormente pierden todo lo que los hace vivos, Dustin quizá estaba incumpliendo una norma.

Retrocedió sin quitar la vista por donde el menor se fue; debía arreglar las cosas en el bosque, en caso de que sufran un ataque sorpresa, debía hacer que su alrededor se vuelva alarmante, además que quería asegurarse de que nadie los había seguido.

-¿Ese es Derek? - la voz de una persona desconocida logró asustarlo, Dustin alzó la vista encontrándose con el hombre que había visto junto a Thomas, el chico con un aroma delicioso y extraño - Tiene cara de Derek.

-¿Qué haces aquí? ¿Cómo nos seguiste? - El alto estaba seguro de que había volado a gran velocidad para evitar que alguien los siga, ahora empezaba a dudar de sus habilidades.

-Hola - mostró una sonrisa cuadrada que a Dustin le atemorizó por un segundo - mi nombre es Luka - el joven tenía el cabello algo rosa, sus ojos eran café claro y profundos, como hoyos que llevarían a otra dimensión, incluso podía jurar haber visto una que otra estrella en aquellos iris. - Tú eres Dustin Richter y el que acaba de irse es Derek Lenz - sonó seguro.

-¿Cómo nos seguiste? - volvió a preguntar Dustin.

-Con éstas - señaló dos alas plateadas con bordes blancos, realmente hermosas comparadas con las negras de Dustin - Mañana el sol no saldrá, las nubes bloquearán cualquier rayo de luz que los lastime ¿qué te parece? Es justo el momento indicado para una guerra ¿no crees? Así ambos bandos estamos iguales sin ventajas ni desventajas - de un salto volvió al aire donde Dustin pudo notar como lo árboles a su alrededor morían con sólo su toque - a Thomas no le gusta levantarse temprano así que supongo que será en la tarde... Te aviso para que así prepares a tus guerreros, sería aburrido matarlos de inmediato y sin dar pelea.

Al minuto siguiente ya no había rastros de Luka, el cielo nocturno empezó a oscurecerse con más fuerza y algunas gotas de lluvia empezaron a caer en el inmenso bosque, los ojos del alto se movieron a todos lados esperando que ningún otro haya escuchado aquella conversación, además no creía haber hablado con un pariente suyo, aquellas alas que logró ver en el otro eran extrañas, ni su madre logró conseguir aquella delicadeza y pulcritud a pesar de haberlas cuidado por tanto tiempo.

Unos gritos fuertes lo despertaron, Dustin esperaba que no sean más problemas, ya tenía demasiado con Derek, la guerra, Thomas y el refugio de su pueblo, un problema más y juraba que tiraría la toalla y dejaría que todos mueran para irse a vivir muy lejos, el dolor en los hombros por el estrés demostraba lo cansado que estaba pero prefería no quejarse, suficiente tenía con preocuparse él, si los demás lo hacían el lugar se volvería un caos.

Se deshizo en miles de murciélagos que volaron con rapidez hasta donde se encontraba toda su especie y de inmediato volvió a su forma humana, aquel era otro poder que se le otorgó al ser hijo de un líder, este a diferencia de otros no gastaba muchas energías. Caminó hasta su hermana que lo veía con una sonrisa y entonces temió que haya hecho algo de lo que debería hacerse responsable después; se acercó un poco antes de que ella ponga su mano al frente evitando que siga avanzando, pronto aquella mano señaló algo que Dustin siguió con la mirada hasta encontrar a unos treinta hombres con armadura y de cabello largo, tras ellos unos dos chicos flacuchos y mucho más atrás otros treinta hombres. De inmediato se puso en alerta, dispuesto a atacar.

En cuanto atacó a uno de los primeros todos se desvanecieron en el aire dejando solo a los dos flacuchos que lo observaban con algo de alegría y burla. Dustin frunció el ceño y volteó otra vez a ver a su hermana que corrió hacía los dos chicos para abrazarlos ignorándolo por completo.

- Pensaba que llegarían mañana - la oyó decir y supuso que no eran enemigos.

- Te debemos mucho - Respondió uno de ellos, el más bajito que guardaba en su bolsillo un saco negro pequeño.

- Dustin - finalmente Callan le dirigió la palabra e hizo una seña para que se acercara. Dustin obedeció algo indeciso - Ellos son las personas que te dije que vendrían para ayudar - Sonrió y tomó al más pequeño de los hombros - él es Will, y éste de acá - señaló al alto que tenía rasgos alemanes - es Raphael... nos ayudarán.

- Lo agradezco - habló Dustin - pero creo que por el momento es mejor mantener sólo a nuestra raza, además...

- No es cierto - Raphael se acercó al alto - tienes a un humano entre tu gente y a un especie de vampiro artificial - ladeó la cabeza - creo que es humano ¿qué es? - señaló a Sebastian.

Dustin negó y alzó los hombros derrotado, de todos modos necesitaba ayuda y prefería confiar una vez más en Callan, no tenía mucho que perder de todos modos igual atacarían a sus hermanos, no es como si al rechazarlos y negar todo la guerra acabaría, claro que no.

A las tres de la madrugada Dustin ya se encontraba en el centro de todos los demás. Les explicó el plan con lujo de detalles uno que recién pudo planear con la ayuda de Sebastian. Habrían seis personas adelante, Sebastian, Cort, Callan, Jan, Derek y él; Derek insistió en ayudar a pelear; los seis se encargarían de mantener a los demás a raya por un momento, harían que los de adelante se confundan un poco, atrás de ellos estarían dos filas de hombres con pistolas, sus tiros serían limitados así que deberían asegurarse de matar a la máxima cantidad de humanos para así rebajar al enemigo. Tras ellos estarían tres filas de arqueros, los mejores que Dustin pudo descubrir, en cuanto las balas se terminen ellos empezarían con las flechas matando a varios y finalmente tras ellos los mejores peleadores terminarán atacando a los sobrevivientes, solo eran dos: Raphael y Will pero con sus habilidades podían hacer que ochenta guerreros den pelea, podían ser ilusiones pero sus espadas eran capaces de matar. Con eso ganarían, estaban seguros.

Por otra parte en la ciudad Thomas recibía a su amigo en la sala de aquella gran mansión, Luka lo miraba con una sonrisa en los labios, cómplice de lo que el otro planeaba y decepcionado de no tener a los vampiros de su lado. En seguida llegaron dos hombres con armadura. En cuanto salieron notaron a mil guerreros parados en aquella puerta, todos con espadas y armaduras, Thomas se había encargado de entrenar a cada uno por lo que no importaba tener un plan o no, sabía que ganarían. La mayoría de aquellas personas habían sido víctima del sufrimiento del ataque de un vampiro, varios de ellos perdieron a un ser querido bajo los colmillos de un chupasangre así que sabía que no sería traicionado, además Luka se encargó de cerciorarse que todo era seguro.

Los humanos se mantuvieron en sus casas por el temor que les causaba la guerra que se aproximaba, no importaba que ésta sea realizada a miles de kilómetros de la ciudad, el miedo seguía instalado en su pecho, temían que el ejército de Thomas pierda y los vampiros ataquen la ciudad como venganza matándolos en un instante.

Con eso en mente todos planearon lo que al próximo día pasaría, no importaba el tiempo ni la lluvia que se avecinaba ambos estaban seguros de que ganarían y que obtendrían lo que querían, el problema era que uno de los dos pronto se doblegaría por una segunda oportunidad. Thomas y Luka se mantendrían a raya mientras veían como los demás morían, sólo en el momento preciso atacarían para así conseguir la victoria, ese era su único plan, y considerando sus habilidades no había porqué temer.

Finalmente el próximo día llegó, Thomas sonreía con superioridad al ver que su ejército era mayor al del contrario, ahora ambos estaban frente a frente, Dustin se mantenía con la mirada fija en Thomas, ambos a una distancia que los separaba, varios kilómetros que evitaban que todo se salga de control.

- ¿Reconsideraste mi oferta? - gritó Thomas desde el otro lado y Dustin como respuesta se paró frente a Derek protegiéndolo - Dale, entiendo, entonces déjeme decirles que será un placer pelear contra ustedes.

- En cuanto ganemos colgaré tu cabeza en mi cuarto - respondió Callan con una sonrisa.

- Rústico - susurró Thomas, su mirada no se apartó de Dustin ni de Derek y entonces volvió a hablar - quiero que tengan compasión de ellos - habló a su ejército de humanos que empezó a verlo extrañados, se suponía que matar a los vampiros era su meta - tengo un plan... ¡Maten a siete de cada diez que se enfrenten! Corten su cabeza y a los demás déjenlos fuera de combate ¡¿ENTENDIERON?!

- ¡SÍ!

Y finalmente comenzó, Dustin alzó la mano con los cinco dedos levantados, todos sus hermanos se quedaron viendo su señal, cerró la mano en un puño y las primeras dos filas apuntaron al enemigo, por su parte Thomas levantó tres dedos y con eso todos pusieron sus enormes escudos de metal frente a ellos. Dustin abrió otra vez la mano esta vez sólo dos dedos levantados, esa era la primera señal, las dos primeras filas dispararon, apuntaron en algunos huecos que los escudos dejaban ver y mataron a unos cuantos, sin embargo aquello no logró afectar en mucho la cantidad del ejército contrario, el bando de Thomas seguía siendo superior.

Ahora era el turno de Thomas, a diferencia de Dustin el sólo levantó el puño y de inmediato todos sus arqueros lanzaron flechas al cielo las cuales cayeron en empinada hasta los guerreros de Dustin, no los mataron pero la mayoría tardaría en recuperarse, con un solo ataque Thomas derribó la cuarta parte de los hombres de Dustin.

- No creo que el segundo ataque funcione - susurró Sebastian - sus escudos son mucho más fuertes que los nuestros, Dustin, morirán.

- ¿Qué sugieres? - preguntó Dustin.

- Pelea mano a mano - se alarmó al ver como el ejército de Thomas empezaba a bajar la colina dispuestos a atacarlos - Will y Raphael nos darán tiempo para reubicarnos, debemos poner a los arqueros en puntos estratégicos para atacar.

- Bien.

Dustin volteó a ver a su ejército, por dentro moría de nervios, y más al ver como varios de sus amigos tenían flechas clavadas en su cuerpo, no dijo mucho tan solo susurró algo en el oído de Cort y éste de inmediato tomó a veinte arqueros y se los llevó dispuesto a buscar lugares seguros, tras ellos estaban Raphael y Will, ambos debían estar en un lugar seguro, si alguien los veía y atacaba entonces las ilusiones que habían creado se desvanecerían y eso caería en desventaja, no podían perder.

Esperaron hasta ver como varios de los hombres de Thomas se acercaron y cuando estuvieron a tan solo treinta pasos Dustin alzó la mano, un dedo levantado, vio como seguían avanzando y levantó un segundo dedo y al final cuando los vio a solo diez pasos un tercer dedo se alzó y todos gritaron corriendo hasta el enemigo, algunos sólo con sus colmillos y garras para defenderse, otros con sus flechas y sólo las ilusiones de Will y Raphael con armaduras. Derek mantenía su espada en su mano al igual que Sebastian que no se separaba de Jan para poder protegerlo, Callan se sentó en el suelo y puso las manos en el suelo, cualquiera que se acercara a ella quedaba paralizado y era cuando Jan los mataba, Callan siempre fue impresionante con su poder de controlar al ser humano.

La guerra había comenzado, varios hombres a los pocos minutos empezaron a morir por las garras o por espadas, Dustin atacaba a todos, se elevaba en el aire y bajaba para atacar a cualquiera que esté a punto de matar a uno de ellos, en cuestión de segundos ambos ejércitos tenían a la misma cantidad de personas.

Thomas y Luka veían todo desde lo más alto, el menor buscaba entre todos a dos personas en específico, él se había dado cuenta que la mayoría del ejército de Dustin era ilusiones capaces de matar, él debía matar el origen para tener más ventaja.

- ¡AHORA! - Gritó Dustin y de inmediato todos sus hermanos se inclinaron con sus escudos de madera arriba, cubriéndoles.

El suave silbido de varias flechas siendo lanzadas logró alertar a varias personas que alcanzaron cubrirse con sus escudos de metal mientras que la mayoría era alcanzada por finas flechas con punta de piedra afilada, ahí fue cuando el ejército de Thomas perdió casi a la mayoría de sus hombres.

Thomas retrocedió con una sonrisa en los labios, Luka asintió mirando como Dustin se acercaba a ellos con el ceño fruncido y las garras llenas de sangre, en ese preciso momento fue donde ambos pudieron sentir un poco de miedo pero no dudaron, Thomas empezó a correr en otra dirección mientras Luka extendía sus alas para acercarse a Dustin encontrándose ambos en el aire donde el que perdía el equilibrio en el aire y caía al suelo era el que perdía, Dustin intentaba atacar y el otro tan solo reía.

Raphael sintió como algo dentro suyo se estrujaba hasta un punto tan doloroso que deseó su muerte, comprendió lo que sucedía en cuanto vio como los ojos de Will se dirigían a su pecho donde al bajar la vista pudo ver una mano que lo había atravesado por completo, Cort sacó una espada e intentó separar a Thomas de su compañero pero el alto fue más rápido desapareciendo al instante y así dejando que Raphael muera cuando su corazón finalmente dejó su cuerpo por completo.

Thomas volteó a ver a Will y se dispuso a atacar pero una flecha atravesó su cuerpo, justo en la parte de su corazón, todos voltearon encontrándose con una Katharine que mantenía el arco en su mano. Thomas finalmente cayó al suelo, Cort corrió a abrazar a la vampira que sonrió al ver cómo había derrotado al hombre que parecía ser el más fuerte. Bajando la guardia se acercó al alemán para así quitarle la flecha del pecho y poder volver a usarla, en cuanto dio un paso su yugular fue cortada en una fracción de segundo dejándolo en el suelo completamente inconsciente. Thomas sonrió y le devolvió la espada a un Cort que no encontró el momento en el que el alto le quitó la espada y casi arrancó la cabeza de su novia.

Will notó como la mano de Thomas se volvía en una garra con uñas realmente afiladas, quiso atacar a Cort pero algo llamó su atención y entonces desapareció dejándolos confundido.

Luka comenzó a cansarse, pocas veces usaba sus alas y pelear con ellas era demasiado agotador, en cuanto sintió como sus ojos se cerraban tan solo se dejó caer desapareciendo al instante, Dustin miró a todos lados buscando al pelirosa pero no lo encontró en ningún lado, tan solo se esfumó. Bajó a tierra donde mató a un humano y le quitó la espada, dispuesto a atacar a Thomas que ahora le sonreía desde lo alto del lugar, poco a poco empezó a avanzar y Dustin también lo hizo matando a cualquier humano que se ponía en su camino, buscando matar a Thomas.

Thomas también sacó su espada y empezó a cortar, el golpe del filo de su espada era limpio y prolijo causando un arrullo en el aire y sacando cabeza por cabeza sin fijarse si mataba al enemigo o a su propio ejército, él tenía la mirada en acabar a Dustin y planeaba hacerlo.

Finalmente estuvieron frente a frente, Dustin atacó primero la punta de su espada directo en el estómago del alemán pero éste la frenó con su espada y atacó para cortar el cuello del moreno quien rápidamente retrocedió dispuesto a atacar el corazón de su enemigo, pero cada golpe que daba era bloqueado y cada golpe que le daban evadido, ambos eran buenos peleadores y Dustin planeaba matarlo así la pelea le lleve por varios y varios días. Por suerte del descuido de Thomas logró cortar su brazo viendo como el alemán abría los ojos sorprendido por el ataque, nunca en todas las guerras que había vivido recibió un corte sólo la vez que quiso morir frente a la persona que amaba pero ahora no quería aceptar su derrota así que no le tomó importancia al sentir como la sangre se deslizaba.

Dustin abrió los ojos sorprendido, notó como el extranjero sangraba pero su sangre era algo que nunca antes había visto, ésta brillaba como diminutos fragmentos de diamante, su aroma era exquisito pero diferente, Dustin nunca había visto que un humano sangre de un rojo tan brillante como el diamante así que dejó de atacar por un momento.

- ¿Qué eres? - preguntó confundido, la espada en su mano dejó de dar golpes y sólo observó. - no eres humano, y tampoco eres un vampiro.

- En este mundo hay más cosas que humanos y no humanos - respondió Thomas tomando la flecha que estaba en su pecho y sacándola dejando que la sangre brillosa fluyera manchando su pecho.

Dustin negó confundido, volteó a ver a todo su ejército y pudo notar como al rincón en una pequeña cueva Cort sostenía el cuerpo de Katharine que parecía muerta, al otro lado Callan era apuntada con varias flechas, Jan tenía varias cortaduras en su tersa piel, Sebastian seguía peleando pero el costado de sus costillas tenía una herida profunda que sangraba con fuerza. En ese preciso momento vio como una flecha atravesaba el cuerpo de Derek y éste soltaba la espada para así caer al suelo, fue escalofriante como pudo ver todo lo que pasaba a una velocidad demasiado lenta como si el tiempo lo torturara.

Se descuidó, Dustin se preocupó tanto por sus amigos que se descuidó hasta sentir como una espada traspasaba su pecho justo donde el corazón se encontraría si estaba vivo, la herida no lo mataría pero ahora se encontraría más débil.

En un impulso que no supo controlar levantó la mano y de las cuevas y montañas de alrededor empezaron a escucharse aleteos. Thomas comprendió enseguida lo que Dustin planeaba hacer y se giró hacia su ejército.

- ¡ESCUDOS! - gritó Thomas y en cuanto todos escucharon aquello intentaron cubrirse antes de que una gran cantidad de murciélagos los atacaran cuando Dustin estrelló su puño contra el suelo.

Ahora en el campo de batalla sólo quedaban alrededor de quince hombres y diez vampiros, las ilusiones de Will desaparecieron en cuanto Luka atravesó su cuello con su espada, ahora nuevamente los humanos estaban en ventaja.

Thomas sonrió confiado y volvió a atacar notando como Dustin era más lento en su defensa y ataque, su cabeza comprendió su debilidad y entonces atacó con más rapidez logrando hacer varios cortes en el cuerpo del vampiro y a pesar de que estos no lo matarían dolían, la espada de Thomas hacía que los cortes sean extremadamente dolorosos, y la debilidad de su cuerpo evitaba poder defenderse sintiendo a cada segundos como el filo cortaba su cuerpo con facilidad, el alemán no tuvo compasión del moreno y siguió atacando hasta lograr que caiga al suelo con la respiración agitada.

- ¿Así piensas proteger a tu raza? - no tuvo compasión incluso cuando Dustin soltó su espada y simplemente siguió haciendo cortes en sus brazos y cuello, tentado a cortarle la cabeza - ¿De esta manera piensas proteger a Derek? - clavó la espada en el pecho de Dustin y entonces soltó el mango limpiándose las manos como si tan sólo hubiese estado jugando.

En cuanto Thomas sacudió su ropa de los rastros de tierra de aquel bosque los diez humanos sobrevivientes pararon de atacar pues la mayoría de los vampiros estaban muertos y los demás fuera de combate, sólo la tercera parte del ejército de Dustin sobrevivió. El ejército disminuido de Thomas se marchó con la cabeza en alto dejando atrás varias muertes, por su parte Dustin se levantó agotado, con una mirada le dijo a Cort que lleve a todos los sobrevivientes a una cueva y empiecen a curar sus heridas, y también le rogó que cuide a Derek.

En cuanto Dustin se levantó alzó la alas y tomó a Thomas del cuello arrastrándolo colina arriba a un lugar rodeado de árboles donde nadie interrumpiría su pelea, la final. Thomas no se quejó y antes de dejar la tierra tomó su espada dispuesto a darlo todo en esa lucha, las heridas en su brazo y pecho ardían como el infierno mientras se curaban solas.

Callan tenía parte de su garganta rota, Jan había sido atacado por varios y su pecho estaba cubierto de espadas que lo traspasaban, Sebastian sangraba por varios lados, la herida más preocupante era la de sus costillas, así que esa fue la primera en ser tratada, Jan se mantenía a su lado mientras le decía que no iba a doler. Nele atendió a todos ellos con extrema urgencia, varios recipientes con algunas esencias fueron rociadas en las heridas de todos y en la de Sebastian una que tenía un horrible aroma pero que hizo que su herida se cerrara con facilidad, en esos momento agradecían por haberlo hecho de aquella forma, si Sebastian no tuviese el don de auto curarse hubiese muerto en batalla.

A la mañana siguiente la mayoría de los sobrevivientes ya estaba curados, pero sólo era la tercera parte del ejército de Dustin, los demás no volvieron a recuperarse, cualquier ser mortal o inmortal perdía la vida cuando le sacaban la cabeza, en esos casos no había mucho que hacer y siete de cada diez hombres murieron por esa razón.

Agradecieron a quien sea que los haya creado cuando vieron a su líder entrar a aquella cueva que por ahora servía de escondite, no saldrían hasta saber que afuera era seguro.

Callan notó como la mano de Dustin parecía estar cubierto por sangre, pero esta brillaba con intensidad, también notó algo parecido a la decepción en sus ojos, lo frenó antes de que hiciera algo que no debía y entonces Dustin les sonrió a todos culpándose por no haber parado aquello antes de todas las muertes.

- Todo ya terminó - susurró limpiándose la sangre de aquel ser extraño en el pantalón - Finalmente la guerra terminó - sonrió y todos suspiraron con alivio, en aquel momento no importaba las pérdidas sino la ganancia de su libertad.

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