Capítulo 1
Desde hace ya un tiempo que las cosas no son las mismas, nuestro joven protagonista actualmente se encuentra confundido por nuevos conflictos sucediendo.
Quizá el nuevo cargamento de café, que hace que los clientes se quejen de lo amargo que es, los veganos que se olvidan de pedir otro tipo de leche, su jefe intentando coquetear con el chico que trae el cargamento de café… ahora que lo piensa, probablemente esa es la razón por la que ahora el café sabe peor, ya no estaba tan atento a la mercadería y quizá metió la pata un poco.
Pero de momento, estaba seguro de que podría ser por el chico castaño que venía ocasionalmente a visitar. Pedía lo mismo de siempre, un frappé y un pastel de chocolate, le sonreía y se iba a sentar junto con otro chico que lo acompañaba. Un chico rubio que solía mirarlo de forma divertida casi siempre.
Bien, esto solía pasar, no era la primera vez que sentía atracción por algún cliente, sucedía, claro que sí. Pero por lo general esos clientes atractivos no solían aparecerse tantas veces a la semana.
Raptor.
Raptor era su nombre, "vaya nombre estúpido" pensaba cada que escribía el nombre en el vaso descartable con una pluma, mientras el otro miraba con el universo en los ojos a los pasteles.
— Siéntese, le vamos a llamar cuando el café esté listo —habló y volvió a sus cosas, ya a punto de hacer la bebida antes de que comience a gritar como loco y moverse desesperadamente—.
— ¡Quiero mi nombre en el vaso!
— Es política del local colocar el nombre, no se preocupe… además, solamente está usted y su amigo en el local —rió, un poco irritado por la estupidez que preguntó—.
— ¡No, no quiero eso! ¡Es decir, sí, sí lo quiero! —suspiró profundo y sus ojos, que siempre daban vueltas por todos lados menos los suyos, ahora lo miraban— Quiero saber si es que es política de la tienda no darle tu número a alguien —dio una sonrisa pícara y al parecer toda su confianza se desmoronó en un segundo al ver al ojimiel levantar una ceja—
— ¿Quieres mi número? ¿Es eso? —pregunta, mirándolo ahora con diversión, tomando el marcador con el que había escrito su nombre antes— vete a sentar —.
Lo vio irse casi que con el rabo abajo, vio al chico rubio que lo acompañaba darle palmaditas después de haber soltado una risotada. Tenía heterocromía, y aunque ambos colores fueran tan diferentes, ambos reflejaban la misma decepción y tristeza.
Joder, parecía un niño pequeño. ¿Nunca lo habían rechazado antes? Se veía muy triste.
Sonrió terminando de hacer su bebida, el frappé lo bebía el castaño y el pastel de chocolate siempre iba para el rubio. Bueno… Ése chico, Raptor, era bastante guapo, y ahora había descubierto que era adorable también. "Qué débil eres Sparta" pensó dando un suspiro y escribiendo una serie de dígitos debajo del nombre del chico.
— Raptor —llamó, y el chico se levantó de un salto, dando pasitos lentos y tomando el vaso, tímido pero aún con la actitud suficiente para poder hacerle frente a su nerviosismo— Más te vale besar mejor de lo que coqueteas —le guiñó un ojo y entregó ambas órdenes—.
El castaño le miró confundido y regresó a su sitio, casi tirando la bebida helada al encontrarse debajo de su nombre, el número del chico de la cafetería, junto con una carita sonriente.
— ¡MIKE, MIKE, MIKE! COMETE ESA. LO TENGO —Gritó, saliendo del local ya que el rubio estaba saliendo, mostraba el número con una sonrisa y haciendo lo que parecía un baile de la felicidad cuando el rubio tomó el vaso y leyó lo que tenía escrito—.
— Ya era hora, tío. ¿Cuántos de esos vasos tienes? Eres asqueroso —sus voces se perdían con el ruido de la ciudad, el chico con rulos solamente suspiró, vaya idiota con el que se había topado… un idiota muy lindo, bueno—.
— Vaya imbécil el de rojo —se burló su amigo, cabello recién decolorado hasta el gris y sonrisa amplia—.
— Cállate Acenix, tú también eres un imbécil y nadie se queja —.
El de cabello gris hizo un gesto de indignación, iba a responder algo antes de que por la puerta entre el dueño del café.
— No comiencen a pelear. Sparta hijo, ¿Qué hablamos de coquetear con los clientes? —.
— ¡Me coquetean a mí primero! —.
— Y él no se niega a nadie~ —.
— MIERDA ACENIX CÁLLATE —.
El castaño rápido comenzó a perseguir al albino, quien gritaba por su vida, sabía que se esperaba una golpiza si lo atrapaban. Timba solamente suspiró y se sentó en una de las mesitas del local.
— No es mi culpa gustarle a todos, soy muy guapo —sonrió, luego de que el ojiverde se esconda detrás del mayor—.
— Claro que eres guapo, si yo soy tu padre —el mayor se acercó al castaño para acariciarle el cabello suavemente— a penas tienes 18 Sparta, eres un niño aún —.
El menor rodó los ojos, iba a decir algo pero sintió que algo lo juntaba más a su padre.
— Abrazo familiar~
— Acenix esta no es tu familia —el mayor habló y se separó un momento después— Hoy cerraremos temprano, vendrá Victor después del almuerzo —habló para ambos muchachos—.
Los dos tenían los ojos iluminados, se sintió tranquilo. Vic, como le decían, había estado en un intercambio estudiantil desde hacía ya más de 2 meses. Sparta y él no eran cariñosos como de pequeños, pero sí que tenían un vínculo fuerte.
Y bueno, Acenix… quería llamar la atención del hermano mayor de su mejor amigo. Solamente se metió a trabajar a la cafetería para verlo más, mala suerte que a penas una semana después, Víctor se haya ido de viaje.
[° ° °]
Terminaron de ordenar todo, cerraron el local y prepararon una sorpresa pequeña para el chico. Había sido cansado, él aún vendría en dos horas, Timba había ido a recoger el auto y Acenix… se miraba atentamente en un espejo.
Tomó su teléfono, sorprendido de un nuevo mensaje entre los que tenía.
Número desconocido
Hey, hola
Soy el chico de la cafetería, Raptor
Un gusto ^^
Espero que sea tu número y no otro
Sonrió levemente. Pudo ver la foto de perfil del chico, se encontraba de nuevo con una sonrisa que consideró hermosa, sintió sus mejillas un poco calientes, la reacción no se borró al ver a detalle sus ojos bicolor, el verde y rosado hacían un complemento muy lindo en su rostro.
Es mi número de verdad, gilipollas.
No te daría uno falso.
Raptor
OH!! RESPONDISTE
Konnichiwa
Lo que le faltaba; un otaku. Sparta suspiró pesadamente, lo que tenía de guapo lo tenía de tarado, se arrepentía un poco de haberle accedido a una cita… bien, saldría con él, pero después no. No le gustaban los otakus.
Raptor
(4 mensajes nuevos)
¿Puedo pasar por ti la próxima semana? Después de tu turno ^^
Podríamos ir a comer un helado o algo
Yo invito
Vale, el viernes tengo medio turno
Entonces podrías venir a las 2 de la tarde
Raptor
Vale. Te veo entonces el viernes a las 2
Seré puntual ^^
Te espero ahí, Sparta :)
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Qué tal?
Aquí Mei uwu
Sobre la fanfic, es en realidad un ejercicio para mejorar mi narrativa y llevar algo más ligero y soft.
Si no te agrada una shipp del fanfic, no dejes comentarios de odio. La fanfic es Spartor, el roleo de los personajes, así que por favor evitar comentarios sobre las personas fuera del rol u_u
Si han llegado hasta aquí, muchas gracias por leer, no prometo constancia así que por favor tengan paciencia con nuevas actualizaciones ^^"
Gracias por leer.
— Mei-chan
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