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☕Especial de Navidad☕

~Café SasuHina~

Día 24 de Diciembre

«Una taza de café es deliciosa en cualquier día del año, pero en navidad es preferible un buen vaso de chocolate caliente»

Tenten entró a su tienda y sonrió, el olor de chocolate y café se sentía en el aire así como también el delicioso olor a galletas recién hechas. Las risas y conversaciones de sus clientes se oían por todo el lugar dándole vida a su negocio.

Se adentró saludando a sus empleados como también a varios clientes frecuentes. Llena del espíritu navideño Tenten se colocó su ropa de trabajo y comenzó a atender algunas mesas.

Mientras recorría la tienda no pudo evitar nuevamente en admirar las decoraciones navideñas, luces colgaban desde el techo dando la sensación de una noche estrellada, igualmente había luces en los ventanales como en los mostradores.

Calcetines rojos y verdes colgaban de las paredes y en el fondo alzándose majestuosamente estaba el árbol de navidad, uno que personalmente había escogido Tenten y que había durado más de una hora en elegir, colgando de él había múltiples guirnaldas de muchas formas y colores.

Con una sonrisa en el rostro Tenten se acercó a una mesa donde estaba un cliente que frecuentaba la cafetería desde que se abrió.

—Feliz navidad Danzo-san ¿Ordenará lo mismo de siempre?

—¡Navidad, puras tonterías! —la amargura era clara en la voz del anciano.

—No diga eso Danzo-san, la navidad es una época mágica para compartir en familia.

—¡Una joven como tú no lo entendería! —el anciano se levantó molesto.

—Si sigue hablando así, los espíritus de la navidad lo visitaran —bromeó sin perder la alegría la castaña.

—¡Tonterías! —El Shimura la rodeó y se fue.

—Moo~ —dijo con un puchero Tenten a la vez que se recostaba del mostrador—. Danzo-san es un cascarrabias.

—¿No es así todo el año? —preguntó con una sonrisa Haku preparando unos capuchinos.

—Sí, pero…

—El solo está enojado porque pasará las fiestas solo —dijo Konohamaru el nuevo empleado.

—¿Cómo dices? —Tenten se giró a verlo sorprendida.

—Mi abuelo y él son amigos desde que son jóvenes y bueno Danzo-san jamás se casó y no tiene familia está solo. Mi abuelo lo invita a las fiestas, pero él siempre se niega.

—Oh, así que es esa la razón detrás de su personalidad —comentó Haku a la vez que cargaba en una bandeja la orden que iba a llevar.

—Eso es triste, pasar la navidad solo… —comentó la dueña, sin la alegría con la que había llegado.

—Nada se puede hacer, además ese anciano no es el único que pasara las fiestas solo… Deben de haber muchas personas que lo estarán —sin más que decir Haku se fue y poco después Konohamaru.

En cambio Tenten se quedó allí en silencio pensativa.

—¡Ya lo tengo! —gritó de pronto la dueña del establecimiento llamando la atención de la mayoría de las personas allí.

Avergonzada Tenten se escabulló al área de descanso. A ella se le había ocurrido una brillante idea.

Hinata tatareaba suavemente una melodía navideña que en ese momento se escuchaba en la cafetería. Encima de la mesa había varios papeles de regalos, cinta adhesiva, una tijera y a los lados lejos de todo, estaban dos vasos de chocolate prácticamente vacíos.

Con una sonrisa Hinata revisó una de las tantas bolsas que había a sus pies y sacó un estuche con emoción lo abrió, dentro había un costoso Rolex “Seguro que a Otou-sama le gustará”, pensó Hinata comenzando a envolver el estuche.

—Sasuke-kun… Po-Podrías pasarme las tijeras —pidió amablemente la Hyūga señalando dicho objeto que se encontraba cerca del hombre.

—Toma —Sasuke le paso la tijera sin animó.

—Gra-Gracias.

—¿Por qué no le pagas a alguien para que envuelva los regalos? —preguntó fastidiado recostando su rostro en su mano mirando fijamente a Hinata.

—N-No tiene sentido si no lo hago y-yo misma —respondió—. No sería especial.

—Hmp.

—¡Hinata-san, Sasuke-san feliz navidad —saludó Tenten parándose al frente de la mesa.

—Oh, Tenten-san feliz navidad —devolvió el saludo Hinata con una linda sonrisa, deteniéndose de envolver el regalo.

—Hmp.

—Tan hablador como siempre Sasuke-san —comentó la castaña con una sonrisa divertidaa.

Hinata sonrió nerviosa fijando sus ojos en el Uchiha, pero este sin más tomó una pequeña caja de una de las bolsas y comenzó a envolver él mismo un regalo.

—Tenten-san es bu-bueno saber de ti… Ha-Hace días que no te veía —mencionó Hinata al notar que Sasuke no hablaría.

—¡Ah, eso! Es que estuve muy ocupada en esto —explicó Tenten colocando un cartel en la mesa.

—Evento de beneficencia navideña… —leyó el título Hinata.

—Sí. Hace poco me di cuenta que muchas personas pasan la navidad solas, ya sea por diversos motivos. Así que decidí hacer un evento de beneficencia en navidad, donde puedan venir aquellas personas que están sola.

—Que buena idea Tenten-san —Hinata estaba más que conmovida.

—¿Y tus empleados trabajaran en navidad? —preguntó de pronto Sasuke entrado en la conversación.

—No, les di el día libre… Por eso es que estoy pensando en publicar los carteles para dar a conocer el evento y para pedir la ayuda de voluntarios que me ayuden a servir el chocolate y las galletas.

—Hmp… —Sasuke tomó el cartel y lo leyó—. ¿Segura que alguien vendrá a ayudar?

—Incluso si nadie me ayuda haré todo sola —exclamó con mucha energía Tenten—. Bueno tengo que dejarlos… Feliz Navidad.

Sin más Tenten se fue dejando a la pareja solos una vez más.

—Tú quieres ayudarla —declaró Sasuke al bajar el cartel y mirar a Hinata.

Ella por su parte se sonrojo y comenzó a jugar con sus dedos “¿Soy tan predecible?”, se preguntó Hinata.

—S-Sí, me… Me gus-gustaría ayudar pero… Dudo que Otou-sama me deje.

Sasuke bufó— Como sea terminemos con esto —dijo señalando los regalos a medio envolver.

—S-Sí.

—Sasuke, ¿Qué te sucede? —indagó curioso Itachi sentándose al lado de su hermano en el sofá.

—Nada —contestó indiferente el menor sin mirar a su hermano.

—Desde la mañana estás pensando en algo —Sasuke se giró a verlo con el ceño fruncido—. ¿Qué es lo que te molesta? ¿Se trata de Hinata-san?

Sasuke gruñó ante lo perceptivo que llegaba ser Itachi, con fastidio sacó de su pantalón aquel cartel sobre el evento de navidad. Itachi curioso tomó entre sus manos el arrugado papel.

—Así que estabas pensado si ir o no —dijo el mayor comprendiendo la situación.

—No es muy probable que ella vaya… Tal vez su padre no la deje ir —aclaró Sasuke.

—Eso habrá que averiguarlo. Sasuke ponte tu abrigo —ordenó con una sonrisa Itachi levantándose para ir en busca de su propio abrigo.

—¡Itachi! A Okaa-san no le agradará que nos vayamos —Sasuke lo persiguió.

—Déjamelo a mí.

En ese tipo de ocasiones Sasuke tenía envidia de Itachi, era increíble su habilidad de convencimiento, así como también esa astucia para salirse siempre con la suya. De alguna manera que no lograba comprender Itachi había logrado convencer a los padres de ambos de asistir al evento de beneficencia y ser voluntarios.

Lo peor del caso era que tanto Mikoto como Fugaku en vez de dejarlos ir, habían ido con ellos. Así es como los cuatro entraron en aquella cafetería la cual, para esa hora de la noche estaba abarrotada de personas.

—¡Oh! ¡Hola, Sasuke-san! —saludó Tenten vistiendo un traje de Santa—. ¡Sasuke-san por favor dime que vienes como voluntario! ¡Nos urgen manos extras! —exclamó la castaña algo abrumada.

—Sí, y traje ayuda extra —señaló a su hermano y padres.

—¡Todos ustedes serán de mucha ayuda! —el alivio se notó en el rostro de Tenten—. Pasen detrás del mostrador y dejen sus cosas en la sala de descanso, luego pueden colocarse un delantal. Enviare a Haku para que les digan en que pueden ayudar.

Después de indicar lo que tenían que hacer los Uchihas hicieron exactamente lo que dijeron, en la sala de descanso dejaron sus pertenecías así como sus abrigos y colocándose un delantal salieron donde un Haku les explicó lo que tenían que hacer.

—¡Sa-Sasuke-kun! —exclamó una sorprendida Hinata—. ¿Q-Qué haces aquí?

—Vine a ayudar —contestó mostrando el delantal que tenía puesto y que ambos usaban—. Así que tu padre te dejo venir.

—E-En… En realidad —Hinata comenzó a jugar con sus dedos a la vez que desviaba la mirada a un lugar en concreto.

Sasuke siguió su mirada y alzo una ceja al ver al padre de Hinata con un delantal repartiendo algunos vasos.

—¿¡Vino contigo!? —eso claramente sorprendió a Sasuke.

—A-Aún no entiendo c-como sucedió —confesó—. Lo ci-cierto es que t-toda mi familia vi-vino.

Sasuke aún no salía de su asombro y su consternación creció más al ver a su padre junto al de Hinata, parecía que ambos no se llevaban bien porque se mandaban mirada de muerte a la vez que repartían bebidas a una gran velocidad, tal parecía que estaban compitiendo por ver quien entregaba más.

—Ano Sa-Sasuke-kun —Hinata bajo la mirada nerviosa a la vez que jugaba con sus dedos—. Y-Yo… Tengo a-algo p-para ti.

—¿Qué es?

—Bu-Bueno… es-está en la s-sala de… De descanso —sonrojada como estaba Hinata se giró y camino a aquella sala.

Una vez allí la Hyūga se dirigió en dirección a sus cosas de donde tomó una pequeña bolsa morada.

—¡Fe-Feliz N-Navidad, Sasuke-kun!

El corazón de Sasuke se aceleró al ver el rostro de Hinata con un suave sonrojo que la hacía ver más adorable que nunca. Un poco atontado el Uchiha tomó la bolsa y miró en el interior, con su mano Sasuke sacó una larga bufanda de lana de color azul.

Por la mente del él paso el recuerdo de haber visto a Hinata leyendo revistas sobre temas como aprender a tejer.

—¿Lo hiciste tu misma?

—S-Sí —avergonzada Hinata asintió.

—Gracias —con una sonrisa sincera Sasuke se colocó la bufanda—. También tengo algo para ti.

Sasuke reviso el bolsillo de su pantalón y sacó una pequeña cajita negra y se la entregó a Hinata. Curiosa y con una sonrisa expectante la chica abrió la cajita, dentro había un collar bañado en plata con un dije de luna llena.

—¡Es hermoso!

—Igual que tus ojos.

Hinata desvió la mirada apenada a la vez que su sonrojo se volvía más visible.

—Déjame ponértelo.

Sin decir nada la chica le dio la espalda a la vez que hacía a un lado su cabello, Sasuke tomó la caja y sacó el collar y delicadamente lo colocó en el cuello de Hinata, al finalizar no pudo evitar rozar con sus dedos aquel delicado y provocativo cuello.

—G-Gracias Sasuke-kun.

Ambos se miraron a los ojos por un tiempo hasta que un grito los casó de su pequeño momento especial.

—¡Necesitamos más chocolate por aquí! —gritó desde la cocina Konohamaru.

—¡En el depósito hay! —informó Tenten desde el otro lado de la tienda.

—Y-Yo iré —dijo Hinata apenada saliendo de aquella sala.

Sasuke sin nada más que hacer la siguió.

—¿La está pasando bien, Danzo-san? —Tente se paró al lado del anciano el cual estaba acompañado por otro.

—Si no hubiera tanto ruido… Tal vez la pasaría bien.

—No digas eso Danzo —negó con la cabeza Hiruzen—. No le haga caso señorita… Aquí entre nos, nunca lo había visto más feliz.

Tenten sonrió encantadoramente por haber logrado su objetivo.

—¡No digas estupideces Hiruzen! —refunfuñó Danzo.

—Aquí les dejo estas galletas especiales —Tenten colocó una bandeja llena de galletas de chispas de chocolate y por el aroma estaba recién hechas—. Disfrútenlas y Feliz Navidad.

—Sí, si lo que sea —sin perder el tiempo Danzo tomó una galleta y Tenten pudo jurar que vio una pequeña sonrisa en él.

—¿Necesitas ayuda? —preguntó Sasuke después de un rato de ver a Hinata luchar por intentar levantar aquel saco.

—Y-Yo… N-No… —Hinata negó, pero al ver la cara de él se encogió de hombros rindiéndose—. S-Si… Si ne-necesito ayuda.

Sin mucho esfuerzo Sasuke fue capaz de levantar el pesado saco de chocolate.

—Gra-Gracias Sasuke-kun —Hinata sonrió.

El Uchiha llevo el saco a la cocina donde Itachi, Hanabi y Konohamaru estaban preparando las bebidas.

—Creo que faltaran más vasos —comentó Konohamaru.

—¡Y-Yo i-iré por ellos! —dijo Hinata girando para volver al depósito.

Con una sonrisa Sasuke la siguió, pero cuando él iba a medio camino Hinata ya regresaba con un paquete de vasos de plásticos.

—Eres rápida —no pudo evitar comentar al detenerse.

—Es-Estaban en un es-estante, fácil de ver —Hinata sonrió.

El rostro de Hinata se tornó rojo al ver más allá de la cabeza del Uchiha, intrigado por su reacción Sasuke también subió la mirada, allí encima de ellos había un muérdago. El Uchiha sonrió de lado a la vez que bajaba la vista y miraba a Hinata.

Ambos estuvieron en silencio un rato, Sasuke con su mano acarició con cariño el rostro de Hinata, ella por su parte apretó el paquete de vasos contra su pecho nerviosa. Tomándola del mentón Sasuke se acercó para unir sus labios.

Ambos estuvieron lo suficientemente cerca para sentir la respiración del otro, negro y perla se encontraron por un instantes antes de que ambos cerraran los ojos.

—¡Hinata! ¿Conseguiste los vasos? —el inesperado grito de Tenten hizo que Hinata se apartara de Sasuke con el rostro increíblemente rojo—. Así que los encontraste… ¿Hinata, porque estas tan roja? ¿Tienes fiebre?

—N-No es-estoy bi… Bien —apenas logró decir la Hyūga.

Tenten entrecerró los ojos viendo a Hinata para posar su mirada en Sasuke— Tal vez… ¿Interrumpí algo?

—¡N-No! —respondió Hinata más roja que antes, parecía que iba a desprender humo por los oídos—. Ll-Llevare los… Los va-vasos —y con eso dicho Hinata comenzó a correr.

Sasuke casqueó la lengua y miro con resentimiento a la castaña, al tener que alzar la mirada para verlo Tenten se encontró con el muérdago.

—Oh —dijo entendiendo la situación—. Lo siento Sasuke-san —se disculpó para seguidamente huir de él.

“Será en otra ocasión”, pensó Sasuke de mal humor recostándose en una pared, al ver hacia abajo vio la bufanda que llevaba, la tocó y sonrió.

—Esta puede ser la mejor navidad de mi vida —murmuró.

Fin del Especial de Navidad

Nota de autor:

Esperó ralamente que les haya gustado este especial. A mí me encanto escribirlo y por favor no me maten por lo del beso. Espero con ansias sus comentarios.

A todos mis queridos lectores ¡Feliz Navidad y próspero año 2020!

Besos.

Fecha de publicación: 24/12/2019

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