Introducción
Mark Lee entro a la cafetería con pasos lentos, el ambiente tenia una decoración navideña, con luces y adornos por todos lados. El lugar era hogareño y el olor a cafe invadia en el aire, podia sentir la calidez familiar en cada rincon.
Froto sus manos entre ellas, dejando que la sensación de calor se penetre en ellas y dejar el frio fuera. Con cautela quito la nieve que se habia quedado en su cabello, suspiro con nostalgia y camino hasta una de las sillas más cercanas.
No espero mucho hasta que dos manos le acercaron un postre y una taza con un cafe caliente, listo para protegerlo del invierno que se avecinaba. Levantó la vista y se encontró con esos par de ojos que lo miraban con adoración. Le sonrió al chico que trabajaba ahí.
—Hola cariño— Escucho la dulce voz de su novio, Jeno, el le devolvió la sonrisa con la calidez subiendo desde su pecho.
—Hola— Levanto una de sus manos y sujeto la del contrario, apretando suavemente.
—Tus manos estan frias— Jeno tomo la mano de Mark con las suyas, lo miro preocupado unos segundos antes de preguntarle —¿Estas bien?— Mark asintió.
—Si. Solo te extrañaba— En parte era verdad, pero extrañaba algo más. Su hogar, su familia y todo eso que dejó en Canadá. Las fiestas lo volvian sensible.
—No te creo, pero hare como que si— Le acercó aún más el plato con el pequeño postre de chocolate, ese que tanto le gustaba —Ahora come, mi turno ya casi termina—
—Gracias bebé— Miró una vez más a sus ojos favoritos. Dejó que un beso casto y dulce llegue a sus labios, sonrió como un niño.
—Disfrutalo. Los preparé yo— Y volvió a darle otro beso, olvidando todo a su alrededor.
—Uno más— Jeno rio complacido y cumplio la orden. Unió sus labios en un beso mas largo, retrasando el tiempo con cada pequeño roce. Mark sonrió a mitad del beso y dejó que Jeno pusiera una de sus manos sobre la mejilla izquierda. Estaba más que feliz así.
—¡Jeno regresa a trabajar!— La voz del gerente del lugar los hizo separar, ambos riendo tímidos por la situación. Olvidando donde estaban en primer lugar.
—Esperame— Fue lo último que escuchó. Jeno regresando al trabajo.
Del otro lado, uno de los trabajadores del lugar miraba de mala gana al gerente. El mayor de ambos lo miró confundido.
—Eres como el grinch— Ten sentenció hacia Doyoung. Este solo puso los ojos en blanco.
—Esta trabajando, puede besarlo en su casa— Ambos siguieron sus labores correspondiente mientras hablaban de una esquina a la otra, la hora pico estaba por empezar. En cualquier momento seria dificil hablar.
—Deberias ser más gentil. Piensalo— Ten dejó la caja registradora y se dio media vuelta hacia las maquinas de cafe donde estaba el mayor. —Somos como familia—
—¿Que?— En eso vieron a Donghyuck entrar, el menor entre los trabajadores actuales del lugar. Ambos lo saludaron y dejaron que pase directo a los casilleros.
—Mark siempre fue como un hermanito— empezó su punto —Y Jeno es el hermano de tu novio—
—Taeyong no es mi novio y no quiero tener nada que ver contigo, gracias—
—Es época navideña Doyoung, es tiempo de romance—Ten habló indignado por la reacción del otro. No entendia como las otras personas no podían ver lo lindo de esa epoca.
Ten queria eso, enamorarse y pasar una noche buena junto a la persona amada, una romantica cena, charlas íntimas con una copa de vino, caminar tomados de las manos, desayunar galletas con leche. Suspiró en el lugar, realmente lo deseaba, era como un sueño.
—Deja de soñar Ten y vuelve a trabajar— Con mala gana la conversación terminó ahi.
Unos minutos después llegó el dueño del lugar, cargando un par de cosas y guiando a unas personas para que pusieran en un lugar algunas cosas, unos equipos de sonido y un pequeño teclado, un microfono y todo lo necesario para su nueva inversión en el cafe. A partir de ahora tendrian música en vivo algunos días y podrian darle oportunidades a los estudiantes de música de la universidad que estaba a unas cuadras.
Vio a Doyoung que estaba con una mirada confundida y asustada, tal vez tenia que dejar de tomar decisiones tan abruptamente. Pero la epoca era la mejor para empezar, miro el local y noto la decoración.
Le sonrio a Doyoung mientras se dirigia a él.
—El lugar se ve hermoso— Doyoung contuvo la respiración, queria responderle a su jefe que él tambien era hermoso, no era tan valiente.
—Fue idea de Ten, yo solo le di permiso. Tenia miedo que no te gustara— Lo habia pensado mucho, no solía hacer cosas sin consultar con Taeyong, pero Ten habia sido insistente con el tema. Su jefe le sonrió
—Me encanta, buen trabajo Doie— ambos se miraron unos segundos, perdidos en algún punto.
Ten, quien los miraba desde un costado, guardo un grito. Estaba cansado de verlos suspirar uno por el otro y que no hagan nada.
—Tu hermano esta atras ¿Querias hablar con el?—
—Tienes razón. Por eso eres el mejor— Antes de irse a donde su medio hermano estaba, Taeyong le dejo un beso en la mejilla rápidamente y luego se fue hacia la parte de atras.
Doyoung quedó parado en su lugar sin terminar de procesar lo que acababa de suceder. Tal vez seria tiempo de hacer algo con sus sentimientos que crecian cada vez más.
Un chico entró al lugar con movimientos torpes, era su primer trabajo y estaba nervioso. La entrevista de trabajo habia sido muy extraña, habia ido en busca de un trabajo y de alguna forma terminó contratado por un joven guapo que le hablo de su cafeteria. Debia admitirlo, el lugar era lindo y daba una sensación de hogar por todos lados. Ahi entendió el nombre de 'From Home'
Sungchan se acercó a la caja registradora y pidio hablar con Taeyong. El chico de cabello oscuro lo miró de arriba abajo antes de llamar a otro muchacho.
—¿Eres el nuevo?— Asintió —Ven, Tae te está esperando— Sungchan siguió al muchacho hasta la parte atras donde el dueño del lugar hablaba con otro chico. Él lo miró sorprendido, vestia la ropa del local, pero de alguna forma lo hacia verse diferente a los demás. El chico de la caja tenia confianza, pero ese otro tenia un aura diferente.
—Sungchan él es Donghyuck, mi hermanito, te enseñará las cosas basicas—
Tenia que seguirle el pasó y prestar atención a lo que le decia, pero era dificil concentrarse. Se sentia mareado e hipnotizado.
—Voy a presentarte a los demás, dentro de poco será un caos aquí y nl tendras tiempo— Sungchan asintió, Taeyong le habia explicado la parte dificil.
Su turno empezaria a la hora donde el local se llena de personas, cuando el primer y segundo turno se juntan para poder dar un buen servicio, luego el primer turno se retira y quedarian ellos. Al parecer Donghyuck seria su nuevo compañero de trabajo, sonrio sin poder evitarlo.
—Ya conociste a Ten, si eres soltero no le digas, te buscara pareja hasta debajo de las rocas—
—Estoy soltero ¿Y tu?— El muchacho fente a él lo ignoro y siguio con su relato sobre el personal.
—El camarero de ahi es el hermano de Taeyong y mi medio hermano— Lo buscó con la mirada entre las personas del lugar y lo vio llevando un pedido.
—Es lindo— Admitió en voz alta.
—Tiene novio y esta sentado ahí— Siguio la linea donde apuntaba y encontró a un joven medio escondido entre su abrigo, solitario en su lugar. —Después está mi hermano y Doyoung. Son como una pareja de casados, pero no se los digas—
—¿Por que?— Preguntó, pero volvió a ser ignorado. No entendia porque esa actitud indiferente lo hacia querer saber más y conocer al muchacho que lo guiaba.
—Por último, Jungwoo. No tarda en llegar, ya lo veras— Y antes de que pueda decir algo más, un chico alto entro al lugar saludando a todo el mundo. Paso caminando por el local como si fuera él el dueño del cafe, haciendo notar su llegada.
Saludo a Jeno, luego a Ten y se dirigió hasta donde Doyoung terminaba unas ordenes.
—Hola papá— Dijo en tono burlón, Doyoung se dejó abrazar y dejarle paso hacia el lugar de trabajo. Ahi se dio cuenta que ya tenia el uniforme puesto
—¿Lo notaste? Siempre viene listo desde su departamento—
—Hola Haechan ¿Quién es el?— Quiso responder con su nombre, pero el otro lo interrumpió.
—El nuevo— Se acercó hasta el chico alto y dijo algo por lo bajo, como si fuera secreto —Tu cliente favorito ya llegó. Jeno no lo atendió— Jungwoo sonrió y salio como un rayo hacia el otro lado —Eso es todo ¿Por donde te gustaria empezar?—
—Con una cita— respondió sin pensar. Donghyuck parpadeo dos veces
—¿Que?— Esto seria interesante
Jungwoo camino hacia la mesa donde estaba uno de los clientes habituales del local, no era ningún secreto que le gustaba. Todos en el café sabian que siempre suspiraba por aquel muchacho, aunque no conocia su nombre todavía. En parte era injusto, el llevaba el suyo en una placa de su uniforme. Al llegar a la mesa noto que no venia solo esta vez
—Hola ¿Que van a ordenar?— Puso en su rostro su sonrisa de atención al cliente. Los otros dos lo miraron y saludaron.
—Hola Jungwoo. Lo de siempre— Sonrio aun más, ya lo habia anotado en su libreta. Hace un par de meses que venia al cafe y pedia lo mismo una y otra vez —¿Tu que quieres cariño? Yo invito— Jungwoo intento ocultar su confusión, manteniendo su pose profesional.
—No. Es mi turno pagar esta vez— Dijo el otro mientras miraba las opciones.
—Sicheng, te traje a mi cafe favorito, dejame pagar. Es como mi casa— El cliente lo miró con su sonrisa característica, esa que lo hacia verse como un niño y Jungwoo no sabia como reaccionar —¿Tu que crees Jungwoo?—
—Yo solo estoy para tomar sus ordenes— No quiso ser tan brusco, pero podía sentir sus ojos arder, conteniendo las ganas de llorar.
—Deja al chico en paz Yukhei— al final tomo su orden y dejo que su rostro no demostrara como se sentia por dentro, estaba decepcionado aunque feliz por fin saber el nombre del chico. Tampoco debia pensar lo peor, nada estaba confirmado y de eso se encargaria de descubrir.
El primer turno termino y tanto Ten como Jeno se quitaron el uniforme, Doyoung se quedaria un poco más, a ninguno le sorprendio. Ambos salieron afuera entre risas, hablando sobre algunas anécdotas del día.
El frio se colo por sus huesos y la nieve cayo sobre ellos, faltaban pocos días para navidad y el cielo se los recordaba. Al salir vieron a Mark esperando con la punta de su nariz roja por el frio.
—¿Vas a mi casa hoy?— Le preguntó mientras se tomaban de la mano, Jeno asintio con una sonrisa.
Ten los miró desde su lugar con una sonrisa de oreja a oreja, lo hacia feliz verlos así. Podia recordar los dias donde los vio dar vueltas uno sobre el otro sin saber como expresar sus sentimientos. Eran su mayor orgullo, los siguientes serian Doyoung y Taeyong, era tedioso ver sus ojos de corazones y que ninguno hiciera nada. Cuando estaba Doyoung, el mundo no existia, habia estado al lado de su jefe y este lo ignoro olimpicamente.
En una esquina saludo a la feliz pareja y el siguio su camino, mirando hacia el piso. Observaba como sus pies dejaban una marca en la nieve y volvió a soñar despierto, anhelaba tener algo para navidad asi. Su familia estaba lejos y aunque los Lee siempre le daban la bienvenida a su casa, no era lo mismo.
Ese año deseaba llevar a alguien a la fiesta de navidad en la casa de los Lee.
De repente sintió como su cuerpo chocaba con el de otra persona. Levanto su mirada para pedir perdón, cuando se cruzo con unos ojos oscuros y una sonrisa timida, de ella salia un pequeño hoyuelo. Ten lo sintio como un sueño, dudando si era real o seguia perdido en sus fantasias.
—¿Esto es tuyo?— La voz era suave y se llevó con ella todo el aire de sus pulmones. Miro lo que las manos le entregaban y reconocio su billetera que se habia caido por el choque.
—Gracias— Dijo casi en un susurro, el desconocido volvió a sonreirle y siguió su camino.
Ten se sintió como el protagonista de alguna tonta pelicula romántica y le encantaba.
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