Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Deseo de Navidad

[Markno]

Era la mañana del veinticuatro y Jeno se encontraba en la casa de su novio después de pasar la noche juntos. Habia preparado todo para la primera navidad juntos y esperaba poder sorprender a Mark, se merecía la felicidad.

Siguió como pudo la conversación con su madre en el telefono mientras ponia como podia crema batida al desayuno que habia estado preparando desde temprano. No queria estropear nada.

Escuchó a su madre hablar sobre las decoraciones para navidad en su casa y las miles de razones por las cuales debia ir a ayudarla "Taeyong no contesta el telefono" le decia cada dos segundos, tampoco esperaba mucha reacción. Su hermano era lo bastante mayor para saber lo que hacia y ayer Donghyuck le dijo que Doyoung se lo llevó arrastrando fuera de la cafeteria.
Como todos los años, su medio hermano ya estaba en la casa de su madre en las afueras de la ciudad. Donghyuck pasaba la noche buena allí y luego la noche vieja con su padre.

A la mitad de su labor sintió dos brazos que lo envolvian por la cintura, sonrió al sentir su calor. Se giro a verlo y le dio un rapido beso de buenos días, Mark sonrio sastifecho. Con un gesto le preguntó con quien hablaba.

—Mi madre— Explicó. Mark asintió y con sus manos le indicó que queria hablar con ella, no le sorprendió, su madre tenia la habilidad de llevarse bien con todos sus amigos y jovenes que pudiera encontrarse —Mamá, Mark quiere hablar contigo— Recibió un "Si" con mucha alegria y entusiasmo. Rio con cariño y se lo entregó a su novio.

En ese momento se perdió en su mente, esperando que su desayuno sea especial y que a su novio le gustara. Habia buscado y preguntado en varios lugares, sitios webs y demás para poder preparar esa especie de tarta. No pensó que seria tan dificil, pero si una familia podia hacerlo en la comodidad de su casa, el tambien podia hacerlo en la cocina del pequeño departamemto de Mark. Ya era casi como un segundo hogar.

—Nos vemos en el almuerzo— Miró a Mark como cortaba la llamada y se sintió confundido, se había perdido en algún momento dentro de su cabeza. Mark rio al verlo perdido —Tu madre nos espera para ayudarla con las decoraciones— Jeno negó con la cabeza, no sabia quien de los dos era peor o incluso si era buena idea dejar que su madre y su novio pasen tanto tiempo juntos.

Vio como Mark observaba lo recien preparado en la mesa, se sintió nervioso por unos segundos, lo miró vacilante. Queria leer la expresión del canadiense, pero este solo miraba el postre con los ojos fijos. Hasta que sonrió y solto una pequeña risa incredula.

—¿Esto es?— Dejó la pregunta en el aire.

—Si— Respondió algo timido, sentia cada uno de sus latidos llegar hasta sus oídos. Habia ensayado las palabras muchas veces —Tal vez no sea tan rico como el que hace tu madre, pero debe ser comestible— Antes de poder seguir sintió el peso del mayor caer sobre sus brazos.

Jeno lo recibió en un fuerte abrazo, descansando sus brazos sobre la delgada cintura, esa donde podía sentir que encajaba a la perfección. Un beso lento cayó sobre sus labios y lo recibio gustoso. Se separaron unos centimetros y pudo ver como galaxias enteras brillaban en los ojos de Mark.

—Hace frio, tomemos el desayuno en la cama— Jeno asintió con una sonrisa de ojos y siguio los pasos de su tierno novio hasta la habitación de este.

Habian pasado cuatro o tal vez cinco meses desde que estaba saliendo oficialmente con Mark y verlo desenvolverse con tanta normalidad y calidez por toda la casa, hablando con la madre de Jeno y su padrastro. Era tan doméstico y todos ahi se habian acostumbrado rápidamente a la risa de Mark, podia escucharla hasta en los más lejanos rincones.

Lo ayudó sosteniendo la escalera mientras Mark acomodaba las luces en el techo, habian estado un buen rato discutiendo donde sería mejor colocarlas. Ambos terminaron riendo al final y por supuesto Mark terminó accediendo a la idea de Jeno, no podia evitarlo.

Miró hacia arriba, observó la concentración de Mark al poner las luces, la silueta de su figura extendida para alcanzar lo mas alto posible, el perfil de su mandíbula y su flequillo despeinado por los movimientos. Se sintio como un expectador, podia decir que así se sintio ver a un verdadero ángel en la tierra.

—Es hermoso— Escucho una voz a su lado y sin pensarlo respondió.

—Lo es— La risa de Ten no tardó en llegar, ahí se dio cuenta de lo mucho que se habia perdido.

—Hablaba de las luces—

—Yo tambien— Intento excusarse, Ten no le creyó y siguió con lo suyo ofreciendo algunas galletas.

—Mark ¿Quieres una?— El chico miro una vez hacia abajo y luego otra vez hacia arriba, satisfecho con el trabajo.  Entonces fue cuando decidió que estaba listo.

Bajó de las escaleras y disfrutaron de algunas galletas recien horneadas, disfrutaron una rapida conversación entre ellos. Jeno no podia apartar su mano de la cintura de Mark. Temia que pudiera perderlo o que se sintiera solo, no podia imaginar como seria estar tan lejos de casa.

Su hermano mayor llegó con una gran sonrisa, la noche ya estaba en su punto de inicio en ese momento. Abrazó rapidamente a Taeyong y lo escucho susurrarle "Tengo una sorpresa"

Los miró a todos ahí, incluido Ten ya listo para irse a su casa para su cita. Taeyong miró una vez mas, pero no dijo nada.

—Tengo una noticia que darles esta noche— Jeno tomo un largo suspiro y sintio que seria el mejor momento para decirlo.

—En realidad— Empezo por lo bajo, tomando la mano de su novio —Mark y yo cenaremos afuera— Su madre ya lo sabia y su hermano lo miró sorprendido. En cuanto a Mark, solo sonrio de costado, intentando calmar su agitado corazón.

—Entonces ¿Mañana?—

Con esa promesa de volver para el almuerzo de navidad de la empresa, como le gustaba poner de excusa su madre. Caminaron un buen rato, Mark dejándose llevar por Jeno por la ciudad. Sin saber o conocer su destino, por otro lado Jeno estaba ansioso y nervioso por su sorpresa.

—Espero que no te importe que la cena sea una comida rápida— No necesitaba el dinero, solo era para sentirse independiente mientras terminaba la universidad y de paso obtenía experiencias de la vida real. Es por eso que no tenia mucho y con lo ahorrado no alcanzaba para las dos cosas, era elegir entre la sorpresa o un restaurante.

—Sabes que eso no me importa—

Comieron ligero en algún puesto de la calle, agradecía que Mark le encantara cualquier cosa y siempre elogiaba a las personas, era realmente dificil no gustarle a Mark. Era más difícil odiarlo.

Caminaron hasta un centro de patinaje y en el segundo en el que entraron pudo sentir el jadeo de Mark a su lado, luego le siguió un apretón de manos y terminó con una sonrisa con los ojos brillando de emoción.

—¿Que?— Los pómulos de Mark se levantaron y su nariz se arrugo de esa forma que tanto adora, con sus lindos dientes reluciendo en ilera.

—Es mi regalo— Jeno finalizó y dejó que un encargado les diera lo necesario para patinar sobre el hielo. Ver la sonrisa de Mark todo el tiempo fue como un deseo cumplido.

Eran terribles en eso, pero fue una exelente excusa para no soltar sus manos en ningún momento. Se dejo arrastrar por todos lados y su estomago dolia de tanto reir, seguramente por la mañana le dolerian los músculos por las caidas y el esfuerzo. Fue puro risas hasta que se cansaron, ambos pararon en una esquina de la pista.

Jeno sintio la mirada de Mark sobre él y se giró para verlo.

—¿Sucede algo?— Mark se acercó sin decir nada y lo abrazo por los hombros, él lo sujeto por la cintura.

—¿Por qué?— Preguntó y Jeno no supo como responder, buscando las palabras adecuadas para expresarse.

—Recuerdo que una vez me hablaste sobre un lago cerca de tu casa que en estas fechas se congelaba— Fue hace tanto tiempo y en una de sus charlas casuales que esperaba que su memoria no funcionara mal y no estar equivocado con la información
—Dijiste que ibas con tu madre e intentabas patinar—

Se quedaron en silencio, esperaba una respuesta, algo que pudiera decirle que habia cumplido con el deseo de navidad de Mark. Recibió un beso en los labios, tardó en reaccionar y luego lo siguió. Se besaron lento y pausado por un largo tiempo, riendo entre besos, solo separándose para tonar aire y regresar a unirse como uno. No tenian prisa y se sentia como si fueran pequeñas caricias. Hasta que se dio cuenta de donde estaban.

—Deberiamos irnos— Mark susurro, sin hacer esfuerzo para separarse.

Caminaron por la costa del rio Han, con las manos de los dos en el bolsillo de Jeno, hacia frio en ese lugar y ninguno pensaba separar sus manos. Frenaron después de un tiempo y miraron el agua, no eran los únicos en ese lugar.

Mark lo miró a los ojos y Jeno intento leerlos, sin poder descifrar lo que ocurria en la mente de su novio

—¿Vas a decirme o tengo que preguntar?— No dijo nada, solo lo miró con confusión —No soy idiota, hiciste todas estas cosas por mi. Desde la mañana hasta ahora, hicimos cosas de mi infancia—

—¿Estuvo mal?— Contestó con temor, para su suerte, Mark negó y sonrió dolorosamente. Jeno sentia que algún día esa sonrisa podria matarlo de dulzura.

—Dime por que lo hiciste—

—Ten dijo que podrias extrañar a tu hogar y quise traerte todo esos recuerdos al presente— Jeno miró al suelo, avergonzado. Era un poco tonto o así se sentia al decirlo en voz alta.

—Gracias, eres el novio más dulce y atento ¡No puedo creer que recordaras todas esas cosas!—

Ambos rieron, ninguno dijo nada sobre el hecho de que algunas de esas charlas habian sido de antes de ser novios. Ambos se sintieron atraidos al otro desde su primera conversación cuando el chico del cafe los presento hace un año

—Me debes un deseo de navidad— Dijo en broma, aún así Mark lo miró con atención.

—Bien, dime que quieres— Se miraron de frente. El se puso a pensar, realmente no queria mucho y se lo dijo.

—Tu felicidad es lo único que necesito y que sintieras a Corea como tu hogar también— Algo en los ojos del contrario cambió, lo vio pensar antes de escuchar sus palabras.

—Jeno, tu eres mi hogar ahora. No importa en que lugar estemos— Jeno dio un paso adelante y se acercó más a su novio, feliz por su respuesta. Podia sentir como en su interior las mariposas volaban sin parar. —En serio, pide lo que sea—

Lo pensó, de verdad, no imaginaba otra cosa que pudiera hacerlo más feliz de lo que ya se sentia. Sospechaba sobre la noticia de Taeyong, habia pasado la noche con Doyoung, tenia trabajo y sus estudios iban bien, su madre era la más dulce y se habia casado con un buen hombre y su hijo era prácticamente su amigo ahora. Además tenía un novio a quien realmente apreciaba.

—Dime cuanto me amas— Todo a su alredor se detuvo. En esos meses siendo novios aún no mencionaban esa palabra y ninguno habia hablado sobre estar enamorado.

Jeno estaba seguro y ese era su deseo.

—Te amo Jeno Lee— Su corazón palpito fuerte en sus oidos, los sonidos del mundo se apagaron y esa frase resono en cada rincón de su cuerpo.

—Yo tambien te amo Mark Lee—

Y asi se unieron en un beso que sellaba sus palabras en una sola verdad, cumpliendo los miles de deseos que le pidieron al cielo. Si en algun momento los fuegos artificiales iluminaron la noche marcando el inicio de la navidad, ninguno dijo nada.

—Feliz navidad Mark—

—Igualmente— Las personas a su alrededor se felicitaron entre ellas, sin embargo sus ojos estaban en su novio quien ahora sonreir de lado —Mi regalo esta en mi casa—

Entendiendo el mensaje, Jeno condujo a su novio a quien podria y queria cumplirle cada uno de sus deseos.

No se suponia que iba a tardar en escribir, pero me pasaron mil cosas.

Navidad termina cuando yo lo digo. Ok? No mentira, espero les este gustando que hay más

Markno siendo los más lindos porque si.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro