Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

tres.

Su prometido, su prometido, su prometido... Seungmin el chico de bonita sonrisa estaba comprometido con alguien, eso le pasaba por no preguntar, eso le pasaba por no hablar, por ser un tonto que se ilusiona fácil, Chan era un tonto, de esos tontos que se creen fácilmente cautivados, y es que tontamente, el día en que lo conoció, lo tomo como un Dios, bonito, como solo un ser irreal podía serlo, pero al fin de cuentas, el tiempo ya había decidido y Seungmin no era para él, bien le dijo Changbin, alguien llegaría para él, alguien en algún espacio de este grande mundo, cualquier persona de los 7mil millones de personas, sería esa persona especial para Chan, tenía fe de que esa persona existe.

Pero no era Seungmin, no el chico que conoció en una app de citas dos días antes de conocer a Seungmin, tampoco el aprendiz que le sonrió cuatro días después de conocer a Seungmin, tampoco era su jefe, Changbin tampoco fue... Pero habría alguien que si sería para él, alguien que quisiera a un ser tan patético como lo era él, alguien que quisiera al tonto Chan.

Chan se consideraba un hombre patético, de esos que realmente no son sobresalientes, Chan se consideraba un fracaso con F mayúscula. Desde que salió de Australia, su vida era patética, salir a buscar sus sueños, claro, patético, pues... ¿Qué había conseguido? Nada, un trabajo en un restaurante donde los clientes no eran abundantes y letras de canciones que eran feas para el jefe. Tantos años como aprendiz, todo el tiempo que desperdicio para que simplemente... No estuviera a la medida.

Hace cuatro años que dejó de intentar ser un idol, y hace tres que trabaja con Park mientras le rechaza una y otra vez canciones y pistas "muy ruidosas", al parecer, las letras que no hablaban de amor no vendían, la música que no era balada era basura. Aunque Chan no creía eso, pero que más daba su opinión, cuando él no era el jefe. El jefe era Park, quien le pagaba era Park, así que debía adaptarse a lo que el viejo dijera, no había de otra. La renta del departamento miniatura que rentaba era cara, y aunque no siempre hacía las tres comidas, comer también era necesario.

Seguro sus padres estarían decepcionados de él, de él por ser un fracaso, pues se fue de casa para ser un grande, ¡Ja!, Un gran rechazado, seguro.

Lo que pasaba con Chan es que solo él se saboteaba a si mismo, aunque bueno, Park tenía gran culpa de ello, sus constantes desplantes, sus críticas ofensivas, todo eso atacó el autoestima de Chan, volviendolo lo que es ahora, teniéndolo frustrado. Si solo fuera un poco más guapo, más listo, más... Más como los demás.

Soltó un suspiro, miro al chico que tenía al frente, tan lindo para él.

— felicidades, Seungmin.— eso no sonó verdadero, pero es que no podía sonar de otra forma, no sabía fingir tan bien.

— Gracias, aunque bueno, no hay fecha para la boda aún, ¿Sabes?, Eso a veces me pone triste, ya sabes, eso de bodas y de más me emociona mucho— se tapo la boca mientras sonreía— lo siento, soy un tonto, no me hagas caso.

— de hecho, a mí también me gustan las bodas.— Chan alzó los hombros, secretamente, le gustaban las bodas, eran bonitas, costosas y anunciaban una mentira, pues prometían amor verdadero, vaya mierda. Aunque... Chan si se imaginaba amando tanto, tanto, tanto. Con ganas de prometer amor de por vida, de ese que dura siempre, tenía ganas de vivir ese cuento de hadas, ese bonito cuento de hadas dónde el amor como lo quería, si existía.

— ¿De verdad?— la cara de Seungmin se iluminó, los ojitos le brillaron, y la sonrisa que poco mostraba, se mostro en todo su resplandor, bonita, como todo lo que era ser Seungmin, después, frunció un poco el ceño... ¿Chan era casado?, Se sorprendió al sentirse ácido... no es que Chan le interesa románticamente, para nada, él solo tenía ojos para una sola persona, pero es qué... Chan era muy bonito, sentía que nadie lo merecía— ¿Eres casado?

— ¿Yo?, No, para nada— no tengo ni perro que me ladre. Aunque bueno, berry estaba muy lejos para ladrarle.— pero me gustan las bodas, son lindas, una ceremonia donde  celebramos el amor, eso es bonito.

—Sí, las bodas lo son.— aceptó el menor, el peliazul sonrió de la misma forma, le miró con una sonrisa, las bodas eran muy bonitas.

— yo hablo del amor.—  Chan hablaba de ese amor que buscaba, dónde la leyenda cuenta que todos tenemos una alma gemela, una persona destinada, Chan hablaba del amor, de ese que es inútil de buscar, a pesar de que Chan sabía, contra su mala suerte, de que ese amor no lo encontraría, tenía esperanza. El amor estaba tan trillado, pero solo porque de tantos conceptos, Disney nos había mentido de plano, y los libros nos habían mentido también. El amor era más que eso, para Chan era más que eso.

— Chan es un romántico...— canturrio el menor, Chan negó, aunque lo sabía desde siempre, era un romántico con una vida difícil que no podía permitirse sentarse a buscar el amor verdadero.

Chan no lo era, o por lo menos él no se consideraba uno, odiaba que todo tratara del amor, cuando la vida era una maldita hija de su suerte que cada día se complicaba más, la vida era una culera con todos, o bueno... La vida no, socialmente era una mierda injusta... Pero ¿Que pasaba con soñar? Con soñar que todo esto existía, un amor, la magia, las creaturas mitológicas, un Dios.  No sé perdía nada haciendolo, nada con replantear y comentar que es todo eso aparte de bonito. Chan tenía fé, eso era todo.

Para Chan, el amor era una fantasía para sobrevivir, de esas que buscas para no ser un miserable triste, sin esperanzas ni sueños, eso que te hace sentir acompañado, querido, menos solo, más competente, amar para él era la ancla que se salva de todo lo deplorable que era vivir día con día. Chan amaba, amaba a su mamá, a su papá, a sus hermanos, a su perrita, a sus amigos, amaba su música y a veces se amaba a si mismo, pero quería amar diferente.

Para Seungmin, el amor era excepcional, mágico, de ese que realmente es para siempre, amaba con locura a Yunbin,  porque era lindo, amable, porque lo consentía, lo amaba porque desde siempre lo había hecho no ¿Eso era amor, no? El amor era tiempo, dedicación, agradecimiento, confort.

— no, para nada, soy un ser rudo sin corazón, ya sabes, como en los fanfics.— Seungmin sonrió enormemente, no le creía, pues Chan parecía una masita azul apachurrable, de esas que pasabas tocando todo el tiempo, Chan se le hacía tan lindo, tan humano, no lo conocía, era poco el tiempo, casi nulo, no conocía a Chan de nada, pero es que... Conocer a alguien nuevo no le vendría nada mal.

— y yo nací ayer.— dijo con ironía, Chan asintió

— de verdad, soy muy rudo.— frunció las cejas y levantó el pecho, contuvo la respiración y borro la sonrisa, haciendo una cara "ruda".

— sí claro, le puse Your name el otro día y lloró como dos horas.— comentó Sana desde la puerta de la cocina, mirando a los dos chicos que se miraban como si nada más existiera a su alrededor, Sana estaba ahí como buena chismosa, dándoles a entender que estaba escuchando la conversación, es más, que era partidaria de que Chan era una masita.

— ¡SANA! — reprochó el peliazul, y Saba solo sonrió como si no hubiera dicho nada, Seungmin aguanto una sonrisa.

— digo la verdad, Channie.— le balconeo, Chan dejó de lado su objetivo se ser un hombre frío y sin corazón,  para hacerle un puchero a Sana.

— ¡Chae, Sana me está molestando!.— grito el peliazul haciendo berrinche, Seungmin soltó a reír como un loco, Eran tan graciosos.

— Sana, deja al niño en paz.— regaño su amiga y la pelirroja frunció la cejas, se giró a ver a Chae y haciendo una pose de diva, le dijo:

— ¿Niño?, Es un anciano.— Seungmin asintió carcajeandose, Chan lo miro mal unos segundos y luego regreso la vista a sus amigas.

— ¡eres mayor que yo!— señaló a Sana, y está alzó los hombros como si no importará.

— Chae es menor que tú y yo. Y es la mamá del grupo, así que ¡Shh, anciano!.— Chae asintió con cansancio, los dos eran unos niños a comparación de ella y su carácter tan serio.

— ¿Cuántos años tienes, Chan?— pregunto Seungmin a Chan, pero alguien más contesto por él.

— 25, es un anciano.— Seungmin sonrió.

— Sana.— adivitio Chae y Sana solo alzó las manos en símbolo de paz.

— Bien, bien, me voy.— le aventó un beso a los chicos que la miraban con una sonrisa y desapareció por la cocina.

— tengo 25 en esas coreana, pero, como soy australiano, tengo 24, bueno, estoy a dos meses de cumplir 24.— sí, se sentía tan viejo.

— Wow, extranjero...— Chan asintió.

— así es, soy de mi querido desierto rojo.— cómo era conocida Australia, amaba su país, pero no quería regresar, no siendo lo que era.

— de hecho, hay una canción de 5 seconds of summer que lo explica.— comentó Seungmin, Jeongin eran fan de al banda, así que se sabía una que otra canción de ellos (era 5sosfam de closet, y Calum lane, incluso, detrás de su teléfono, llevaba una foto impresa de Calum pelón).

— ¿Red desert? Es joya.— Chan conocía muy bien la banda Australia que era auna joya infravalorada.

— opinó lo mismo.

— ¿Cuántos años tienes, Seungmin? — Seungmin levantó al vista a él, no sabía en qué momento su vista se desvío a su plato de galletas.

— ¿coreana? 23, bueno,casi, en un mes cumplo 22 en edad global, si eso creo.— Dios... Tenía 22 y estaba por casarse, que cosas tan más raras, era tan joven.

— ¿Cuándo cumples años?— Seungmin sonrió, amaba su cumpleaños.

— el 22 de septiembre.

— ¡uh!, Un virgo. Lo siento, lo nuestro no funcionará.— dramatizo el peliazul e hizo amago de levantarse la mesa.

— ¿QUÉ? ¿Por qué?— Seungmin sabía que era un juego, pero ¿Quien no quiere a un virgo? Por Dios, los virgos son un amor.

— los libras y los virgos no vamos de la mano, ya sabes, somos incompatibles.— era verdad, de hecho, el signo compatible para virgo, era capricornio y tauro, Yunbin era capricornio.

— ¡iugh!, me caen tan mal los libras. Tienes toda la razón, lo nuestro no funcionará.— le siguió el juego, haciendo la mejor cara de desagrado que podía.

— ¿¡Cómo que odias a un signo tan fantástico como lo somos los libraaa!?

— lo siento, prefiero que me atienda la pelirroja. Es que soy alérgico a los libras.—  Chan ahogo una risa.

— ¿Cómo por?, Digo ¡Iugh! Yo no atiendo VIRGOS.— hizo cara de desagrado mirando a Seungmin.

— los libras son unos mentirosos.— atacó el castaño

— los virgos unos controladores.— no mentía.

— son unos seductores.— no mentía.

— son unos locos.— Seungmin se sintió indignado.

— los virgo somos mejores.— contraatacó.

— claro que no, esos son los libra.— Seungmin negó, soplo con burla.

— no, no confío en las palabras de hombres libra, porque solo hablan puras mentiras.— ciertamente, ni yo.

— aceptalo, somos superiores.— el castaño volvió a negar.

— ni en tus sueños.— ambos soltaron una carcajada mutua, ruidosa, pero tan íntima, una risa como ya no habían tenido, ambos se miraron como unos locos, hasta que Seungmin miro su reloj y se sorprendió porque el tiempo pasaba rápido. — debo irme, ya es tarde.

— oh... Bien, tu cuenta va por la casa.— ya lavaria más trastes al rato.

— no, para nada.— Seungmin negó, saco la tarjeta, pero Chan negó.

— que sí hombre, vete rápido antes de que comienze la lluvia.— le aleto Chan, con una sonrisa.

— te debo un helado entonces... Gracias Chan.— Chan asintió y lo vió caminar a la salida, sintiendo un hueco en el estómago.

— por nada, Virgo.— Minnie se rió despacio.

— hasta luego, libra— ambos se volvieron a reír, Seungmin salió del establecimiento tomando su impermeable, se volteó para sonreír una última vez a Chan y este, se despidió con la mano y una sonrisa.

— ¿De que se rien? — pregunto Chae siendo una chismosa de primera, ese era su puesto.

— no sé, no entiendo locos.— Sana alzó los hombros, viendo por una rendija.— hacen buen match.

— sin duda. — Chan caminaba de regreso con la taza, las oyó y abatido contesto.

— ni lo sueñen, está por casarse.— por casarse... Sonaba hasta de otro mundo.

— ¿¡Qué!?— ambas gritaron.

— ¿De qué hablan? — la voz de Changbin se hizo presente por detrás de la cocina.

— que Chan se queda vestir santos.— dijo Sana convencida, Chae solo se rió.

— ¿por?— Changbin frunció el ceño.

— Su crush momentáneo está comprometido.— Changbin fingió un puchero y fue a darle un abrazo a Chan.

— oh mi Channie, las amigas de mi abuela siempre están disponible, incluso una de ellas me pidió tu número ¿Se lo doy?— Chan sonrió.

— mejor el de tu abuela, así que trátame con respeto, que puedo ser tu abuelo.,— Bin le dió un golpe en la cabeza, que hizo reír a todos.

— grosero, trátame con respeto.

💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖

Hola hola, ¿Cómo están? Espero que muy bien.

Les quiero mucho, gracias por leer, besitos. Bai.❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro