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siete

La llamada que YungBin le hizo a Seungmin ese día jueves de finales de agosto no se contestó. Y pensó en preocuparse, incluso era demasiado raro que su prometido no contestara, hiciera lo que hiciera, siempre aceptaba las llamadas de él, pues aunque eran ocasionales, él las esperaba ansioso por hablar con su ocupado prometido, Yungbin lo sabía, es por eso que llamo en ese momento, pero nadie contestó las tres llamadas de larga distancia que hizo. Quiso, preocupado, marcarle a sus padres, a su hermano, quizás a su mejor amigo del trabajo, o a su oficina, miro la hora, seguro donde Seungmin estaba eran las cinco de la tarde, Seungmin salía a las cuatro del trabajo; en lugar de hacer todo lo que planeaba hacer, lo que hizo fue mandar mensajes de texto a su celular poniéndole amablemente que contestará o que le mandara mensaje cuando pudiera, también le dijo que le extrañaba mucho pues había pasado días sin que hablarán, pero Seungmin no contesto las próximas tres horas.

El caso estaba en que, bueno, Minnie había conseguido trabajo. Y esta bien, él ya tenía un trabajo estable en la editorial, un papel importante en la empresa editora de gran prestigio y no necesitaba nada de dinero, tenía una alta posición social, su familia estaba llena de dinero, él solito generaba su propio dinero en su empleo, aún así, al día después de la cita de helados con Chan, cita en la que se divirtió como nunca y sobre todo descubrió que Chan sería un gran padre; Seungmin se presentó en el restaurante a pedir empleo a Changbin, se presentó con su mandil de perritos, dispuesto a ayudar a los que ya podía llamar amigos.

— Changbin te tengo un trato— dijo con una sonrisa, Chan aún no llegaba de su otro trabajo, Seungmin comprobó que Chan siempre llegaba tarde a trabajar, pero no sé atrevía a preguntar mucho sobre el caso, con Chan se sentía tímido, tonto y tímido.

—Parece que voy a firmar con el diablo, de una vez aviso que mi alma no está en juego, menos mi corazón. Bonito, no eres mi tipo— se burló Changbin.

— oww, no me digas eso, Changbin, rompes mi corazón en mil pedazos— se burló Seungmin con un puchero fingido.— nada de eso, Binnie, vengo a ser uno más de tus explotados.

Sana comenzó a reírse indiscreta por el chiste de Seungmin.

— ¿quieres trabajo, Min?— el asintió.

— sí, y traje mi propio mandil, tengo seguro aparte y sobre todo, no me debes pagar, lo haré con toda mi bondad — dramatizo, Changbin estaba sorprendido— bueno, no miento, no debes pagarme nada, es que estoy muy aburrido en mi casa y realmente a mí sí me gusta esto de la presión, ya sabes, el servicio al cliente... Entonces que dices ¿Aceptas?

Lo hacía más que nada por Hobbie, se sentía a gusto ahí con sus amigos, aparte les ayudaría sin ningún problema y lo mejor de todo es que no pidió sueldo alguno, aún cuando Changbin dijo que le pagaría, pero él nego, no lo necesitaba para nada, él no necesitaba nada de dinero, así que negó, de esa forma se volvió en el mesero más querido de aquel pequeño puesto, con sonrisas calidad, buen servicio, rapidez, Seungmin de ganó el corazón de jovencitas que iban a tomar el café solamente por la belleza de Seungmin y todos deseaban ser atendidos por él. Aunque bueno, por Chan también, era constante escuchar las disputas en saber quién era más guapo de los meseros, sin embargo, las meseras no quedaban atrás, Sana era hermosa, contemporanea, con una belleza dulce, pastel, con risa bonita y servicio amable, sin embargo, Chae era una belleza diferente, con actitud repelente y hambre revolucionaría, con ganas de libertad, Chae tenía una belleza humana, de esa que va en contra de los sistemas, así era Chae.

Entre los hombres, sin embargo, se discutía entre la belleza sutil, dulce y armónica que Seungmin brindaba, o la belleza más ruda de Chan, eran completamente distintos, desde los colores hasta las energías, Chan daba la impresión de que en cualquier momento te soltaría un golpe bien dado, con ese cuerpo trabajado y con una cara siempre sería, aunque en verdad, cuando hablabas con él, la cosa cambiaba, era como un perrito Husky, de esos que son alocados y nobles, que tienen su momento hiperactivo, bromista, Chan era así y Seungmin se sentía tan agusto, refrescante, bueno.

Otra gente, se iba por Changbin, el dueño, con sus imponentes músculos y su sonrisa extensa, Changbin era solicitando, por ende demasiado coqueto, Seungmin amaba bromear con él, pues el jefe era relajado, bromista y bastante gracioso.

Sin embargo quien más impacto le causaba era Chan, Chan le sorprendía de manera inimaginable, era noble, trabajador, bromista, inteligente, le acompañaba todas las noches al auto, le mandaba mensajes de buenas noches, de buenos días, stickers de perritos, le preguntaba cómo estaba, le servía el café, siempre atento, siempre ahí, Seungmin se sentía a gusto.

Llevaba dos semanas trabajando en el local de Changbin, maniac coffee era sin duda un buen local, bonito, aunque el nombre no le quedará para nada, tenía mejor ambiente laboral que en la editorial a pesar de que en la editorial tenía a Jeongin, es que junto con Sana y Chae se la pasaba increíble, ellas le enseñaron a prender la cafetera, a usarla y sobre todo, a mantener una Charola con más de tres pedidos distintos.

Pasaba más tiempo con Chan, el galante chico que le alegraba la vida con sus sonrisas, Chan y su manera de sonrojarlo como un tomate gracias a qué le halagaba siempre que encontraba la ocasión, como si fuera fiel a su belleza y Seungmin se sonrojaba todo el rato, pues las palabras bonitas de Chan le hacían ponerse nervioso. Y no es que el chico fuera aún intenso, realmente no era la mayor interacción posible, solo eran comentario como "que bonito mandil, los perritos se ven muy tiernos" "que bien hueles, ¿Es perfume de vainilla?" O un "que buen trabajo hiciste hoy, Min, te esfuerzas mucho".

No olvidemos que en los detalles, también iba incluído algo que nunca había faltado desde que lo conoce, el café. A pesar de ser un trabajador más en el café, a pesar de que su turno era de cinco a nueve, a pesar de que Chan tenía demasiado por hacer, siempre había tiempo de preparar un café Macchiato, con una flor de vainilla a lado de la taza, siempre, siempre había una de esas en su día, Chan era fan de darle el café y con una sonrisa tímida Seungmin se lo correspondía. Chan era como un sueño, sin duda alguna. Pero Min se sentía mala persona de siquiera pensar que Chan era guapo, pues el ya era un tipo comprometido que estaba completamente enamorado de alguien que no era Chan.

Esa tarde mientras cerraban para poder ir a descansar, ellos platicaban alegremente mientras limpiaban, Seung terminaba el mostrador y bebía el café que Chan le hizo llegar desde la cocina.

— el nombre no queda con el café, ¿si o no Min?— Chae preguntó, Chan había dicho que no, Mina igual, solo faltaba Min.

— eh... La verdad es que, bueno, no es mal nombre pero...— Changbin le amenazó con no darle pastel si lo decía, pero Chan le amenazo a Bin con el cucharón para que no amenazara al chico, todos rieron al escuchar a Changbin quejarse por la amenaza.— sí, no queda con el café.

— ¿como le pondríamos? Claro, su hipotéticamente quisiera cambiarle el hermoso nombre a mi local.— dijo Bin recargado en el mostrador, contando los billetes.

—Yo sé— grito Sana desde el fondo de la cafetería donde limpiaba un estante— que se llame "Likey coffee"

— no, no, no,— negó Chae— yo opino que se llame "Chae and the monkeys"  queda más con nosotros.

— eres una grosera, Chae— dijo Bin mientras le enseñaba la lengua.

— yo opino que se llame "ponere Changbin salón" se burló Chan, pues en tik tok, Changbin era un meme famoso por un vídeo que subió su prima— todos comenzaron a reír excepto Seungmin quien no entendió.

— Ja, ja que gracioso— se burló Changbin y entonces, como efecto retardado, Seungmin comenzó a reírse como un loco, como que Changbin era el mismo Changbin del vídeo, era increíble lo pequeño que es el mundo sin duda. Comenzó a reír, quería saber si realmente era el mismo Changbin del meme, miro el celular poco antes de que su turno terminará, con ganas de comprobar su hipótesis, pero entonces miró las llamadas perdidas de su futuro esposo. No dudó en llamar de nuevo, les dió una sonrisa a los chicos y señaló el celular, salió a la puerta a contestar con una sonrisa, pues la broma de Changbin seguía causándole gracias.

— YungBin— contesto contentó, sin duda en su voz se notaba la felicidad y eso hizo que Yungbin se sintiera extraño.

—amor, hola. ¿Por que no contestabas?— fue lo primero que pregunto en días, no un "¿Cómo estás? ¿como te ha ido?" No, nada se eso, Seungmin lo dejo pasar, como siempre que se trataba de Yungbin.

— estaba ocupado.— le dijo dulcemente, estaba por empezar a preguntar que cómo estaba, pero su prometido no le dejó hablar.

— ¿con qué?— la respuesta de Seungmin no le era suficiente, el quería saber porque carajo no le contesto en tres horas, se sentía como si Seungmin fuera distinto.

— con... Bueno, es que yo...— comenzó el chico, pero tartamudeo un poco, no era nada malo lo que hacía, solo que conocía a su prometido, sabía cómo era y como se ponía con ciertos temas.

— ¿qué hiciste Seungmin?— su voz se escuchó más tosca, no era un amor o un Seung, era un Seungmin que aseguraba que algo malo había hecho, Seung se abrazo a él mismo, hacía poco de frío afuera.

— nada malo, solo, bueno, conseguí un trabajo extra.— le dijo con alegría, se sentía tan agusto en su empleo nuevo, de verdad que era maravilloso donde trabajaba, quería contarselo a su novio, quería decirle todo, que conoció personas nuevas, que se llevaba estupendo con ellas, que todo pintaba bonito.

—¿trabajo extra?— pregunto incrédulo.

— sip, en una cafetería muy bonita, de verdad te va a gustar es muy...— como al parecer era costumbre, Yung le volvió a interrumpir

— Seungmin, ¿se puede saber que haces ahí? ¿Necesitas dinero? ¿En la editorial no te pagan lo suficientemente?. Seung, dinero no te hace falta.— dijo con los dientes apretados, se sentía enojado, enojado con Seungmin.

— eso lo sé solo que...— una vez más no le dejó hablar.

— Da las gracias lo antes posible, y presenta la acta de renuncia Seung, un Kim no debe estar trabajando en un trabajo tan... Humilde.— dijo la palabra como si le incomodara

— pero me gusta— respondió Min, sintiéndose pequeñito.

— Seungmin, esto no es sobre si te gusta o no, esto es sobre que se entienda que, un Kim no debe estar en un lugarcillo trabajando de lo que sea que hagas.— dijo de forma déspota.

— soy mesero y sabes que siempre fue mi...— le interrumpió otra vez, como un odioso que no sabe escuchar, tal vez Yungbin siempre fue así y Seungmin nunca lo noto hasta ese día.

— Nada, Seung, no puedes estar trabajando así a sabiendas de que cualquiera puede verte, ¿Que dirán de ti? No, ¿Que dirán de mi? Que pongo a trabajar a mi futuro esposo en un trabajo tan indigno. No Seungmin, no seas tan egoísta, eso es horrible, no piensas un poco en mí, tenemos una reputación por la que hemos peleado y tu solo lo arruinas.— Seungmin soltó un sollozo, los ojos se le encharcaron de lágrimas, Chan desde dentro le vió limpiarse las lágrimas y se preocupó, intento acercarse, pero Bin negó y le tomó el brazo para impedirle el paso.

— estás siendo cruel, YungBin— susurro y eso enojo más a su prometido.

— y tu un maldito egoísta, Seungmin, lo que haces no está bien.— Seungmin se sintió peor, de verdad que estaba portandose como un idiota, Seungmin quería llorar, pero no le daría tal privilegio.

— Yung... Háblame cuando seas menos idiota.— colgó la llamada, suspiro fuerte y se limpio las lágrimas que salían de sus ojos sin parar.

— ¿pasa algo?— la voz de Chan se oyó detrás de él, se limpio las lágrimas y se volteó con una sonrisa

—oh... No, no Chan, no te preocupes — tarto de alejar las lágrimas, se sentía como un tonto.

— ¿Cómo no hacerlo?— se acercó a él— Tus mejillas están llorosas y mira esos ojitos tan tristes—  Seungmin hizo un puchero involuntario—vamos a dentro, aquí hace frío.

Le tomo de hombro y cuidando de él lo llevo dentro del establecimiento, lo sentó en la mesa donde siempre se sentaba y el tomo asiento a lado suyo, no quería ser indiscreto, pero verlo de esa manera se sentía enojado.

—ahora sí, dime ¿qué pasa?— le dijo mientras que estiraba la mano para limpiar una lágrima.

—no solo que... Tuve una pelea con YungBin— confesó al fin, sintiendo más libre de cobrarlo todo.

—oh... Y bueno, ¿fue muy fuerte?— Chan estaba enojado ¿quién en su sano juicio haría llorar a Seungmin? Solo un idiota.

—es solo que él estuvo muy... Irritante, si eso— siempre, siempre ocultando la culpa, restándole interés.

— ¿enserio?— Chan estaba incrédulo, en el lugar reinaba el silencio.

— sí, solo que...nunca dice cosas como esas— susurró.

—¿Qué dijo?— pregunto Chan, mientras que, como siempre hacía con sus amigos para consolarles, le pasó los brazos por el hombre y lo acurrucó en un abrazo reconfortante. No era solo porque el chico le gustará, no, era, más que nada, porque él también era su amigo y no le gustaba verlo mal por alguien.

— bueno, dijo qu~que, bueno, yo... que yo no necesito trabajar.— eso no le dolía en lo absoluto, era una verdad clara, pero Yungbin fue muy cruel al decírselo.

— oh...— Chan no sabía que decir, solo dejo que el chico se le acurrucara en sus brazos, Chan era cálido, cálido como una tarde apunto de terminar, ese calor reconfortante, que no quema, que solo consuela corazones, así era Chan, así se sentía Chan y así lo sentía Seungmin.

— pero no fue muy amable, nunca me había hablando así, sabes— se atrevió a confesar, jamás con nadie se había atrevido, ni siquiera con jeongin, ante todos, Yungbin era el chico perfecto, de eso se encargó Seungmin, pero ante Chan... Quizás con el podía decir realmente quien era ese chico.

— ¿te alzó la voz?— pregunto alarmado, con enojo palpitante y dispuesto a enfrentar al novio de Seungmin, nadie debía alzar la voz para ofender a otros, Chan odiaba que le gritaran.

— no, es solo que... No, nada olvídalo, seguro ando muy sensible y ando exagerado, no me hagas caso, al rato llamaré para decirle que estamos exaltados y que debemos disculparnos, si eso.— así siempre funcionaban.

— si te afecta, entonces no debemos minimizarlo, Minnie, si te dolió lo que él te dijo, entonces él debería disculparse, no tú, te hizo sentir mal, eso no está bien, sabes, así empiezan las red flags, o eso me dijo Sana el otro día, debemos darnos cuenta de que, si algo nos molesta, es mejor hablarlo ¿No crees?

— él no es así, solo que... Tal vez tiene mucho trabajo.— le justifico, como siempre lo hacía

— ay Minnie,— suspiro mientras le agitaba el cabello para despeinarlo— esperemos que sea eso— se le quedó atorado un "no lo justifiques nunca" en la garganta, pero sentía que estaba siendo lo suficientemente invasivo— pero si es un idiota, entonces nunca debes dudar en dejarlo.

Fue la primera vez que Chan le dió la opción de dejar a YungBin. Pero Seungmin se sentía lo suficientemente enamorado como para justificarlo en cada uno de sus crímenes.

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Así es, yo estoy odiando a Yungbin, no puedo evitar sentirme corajuda con mis propios personajes 😾😾😾

Pero bueno, Seungmin comienza a abrir los ojos, así que manifestemos que sea así, jajaja

Entre otras noticias, ¿Saben que les quiero mucho? Porque les quiero mucho jijijiji. Y también quería decirles que tengo una ganotas de escribir un OS del taekook (yo la más taekooka, jajaja) pero bueno, ya veré qué hago.

Tomen agua, duerman bien y coman saludable, nos vemos pronto, besitos a todxs. Bai💚

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