ocho
Chan no era una persona completamente entrometida o metiche, sabía cuándo parar, cuando era momento de calmarse y también cuando callar; sabía que decir y que no, para no hacer sentir incómodas a las personas, sabía cuándo era suficiente, cuando realmente era momento de hablar algo adecuado con.o hablarlo, como abordar los temas difíciles, Chan parecía despistado y tonto algunas veces, se caía de la bici y se sobrecargaba demasiado, Chan era descuidado con su propia vida, pero no en todo lo demás, Chan era demasiado observador y también lo suficientemente social como para ser un buen amigo, había conocido todo tiempo de situaciones, desde clases sociales altas, hasta lo más bajo de los barrios, pues donde vivía no era la mejor zona para vivir, pero por más rumores malos que habían a cerca del barrio, la gente era amigable y leal a su gente; Chan era amigo de famosos debutados, también de aprendices jóvenes con el estrellato casi en las manos, era amigo de comerciantes, de jefes, de abuelos y de niños, amigo, un buen amigo, de esos incondicionales que todo el mundo amaba, algo así como Jan Di de boys over flowers.
Chan sabía que debía mantener la compostura ante toda situación que no le concirniera, eso involucraba el tema de su nuevo amigo y compañero de trabajo, pero en el momento en que él vió llorar a Seungmin, por primera vez, hace cosa de dos semanas, supo que YungBin no era el sueño, el cuento de hadas que Seungmin tanto se planteaba en la cabeza. Y tenía tantas teorías en la cabeza que eso le causaba más insomnio del que de por si ya poseía.
La primera, como todo, era que Seungmin tenía síndrome de Estocolmo, y que en efecto, era preso de su amor por YungBin, sí lo amaba tanto, tanto, casi enfermizo, en ese caso, por más que quisiera a Seungmin (sea como amigo o como un tonto crush que no iría nunca a ningún lado), Chan no era un Salvador, sabía, por experiencia ajena, que el amor codependiente solo se cura con sesiones con el psicólogo, y Chan, no era un psicólogo. Chan solo era un tonto casi ingeniero musical, que trabajaba en un café casi vacío, conformándose con cada uno de sus sueldos en sus múltiples trabajos donde casi no tenía tiempo disponible, sin esperanzas de ser alguien mejor, a veces sentía que no lo merecía, que no merecía nada bueno, nada demasiado relevante, Chan se sentía como un "casi", eso que está por ser pero que nunca será.
Casi fue un Idol, casi consiguió una casa aparte para vivir en soledad, casi estudio la universidad a tiempo adecuado, casi consigue dinero suficiente para sustentar a su familia, casi cumplió sus sueños, estaba tan harto de ese "casi", que lo hacía sentir como un mediocre. Pero bueno, no hablábamos de Chan, si no de sus teorías acerca de Seungmin.
La segunda teoría era más simple, era la costumbre. Tal vez y Seungmin estaba tan acostumbrado a el amor de YungBin que se sentía distinto sin él a lado suyo. Ambas teorías eran completamente horribles. Pero a fin de cuentas, la costumbre podía romperse, destruirse, deconstruirse, en cambio el amor... ¿El amor cambiaba las cosas?.
Chan creía que tontamente que había alguien llamado "el indicado" una sola persona en la vida que llega a moverte todo y a congeniar completamente como una pieza de domino, y si bien Chan creyó amar antes a muchas personas distintas, ahora creía que no era cierto todo ese enamoramiento. Chan, como los románticos del XIX, creía que se podía morir de amor no literalmente, que solo se amaba una vez de ese tipo de amor que tanto se busca, pues creía que podíamos amar a mucha gente, pero de ese amor tan único y tan tangible, solo una vez , Chan creía que existía el hilo rojo atando al dedo, creía que el amor era como cuentos de hadas, así de explosivo, así de necesitado, y pronto, muy pronto se daría cuenta que no es de esa misma forma. Chan por lo tanto supo que Seungmin no era el amor de su vida, una vez más su corazón se había equivocado al creer que ya había conocido al indicado. Pues, si de esa forma sería, Seungmin estaría con él y no con YungBin. Sin embargo, quería creer que afuera estaba esa persona para él, que había alguien esperando por él, porque por quién su corazón suspiraba, ya no estaba disponible.
Sin embargo, se creía buen amigo, y Seungmin era su amigo a fin de cuentas, y si bien, Chan como un amante era un desastre cursi, real y fiel, como amigo era mejor que eso, como amigo era mejor, pues pensaba con el cerebro, Chan creyéndose enamorado era lo mejor que le podía pasar a aquella persona de la cual Chan sintiera algo, pero era la peor pesadilla para Chan, pues solo se dedicaba a sentir y desconectada el cerebro, se atolondrada, se atontaba, se dejaba guiar por lo que sentía, todo una tragedia. Así que como amigo de Seungmin era todo mejor, quizá con suerte exterminarlos ese sentimiento que le revoloteaba la panza, decidió pensar con el cerebro y como amigo dio el consejo de "deja a YungBin" sí, es algo que sin duda un amigo te diría a la primera vista de una red flag, un amigo con algo de poco tacto, pero sin duda de esos que te salvan el trasero de la peor de las masacres, pero... Un amigo también se alegra cuando todo se soluciona ¿No? Que complicado era ser un buen amigo consejero, pues es tan contradictorio que realmente se debe pensar demasiado.
Cuando la semana siguiente llegó, después todo ese llanto y esa llamada tan estruendosa que dejó un estado de ánimo pésimo para el castaño, Seungmin llegó con una enorme sonrisa en la cara y un ramo de rosas rojas, veinte, para ser más exactos, Seungmin no era fan del color rojo, sin embargo, las flores eran un bonito detalle. Llegó emocionado dando brinquitos, con los ojos brillantes casi como si fuera a llorar del gusto y la vida al parecer resuelta nuevamente.
Llegó con el ramo en la mano, una sonrisa que le robo el aire a Chan, bonito, Seungmin era benditamente bonito, más bonito que todas esa flores, más bonito que todo lo bonito, Seungmin era el ser más bonito que vio en toda su existencia, se quedó sin aire, bloqueo una veces, pues esa boina amarilla en el pelo le hacía lucir fenomenal, más aún con aquel brillo que recientemente volvía a aparecer en él, bonito, sin duda alguna era tan bonito. Y entonces fue cuando supo que jamás tendría un lugar en ese corazón de oro, porque estaba completamente ocupado, total y completamente ocupado por alguien que no lo merecía, un corazón con un amor burdo y desmesurado, un corazón con un amor tan grande que se sentía incluso, aunque no fuera para él. Llegó de inmediato, con una playera de rayas verdes con azul, cuello blanco y tenis converse, las flores desentonaban con su aura por completo, pero sin duda eran lo que menos importa, el chico valía más que todas las flores del mundo.
— me pidió disculpas, dijo que ya quedaba nada para que regresara al país— comentó mientras dejaba las flores en un florero prestado del local, lucían caras, incluso para ser simples rosas, parecían de buena florería, con una carta perfectamente doblada y bordes dorados elegantes.
Chan miró todo, mientras limpiaba el café de una mesa que se había regado por accidente, no había mucha gente en el local, solo una pareja en el fondo, la calle era transitada, el ruido de cada persona se oía de fondo. Chan solo suspiro, no es como si pudiera hacer algo, tampoco se sentía tan importante en la vida de Seungmin como para decir algo que fuera en contra, no es como si pudiera hacer algo para decirle que no le perdonara, que valía más que unas rosas, más que una carta, más que la esperanza de verlo regresar. Chan quería que Seungmin se diera cuenta que YungBin no era el mejor de los hombres, quizás fue solo unos malos tratos por teléfono, pero... ¿No se supone que quien te ama, no debe dañarte ni siquiera por accidente?
El subconsciente de Chan pensó que, si él estuviera junto a Seungmin, jamás le dañaría, nunca, preferiría pisar su propia alma antes de hacerle algún daño al chico y borrar esa hermosa sonrisa.
—oh, las flores son muy bonitas— comentó Sana, a Chae la sonrisa nunca le llegó al rostro, menos al ver que Chan era demostrativo con la cara, lo vió, quizás con muecas y expresiones faciales demostraba lo que pensaba, lo que sentía y eso mantuvo a Chae preocupada, pues tal vez y Chan ya estaba cayendo.
— también me dijo que comenzará a ver los trajes, las flores, las invitaciones y los decorativos, de verdad estoy muy emocionado— susurró con la carita brillante y la sonrisa feliz, no cabía de la emoción, estaban en septiembre, la boda estaba lista para enero, realmente se sentía emocionado con el mínimo detalle— me mandó estás flores y ¡Una carta! YungBin nunca me había escrito una carta, bueno, o sea, sí cuando éramos más jóvenes, pero no últimamente ¡Y lo ha hecho de nuevo! Soy un chico feliz.
Sinceramente, el corazón de Chan sintió un vacío, pequeñito, pequeñito al cual trato de no darle importancia. Tarde, pues aunque Chan lo negara, por Seungmin sentía más de lo que podía darse cuenta. Empujó esos sentimientos desastrosos y pronto se unió a la conversación, pasando cada brazo por los hombros de Sana y Seungmin.
— prometo mandarles invitación a cada uno de ustedes, de verdad deben acompañarme, somos amigos— Chan sonrió y asintió, claro, verlo casarse no tendría porque ser un problema. Se estaba dando motivación, pues como aliento se decía que, al igual que otros enamoramientos pasados, el que se tía por Seungmin pasaría muy pronto. Iba a contestarle algo acerca del color de los trajes, pero su celular llamó, era su hermano, de nuevo.
^_________^
Seungmin vió a Chan hablar en la cocina en voz baja, primero contesto a su lado el teléfono, con una enorme sonrisa de emoción y un inglés perfecto, Seungmin no sabía que Chan manejaba tan bien el inglés, pero después la cara se le transformó en una de completo desagrado y se puso más pálido de lo que era, casi como una hoja de libreta,, dijo algo de solucionarlo y luego se fue a la cocina a hablar en voz baja, su rostro no decía ser exactamente buenas noticias, su rostro no decía absolutamente nada bueno; al colgar la llamada, desde lejos no pudo verse, pero las manos le temblaban al buscar algo entre las aplicaciones de sus celular, marco a otra persona rápidamente y por más que Seungmin intento escuchar algo, no pudo hacerlo.
—¡MALDITA SEA!— se escuchó un grito en la cocina, y luego la silueta de Chan se vio moverse rápidamente desesperado, las chicas se miraron una a otra, y luego miraron a Seungmin, ninguno entendía absolutamente nada, pero Seungmin se preocupó aún más, cuando vio que Chan salía por la puerta trasera y daba un Azotón desmedido a esta.
—Yo...— murmuró Seungmin y luego, quizás fue su complejo de salvavidas o quizás el cariño que le tenía a Chan, que decidió seguirlo— ya vuelvo, veré qué pasa.
Salió rápidamente sin esperar que alguien lo detuviera, ni Changbin quien miraba todo atónito desde la cocina, el aire fresco de septiembre le golpeó el rostro directamente, haciéndole sentir frío. Chan estaba ahí, de pie recargado en la pared de ladrillo del callejón, estaba ahí, con la nariz roja, los ojos perdido en un punto de la pared y los puños rojos de la presión con los que lo cerraban. Se acercó lentamente, como su fuera un cazador de felinos salvajes, no dijo nada, nada, nada, solo se recargo en la misma pared, justo a lado de Chan quien no lo miró para nada. Seung espero que se tranquilizara un poco su respiración y entonces, con pasos precavidos se acercó un poco más hasta tenerlo a lado suyo completamente.
—¿Estás bien, Channie?— preguntó con voz cautelosa, como si esperara que Chan le gritara o le dijera palabras hirientes, tal vez tan acostumbrado a aquellos tratos indirectos.
—Yo— Chan trato de decir que siempre estaba bien, que a Chan nada le pasaba nunca, porque solo era un mal momento en su vida, que todo mejoraría, porque lo mejor siempre está por venir, pero no quería mentir— todo está de la mierda, Minnie. Y solo... ¡Dios! Debo dejar de ser tan patético, debo ponerme los pantalones y abandonar todos esos estúpidos sueños, joder, ni siquiera soy bueno haciendo esto, la música es mi sueño pero de eso no voy a vivir y debí... Debí saberlo antes pero soy soy un e~estupido— soltó un sollozo doloroso, y todo lo que su pecho sentía comenzó a ser demasiado para solo un chico, tanto así que comenzó a temblar, no se sabía si de ira, tristeza, melancolía o resentimiento, quizás todo, todo una vida, todo, todo lo que cae y ya no se reconstruye, todo, a Chan le dolía todo y no podía mentirse más.
—¿Que paso, Channie? ¿Quieres contarme?— era malditamente malo hablando y dando consuelo, pero sin duda era muy bueno oyendo a la gente, muy bueno siendo ese tipo de apoyo emocional. Pasaron minutos eternos, Chan ni hablaba para nada, Chan no hablo, solo se dedicó a llorar tanto,tanto que Seungmin lo abrazo, un abrazo reconfortante, de esos que te brindan un poco de luz, y le acarició la espalda, Chan se dejó hacer, pues sin duda se sentía mejor de esa forma, y lloro.
Lloro como nunca, como pocos se atrevian, lloro, lloro porque todos lloran, porque era demasiado, porque debía renunciar a todo, porque realmente debía hacerlo, lloro, todo se desborono.
— mi padre está enfermo, Minnie. Esta en el maldito hospital y no hay dinero suficiente para poder hacer algo para que no muera y yo....— soltó un sollozo, las lágrimas frías caían directo al cuello de Seungmin, pues de un momento a otro, el rostro de Chan estaba ahí, guardado, como si fuera un niño pequeño asustado, o tal vez lo que era, un adulto completamente emocional, que tenía miedo y también enojo, todo como una bomba de tiempo— Llame a Park, le dije q~que le vendía todo aquel jodido álbum que produje y que no quise venderle antes, no importaba si ya no era mío, yo, yo solo quería ese dinero que necesito, pe~pero el precio que me dio es tan, tan injusto, le estoy regalando mi trabajo prácticamente y eso no alcanza ni siquiera para la medicina de mi padre, menos para su salud. Minnie, ya no puedo, de verdad ya no puedo, no puedo— se dejó caer en los brazos de Seungmin y Seungmin lloro también al verlo tan frustrado.
—Chan— murmuró Seungmin, completamente decidido— ¿Quieres ir a ver a tu padre justo ahora?
—y~yo voy para allá, de hecho eso haría en este instante en lugar de estar llorando como un imbecil, con mis lágrimas no resuelvo nada, pero, pero primero debo, debo ir por mis ahorros, si, si y luego, luego ver qué tanto me falta para pedir un préstamo — Chan estaba endeudado, de verdad estaba impotente, ni siquiera quiso prestarle dinero, le regateo su trabajo, de verdad que no sabía cuándo todo eso terminaría. Quizás era más probable que si terminará con él antes.
—Bien, le diré a Changbin e iremos directo al hospital ¿Esta bien?— Seungmin lo soltó con miedo a dejarlo solo, Chan frunció el ceño.
—¿Iremos?— preguntó dudoso.
—ni creas que yo te dejaré solo, Chan, tu y yo iremos a ver a tu padre en este momento y no discutiremos nada, así que espérame aquí, ya vuelvo— Seungmin entero, aviso a Changbin y luego salió a ver a Chan, le tomó el brazo, como un soporte y luego lo subió a su auto con dirección al hospital donde su padre se encontraba.
El plan era sencillo, él ayudaría a Chan a como de lugar. El corazón le dolía tanto al verlo tan triste, que se consumió en su burbuja. Difícil, era difícil ver cómo la gente a abandonaba sus sueños, mientras el vivía en una burbuja de privilegios, lo bueno es que, por más que lo tenía todo, aquellos privilegios jamás le habían cegado. Se sintió triste, Chan merecía todo lo bueno y en cambio solo atraía desgracias.
(☆▽☆)(☆▽☆)
Hola, holaaaaaa ¿Me extrañaron? Yo sí, mucho, mucho.
La verdad tenía planeado actualizar dentro de dos semanas, porque realmente terminar un tango en París fue exhaustivo, no sé porque me costó tanto, tanto terminarlo, de verdad no lo sé, pero en fin, no les podía hacer esperar más, así que aquí está.
Les cuento que, quería pintarme el pelo como Chan en era maniac, de ese mismo azúl, peroooo, termino quedando más parecido al de Bluesung y bueno, yo la más enamorada del color que tengo ahora, era ¿Premio o premio? Jijijij, bueno, tocó ser pollito de colores de nuevo, jajaja.
Lxs tqm mucho, cuídense muchooooo, bai.🩷
Pd. Ya voy a regresar a Clase, impriman más vacaciones 😭
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro