Se miran profundamente el uno al otro, como si pudieran traspasar la carne y adentrarse en el alma. El hombre y su reflejo, compañeros inseparables que siempre encuentran juntos las respuestas. Conversan diariamente, compartiendo secretos íntimos y momentos de claridad. Son amigos desde la infancia y se conocen demasiado bien. A pesar de la cercanía, no siempre están juntos. En ocasiones se necesitan el uno al otro, pero en otras se alejan.

Hoy, el hombre está lleno de dudas y angustias sobre si seguir o no viviendo, y busca desesperadamente consuelo en su amigo. Sin embargo, el reflejo permanece en silencio, burlándose al imitar sus movimientos y dándole la espalda. La tensión aumenta y la discusión se torna violenta, ofendiendo y retándose mutuamente. Finalmente, uno de ellos cae al suelo hecho pedazos, mientras que el otro sangra.

El hombre se sienta destrozado en el suelo con la mano ya vendada, acaricia los fragmentos del amigo. El reflejo, se ha convertido en memorias del pasado. Lágrimas y sangre se mezclan, adornando el suelo con pedazos de cristal que ya no aportan respuestas. Tarde o temprano, ese hombre se pondrá en pie, barrera de su vida los trozos del pasado, sin saber aun vivir su presente.

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(espero amados lectores, que este libro sea una experiencia agradable, sino espectacular, para ti. No se te olvide votarlo y comentarlo; tu apoyo me inspira a seguir y tus opiniones son invaluables para mi. Sería genial si compartieras con otros este viaje por el cuento corto)

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