Una tarde tranquila es lo que más desea al final de un día pesado, llegar a casa y encontrar a ese lindo chico de cuál se enamoró sin querer, Han Jisung es el nombre de la única persona a quien le ha entregado todo de sí.

Minho tuvo tantos novios, tantos buenos polvos, tan relaciones a medias de las cuales no esperaba nada, y cuando por fin llegó él, Minho no sabía que hacer, al principio era frustrante que el chico solo jugara, que tuviera novio y tratara de seducirlo de forma descarada, pero cuando supo que eran sentimientos sinceros no quería creerlo, no podía creer que Han Jisung siendo joven y con tantas cosas por vivir estuviera enamorado de él un hombre mayor que aún conservaba su belleza y algo de juventud, pero aunque su cuerpo no delatara su vejez, su mente sí, ya había pasado por diversas situaciones que le dieron experiencia, experiencia que Jisung no tenía.

Experiencia que Jisung tanto adoraba, porqué para Jisung que Minho fuera mayor y maduro solo le llevaba a enamorarse más, Jisung tiene el firme pensamiento de que si Minho tuviera su edad no se habría enamorado de él, le tomaría cómo la mayoría de los tipos calenturientos que le ofrecían salir a diario.

Ríen seguido hablando de ese tema, de que hubiera pasado si tuvieran la misma edad, la única conclusión fue que nada de lo que son hoy en día sería igual, la edad no importa al final.

Minho eleva su cabeza un poco para lograr mirar el perfil de Jisung, el chico duerme tranquilo a su lado, Lee Minho no pensó que siendo él alguien fuera de lo normal encontraría a alguien que se acomoda tan bien con su personalidad, Minho nunca fue un tipo al que le fascinara hacer amigos, Hyunjin y Changbin son los únicos verdaderos amigo que tiene, ellos que ya se acostumbraron a su personalidad, pero Jisung que llegó mucho después, cuando ya tenía en claro que deseaba hacer para el resto de su vida, al llegar Jisung su vida dió vueltas hasta dejar todo en desorden, y la verdad es que Minho necesitaba algo como eso.

Sus metas pasadas solo llegaban a la conclusión de trabajar mucho vivir rodeado de sus gustos, sin importar que tan costosos sean y no parase a pensar en en amor de verdad, sus parejas sexuales siempre iban y venían sin ningún motivo en especial, pero Jisung llegó para quedarse.

El menor se removió un poco a su lado y abrió los ojos, en segundos se levantó de la cama y de inmediato Minho le abrazó por detrás acomodando su cabeza en el hombro de su novio y dando ligeros besos en su mejilla.

—¿A dónde vas Hannie?

Han sonrió con algo de sonrojo en sus mejillas, —voy al baño, hyung.

—¿Volverás? —besó el cuello del menor.

—Claro que si, no tardo, —y así fué como Han logró que Min le dejará ir al baño, a decir verdad Minho es muy cariñoso siempre, cuando despiertan por las mañanas, Min siempre abraza a Jisung por la espalda y le besa el cuello, si Jisung estaba bañándose, Minho llega y se baña junto a él, si Jisung está bebiendo un café con sus amigos y le pide a Minho ir por él, el mayor siempre le besa con entusiasmo aunque estén mirando todos, desde que Jisung se graduó de la universidad, Lee Minho le dio total libertad a sus demostraciones de amor, no importa el lugar, no importa la gente, solo importa que Jisung sepa que le ama como a nadie, y que le amará por siempre.

Jisung salió del baño y se dirigió a la cocina por algo de agua, es una tarde libre para los dos, Jisung actualmente no tiene un trabajo fijo, pero da clases privadas a unos chicos de familia con buena posición, su plan es abrir una pequeña academia de música o aplicar para ser coach vocal en alguna agencia de entretenimiento, ya que no tiene horarios definidos, divide su tiempo para poder dar las clases a cada alumno en su hogar, al final del día termina muy agotado y las tardes siendo mimado por Minho son su mejor medicina para el cansancio.

Tomó su vaso de agua y cuando pensaba volver a la habitación vio a Minho posando en el marco de la puerta de la cocina.

—¿Tardé mucho? —preguntó sonriendo.

—No, pero tenía ganas de venir a la cocina, —se acercó suave, como si midiera los pasos de su presa, cómo un cauteloso felino en acecho.

—¿Y que pensabas hacer en la cocina? —la sonrisa traviesa de Jisung delataba las intenciones del juego previo.

—Devorar a mi gatito. —Dijo con su tono sensual y en segundos ya se encontraba sobre los labios de su novio. Besándolo con hambre y pasión, necesitaba un buen beso y eso es lo que está teniendo. Jisung separó los labios invitando a su novio a devorarlo completo y eso fue lo que Minho hizo, beso la boca de Jisung de norte a sur, saboreando la felicidad de ser libre para amar a quien desea, sus labios por fin se alejaron con sus corazones agitados, sus frentes pegadas con sus narices acariciándose.

—Regresemos a la habitación, aún tengo sueño, —dijo Jisung con algo de pereza cuando Minho le acarició la mejilla.

—Jisung, van a ser las dos de la tarde, no es hora de dormir, —Minho sonrió, —de hecho estaba pensando que ir a comer algo con Hyunjin, Changbin y los chicos, ¿que te parece?

—Me parece una súper idea, —sonrió, —pero hoy no, mañana tal vez, hoy quiero estar solo, contigo, ya sabes. —beso su mano derecha y segundos después le abrazó con fuerza, aún resulta un poco increíble el hecho de que de verdad logró conquistar al sexy profesor de danza.

Minho le acarició la cintura y subió sus manos delicadamente por su espalda, caminaron entre besos de regreso a su habitación y pasaron lo que restó de la tarde entre besos, platicas entretenidas, comida a domicilio y la dicha de estar juntos.