Capitulo 1. 02/03/2023
Las personas tenemos una forma de ser, que en mi opinión nos hace ser hipócritas, no valoramos a las personas cuando las tenemos pero justo cuando las estamos perdiendo o simplemente ya las perdimos sin forma de recuperarlas, solemos preguntar el ¿Por qué? Cuando claramente sabemos el motivo, solo, nos negamos a aceptarlo.
Puede que ese fuera mi caso y mi gran error.
De lo que si estaba segura es de que dude, talvez mas de lo necesario y la vida con lo justiciera que es, se estaba haciendo responsable de hacérmelo saber.
Las lagrimas salían de mis ojos mientras veía sus ojos color miel, temblores recorrían mi cuerpo y mis lagrimas salían cada vez con más fuerza, incluso me atrevería a decir que eran más fuertes que las olas del mar, sabía lo que su mirada me decía y puede que muy en mis adentros desearía no saberlo. Él apretó mi mano suavemente.
—No llores, sabes que nunca me gusto verte así—limpio mis lagrimas con su pulgar.
Volví a enterrar mi cabeza en su fuerte pecho, su mano acariciaba dulcemente mí cabello, en ese momento empecé a recordar el 2 de marzo del 2023, el día que mi vida empezó a dar una vuelta de 180 grados.
El día que lo conocí a él....
_Hace un año_
Sentía unas manos tocando mi espalda, fruncía el ceño intentando seguir durmiendo, pero mis intentos eran en vano, esas manos seguían moviéndome.
— Alisa ya es hora del receso.
Abrí mis ojos lo mas rápido que pude arrepintiéndome al instante, la luz lastimaba un poco mis ojos, lleve mis manos a ellos y los talle un poco, parpadeaba intentando acostumbrarme a la luz hasta que lo logre, voltee a ver a la persona que me había despertado, era Enis mi mejor amiga.
Enis es alta, muy alta, media 1.75, su piel es blanca con un ligero color rosa en sus mejillas, usa lentes, sus ojos son de color café oscuro, se notaban a simple vista, su cabello es negro, ligeramente ondulado, le llegaba a la altura de los hombros, tenia 15 años.
—Gracias— le sonreí débilmente.
—De nada, me debes unas papas— dijo burlonamente dándome un leve golpe en el hombro.
Al fin receso, la hora que todo estudiante espera al igual que la hora de la salida, era una de las pocas veces que ese horrible timbre de la escuela me llegaba a gustar sin importar que aveces lastimara mis oídos, no sabia si agradecer por haberme quedado dormida y haberme salvado de escuchar la clase de trigometría.
No era que la trigonometria se me diera mal, tampoco se me daba bien, pero aveces las clases del maestro podían llegar a ser tan aburridas que parecían una tortura.
—Henry —sonreí mientras abrazaba a mi mejor amigo.
—Hola — me correspondio al abrazo con una sonrisa.
Henry es como cualquier otro, un estudiante normal, tenia una confleccion un poco musculosa, no mucho, ojos color café oscuro, cabello negro lacio, media 1.70 aproximadamente, su voz era algo grave digna de un joven de su edad que era de 15 años.
—Se volvió a quedar dormida.
—Enis— la mire enojada mientras mi cuerpo se tensaba un poco.
—¿leyendo wattpad?— Henry me veía enojado.
Asentí, no tenia caso mentirles, me conocían tan bien que si dijera que había dormido bien y que desconocía el motivo de mi sueño no me creerían.
—No tienes remedio, ¿lo sabes?— Henry solto un suspiro resignado.
—Lose —sonreí sin mostrar mis dientes.
—No se que vamos hacer contigo — Enis se llevo una mano a la cabeza.
—Por el momento acompañarme a la cafetería, muero de hambre— recordé que no había comido nada desde ayer en la tarde— y necesito un buen café, no me dio tiempo de tomarme uno en la mañana se me hacia tarde.
—Mas bien se te hizo tarde otra vez— Enis me dio un leve coscorrón.
—No me sorprende, con eso de que solo duermes dos horas— Henry me reclamo.
Fruncí el ceño mientras los veía a los dos, les saque la lengua para después empezar a caminar hacia la cafetería.
—Que madures— Henry bromeo.
—Lose — dije para después empezar a reir junto con Henry.
Al llegar a la cafetería Enis y Henrry fueron a una de las mesas a sentarse mientras que yo fui a pedir mi café favorito.
—Me da un café frio, dulce con leche semidescremada y espumoso, también me da una dona de chocolate con chispas de chocolate— si lo se muy dulce.
—Me da un café caliente, cargado, sin leche y sin azúcar.
Me sobresalte al escuchar una voz en tono bajo y profundo, decidí no tomarle importancia, comencé a jugar con mis manos mientras esperaba mi café.
—Un café frío dulce, con leche semidescremada y espumoso para Alisa y un café cargado sin leche y azúcar— dijo una señorita con voz confundida.
Tomé el café con mis manos sintiéndolo a temperatura normal —puede que no lo enfriaran mucho— pensé, lleve el café a mi boca y bebí un poco.
Una mueca se formó en mi rostro mientras sentía un sabor amargo en mi lengua que se había quemado un poco.
—Parece que se equivocaron al darnos los cafés— Volví a escuchar esa voz baja y profunda.
Me di la vuelta mientras intentaba dejar de hacer muecas y que ese horrible sabor de mi boca desapareciera.
Hay fue cuando lo vi, cuando vi por primera vez directamente a sus ojos color miel.
La primera vez que vi a Adrián Jones...
Buenos días, tardes o noches.
¿Cómo está? Mi estimad@ dama o caballero.
¿Cómo estuvo su día o su noche?
Gracias por leer hasta aquí, les agradecería que me dijeran si hay faltas de ortografía, también agradecería si le dieran una oportunidad a esta historia.
Gracias por su atención.
Que tengan un lindo día, tarde o noche.
Atte. Hana Miryoku.
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