Emery y Ricky Parte II
Los muchachos corrían a toda velocidad en busca de su capitana. Mientras corrían, se turnan para mirar atrás y golpear a las pequeñas bestias hechos de plantas que venían por ellos.
Una criatura como un gremlin, lleno de espinas y flores marchitas, se abalanza al chico de cabello azabache. Esté lo espera y cuando se acerca lo suficiente flash lo lanza fuera del estadio - o bueno es sentido figurado pues seguían en los túneles -; lleno de orgullo se prepara para dar otros "Home run!".
— ¡Creo que haría esto todo el día! — el joven se sentía lleno de jubiló, un niño en una gran partida de la temporada, eso decía su alegre semblante.
Contrario a él una chica de cabello azul se encontraba exhausta al cortar, con su hacha, aquellas criaturas que se acercaban, los peores para ella eran los voladores, que de repente se acercaban a ella para molestarla, hacerle caras y tirar de su mechón.
— ¡¡Tu lo dices como si estuviéramos en un centro de juegos, estos bichos ya me tienen harta!! — un dulce que se le posó en cerca de ella lo arrojó al suelo y lo hizo picadillo en un segundo —. ¡¡En mi vida me pienso dedicar a la jardinería!!
Limpia el sudor de su frente y ve al gran Borcón barriendo de todas las criaturas más allá de ellos y los aplastaba como simples insectos.
— Al menos uno de nosotros no se dificulta al tratar con la plaga — la chica limpia el sudor de su frente.
Un gremlin arrastrándose por el piso como una cucaracha para llegar por sorpresa a la cara de la chica. El bicho salta, soltando sus asquerosas y viscosas raíces, a punto de estamparse en el rostro de la chica, unos centímetros bastaban para llegar a su objetivo, pero esté explotó, se pulverizó en miles de pedazos.
— ¡No te distraigas Cady y sigue cortando! — soltó el chico pelirrojo con algo de aires de grandeza con su buena puntería.
— Con un arma de fuego, incluso yo podría hacerlo mucho mejor — se quejó el híbrido al ver la ventaja del chico.
Ricky se mantenía atrás de toda la acción, dando tiros a diestra y siniestra, a cualquier criatura de planta que se tratará de acercar a Eywa y perturbara su concentración de encontré a Eywa.
La presa. La enemiga a derrotar con piel, de porcelana real y cabello sintético de color rubio. Una bruja, con una bella apariencia de una muñeca. Se encontraba realmente furiosa, ¿la razón? Porque los impertinentes y maleducados muchachos se liberaron de su hechizo del sueño, sobre todo esa muchacha de cabello azul, con ella tenía más deseos de destrozarla, de quitarle toda su memoria para obtener toda su juventud y destrozar su cadáver hasta dejarla irreconocible. Ahora estaba destrozando su jardín de espinas que tanto le costó arreglar de ese espantoso lugar.
Al menos no todo estaba perdido, porque tenía en sus manos a la capitana de este equipo de chiquillos traviesos. La niñita de traje militar, sus espinas poco a poco atravesando su frágil cuerpo y están a punto de llegar a sus órganos vitales, dos atravesando sus ojos y su pecho, próximo en lanzar y perforar su corazón.
Es la que mas se puso más ruda, la que más trabajo le costó aprisionarla. Con el perfume de sus flores con los aromas más fuertes, así cayó en un sueño profundo. Entre ellos volvió a ver a su madre y después de tanto tiempo, hasta volver oír su voz, de aquella canción:
The moon is gently rising,
the twinkling stars surprisingly
well and clear to see
The trees all black and silent
as moonlight keeps on shining
the feel of peace and harmony.
Tan clara, tan bella, tan solo había escuchado cantar aquella canción de cuna, al menos, dos veces cuando menos, pero desde que la oyó cantar se quedó grabada para siempre esa canción a Emery. Por eso antes de irse a dormir, siempre la canta, para nunca olvidar a su madre, ni su suave voz.
{•••}
Entre tanto, Eywa al fin la había encontrado a la capitana, pero había un inconveniente. La niña estaba en el punto más alto de una torre lleno tallos, platas y flores, que mantenían cautiva a la capitana. La torre se movía, por lo que una mal escalada y podrían hacerse unos cortes profundos.
No había de otra. Cady se dispuso a subir, sin embargo Eywa la tomó del hombro.
— Cady, no — la jala antes de que suba tan solo un centímetro —. Si subes allí te lastimaras gravemente — tenso la mandíbula —. Si tan solo está bruja no tuviera embrujado este lugar, usaría mi magia, pero...
Cady negó con la cabeza y sonrió ampliamente. Eywa la miró con confusión.
— Gabriel — el chico la miró de reojo —. Si termino muy herida por favor encargarte de ayudar a todos salir de aquí y de llevar mi cuerpo también.
Él chico asintió, Cady se sintió con más confianza y lanzo a la torre para comenzar a escalar la torre.
— ¡Cady! — gritaron Borcón y Eywa al mismo tiempo.
Borcón iba tomar la iniciativa de ir por Cady y la Capitana, Cady se lo prohibió, más cuando más gremlins venían a su dirección, una manada entera para atacarlos. Depositaron toda su confianza en la peli azul.
Escalar, tenía práctica en hacerlo en los árboles, era de vida o golpes cuando joven y venían a molestarla los chicos del barrio de regreso en casa, al ser niños de mami y tan cobardes, los árboles fueron la salvación de niña. Nunca pensó que tendría que hacerlo lo haría para salvar la vida de una amiga, porque bueno, nunca tuvo una antes y claro, mucho menos que sería de una gran torre y filosa, dónde ponía la mano terminar ensangrentada o que alguna, liana le diera un fuerte latigazo en la cara, con movimientos tan bruscos y salvajes, que la hace sentir que en cualquier momento podría caer. De tan solo pensar en el ardor, el dolor de sus manos o pensar tan siquiera en caída tan horrible que podría pasar, ella continúa subiendo, solo para llegar a Emery.
Escaló, escaló, hasta al fin llegar al sitio. Cuando notó un pequeño brazo, supo que ella estaría bien. Se posicionó para no caer, se agarró fuertemente en uno de los tallos para comenzar a sacar a su amiga con la mano derecha a la capitana, arrancando las plantas.
{•••}
Ricky disparaba a cada una de las criaturas asquerosas y podridas, llenas de un asqueroso líquido verde que manchaba por completo sus ropas, de él y sus amigos. Sin embargo, solo podía pensar en su Capitana en aquella pecosa.
Sin fallar en ninguno de sus disparos, sus ojos iban en dirección a sus puntos, por otro lado su mente estaba en un viaje en su pasado, sus memorias. El recuerdo que tuvo primero fue cuando la conoció por primera vez.
Aquella vez, estaba sumamente molesto por ser vendido a esta gente a causa de sus tíos que buscaban el dinero fácil, triste porque su padre no estaba con él. Si madre era una Kitsuné, un zorro con las habilidades y la magia para convertirse en una bella mujer y así concebir un bebé, su padre fue elegido por ella para tener su primer bebé, impresionado por la belleza de su madre y fascinado por el mundo de fantasía en el que ella venía, quiso formar una familia con ella, pero en cuanto Ricky nació, a la mañana siguiente desapareció, como si ella se hubiera hecho humo y se fuera lejos. Al investigar un poco del mundo de la mujer, se dio cuenta que muchas Kitsuné son así, buscan hombres humanos, para tener una buena descendencia de mujeres Kitsuné, pues ellas heredan el don de la transformación y la capacidad de aprender sobre su propia magia, las educan por seis años y luego las sueltan por el mundo para que se cultiven demás sabiduría. ¿Y los varones? Bueno, ellos no adquieren ninguna habilidad, terminan siendo humanos simples y corrientes, a veces adquieren ciertas características particulares que solo un solo tendría, ojos, olfato, cabello y el ser peligrosamente astutos, sin embargo eran humanos comunes y corrientes.
Algo que debemos dejar en claro es que su punto fuerte de los Kitsuné es ser realmente atrayentes para procrear, dejan una fuerte huella con la pareja. Es por ello que aún cuando tenía mucho trabajo encima, el papá de Ricky se daba el tiempo en la búsqueda de su mujer, así como a su vez sobre muchas cosas referente al mundo tan extraño, lleno criaturas de fantasía, ¿qué como lo logró? Gracias a su hijo, le dejó crecer un poco el cabello y les hizo creer que su hijo era en realidad una niña para seguir con su preguntas a las criaturas del otro mundo y saber el rastro de su mujer, así de como sería la vida de su hijo. Ricky desde pequeño fue realmente un genio, se hacía de muchas preguntas, y al ser hijo de un científico se hizo muy afín a los libros matemáticas, ciencia, biología, química, eran sus lecturas de siempre antes de dormir, pero su pasión siempre fue la física, su curiosidad fue su mejor arma a la hora de llevar acabo a sus experimentos y pruebas para llevar a los resultados para comprobar si su hipótesis era correcta o no.
Dejando de lado de la obsesión por su madre, su padre era su modelo a seguir, para Ricky era el mejor científico de su época y se lo mostraría algún al mundo. Lastima que no elegimos como irnos de este mundo. A pesar de querer evitarla, la muerte le llegó a sus pulmones, tuberculosis, no pudo aguantar más y se fue, dejando al chico al cargo de sus padres, a quienes les contó todo sobre su amor, como llego Ricky a sus vida y que permanecía a otro mundo y al hacer un trato con una mujer, lo vendieron a un precio muy alto. Claro no sin antes golpearlo hasta que el chico se dejará poner un vestido a la fuerza para venderlo a la hermana. En su trayecto conoció a Emery, al principio notó que ella diferente.
Averiguo más sobre ese sentimiento tan extraño que tuvo al verla, ¿amor? No, no caería a esos impulsos primitivos tan fácil, todo tenía explicación, la niña no era humana y tenía razón. Aquella vez que sintió esa necesidad de acercarse a ella y no dejar de verla, era porque ella era un demonio. Los demonios se aparean entre ellos para una mejor descendencia, pero a veces las mujer demonio no desean tener hijos, así buscan mujeres humanas bellas para tener bebés, así ocultan la horrible apariencia que podría tener sus hijos. Desde pequeños tienen esa vibra tan diferente al humano, aromas y una mirada tremendamente bella, que sirve para buscar pareja y poder formar una familia.
A pesar de ser tan joven, logró cautivar un poco al pelirrojo, sin embargo, esté la vio más como una herramienta, entre más la observaba, notaba esa actitud rebelde e inteligente que tenía la rubia. Así que al darse cuenta, de sus ganas de la niña de irse de ese lugar, planificó un plan. Le dio un empujón para animarla a robar el mapa, hacer un trato de escapar y luego dejarla atrás para el escapar, pues sabía que serían atrapados, así que solo uno escaparía.
¿Pero cómo? Cuando ella lo tomó antes de caer del tejado, sintió su corazón latir con fuerza, la voz dulce de la niña y bien corazón lo hizo sentir culpable, para que en el transcurso de su escape pensar si tal vez él sacrificarse para que ella se fuese. Al final nuevamente ella se arriesgo por él, en un intento de la niña de enfrentar a las monjas le gritó al chico que intentará escapar, pero no era posible ambos fueron golpeados y capturados, para ser enviados al cuarto de castigos.
Despertó en ese terrible lugar donde llevado ahí una vez que intento salir por su cuenta. Le esperaría algo peor que aquella vez.
Encerrado como un animal, en una gran jaulas y pesadas cadenas. Al incorporarse un poco para mirar a su alrededor su cuerpo estaba lastimado, muy lastimado, su cabello cortado y su piyama destruido, sobretodo en el pecho.
El chico golpeó en suelo — ¡Maldición! ¡Me descubrieron! — pensó con rabia, estaba perdido. Lo matarían eso era seguro.
A su izquierda observo un bulto moverse que se levantó para notar a su alrededor así como él. Era Emery.
— Me alegra que estés despierta, ese golpe que te dieron te dejó por mucho tiempo inconsciente — se mostró apacible, pero la niña al verlo no lo reconoció —. Soy yo Emery, Rae... O bueno en realidad soy Ricardo, pero mis amigos me llaman Ricky.
Le contó porque se vistió de niña, de su pasado. Ya no importaba nada. Cuando diera la mañana una hermana vendría por él, para matarlo.
Al terminar, le contó sobre lo que venía pensando desde hace tanto. Que aquél lugar era un lugar de trampa, tratantes. La chica comenzó a llorar. Al principio creyó el chico que era por miedo, pero no, lloró por la oportunidad de escapar, lloró porque no vería a su mamá tan pronto como creía y porque Ricky no logró salir de aquí, y de seguro le ocurriría una desgracia.
— Perdimos nuestra oportunidad de escapar y yo pensé que tal vez si derribaba a esa gorda mujer (la directora), al menos tu escaparías, porque — lo mira desde los pies hasta ala cabeza —. Entonces no te habrían hecho tanto daño y cortado así tu hermoso pelo rojo.
El corazón del chico sonaba, resuena en sus oídos. Aquella niña lo cautivo en su totalidad. Si perdería la vida, al menos quería recordar su bello rostros antes de irse de este mundo.
Se acerco a la pecosa con intención de tomar su mano. La niña se acercó para tomar su mano. Un simple tacto, lo hizo sentir bien, quería abrazarla, decirle que todo estaría bien, tiempo, el tiempo necesario para estar con ella.
Se había enamorado completamente de Emery.
Cuando vió a su padre buscar a su madre, creyó que estaba demente. El amor era innecesario, algo que privaba a toda voz de la razón, lo vio en su padre, en madres solteras, hombre borrachos y despechados, hasta en la literatura de grandes autores. Un mal, algo que solo quita el tiempo valioso para ilustrarse y el estudio, pero al conocer a esta niña, ver su actitud por toda una noche, cayó redondo a su pies.
Se escucha un fuerte ruido por arriba de las escaleras, alguien venía al sótano.
{•••}
Todo se torno un caos. No logró recordar mucho, un sonido ensordecedor, para luego despertar en el suelo, todo en vuelto en llamas y gritos. El orfanato desapareció por completo; por un momento Ricky se creía que estaba en el infierno, hasta que sintió frío, pesar de estar rodeado entre las llamas.
La jaula había desaparecido por completo y se encontraba en completa libertad, pues las cadenas que estaban en la pared, pero está había desaparecido. Del levantó y comenzó a caminar, llamando una y otra vez a Emery.
Escuchaba lamentos y gritos, pero tan pronto esté creía reconocer la voz, al instante la voz se desvanecía.
Entonces se encontró con la chica, pero lucía completamente diferente, tenía unos puntiagudos grandes cuernos negros, un cuerpo que se iba alargando, mientras sus huesos tronaban, las manos se mancharon de negro, crecieron de un gran tamaño, al igual que los pies y se estaba deformando en su totalidad.
— Emery.
La niña en cuanto escuchó el susurro, le disparara a él una luz amarilla. A tiempo pudo escapar de su ataque. Anodado, prefiero esconderse y quedarse callado. Ella ya no era Emery, aquel ser tenía los ojos en completa oscuridad, el ser con cabellos dorados, cerraba su puño derecho y salían truenos, rayos y explosiones de su mano.
Destruyendo más partes del edificio y asesinando a las hermanas y hasta niños quién se le paraba en frente. Perdió completamente la conciencia.
El muchacho quería salvarla. Hacer algo para que volviera a ser ella, como sea. Fue entonces cuando escucho en las tinieblas unos pasos. Eran cuatro siluetas de unos jóvenes, dos chicas y dos chicos, vistiendo un traje militar marino.
— ¿Quienes son? — el chico de pelo blanco miró a Ricky a la cara y cambio su semblante de hostil a uno más amable.
— Soy el General Ronald Lawryn y ellos — señaló a los chicos detrás de él, — son mi equipo, venimos a detener a ese demonio que está fuera de control — señaló a Emery, quién se mordió el brazo y saco grandes redes de sangre que empezaron a envolver el lugar.
— ¿Qué es lo que le harán?
El chico en arco una ceja, mientras mostraba una sonrisa burlona —. Todavía preguntas lo que haremos con ella cuando es obvio — de su mano derecha sale una sombra que toma la forma de una espada oscura —. Creí que los hijos Delos Kitsuné eran más listos. La mataremos antes de su red de sangre se extienda por toda la ciudad, los demonios de está clase con ira desbordante son más que peligrosos.
El chico se mostró asustado por Emery, sabía que este joven estaba dispuesto a matar a Emery y que podía hacerlo. Los chicos que pueden convocar armas a través de la sombra, son capaces de ponerse al tú por tú contra un demonio.
Rogó porque se detuvieran, pero ellos lo apartaron y se acercaron a la chica, luego se dio cuenta que una chica pelirroja tenía una esfera muy singular. Viendo su última alternativa, se lo arrebato de las manos de la chica y lo rompió a sus pies.
Ricky abrió los ojos y se encontraba con la misma nada.
— ¿Hola?
— ¿Un niño fue el que me ha liberado? — una voz ronca se escuchó cerca de ese lugar donde solo se encontraba el y la voz —. Eres tan solo un niño — se burló la voz del chico.
— ¿Tu eres un demonio también, verdad? Había leído que los demonios que se salen de controlo solo pueden ser contenido por otro demonio y luego los hombres que convocan armas de las sombras los matan.
— Sabes mucho para tu edad, además no en temes, observó en tus ojos una temple de serenidad y a la vez severa. Me agradas.
El chico sonrió al escuchar al demonio — Quiero que me ayudes a devolverla a la normalidad, sé que puedes a hacerlo.
— Reprimir su naturaleza, si, no es difícil hacerlo para un demonio de mi categoría. Sin embargo los de Umbra quieren que la destruya, es un beneficio para ellos por qué si la chica vuelve a tener un ataque de ira se volverá a convertir en ese ser humanoide (realmente un problema) y un beneficio para mí porque yo obtengo mi recompensa devorando su alma una vez que la asesinen.
El chico paso saliva en seco, ya que lo que iba a decir a continuación sería difícil para él. — Bien por qué no te propongo un trato. Si haces lo que te digo no solo te podrás devorar el alma de la chica, sino también la mía.
Hubo un breve silencio, — Pero si lo que quieras es tenerla devuelta con la apariencia de una humana es para tener más tiempo con ella, aún seguiría perdiendo yo si no cumples con tu promesa.
El chico negó. — No es verdad, ella acaba de descubrir que su madre acaba de morir, no solo por aquella mujer que asesino, sino por algo más grande. Voy alimentarla de una insaciable sed de venganza que hará su alma no sienta paz hasta que logré dar con la raíz de esto.
>> Yo estaré con ella compartiendo ese dolor. Una vez que logremos nuestra venganza, desearemos morir y entonces podrás llevarte nuestras almas. ¿Tenemos un trato?
Por supuesto, eso suena tan perverso que es una delicia. Por favor, haz el alma de está niña más dulce, que se llené de rencor, dolor y pena, hasta concretar su venganza.
Dos almas por el precio de traer a la chica a la normalidad y para que Ricky y ella pasarán más tiempo juntos.
Todo lo que dijo era verdad, a pesar que quería que ella volviera hacer humana, su plan era para encontrar al líder de todo esto, algo olía muy mal y él quería descubrir de que se trataba.
Gracias al General y su grupo salieron de ahí. Emery fue llevada a un hospital del mundo de la fantasía, del que ellos ahora pertenecen. Cuando despertó la chica ya no fue la misma y al igual que su compañero de ojos de zorro, su sed de venganza despertó en ella.
Él haría todo por ella. Ese día al despertar, lloró como nunca la pequeña capitana. Ricky daría todo, hasta dar en sacrificio su propia alma, por ella, por amor, puro y bello, sin condiciones, tan solo pasar tiempo con ella, el que fuera necesario, compartiendo la felicidad y el dolor, a su lado. El la amaba con todo su corazón.
La chica de cabello azul, por fin había encontrado a Emery, así se encontró con una terrible escena donde las espinas perforaban cada parte de sus cuerpo, los más profundo eran las dos espinas que estaban la clavadas en sus ojos — donde salían sangre en sus lagrimales — y otra incrustada en su pecho.
Cady con mucho cuidado sacó a su Capitana.
— ¡Emery! — Cady estaba totalmente emocionada de que la niña se encontraba bien
— Mamá... — susurro Emery, en cuanto sintió los brazos de Cady.
— Tranquila saldremos de aquí.
— ¡NO LO HARÁN! — Exclamó la bruja con cuerpo de muñeca y por culpa de su magia, lanzó una arma realmente filosa que atravesó a Cady, mientras con sus brazos la envolvió para que la niña no recibiera daño alguno.
Ambas cayeron hacía atrás. El reloj avanza, y una caída dejaría ambos cuerpos muy heridos y a la peli azul muerta. La bruja reía como una demente. Borcón se lanzó para atraparlas. Tomó un salto y escaló la plantas para antes de que cayeran las chicas al suelo envolviendo a las chicas entre sus brazos y caer arrodillado.
Todos los chicos se acercaron para ayudar a las chicas.
— ¡Cady! — grito Eywa
Al oír tanto ruido hizo que la niña despertará para ver a su alrededor.
Abrió los ojos con total horror a ver a su amiga tendida en el suelo sin responder.
— Mamá...
Todos miraron a la pecosa confundidos. Lo cierto es que su mente no veía a Cady, sino a su madre tumbada en el suelo.
— ¡¡AAAAAAAAAAHHHHHHH!! — otra vez el dolor en su pecho y un irá desbordante se apoderó de ella.
Unos enormes cuernos salieron de su cabeza y los dientes caninos se afilaron, posicionó su brazo izquierdo en frente de su pecho y clavó sus colmillos en el y grandes chorros de sangre salió del brazos. Que se disparó en muchas direcciones.
— ¡¡AGACHENSE!! — Indicó Ricky para luego arrojarse el suelo.
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