
Capítulo 24.
Un mordisco romántico en tren
El silbato de tren dando el anuncio del momento de nuestra partida, era un tren común - donde viajaban las personas "comunes" -, todos nos miraban raro a Alex y a mi tal vez por la mirada de Alex que le daba a la gente de pocos amigos y pues yo con mi cabello siempre me han visto rara, aunque creo que llamamos más la atención porque Alex no paraba de llamar humanos a todo el que veía.
- El tren de los humanos es gracioso - comentó Alex -. No veo pequeños duendes ayudantes o hadas viejas y molestas gritando como locas. Sólo personas viéndonos como si fuéramos un Vellocino de oro.
- Si, tranquilo Alex es algo muy común - le contesté mostrando una sonrisa.
Trataba de tranquilizar estos sentimientos que se desbordan como el galope de un caballo salvaje disfrutando de una gran tormenta corriendo libre. Este sentimiento que volvió a surgir, creí que nunca volvería a ocurrir, pero Alex forma parte de mi corazón...debo guardarme este secreto porque en lo único en lo que me debo enfocar ahora es entrenar mi mente al entrar a Umbra, y una relación con Alex de ser imposible, sin embargo estoy feliz que viniera conmigo.
- Sabes una cosa Cady - la voz grave y profunda de Alex me sacó de mis pensamientos -, eres muy bella cuando te veo feliz, ¿tanto te alegra qué te acompañe hasta el siguiente tren? - su pregunta me hizo sonrojar y a ponerme nerviosa.
- Es-estoy feliz, pero por entrar a Umbra...des-después de una semana tan dura, pues bueno ya sabes - hace mucho que no me ponía así de nerviosa, estoy feliz de que sonría y se ría.
- Bueno iré por algo para comer - se levantó de su asiento.
- Yo te acompañó.
- Cady no soy un niño para que me andes cuidando, no me voy a perder.
- No es eso...- en realidad no temía a que Alex se perdiera sino que alguien se diera cuenta de que es un vampiro, de por sí cuando subimos al tren varías se les veía en el rostro con la ligera sospecha de que no somos normales -. Quiero seleccionar mi propia comida yo sola - le sonreí con nerviosismo.
- Está bien. Entonces vamos.
Los pasillos del tren estaban alumbrados y rodeados de la luces naranjas, pero lo más bello era ver la noche con la gran luna blanca que se asomaba en unas cuantas nubes que la rodeaban. Al caminar hacía el comedor varias chicas se le quedaban viendo a Alex, hablando de él entre susurros y chillidos <<¡Wow que guapo es!>>, <<...su hermoso cabello castaño oscuro y rebelde, y esos ojos rojos parece un vampiro, ¡Qué lindo!>>, lo que aprendí de vivir con los Alex y Robert es que a dónde sea que ellos vayan tienen admiradoras que consiguen en cuestión de segundos, pero por lo que según leí es que los vampiros de ven ser atrayentes - "atractivos" para cualquier chica o chico - para el ojo y aroma humano, para que él vampiro le sea más fácil capturarte y tomar tu sangre. Los chicos en la familia Canterdale como los Magnus son unos grandes adonis - incluso si hermanos Magnus son raros y algunos de ellos insoportables -, aunque la reacción de las chicas con Gabriel es diferente, oculta uno de sus ojos gracias a su cabello y su actitud es de un odiar al mundo extraordinario y por ello muchas chicas en vez de enamorarse de él le temen.
Al sentarnos en la mesa y pedir nuestra "cena" - técnicamente es la comida como de la tarde -, me sentía muy feliz de estar con Alex comiendo tan tranquilo y reservado.
- Oye Cady...
- ¿Qué sucede? - le pregunté y sentí que el momento maravilloso se tornó en uno más serio.
- ¿Cómo crees que será tu vida en Umbra de ahora en adelante?
- ¿Eh? - no sabía exactamente de lo que hablaba, la actitud sería de repente optó, me estaba quedando demasiado confundida.
- ¿No tienes ni un poco en perder tu cordura? Estoy muy confiado en que no perderás tu vida porque eres muy fuerte, aún así no es nada fácil Cady. Cuando Gabriel, Robert y yo entramos no fue de nuestro agrado, bueno con excepción de Gabriel...
- Eso quiere decir que ustedes tres... ¿Entraron a Umbra? ¿Robert, Gabriel y-y tú? - pregunté muy sorprendida combinado con un gran sobresalto y Alex soltó una leve risa por mi reacción un tanto exagerada.
- Si - contesto Alex después de tanto reír -. Eso fue hace bastante tiempo...
- Lo quisiera oír...
El rostro de Alex se mostraba muy sorprendido por mi atrevida y tal vez inoportuna pregunta.
- Bueno, como somos familia creo que sería bueno que sepas algo sobre mi pasado, ¿no crees? - nunca en mi vida había ansiado algo hasta este momento, conocer un poco más a Alex -. "Hace bastante tiempo nuestra abuela Angelic Canterdale dio la luz a su segunda y última hija llamada Linette...
>>... Al nacer su madre Angelic supo que su hija no era para nada poderosa y el único apoyó que podía tener la pequeña Linette era por parte de su hermano George II - el hijo mayor de Angelic y George - George adoraba a su pequeña hermanita, ambos siempre se les veía juntos haciendo travesuras en la gran mansión Canterdale. Linette era una niña de ojos intensamente rojos, piel blanca y delicada como la nieve, y con un abundante y bello cabello morado claro. La única habilidad de Linette era ver a la gente muerta por ella la abuela no la veía como alguien especial, solamente era su hija menor; sin embargo al ser la más pequeña de la familia, dulce, tierna, amable, con buenos modales y muy hermosa era la adoración de quién la conocía. Su madre claramente tenía aún hijo predilecto, él hijo mayor George II, siempre fue su favorito era talentoso, bueno manejando cualquier arma y no tener miedo a nada ni nadie, pero George pese a todo lo sanguinario que podía ser era amable y adoraba a sus hermanos. La verdad es que George era entre todos los hermanos el más ecuánime e inteligente, y aunque tenía muchos desacuerdos con sus padres nunca desobedeció a ninguno de ellos porque les tenía mucho respeto, por ser sus padres...
George II... El hijo mayor y favorito de la señora Canterdale, tenía varios talentos bastantes oscuros y aún así era un joven muy agradable que se preocupaba por sus hermanos...entonces, si era el hijo mayor, el favorito, talentoso que Angelic adoraba... ¿Por qué no fue él la cabeza de la familia Canterdale?
>>...pero un día todo cambio... Cuando enviaron a George, Carl y Jack a Umbra, Linette se sumió a una gran tristeza por su querido hermano mayor al yo no estar cerca de él, ahora se sumía en una gran soledad y por las mañanas tenía pesadillas de lo que a su hermano podría pasarle estando en Umbra. Una noche Angelic recibió una carta de Umbra diciendo que su hijo George desapareció de manera muy misteriosa hasta...ya lo habían dado por muerto.
>> La verdad es que George al entrar a Umbra se dio cuenta que no debía escuchar a su madre, formó una familia con una joven nadie la conoció, ni volvieron a ver a George por órdenes de Angelic. George fue negado en la familia Canterdale porque lo que hizo fue deshonroso algo que no merecía perdón, no sólo porque huyó con una mujer que no fue perfectamente selecta por Angelic sino que tuvo un hijo con ella llamado... Gabriel.
- ¡¿Gabriel?! - dije casi en un grito casi ahogado y me cubrí inmediatamente la boca al ver que la gente en el comedor se giró a vernos -. Lo siento...- le hablé en un tono más bajó para no llamar de nuevo la atención -. Entonces... ¿Gabriel es hijo de George II? Eso yo nunca lo supe...¿por qué?
- Es un asunto que a mí no me concierne decirte Cady, Gabriel es él único que puede hablarte de este tema, lo siento - dijo Alex tratando de no ser grosero y yo negué con la cabeza.
- No está bien. Si alguna vez lo vuelvo a ver trataré de preguntarle.
Al escuchar mi palabras Alex tomó una galleta y tomó un sorbo a su té con leche.
- Si bueno...mejor te seguiré contando, ¿está bien?
- Muy bien.
- Angelic al ver que un joven - de excelente posición económica y de un gran linaje limpió de vampiros - se interesaba en su hija Linette, se la entrego sin pedir el consentimiento de Linette. Después de un año aproximadamente en un lluvioso día de agosto dio a luz a un niño que amó con todo su corazón...y lo llamó Alex.
Alex se mostró un rostro con dolor y lleno de frustración que trataba de ocultar entre sus manos.
- Mi madre era dulce y tierna a pesar de se encontraba casada con Webstton Lavud un hombre cobarde que solo le gustaba golpear a mi madre cada vez que tenía la oportunidad, pero era un gran actor pretendiendo en ser un gran marido y un padre ejemplar. Aún así mi madre se volvió una mujer sumisa viviendo de sus recuerdos de cuando era pequeña y se la pasaba jugando con su hermano George. Mamá era muy bella mi padre nunca se atrevió a golpearla en el rostro es por eso que este se encontraba intacto, en cambio su cuerpo era el que estaba todo lleno de moretones que trataba de ocultar con sus preciosos y finos vestidos, y con una bella sonrisa falsa, pero a mí nunca me sonría de manera falsa yo la amaba mucho, sin embargo los tiempos de estar junto ella terminarían... Un golpe de mi padre provocó que un pulmón de mi madre dejará de funcionar, tenía que pasar todos lo días con una máquina sobre su pecho todo el tiempo y todos - en mi antigua y gris casa - sabían que sólo era cuestión de tiempo para que mi madre muriera...y así fue, sus párpados se cerraron de forma eterna y aún así su cuerpo frío mostraba como si estuviera en un profundo sueño porque al fin descansaba en paz.
>> Mi niñez no fue para nada agradable, hasta que una vez jugando con Max cuando el tenía ocho años y yo catorce años (aún así lucía más joven que Max), encontré una ninfa muy bella de cabellos morados intensos piel blanca, pestañas grandes y ojos grandes llenos de lágrimas de color azul claro como el color del cielo en la luz del día que tristemente solamente lo sabía por pinturas de paisajes, su largo y ondulado cabello se encontraba atorado en la rama de un árbol, la ayudé, ella me agradeció con una sonrisa que era igual que la de mi madre o mil veces más hermosa y yo me enamoré de ella - con la última parte de su narración fijo una mirada intensa, pero a la vez tierna sobre mí y con ello me di cuenta que así había sido rechazada por Alex -. Yo no puedo estar junto a ella por... Por un asunto delicado, pero aunque no puedo estar junto a ella...eso no quiere decir que puedo aceptar a alguien más en mi corazón - sentí que algo dentro de mí se destrozaba y quería partirme en un gran llanto.
- Quiero ir a descansar - dije levantándome de mi asiento y queriendo llegar lo más pronto posible a mi habitación para descansar, mis energías se agotaban.
La mano de Alex me detuvo a la mitad del comedor lo miré al rostro con una amplia sonrisa.
- ¿Qué sucede? - le pregunté con una voz suave -. Estoy muy cansada, eso es todo y sólo quiero irme a dormir - él se mantenía sosteniendo mi mano y con sus ojos de compasión fijos en mi, yo le hice que me soltará y aún tenía una sonrisa en mi rostro aunque estaba quebrada por dentro -. Estoy bien - y finalmente me soltó.
Corrí a la habitación que en cual se encontraban dos camas con cobijas con el color de la sangre, suave al tacto, tanto que me tiré sobre ella y lloré en silencio, las lágrimas salían sin parar porque mi corazón se encontraba roto.
Todo está sumido en una gran oscuridad sin nada de ruido, sólo un pequeño tambor que resuena en mi cabeza y en mi pecho algo martillea lentamente pero con fuerza, mi corazón se hace añicos. Sabía que está emoción que sentía por él no iba llegar a ninguna parte, pero mi ingenua parte enamorada tenía una pequeña esperanza de que algo iba ocurrir...no fue así y lo peor de todo es que fui tan obvia que él terminará rechazándome de forma amable, pero directa. Me siento como la vez que me di cuenta que Nate me habló entre sueños haciéndome entender que el nunca volverá...de toda la gente muerta que puedo ver ahora... ¿Nate por qué no eres tu el que está a mi lado como cuando estabas vivo?
Un ruido estridente me despierta de mi sueño oigo a alguien maldiciendo y lanzando las cosas como un loco, y de repente cierran la puerta de la habitación con mucha fuerza. Me levanto de mi cama y veo que la maleta de Alex está totalmente abierta con todas sus cosas tiradas por toda su cama, me llega una imagen horrible a mi mente cuando observó en su maleta no hay reserva de sangre para Alex, lo que quiere decir que si no lo encuentro a tiempo, puede hacer una locura y lo descubrir, y condenarán su alma.
Lo encuentro en medio del pasillo sacando su cabeza por la ventana y tratando de respirar con tranquilidad. Tomé a Alex del brazo y el cubría su rostro con su camisa negra sus ojos parecían los de un loco. Comprendo su frustración, él desea tomar mi sangre y no quiere hacerlo, pero un vampiro puede destrozar un pueblo entero si no toma sangre.
Me descubrí mi hombro y el mantiene sus ojos totalmente abiertos.
- Toma mi sangre Alex, sino será toda una masacre sangriento este viaje en tren - sin pensarlo dos veces Alex clavo los colmillos en mi cuello.
Tal vez sea porque sea Alex, pero está vez no dolió sino que al contrario me gustó sentir como succionaba mi sangre y lo hacía entre gemidos roncos, que me hacía ocultar mi rostro sonrojado tratando de cambiar la satisfacción tan rara que estoy comenzando a recibir y rezando por nadie salga de sus habitaciones o pase por el pasillo para encontrarnos así. Lo peor es mi estúpida cabeza comienza a soñar y llenar se de ilusiones de nuevo como si Alex alguna vez me fuera corresponder estos torpes sentimientos...
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