
Capítulo 20
¡ES UNA TORTURA MEDIEVAL, ODIÓ EL CORSÉ!
Los invitados estarán por llegar. Alex dice que no le agrada varios de las personas que estarían por llegar a nuestra casa, que siempre están en desacuerdo con las decisiones que toma Carl y lo más seguro que al tomar la decisión de adoptarme no será la excepción... Además de celebrar el compromiso de William y Alice, estarán hablando muchas cosas de mi, aunque de esto ya estoy muy acostumbrada a que hagan chismes sobre mí, desde que vivía con los Gil...
Mi vida escolar sólo se trató de bullying, en general los niños inventaban historias de mi, que mis padres murieron por que yo era una bruja y que yo los había matado, era muy ridículo: mis tíos se encargaron de decir a sus conocidos que yo era muy rara, entonces toda la gente adulta del pueblo me tenía miedo, fui muy feliz cuando Nate y sus padres llegaron al pueblo cuando yo tenía ocho años.
Trató de arreglarme pero...no logro que me quedé bien el corsé, nunca me había puesto uno, después de tantos intentos fallidos decido llamar por medio de una campanita chiquita, a Argona que inmediatamente llega con tres señoras gárgolas más, lo cual eso me tomó por sorpresa.
- Señora Argona, gracias por venir pero...- hablé de manera cordial y miré que las demás señoras gárgolas llevaban unas cajas en brazos -. Yo sólo la solicité a usted - le dije con voz muy baja a la señora Argona.
- Señorita Cady, el señor Carl ya nos había enviado para arreglarla para la fiesta -dijo la señora Argona muy feliz y ella junto con las demás señoras entraron a mi habitación.
- ¿Para qué son las cajas? - pregunté algo nerviosa.
Ella abrió una de las cajas y se encontraba un gran vestido de color azul marino, ampón con un escote de corazón de color negro.
- La señorita Alice lo ordenó especialmente para usted señorita Cady entre otras cosas más - abrieron las demás cajas en cual se encontraban zapatillas, joyas, lazos para el cabello y hasta maquillaje, yo me asusté la ver todo eso -. Se verá bella después de arreglarla - comenzaron avanzar hacía mi como si fuera una película de terror, (yo sólo quería que me pusiera el corsé).
Comenzaron a tirar fuerte del corsé, (¡Me van a sacar las tripas!).
- ¡Argona, ya no jale más, siento que me voy a partir en dos! - hablé con dificultad.
- Tonterías señorita - decía mientras jalaba más del corsé -. Su cintura de ve ser de dieciocho pulgadas.
- ¡¿Para qué?! - (¡¡Dieciocho pulgadas eso es imposible!!).
- Le resaltará su pecho y le formará figura, ya verá - dijo confiada (¡Eso espero porque, siento que me voy a desmayar!) -. Una pulgada más - tiró más fuerte del corsé.
- ¡¡AAAYYYY!! - di un gran gritó al sentir que casi se comprimía mi cintura: además que mí gritó se escuchó a kilómetros a la redonda.
- ¡Ya quedó! - hablaron las señoras gárgolas felices, (¡No quiero volver a usar corsé en mi vida, es como una tortura medieval!) en mi mente me estaba poniendo como loca.
- Me dolió - me quejé, casi estoy a punto de llorar.
- ¡Oh vamos señorita Cady! - me regaño Argona -. Sólo teníamos hacerle cintura y no fue tan difícil - comentó (incluso pienso que el entrenamiento con Carl no fue tan horrible) -. La señorita Alice tampoco a usado mucho el corsé - comentó al ponerme el vestido.
- ¿En serio? - pregunté impresionada y adolorida.
Ahora que pienso nunca había usado vestidos hasta que llegue a la mansión, Alice se ha encargado a comprarme la ropa y siempre me hace usar vestidos - excepto cuando tengo que entrenar, porque necesito pantalones para mí entrenamiento - pero, ni siquiera en mi infancia recuerdo haber usado ni un solo vestido.
- Oh sí, pero los corsé son necesarios para marcar la figura de una mujer - dijo la señora Argona (¡No, que horror!) -. ¿Por qué cree que la señorita Rose tiene una cintura pequeña? - me colocaba el vestido por partes, (parece que vestía en realidad a una matrioshka: era un vestido que se "armaba" por partes) -. Bien, ahora comenzaremos a arreglarte, primero el peinado y luego el maquillaje. Después te pondremos el tul, el vestido y los adornos de este - habló emocionada.
- ¿Qué? - dije consternada -. ¿Todavía falta más del vestido? - me estoy asustando.
- Pues claro señorita Cady - comenzó a cepillarme el cabello, parecía que estaba desatando un gran nudo en mi cabeza, (¡Me duele!).
- Pero, los invitados no tardarán en llegar...- comencé a quejarme por lo jalones que le daba a cada cepillada a mi cabello.
- No se preocupe lo haremos en un abrir y cerrar de ojos, señorita Cady y usted estará preciosa - habló Argona emocionada, sólo solté un suspiro muy pesado.
- Yo quería ponerme otro vestido más sencillo - comenté.
- No, usarás esté y ahora no se mueva porque me cuesta mucho trabajo peinarla - me cepillaba con todas sus fuerzas.
Me hicieron un peinado alto pero, muy bonito, me maquillaron, terminaron de ponerme el vestido, las zapatillas que al menos agradecí que el tacón no era tan alto y al mirarme al espejo era increíble cómo me veía. Alice tiene un buen gusto en ropa pero, ni estando loca volveré a usar un vestido tan complicado como este.
- ¡Se ve hermosa señorita Cady! - dijeron todas las señoras al mismo tiempo.
- Muchas gracias - me sonroje al oír sus palabras y la señora Argona me dio un abanico, rojo con detalles en forma de un rosal de encaje de color negro -. ¿Para qué necesito el abanico? - le pregunté mirando el abanico con detalle.
- Es una tradición en está familia se lleva un baile muy especial donde todas las damas deben bailar con abanico, además necesitas el rojo porque combina con el color de tu rosa - (¿Mi rosa?) Abrió una pequeña caja donde había un pequeño broche del cabello, en el cual tenía forma de una rosa roja, Argona me la puso en el cabello -. Y por último una hermosa gargantilla negra - me colocó la gargantilla en el cuello -. Señorita Cady su hermosa piel blanca con su hermoso cabello azul le queda muy bien, y su hermoso y característico mechón morado...es simplemente preciosa mi niña - la verdad me veía increíble hasta parecía otra -. ¡Oh no! - miró la hora del reloj -. Ya estarán llegando los invitados - se acercó a la ventana - ¡Ya están llegando! - me sacó juntó con las demás señoras fuera de mi habitación -. Educación y sonríe mi niña, y así no tendrás problemas - puso mi rostro entre sus manos con ternura.
Eso espero, no tener problemas.
- ¡Muchas gracias! - grité mientras desplegaron sus alas (en forma de murciélago de color piedra) y se iban volando rumbo al gran salón.
- Estás preciosa - me gire a ver quién era, y era Robert vestido en traje de gala negro, antiguo corte inglés -. Cady siempre supe que eras muy guapa pero, estoy seguro que tú serás la única mujer que deslumbre en la fiesta.
- Era de esperarse - era Alex, y me sorprendí al verlo en el mismo traje de gala, se veía muy guapo -. Ella ya es muy linda - sus palabras me hicieron sentir arder mis mejillas.
- Mu-muchas gracias, a-ambos - dije con mucho nerviosismo.
- No estás mal - esa voz irritante solo podía provenir de Rose, su peinado era algo, con un abanico verde y con un encaje negro en forma de rosal, y un hermoso vestido verde oscuro, que hacía resaltar su pálida piel y su cabello rosa. Debía admitirlo lucia hermosa -. Pero con que, yo luzco más hermosa que tú - dijo con voz de presumida.
- Me halagan tus palabras Rose -dije burlándome de ella, sin importarme el comentario que hizo, ella se molestó por ello. Robert quería decirme algo y Rose lo tomó del brazo.
- Robert debemos saludar a los invitados, después de todo eres mi prometido - Rose miró a Robert de forma suplicante.
Robert soltó un suspiro - Bien - contesto y Rose sonrió -. Bailaré una pieza contigo Cady - me guiñó el ojo y llevo a Rose al salón, mientras se iban Rose posó una mirada de molestia e intensa hacía mi, yo tampoco la dejé de ver mientras se iba.
- ¡El baile! - comencé a sentir nervios.
- ¿Qué sucede Cady? - me preguntó Alex en tono muy preocupado, los nervios no me dejaban hablar pero, al verme fijamente a los ojos sonrió y soltó una leve risa -. ¿No sabes bailar?
- No - hablé finalmente, él me tomó por los hombros.
- Este baile no es tan complicado como parece - su voz me hacía sentir tranquilidad -. La primera pieza de baile, lo bailarás conmigo y tú lo único que debes hacer es dejarte guiar - me sonrió y yo sólo me limité asentir.
- ¡Cady! - gritó Alice y se lanzó a mí para abrazarme - ¡Te ves muy hermosa! - gritó emocionada.
- Tú fuiste quien lo escogió - le sonreí, la miré se veía tan linda... Vestía un vestido de un verde claro, su peinado era también alto sólo con la excepción que tenía unos mechones sueltos de su hermoso cabello rubio que era sujetado con un listón blanco largo con mangas con un precioso corte francés, y un abanico blanco con encaje rojo de una hermosa rosa -. Pero, tú luces aún más linda - dijo sonrió sonrojada y con un amplia sonrisa.
- Muchas gracias - me tomó de la manos feliz.
- Bueno, yo pasaré a saludar a los invitados para que no se pasen hablando de mis "modales" - dijo Alex, hizo reverencia a ambas -. Nos vemos en el salón - me miró y sonrió -. Ambas lucen hermosas así que tranquila - nos guiñó un ojo a ambas.
- Yo quiero...- quería ir con él pero, Alice me detuvo.
- Cady, nosotras entraremos al salón cuando Carl nos presenté ante todos. A ti como su hija adoptiva y...- su voz se volvió triste y luego sonrió -. Yo como la prometida, caminando del brazo de William - dijo tratando de sonar feliz.
Miré cómo William llegaba con traje gala pero, de color azul oscuro, se veía muy galante.
- Señorita Cady, luce muy espléndida esta noche - dijo William dando una reverencia y yo hice lo mismo.
- Muchas gracias - agradecí su cumplido y luego se giró a ver a Alice, parecía que estaba viendo un ángel, su mirada hacia Alice era gentil y muy dulce, hizo una reverencia ante ella.
- Hoy luce hermosa Alice, es todo un honor llegar a ser su futuro esposo - besó su mano de un modo muy romántico, hasta hizo sonrojarme y eso que a mí me hizo también un cumplido.
- Gracias - dijo Alice que sonreía pero, su voz se notaba aún triste.
William se notaba que estaba perdidamente enamorado de Alice pero, Alice no. Es triste que esto sea una fiesta de compromiso forzado, sé que algún día Alice lo querrá mucho a William y serán felices. Oh...eso espero.
- Carl está a punto de presentarnos - habló William y Alice lo tomó del brazo.
- ¿Y tus hermanos William, dónde están? - pregunté con algo de curiosidad, porque no los había visto desde hace un buen tiempo.
- En el salón, ya están saludando a los invitados - contesto. Abrí con mucho cuidado una parte de la gran y pesada cortina roja que daba vista hacía el gran salón de la mansión, había mucha gente. Bellas damas con vestidos tu grandes como elegantes y hombres vestidos muy galantes, caballerosos y bien parecidos. Sentía mis manos quedar de los nervios.
Estoy a punto de presentarme en mi nuevo mundo como Cady Canterdale.
Sentía mi corazón latir con gran locura, como un tren que va a 90 kilómetros por hora. En el gran salón se encontraba demasiada gente, nunca me a gustado llamar la atención de ninguna manera y ahora que entró en este nuevo mundo me debo presentar así de golpe, como la señorita Cady Canterdale hija adoptiva de Carl Canterdale.
Observó como Rose se ve rodeada de gente y su mirada es muy tranquila, todos los presentes la miran como si deslumbrará; Rose representa de clase pura, y yo de seguro seré motivo de burla.
- ¿Lista Cady? - la voz de Carl me sacó de mis pensamientos.
- Yo diría que no pero, ya no puedo esconderme y mucho menos con este vestido - comenté y Carl río.
- Hablando del vestido, te vez preciosa - dijo brindándome una sonrisa.
- Muchas gracias - le agradecí pero, aún estoy demasiado inquieta, mi corazón late enérgicamente. Carl me toma por los hombros.
- Tranquila Cady, cuando cumplí los treinta años y madre, nos hizo presentarnos ante la sociedad a mi hermano Jack y a mi. Sentí muchos nervios todos comenzaban a decir cosas sobre nosotros a nuestras espaldas, que nuca seríamos tan fuertes como nuestra madre o que nunca sabríamos hacernos destacar en sociedad como nuestro padre - la voz de Carl era dulce y muy paternal...(¿Mi padre habrá sido así?...) -. Un buen consejo que me dio mi madre fue... "Mantén la cabeza en alto enorgullécete de quién eres, porque tus predecesores eran grandes y para llenar esa sombra inmensa, deberás hacer cosas todavía más impresionantes... Por ti" - traté de comprender aquellas palabras, Angelic (la madre de Carl) era mujer con una la cabeza sumamente retorcida -. ¿Sabes que quiere decir? - me preguntó y yo negué con la cabeza, el soltó una leve risa -. Te entiendo mi madre no era fácil de entender pero, tomé ésas palabras como un buen consejo. Siéntete orgullosa de lo que eres Cady, y no temas, ninguna de esas personas es más o menos que tú, tú debes de formar la mejor versión de ti misma, porque solamente tú llevas las riendas de tu vida. Por ello cuando salgas en el momento que te presente ante todas esas personas, no tengas miedo porque harás grandes y esas personas que hoy hablen mal de ti, terminarán callados - con esas palabras me siento más tranquila.
Carl salió primero a saludar a todos los invitados.
- ¡Buenas noches a todos! - en cuanto Carl comenzó hablar, todos en el salón hicieron absoluto silencio -. ¡Es placer que todos ustedes vinieran a la mansión de los Canterdale! - al decir esto Carl hizo una reverencia y toda la gente comenzó a aplaudir -. ¡Hoy es un momento muy especial, por el compromiso de la señorita Alice Canterdale y él joven William Magnus! - los nombrados salieron.
Alice tomaba a William por el brazo, ambos tenían dibujado en su rostro una amplia sonrisa, aunque claramente podía notar que la sonrisa de Alice era falsa.
- ¡Bien pero, este evento no es sólo por la celebración de esta hermosa pareja! - todos se mostraron emocionados a lo que Carl estaba diciendo -. ¡Damas y caballeros, es un honor en presentar a mi hija adoptiva! ¡Cady Canterdale! - al escuchar mi nombre salí para que todos me conocieran, quedaron impresionados el murmullo en la sala no se hizo esperar, hice una reverencia y cámaras flotantes comenzaron a tomarme fotografías.
Al parecer también había reporteros entre la gente, aunque solamente venían a tomar fotografías sobre el compromiso de Alice y William, terminé llevándome la atención de todas las cámaras. Reporteros hacían preguntas que no lograba entender, el flash de las cámaras era muy cegadora, quería irme de ese lugar comenzaba a marearme, entre un gran y abrumador mar de gente.
- La señorita no está dispuesta en responder preguntas por ahora, así que por favor, déjenla respirar - la voz sería y molesta de Alex hizo alejar a todos los reporteros, colocando su brazo sobre mis hombros -. Vaya que son molestos, ¡Tsk! - dijo Alex molestó.
- Muchas gracias Alex - agradecí haciendo una leve reverencia.
- No hay porque. Ven Cady quiero que conozcas a algunas personas - su voz era de emoción, es raro porque el nunca se ha comportado así con nadie...tal vez es porque vino la chica que le gusta.
Comienzo a recordar lo que me dijo Rose hace tres noches: <<..." Alex ya tiene a alguien a quien ama, es muy hermosa y fina de cabellos morados... ¿No lo sabías? O que pena, si él ya tiene a alguien que invade sus pensamientos, es de una familia noble y aunque no sea vampira su familia no negaría su compromiso, su amor de ambos creó que es mutuo y a ti sólo te tiene cariño"...>> recuerdo aún la risa de Rose cuando notó que me gustaba Alex. Aunque si Alex tiene ya alguien que le gusta yo sólo debo mostrarme feliz, por él, además que no puedo permitirme enamorarme de alguien. Una vez que me vaya a Umbra estaré más tranquila... O más bien tendré la mente más ocupada
- Cady - la voz dulce de Alex me sacó Dennis pensamientos -. Ellos son el joven Max - señaló a un joven muy apuesto de tez morena, un cabello castaño, con orejas de gato muy curioso y una mirada felina de color turquesa precioso -, y su dulce hermanita Ragno - la nombrada y su una leve reverencia. Ragno era muy hermosa, se veía que apenas tenía como unos nueve u ocho años de edad con esos integrante ojos felinos color turquesa, un precioso, la y sedoso cabello castaño oscuro con pequeñas orejitas de gato a penas asomándose, y su suave tez color canela. Siendo aún una niña, se mostraba una gran belleza y educación en esa dulce niña.
- Mucho gustó - hice una reverencia y ellos sonrieron muy dulcemente.
- Pertenecemos a la familia Feles - habló Max.
- ¿Son felinos nos así? - pregunté, (¡Diablos me oí muy impertinente!).
Los hermanos sonrieron muy amigables.
- Si así es señorita - dijo Ragno con mucha educación -. Nuestra familia deriva de los felinos desde hace muchos años - me dedicó una sonrisa muy linda.
- Lamento sonar impertinente - traté de disculparme, mientras estaba muy avergonzada conmigo misma por mi falta de educación.
- No se preocupe, señorita Cady usted es muy bella tal y como dijo Alex - al escuchar a Max hablar, y pensar que Alex me dijo que era bella, me hace muy feliz.
- ¡Ma-Max! - le grito molestó Alex y muy sonrojado.
- Está bien Alex de todos modos, no es mentira Cady es muy encantadora - me guiñó el ojo, mientras se burlaba de Alex -. Apuesto que será una gran dama - las palabras de Max me hacían sonrojar. Se notaba que era un joven muy simpático, bromista y con algo de picardía.
- ¡Oye ya cálmate Max! - dijo muy molesto Alex.
- Son como niños, ¿no es verdad? - dijo Ragno tomando mi mano de una forma muy tierna y se burló de su hermano y de Alex.
- Si así es - le dije y ambas soltamos una pequeña risa.
- Pero son muy buenos amigos. Se conocen desde hace tiempo, tenían veinticinco años. Se encontraban en el bosque y en cuanto se vieron comenzaron a pelear, hasta que vieron a una hermosa elfa y la ayudaron a regresar a su hogar, su piel blanca como la nieve, el cabello largo y morado, con pestañas largas, su mirada dulce con los ojos azules más claros que el agua y su hermosa voz tan melodiosa - (¿Una elfa?). Ragno hablaba de ella como si fuera la elfa más hermosa de nuestro mundo -. Es muy hermosa y buena... Su nombre es...- Alex le cubrió la boca a Ragno.
- No es momento de hablar de eso Ragno - dijo Alex tomando una actitud más sería.
- ¡Oh vamos Alex! - exclamó Max -. Tú sabes que ella es muy hermosa y te encanta hablar de ella - (sé nota demasiado que la ama) me sentía algo desanimada.
- No quiero hablar de ella - exclamó molestó Alex -. Si me disculpan, iré a saludar con Cady a los demás invitados - me tomó del brazo alejándome de Max y Ragno. Seguramente pasó algo con ellos dos, por lo cual no quiere hablar de ello...
Alex me presento a todos los invitados del baile, había seres felinos de los cuales hablaban mucho de mi <<Es muy hermosa, su cabello es realmente único y su rostro es simplemente bello>>. Los licántropos hablaban también cosas buenas de mí pero, no me veían como alguien destacable <<La señorita, si que es bella, ninguna de las señoritas Canterdale han tenido una belleza singular...>>, <<Lo sé, pero pese a que es hermosa, no veo algo interesante en ella, se ve como una simple humana, la veo más como una mascota. Bueno, los vampiros siempre tienen ideas muy demenciales...>>. Los demás, hombre murciélagos y los reptiloides se mostraban igual que los licántropos, con excepción de los vampiros ellos me miraban intrigantes, <<"Es mas hermosa que la misma Venus", yo que el señor Carl, la hubiera tenido como mi mujer...>> Muy su comentario era asqueroso aquél señor Vampiro, <<Yo pensé que iban sólo veníamos, por el compromiso de la señorita Alice y de William, y al parecer Carl adoptó a una joven con un aroma muy interesante, que secreto tendrá la señorita Cady...>>, <<No sé puede notar a simple vista pero, para que pasar hacer una Canterdale, debe tener algo oculto... Será excepcional saber lo que puede hacer>> en teoría, los especies que son "Tenebris" o "Oscuros", son especies que en su mayoría no dudarían en apuñalar a alguien a su espalda.
La música suena en el salón y todos los caballeros toman a una dama para bailar, todas la damas del salón tenían sus abanicos, supongo que el baile comenzará con el tradicional baile de los Canterdale. Alex se inclina un poco y toma mi mano, para besarla, (¡Qué vergüenza!).
- ¿Quiere bailar conmigo señorita? - Alex extendió su mano hacía mi y me miró fijamente a los ojos.
- Por supuesto - contesté y me llevó a la pista del baile. Tomó mi cintura con una mano, y con la otra mi mano.
- Tranquila...- se acercó a mí oído -. Yo te guío...
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