Robert

Seguí a Robert tenía que evitar que se fuera a un bar de nuevo, tenía que ser lo más sigilosa y cautelosa del mundo, al parecer no fue rumbo a la ciudad, sino más bien se adentraba hacía lo más profundo de el bosque.

La noche era muy triste parecía que una gran tormenta se aproximaba, lo más seguro es que Carl nos castigaría, por habernos ido sin decir nada pero, no podía dejar que Robert hiciera algo estúpido, no sé el porqué pero algo dentro de mí me decía que no lo dejé sólo. Puede ser un raro seductor - aunque desde hace tres meses ya no se ha portado así conmigo de nuevo - : sin embargo el es muy importante para todos, incluso Black sé que ambos se agradan aunque se la pasen discutiendo.

Todos esos vampiros se aman, puesto que ellos me dieron cariño y apoyo, y por sobretodo un lugar al cual llamar hogar, son mi familia y no dejaré que me la quiten de nuevo.

Lo vi como subía una montaña donde sólo había ramas con grandes espina filosas que mi al parecer eran como grandes cuchillas. Robert subía sin lastimarse con alguna espina, lo que yo veía imposible, miré con más detalle y me di cuenta que él era el que manipulaba las ramas para no lastimarse.

Comencé a escalar con las ramas, eran demasiado filosas, rasgaban cada parte de mi piel, más porque tenía puesto un camisón y no tenía zapatos. Fue una terrible decisión pero, tengo que impedir que se siga comportando como un idiota. No importa cuántas heridas graves logré hacerme tengo que llegar a él a como de lugar.

Llegó a una cueva y esté se adentró, después de salir de las espinas me adentré a la cueva muy agitada.

- ¿Cady? - el me miró muy sorprendido y a la vez confundido.

- ¡Robert! - lo abracé -. ¿Por qué te fuiste, qué planeabas hacer? - lo tomé de los hombros comenzando agitarlo como una maraca.

- Después de lo que ocurrió, el incidente contigo, no quise volver - dijo sin verme al rostro.

- Robert, estabas borracho además ya pasó - traté de tranquilizarlo. La verdad me siento más aliviada que a él no le ocurriera nada o que cometiera alguna tontería.

- En serio me gustas es más diría la vida por ti de ser necesario. Porque estoy enamorado de ti - (así que la declaración iba en serio) -, y sí fui capaz de morderte. De seguro iba llegar a mucho más lejos que una simple mordida.

- Pero no fue así - dije tratando que me viera a los ojos -. No hiciste nada malo...

- ¡Aún así pude haberte lastimado! - exclamó -. Sería mejor si no volviera a la mansión - esas palabras que salieron de su boca no son horribles.

- ¿Querías irte? - le pregunté bajando el rostro hacia el suelo y apretando fuertemente mis puños.

- Sólo en está semana, quería irme a un bar y pasar a dormir en las mañanas en hotel pero...- hizo una pausa - en vez de eso decidí venir aquí - me miró -. Yo sólo me dedico a seducir mujeres para que se acuesten conmigo, está vez no pude...por ti, después de morderte y dejarte en tú habitación. T-te a-amo demasiado y no deseó estar con ninguna otra mujer que no seas tú - examinó todo mi cuerpo, abriendo y cerrando los ojos varias veces en forma de sorpresa -. ¿Viniste en camisón y descalza, sólo por mi?

- Eres importante. Robert lamento no corresponder de la forma que tú deseas ya que a mí me gusta Alex - le dije sin rodeos, la expresión de su rostro se tornó más triste -, pero jamás dejaría que te ocurriera algo, te quiero - lo abracé.

- Cady - me devolvió el abrazó -. Lamento tanto morderte...Yo... No debí hacerlo sin tu consentimiento, no lo haré de nuevo - un rostro de lamento se veía claramente.

Sonreí mirando a Robert como un hermano, porque eso es lo siento, estos meses he visto a Alice y a él como unos hermanos, y no lo puedo ver con otros y corresponderle así porque si, la verdad me sorprendió mucho la mordida que me dio, pero está disculpándose conmigo y lo veo arrepentido de haberlo hecho.

- Está bien Robert - el levanté su mirada para que me viera a los ojos -. Te perdonó y te creo.

- Quiero hablar contigo...- lo miré extrañada -. Es algo que yo he sentido desde hace tiempo y quiero que escuches con todo detalle - me dijo.

- De acuerdo - respondí, tomamos asiento.

- ¿De seguro ya conoces algo de la historia de nuestra familia...los Canterdale, no? - me preguntó, yo asentí -. Bueno, nuestra abuela era una vieja loca sádica...Carl nunca pudo tener descendencia.

- ¿Por qué? - le pregunté.

- No soy quien debería decirte, lo que si te diré es que la abuela se molestó por ello, entonces recurrió a sus otros hijos que si tuvieron descendencia - me miró divertido.

- ¿Y qué ocurrió? - quería saber que más ocurrió, él se río.

- "Los hijos favoritos de la abuela por ser tan buenos cazando, eran George, Carl y Jack, puesto que los tres eran los cazadores más despiadados. George un día desapareció no sin antes dejar una carta cada miembro de la familia. Mi padre Jack, lo creía un estúpido por no haber podido aceptar ser la cabeza de la familia, mi padre entrenó día y noche mejoró su habilidad pero, todo su esfuerzo fue en vano la abuela escogió a Carl él era más fuerte y su habilidad de manipulación mental era algo que a la abuela le gustaba mucho.

>>Mi padre molestó por esa decisión de la abuela, recorrió las oscuras y peligrosas calles de la ciudad, buscó a una prostituta se divirtió con ella abriendo cada sección de su cuerpo y bebiendo su sangre, cuando el cuerpo de aquella mujer se volvió fría mi padre tuvo relaciones sexuales con la muerta - (su padre era un...enfermó) pensé.

El padre de Robert era un total descerebrado...enfermó y un lunático. Robert continua con su relató:

>> Le encantaba hacer necrofilia según él era lo mejor que podía hacer. La abuela secuestro a una joven vampira extranjera, su sangre era totalmente vampira, es decir, no era una sucia neófita y se la ofreció a mí padre para casarse, él se negaba rotundamente pero, la joven no era nada fea a demás ella sólo tendría a su hijo y si se hartaba de ella la mataría, así que aceptó...- (ya había escuchado que Angelic era una verdadero demonio sin corazón, pero el padre de Robert también era alguien enfermó) -. Después de el día de su matrimonio, mi padre se dedicaba a meterse con mujeres, hacer necrofilia, destrozar niños perdidos y también le encantaba matar a reptiloides y licántropos rebanar su garganta.

>> Cuando al fin su mujer pudo embarazarse, es sólo la abandonó con la abuela. Ella dio a luz a dos mellizos, mi abuela decidió nombrarlos como Rose y Robert. Mi padre después de un año entero de haberse ido regreso pero, para matar a nuestra madre - lágrimas salían de sus ojos.

>>Nunca la conocí pero, me hubiera encantado hacerlo nadie nunca nos hablo de ella...mi padre me enseñó a cazar mientras Rose estudiaba como ser una "dama", poco a poco me di cuenta que podía mover un árbol enteró, con tan sólo tres años de edad. Cuando tuve mis veinte años, un día quería ver si habilidades podían ir más allá, entonces fui a una juguetería quería una pelota, pero no llevaba dinero conmigo y es que aún tenía la apariencia de un niño de diez años, obligué al dueño de la juguetería a darme todos los dulces y juguetes que quería. Al regresar a casa mi padre y mi abuela se mostraban felices porque yo podía manejar como un títere a cualquier ser vivo.

>> Cuando nos reunimos toda la tercera generación, cada uno de nosotros mostramos nuestras habilidades, los favoritos ante los ojos de mi abuela era mi hermana y yo, mi hermana manejaba con su mente objetos (cosas no vivas), aunque yo era el nominado para ser la próxima cabeza de la familia, deseaban que mis hijos también recibieran grandes habilidades así que mi abuela decidió que lo mejor era Rose y yo nos casáramos...