CAPÍTULO 13 😧
Daigo: ¿Cómo que sabes de Ryota?...
Ken: Perdóname Daigo
Daigo: ¿Perdonarte?.....¿Perdonarte de que?...
Ken: Hace algún tiempo, yo junto a mis padres ayudabamos a muchas personas con enfermedades, íbamos a hospitales y dábamos show's gratis a muchos niños, uno de ellos era Ryota Kurogami
Daigo: p-pero eso que tiene que ver...?
Ken: Ryota amaba a Keru y Besu, solía ir a su habitación para poder jugar con él, hasta que un día me quedé cargo de él, era un niño Ryota así que se escapó un día del hospital
Daigo: ¿Que?
Ken: Así que decidí a buscarlo, salí del hospital pero no lo encontré, hasta que una bola de gente se apareció cerca de la avenida, solo...–hizo una pequeña pausa– solo lo descuide un segundo
Daigo: ¿Que quieres decir?
Ken: ¡Solo lo descuide un segundo! ¡En ese tiempo Ryota sufrió un accidente!
Daigo: –sus pupilas temblaban-
Ken: Los doctores me reprendieron, que fue muy irresponsable de mi parte, no le había pasado nada pero aún así la enfermedad se complicó, dejandolo en coma...–por sus mejillas escurrían lágrimas
Daigo cabizbajo salió de la casa sin decir nada a nadie, Ken solo se podía lamentar de no haberse lo dicho antes.
Rantaro: Ese día....Daigo había ido a una excursión, dejando a cargo a a las enfermeras de que cuidarán a Ryota.– no podía creer lo que sus oídos escuchaban
Shu: Al llegar al hospital dos días después, dieron aviso que Ryota tenía complicaciones, tantas que lamentable lo dejo en coma..
Wakiya y Valt no tenían casi idea de lo que hablaban, pero si entendían como se sentían Rantaro y Shu.
Jin: Yo estaba entre esa multitud ese día, yo te Vi Midori, cuando avisabas que todos se dispersaran, por eso lo sé –se dió media vuelta y salió de ahí
Ken solo podía lamentarse de no haber podido cuidar bien del hermano de la persona que ama, ahora estaba seguro que si antes no le decía lo que sentía, menos ahora.
Lentamente llevo sus pasos hacia la salida para irse a su casa.
Valt: Shu..
Shu: No te preocupes, vé, él te necesita así como Daigo a nosotros
Rantaro le dió un beso en la frente a Wakiya, soltó su mano y junto con Shu fueron tras de Daigo, así Wakiya y Valt fueron tras de Ken.
Daigo esa misma noche fue al Hospital, entro a la habitación de Ryota Kurogami, lentamente empezó a sollozar, cuando vio a su pequeño hermanito conectado a unas máquinas, su brazito estaba lleno de tubos delgados.
Se acercó a su cama, se arrodilló y empezó a llorar, mientras tomaba la pequeña mano de Ryota.
Daigo: Disculpame.... Disculpa por no estar ahí cuando me necesitabas, si no me hubiera ido, tu estarías en casa comiendo la pasta que te encanta, jugando el beyblade que tanto te apasiona..– las lágrimas no paraban de salir, estaba herido
Shu y Rantaro estaban en el marco de la puerta, no se atrevían a acercarse ya que era un momento de ellos dos, sus ojos estaban algo brillantes, símbolo de que solo faltaba una palabra más para que soltaran a llorar.
Daigo: Disculpa hermanito.....
Ken había llegado a entro a su habitación, dejando la puerta abierta, se sentó en la cama y sus lágrimas empezaron a desbordar por sus mejillas, era cierto, fue algo irresponsable dejar a Ryota solo, aunque nadie pensó que se enamoraría de Daigo, el hermano de Ryota.
Se sentía horrible, estaba triste por saber que tenía la culpa, en realidad, nadie tenía la culpa.
Valt entro a su habitación, inmediatamente se acercó, se arrodilló y tomo sus manos.
Valt: ¿Porque no lo habías dicho antes?
Ken sollozo y levantó un poco la mirada para verlo.
Ken: N-no sabía cómo decirlo
Wakiya: ¿Somos tu familia no? –se sentó al lado de él y lo abrazó– podías y puedes confiar en nosotros
Valt: Te pedimos una disculpa por no estar al tanto de ti
Wakiya: Lo sentimos
Midori no dijo nada más, solo quería recostarse en el hombro de Wakiya, mientras sentía seguridad en las manos de Valt.
Despertó con el suave sonido de su celular sonando, era la alarma, la apagó y se dió cuenta que a su lado estaban sus amigos, uno dormía tranquilamente y el otro pataleaba, sonrió levemente hasta que recordó lo que había pasado la noche anterior.
Se levantó con cautela y se fue a la cocina, tomo un vaso de agua y se sentó en una silla que encontró cerca.
Sería muy cínico de su parte ir a ver a Ryota, así que descarto esa posible, después de esa declaración tal vez Ben jamás le volvería a hablar, aunque eso le importaba muy poco.
El timbre de la casa sonó, fue a abrir y la sorpresa era que Ben estaba frente a él, parecía traer algo en las manos.
Ben: Buenos días Ken
Ken: Hola Ben, ¿Que haces aquí?
Ben: Quería ver cómo estabas después de lo de ayer...–se rasco la nuca– se dijeron muchas cosas, por eso vine
Ken: Estoy bien, nada de que preocuparse, Quieres.. ¿Pasar?– abrió más la puerta
Ben: Eh no, solo vine a dejarte esto –le entrega una cajita– espero te guste, nos vemos
Ken cerró la puerta después de que su visitante se fuera, abrió la cajita y encontró una foto de ellos dos en una cafetería, al parecer Ben lo decoró, se veía tan bonito.
Ken: Gracias Ben
Daigo seguía en el hospital, Shu y Rantaro le hacían compañía para que no hiciera alguna locura, aunque sabían que su amigo no era así.
Rantaro: ¿Encerio crees que lo odie?
Shu: No lo sé
En eso Daigo sale de la habitación
Daigo: Chicos.. ¿Que hacen aquí? –sorprendido se acercó a ellos-
Shu: Hemos venido a ver cómo estabas, ayer no estabas bien
Rantaro: ¿Encerio estás bien? –lo abraza de los hombros
Daigo: Algo sorprendido y conmocionado, estoy mucho mejor
Shu: Vamos por un café, no has probado bocado desde ayer – se lo llevó a rastras hacia la cafetería– Rantaro se quedará a cargo
Rantaro: ¡Claro!
El albino y el azabache llegaron a la cafetería, pidieron un café y se sentaron en una mesa.
Shu: No le pasará nada a tu hermanito
Daigo: Lo descuide unos días y mira lo que pasó
Shu: No fue tu culpa – tomo un poco de su café
Daigo: Fue mía al dejarlo solo, yo debí cuidarlo, si hubiera...
Shu: El hubiera ya no existe Daigo, este es el momento de aprender de nuestros errores, no podemos vivir toda la vida repitiendo los mismo
Daigo: Aunque así fuera, no me lo perdono
Shu: No sé cómo te sientes, ni puedo entenderlo, pero siempre hay alguien que nos entiende a la perfección
Daigo: ¿Y según quien?
Shu: –tomo otro sorbo– No soy quien para decírtelo, eso lo debes descubrir tu, a tu manera
Daigo: ¿Y si nunca lo encuentro?
Shu: Trata de pensar en como te apoyaría esa persona, simplemente puede estar cerca de ti
Daigo: A veces no entiendo lo que dices
Shu: Pronto aprenderás
Daigo: –¿Quien es esa persona? No sabré decir quien siente lo mismo que yo....–
Shu: –Si solo te dijera que Ken es tu alma gemela....–
Continuara..... :3
Si me equivoqué en alguna palabra discúlpenme ;-;
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