Parte 8. Mi momento
*Horas antes de la fiesta
Narra Mabel
Hoy era la fiesta de mis tan esperados 18 años.
Por fin, la cuenta regresiva para que sea reina estaba por empezar.
Estaba eligiendo mi maquillaje y vestido cuando dipper entró.
-Mabel, lo he estado pensando y quiero decirte que a partir de hoy no tomaré más clases para la política o relacionado con gobernar.
¡Pero que vergüenza! ¿Cómo se atreve a entrar diciendo eso? ¡Las sirvientas podrían pensar mal! Sin decir nada, hice que se retiraran de la habitación y una vez que se fueron comencé a hablar.
-¿Qué? ¿Pero de qué hablas? Tío Stan dice que debes tomarlas para que me ayudes cuando me vayan a coronar.- dije cruzandome de brazos, era algo conocido que dipper era quien se encargaría de todo una vez que yo ascienda al trono.
-Pues no más, yo no te voy a solucionar la vida eternamente mabel y hoy lo anunciaré.
¿PERO QUÉ DICE? ¿ANUNCIARLO?
-No puedes hacer eso, dip dop.- dije tratando de mantener la calma, no puede anunciar que dejará de hacer mis trabajos, ¡Voy a parecer una inútil!
-¿Por qué no?
-Porque es tu deber, tío Stan dijo claramente que ese es tu papel en este mundo, ayudarme en lo que necesite para gobernar.
O prácticamente hacer mi deber mientras recibo los halagos y amor del pueblo.
-No, ese es el papel que ellos creen, pero mi papel aquí es mover la luna y ya.- dijo alzando la voz.
- El tuyo es gobernar sin mi ayuda.
Dipper no me dejó hablar pues salió corriendo de la habitación, bravo dipper, que maduro salir corriendo cuando estás en una conversación.
Molesta comencé a morder mi uña, ¿Y si realmente anuncia que él hace mis trabajos? No, no lo haría. Soy su hermana y tiene que mantenerme feliz.
Anunciar algo así definitivamente me haría quedar en vergüenza y ¡Ah! Que frustración, ¿Por qué dipper tenía que venir a decirme esto horas antes de la fiesta?
La sirvientas entraron y comenzaron a arreglarme.
Repararon mi uña mordida y comenzaron a maquillarme.
Quería demostrar que la conversación no fue seria así que comencé a sonreír y decir que dipper sólo estaba bromeando.
Al finalizar, fui al salón donde la fiesta se llevaría a cabo, llevándome la sorpresa de ver a dipper sentado en mi trono. Mi trono.
-Dipper, estás en mi lugar, de nuevo.
-La última vez que revisé, también era de la realeza Mabel.- dijo sin levantarse, ¿pero qué rayos le sucede? ¡Ese es mi trono! ¡Yo soy la que dirigirá el reino!
-Pero ese en especial, es para mi, que será la reina.- dije entre dientes mientras me acercaba a él, si no se levantaba voluntariamente iba a tener que levantarlo yo.
Él no me dijo nada, se levantó y sonreí satisfecha. Perfecto, aún sigue siendo mi obediente hermanito.
Di la señal y los sirvientes abrieron las puertas dejando entrar al pueblo.
-¡Bienvenidos! ¡En este día tan especial, emocionada por recibirlos y anunciar que la cuenta regresiva para que mi coronación se acerque ha iniciado! ¡Estoy tan contenta de que hayan venido a mi cumpleaños! ¡Disfruten de la fiesta, mi hogar es su hogar!
Alce la copa y la celebración comenzó.
Baje para saludar a los nobles que me visitaban y algunos aldeanos. Todo iba perfecto hasta que las luces se apagaron menos una.
Una cuya luz se dirigía únicamente hacia dipper que se encontraba bailando con el nerd de su amigo bibliotecario.
Sólo no se dio cuenta por unos minutos hasta que por fin dipper cayó en la realidad, miró a su alrededor para finalmente verme a mi.
Estaba tan molesta. ¿Cómo se atreve a ser el centro de atención? Seguramente él había sido quien apagó las luces.
Me acerqué dando pasos fuertes y con la magia centrada en mis manos empuje a la pareja del reflector.
El ratón de biblioteca se levantó como si no supiera que estaba a nada de ser condenado a prisión y levantó a dipper. ¿Me estaba ignorando? ¿El ratón de biblioteca, ME ESTABA IGNORANDO?
De un pisotón, encendí las luces del salón con la intensión de quitarles "lo especial" a su momento.
Dipper había arruinado mi momento y al darse cuenta de su error salió corriendo.
El ratón salió corriendo detrás suyo y para aliviar la tensión sonreí mientras indicaba que la música siguiera sonando y la atención debía volver a mi.
Estúpido dipper, ya iba a saber de mi cuando la fiesta acabara.
Continuará
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro