Narra dipper

El momento por fin había llegado. Siendo las 5 de la tarde y la fiesta las 7, me presenté en la habitación de Mabel.

-Mabel, lo he estado pensando y quiero decirte que a partir de hoy no tomaré más clases para la política o relacionado con gobernar.- dije observando como mabel elegía su ropa, le pidió a las sirvientas abandonaran la habitación para hablar.

-¿Qué? ¿Pero de qué hablas? Tío Stan dice que debes tomarlas para que me ayudes cuando me vayan a coronar.

-Pues no más, yo no te voy a solucionar la vida eternamente mabel y hoy lo anunciaré.

-No puedes hacer eso, dip dop.- dijo ella caminando hacia mi.

-¿Por qué no?

-Porque es tu deber, tío Stan dijo claramente que ese es tu papel en este mundo, ayudarme en lo que necesite para gobernar.

-No, ese es el papel que ellos creen, pero mi papel aquí es mover la luna y ya.- dije molesto.- El tuyo es gobernar sin mi ayuda.

No la deje continuar pues de inmediato me fui, apenas estuve lo suficientemente alejado. Solté mi respiración y los nervios me cayeron como pesas sobre los hombros, ¿Habré hecho bien? ¿Lo habrá entendido Mabel?

Camine al salón principal donde la fiesta se llevaría a cabo. Los sirvientes arreglaban de aquí para allá el lugar, lleno de arreglos "solares". La mayoría del salón brillaba con la misma intensidad que el sol, mientras que sólo había unas cuantas Epiphyllum oxypetalum en las mesas.
Me senté en el trono que dentro de dos años sería oficialmente de Mabel y que era mío sólo cuando mabel no quería atender a los aldeanos.
Estaba admirando la vista desde el trono cuando llegó mabel lista para la fiesta, al mirarme sentado en "su trono" se puso roja como tomate.

-Dipper, estás en mi lugar, de nuevo.

-La última vez que revisé, también era de la realeza Mabel.- dije molesto sin levantarme.

-Pero ese en especial, es para mi, que será la reina.- dijo ella entre dientes mientras se acercaba más a mi.

Me limité a mirarla mientras me levantaba, ella sonrió satisfecha y se sentó donde estaba antes yo.
Los sirvientes abrieron las puertas y los invitados entraron.
Mabel dio un discurso de como su cumpleaños número 18 traería consigo una cuenta regresiva para que pronto fuera ella la reina y la fiesta comenzó. No fui mencionado en ninguna parte de su discurso y todos parecían felices por eso, como si yo no estuviera cumpliendo 18 años y fuera el príncipe de este lugar.
Como yo no era la gran cosa, al bajar donde los aldeanos clamaban a mabel, fui ignorado durante la celebración.
Estaba tranquilamente comiendo en la mesa de bocadillos cuando Bill en su forma humana se acercó a mi.

-¿Me concedes esta pieza,Príncipe Luna?

Se inclinó para invitarme a bailar, raro al ver dos hombres bailar pero ¡Hey! Sólo soy el príncipe luna.
Tomé su mano y acepté el baile, a decir verdad jamás había experimentado esa felicidad. La que estaba teniendo al ser visto con cariño y aprecio mientras nuestros cuerpos giraban con gracia a la par de la música.
Todo era maravilloso hasta que me di cuenta que de hecho me estaban mirando, al parecer las luz se había cortado en todo el salón a excepción de un reflector que nos apuntaba a Bill y a mi.
Todos los invitados nos miraban, incluyendo a Mabel que me veía con lágrimas en los ojos.

Ella estaba a punto de hacer un berrinche.

Se acercó a nosotros y con magia nos empujó haciendo que cayera al suelo. Bill se levantó con serenidad y me ayudó a levantarme.
Mabel nos miraba con furia y de un pisotón encendió las luces del salón.
¿Cómo se habían apagó en primer lugar?
Ella no dijo nada pero todo el pueblo comenzó a mirarme con ira, quizás estaban pensando "¿Cómo se atreve a arruinar el cumpleaños de la princesa/ próxima reina? ¿Quién se cree qué es? " o algo así como "Será el príncipe pero no le da derecho a arruinar el cumpleaños de su hermana" Pero dudo mucho que sepan que soy el príncipe, que hoy igualmente cumple años y sin mi, su reina no sabría nada.
No pude soportar más la enojada expresión de todos y salí corriendo del salón con dirección al patio.
Todo el castillo estaba oscuro a excepción del salón donde salí.
El patio era iluminado sólo por mi luna.
Mi luna...

Continuará

Nota: La "Epiphyllum oxypetalum" es más conocida como "Flor de luna" es una planta exótica, nativa de Centroamérica, su nombre se debe a la relación que existe entre la planta y la Luna, pues florece sólo cuando comienza la fase de luna llena.