Narra dipper

Corrí a mi habitación donde cerré la puerta con llave y me apoyé contra la puerta para deslizarme al suelo. Abrace mis piernas y continúe con mi llanto,

-Osito, ¿qué te sucede?

La voz de bill se escuchaba tan tierna, me daba sensación de calidez y me sentí un poco calmado cuando sentí que era rodeado por sus brazos. Me escondí en su pecho y lo abracé fuertemente.

-Osi-dipper, dime, ¿Qué tienes? ¿Sucedió algo malo?

No podía hablar, apenas podía respirar por el llanto. Bill quizás entendió eso y no continuó preguntando,sólo se limitó a acariciar mi espalda y susurrar palabras tiernas.
Pasaron los minutos y por fin pude relajarme.

-Mabel me hizo esto.-dije finalmente mientras separaba un poco mi cara para verlo.

-¿Qué te hizo esa pequeña arpía ahora?comentó molesto.

-Todo estaba tranquilo pero tío ford quería que bailara con alguna chica pero yo no soy...tu sabes yo no...-

Era doloroso,decirlo en voz alta era tan humillante porque se acercaba mucho a admitirlo.
Admitir que soy un perdedor que no puede invitar a una chica a un baile.
Era un patético chico cuyo único acto sexual que ha tenido fue en el trasero, profanado por un chico (o un viejo) que trabaja en la biblioteca.

-¡Hey! No soy un viejo, estoy en la plenitud de mis años.- dijo bill frunciendo el ceño.

-¿Leíste mis pensamientos?

-Algo así, pero eso no es lo importante ahora, dipper sabes que eres muy importante en este mundo y jamás pensaría que eres patético o perdedor.

-Bill,¿Qué soy para ti?

Me quedé mirándolo directamente a los ojos, una chispa apareció en sus ojos y seguido de esto me besó.
Sus labios se movían lento al principio pero fue agarrando velocidad haciendo que suelte un quejido, aprovechó y metió su lengua en mi boca, la movía como si buscara aprenderse el lugar. No podía respirar, así que golpee el pecho de bill y se separó de mi.

-Respira por la nariz, osito.- dijo entre jadeos, sin darme tiempo volvió a juntar nuestros labios en un beso más movido que antes. Recorrió mi boca y esta vez hice lo que aconsejó, respire por la nariz mientras el beso continuaba.
Después de unos minutos, nos separamos.

-Eso no responde mi pregunta.

-¿El beso evito que el oxígeno llegara a tu cerebro? Creo que fue algo obvio.

Junto nuestras frentes y se tomó su tiempo.

-Lo que siento por ti, es amor.

Las lágrimas que antes se habían calmado ya, volvieron a salir.

-¿Entonces me amas? ¿Me amas?

¿Bill me ama? ¿Alguien me ama?

-Por supuesto que sí, te amo osa mayor.

Las lágrimas continuaron saliendo, el sin despegar nuestras frentes tomó mi cara y me besó los ojos. Limpiando mis lágrimas, bill comenzó a susurrar:

-Te quiero, eres especial, te amo...

Con esas palabras, algo dentro de mi se revolvía y mi corazón daba un vuelco de emoción.

-¿Cómo amar a alguien como yo?

-¿Por qué no? Eres hermoso, inteligente y lo más hermoso del mundo.

Ya habían pasado las horas desde lo que me había dicho mabel y pasar estos momentos con bill, me hicieron olvidarlo por un momento.
Pero siempre hay que regresar a la realidad.

Continuará