Capítulo 4
Hoy empezaría la apuesta, así que desde hoy debería actuar como una perra. ¿No debería ser tan difícil, no?
Estuve toda la mañana buscando algún vestido decente o algúna falda. La ropa que tenía ya me quedaba chica, lo único que pude encontrar fue una falda negra cortita.
La cual no debía respirar, terminé de vestirme y ya con la falda puesta parecía un pato, nunca me pongo cosas que me resalten porque no tengo nada para resaltar, pero está falda definitivamente hacia milagros
Para cuando me di cuenta el tiempo había pasado volando y estaba llegando como veinte minutos tarde. Agarre mi bolso, salí de mi casa y empeze a correr demasiado rápido.
Con una mano sosteniendo la falda para que no se levanté y la otra con mi bolso, cruze la calle tratando de que no me mate nadie. Llegué al edificio como el corre caminos, saludé a Rosse, quien me miraba raro
En el ascensor saque mi peine y empeze a acomodar mi cabello, porque ni siquiera había tenido tiempo de peinarme y retocarme la cara, ojalá la apuesta hubiese sido para espantarlo porque de esa manera ganaría el primer día
Llegué a mi piso y la gente se encontraba en pleno silencio, así que eso quiere decir que el jefe se esta peleando con Bella, o que está despidiendo a alguien. Pero por lo que escuché es la primera opción, salió Bella, dando un portazo a su puerta y tirando humo por todos lados
Paso cerca mío la bien perra y yo aún seguía parada como una idiota viendo toda la escena. Una peliroja del trabajo venía directo hasta a mí —Harmony necesito que le entregues esto al jefe, por favor debe estar algo enojado y... ya sabes, siempre se desquita conmigo —tenía una carpeta en su mano y se encontraba asustada.
—Esta bien, pero me debes una —agarre la carpeta de su mano y me dirigí hasta su oficina.
Toque la puerta y me encontraba tan cagada como la peliroja —Pase —su voz cortante y ronca sonó desde el otro lado.
Abrí la puerta haciendo una pequeña secuencia hasta que estuve al frente suyo—Hola Jefe, solo vine a dejar esta carpeta —me hizo una seña para que me acercara hasta su escritorio.
Sentía que iba directo hasta el diablo, tenía una cara de culo que daba más miedo que cualquier otra cosa. Levantó su cabeza y paso su mirada sobre mi de arriba abajo, la típica mirada que puede hacer que me haga pis encima de los nervios.
—Puedes dejarlo sobre la mesa —hice como él me indico, puse la carpeta sobre la mesa y ya estaba dispuesta a irme a la mierda, pero su voz me detuvo —señorita Deutch, esa falda le quedaría mejor con unos tacones —él bien pervertido me guiño un ojo. ¿Ahora es modista también o qué demonios?
Asentí y le dediqué una sonrisa bastante forzada, es imposible intentar ser zorra. Debería pedirle clases a Bella, para ver cómo carajos conquistó a este cara de culo
Salí de su oficina con un pulmón en la boca y fuí rápido hasta mi escritorio —¿Estas bien? —preguntó Nadine, mientras yo me sentaba.
—Si genial ¿Por qué?.
—Llegaste tarde y saliste de la oficina del jefe como si te hubiese regañado ¿Te dijo algo?.
—No, solo... ya sabes él me intimida.
Nadine rodó los ojos y luego se reía
Harry
Hoy vine al trabajo lo más temprano que pude, el maldito jefe no quitaba su vista de mi, es como si esperase a que en algún momento la cague. Por alguna extraña razón odia a todos los que se meten en este empleo, a diario me deja cientos de archivos para revisar, ordenar y luego está la gente que viene a buscarlo, las cuales debo ayudar porque parece una biblioteca inmensa de carpetas
Las horas pasaba y yo aún seguía encerrado ahí, acomodando varias cosas en un estante inmenso. La puerta sonó así que supuse que sería otra persona más que viene a buscar carpetas, odio mi trabajo
Baje de la pequeña escalera, mi altura no me permite llegar a ciertos lugares así que prácticamente vivo en esta escalera. Cuanto más me acercaba hasta la entrada se escuchaba un pequeño llanto y como alguien tiraba cosas
Al llegar la ví a Bella, sus manos estaban sobre su cara y a su costado estaban unas cuantas carpetas tiradas con sus hojas esparcidas, carpetas que estuve horas para ordenar
—¿Puedo ayudarte en algo? —estando detrás de ella había soltado mi pregunta, se limpió rápido las lágrimas y se dió vuelta para verme.
—No, lo siento... ¡Dios! acabo de tirarte todas tus cosas, que estúpida que soy —ella se agachó rápidamente y empezó a juntar varias de las hojas que estaban en el suelo.
Así que incline para poder estar enfrente de ella —No pasa nada... solamente son algunas hojas tontas, yo me encargo —sus ojos cristalizados estaban mirandome ¿Cómo es posible que hasta llorando se vea bien?, sus ojos eran celestes y su cabello rubio, no me pueden negar que está mujer es la perfección.
Me empeze a poner incomodo con su mirada y para no cagarla empeze a juntar las hojas del suelo más rápido —¿Cómo es que no te había visto antes?, ¿Eres nuevo, cierto?.
—Sí, estoy hace una semana y antes de que lo digas, yo también espero durar.
—¡Dios! me robaste las palabra —ella empezó a reírse y sentía que estaba en el mismísimo paraíso —Ya veo que no fuí la única que te dijo Espero que dures, como sabrás... los anteriores chicos no dudaron mucho.
—No, créeme estoy intentando hacer lo mejor que puedo. ¿Tú en qué puesto estás? —obvio se la respuesta pero debo hacerme el estúpido aunque ya lo sea naturalmente.
—Soy... soy la secretaria del jefe —agachó su cabeza y se aferró a las carpetas que tenía en las manos.
—Bueno... no pareces tan feliz con eso, yo estaría saltando y presumiendo con un trabajo así.
—No es tan genial como suena, todos en el edificio parecen odiarme por eso y lo entiendo.
—Pero eres solamente su secretaria no le veo nada de malo —sonaba lo más inocente que pude, aunque realmente ya se todo lo que hacen en esa oficina.
—Tambien soy su novia —ella se levantó rápido y algo avergonzada —Dejo estás carpetas por acá, gracias por ayudarme.
—Yo creo que les caes mal porque te tienen envidia, eres hermosa no veo porque no él jefe saldría contigo.
Ella se dió vuelta lentamente y me dedicó una sonrisa
—Gracias. Soy Bella, por cierto.
—Soy Harry, Harry Morrison.
—Gusto en conocerte Harry, suerte en tu trabajo.
Se fue del lugar dejándome solo y me sentía como una niña, tenía ganas de saltar y celebrar, estoy seguro que en esta apuesta ganaría yo. Fuí a juntar mis cosas, porque de lo idiota que soy no me di cuenta que ya era casi hora de irme.
Harmony
Hoy habia tenido un pequeño triunfo con Christian, y apesar de que no fue nada me sentía genial
Era obvio que la apuesta la iba a ganar yo, fuí corriendo hasta la sala en donde trabaja para contarle a Harry, todo
No pedí permiso y entre de golpe, él ya se estaba por ir, porque tenía sus cosas en sus manos —Antes de que te vayas, debo contarte todo lo qué pasó —él soltó sus cosas, suspiro y asintió con su cabeza.
—Creo que tengo tiempo —se sento en una silla y luego yo lo seguí para sentarme junto a él.
Luego de contarle mi pequeña acnedota, se empezó a reír —¿Qué? ¿Qué es gracioso? —golpee su hombro para que se deje de reír.
—Eso no fue nada, ni siquiera un elogio... solamente lo dijo porque te ves ridícula con esa falda y tus zapatillas que no conbinan para nada.
—Claro, ahora todos son expertos en la moda menos yo... odio usar tacones.
—Bueno, tendrás que aprender a amarlos. Ahora escúchame, yo tengo algo mucho mejor de lo que me contaste —Él me empezó a contar todo lo que pasó con Bella, y el maldito había tenido más triunfo que yo, no sabía que cara poner para que no se note mi odio y envidia
—Eso tampoco es nada, esa perra se refugia en todos.
—No la llames así, a ti te gusta un cara de culo y nunca lo insulte —Su manera de defenderla me daba más odio que cualquier otra cosa, rodee los ojos ante su comentario y luego segui hablando
—Esta bien, pero aún así no cuenta nada.
—Entonces... estamos a mano.
—Eso es lo que crees.
Me levanté de la silla ya lista para irme y no seguir discutiendo porque terminaría matandolo
—Nos vemos, Hazza.
—Nos vemos, Momo.
Y así concluyó mi día, fuí caminado hasta mi casa cagandome de frío por la maldita falda y sin tener a nadie quien me otorgue su abrigo
Bonita vida tienes Harmony.
Gracias por leer ❤.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro