Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 27

Harmony

Podría decirse que me caí de la cama. Me levante más temprano de lo normal, de todas maneras llegaría temprano al trabajo.

Ayer luego de aquel incidente no había pasado gran cosa, luego de que llegamos a la empresa casi ni vi a Christian, estaba con mucho trabajo o cuando estaba libre se encontraba con Bella.

A mi suerte hoy tendría tiempo de tomar café, incluso de ver un poco la tele. Salí de bañarme y fui a hacerme el café, y a preparar las cosas.

Un sorbo pude darle a mi café, solamente uno. La puerta sonó y fui rápidamente a abrirla Christian, se encontraba parado en el marco de la puerta con una maleta —Christian, ¿Qué pa..— antes de que pudiese hablar, él me interrumpió

—Haz tu maleta que nos vamos —ordenó. >¿Oímos bien, Harmony?< claro que oí bien, quizás estaría soñando. No di respuesta, más bien mi cara de confusión la dio.

—¿Puedo saber a dónde vamos? ¿Y por qué justamente conmigo? —si me quiere secuestrar, no me opondría. Ya saben, es un pequeño sueño frustrado. Pero de todas maneras no me estaba dando explicaciones y eso me enfadaba.

—Es un viaje de negocios —algo me dice que está mintiendo. De igual manera no habría otra razón para que se quiera ir conmigo a tal lado, esa sería la única respuesta lógica y razonable. No es como si se haya despertado con ganas de dar un paseo junto a mi —Y no tengo quien me acompañe. Quiero que tú vengas conmigo —No se diga más. Que lindo es que tu jefe sea tu amigo y con toda su plata te lleve de viaje. De todas maneras este vínculo es un paso que nunca me lo hubiese imaginado, siempre fue culo y calzón con Bella.

—¿Está bien? —mi respuesta lo dejo satisfecho. Sin embargo habían varias cosas que aún no entendía —No tengo muchas opciones para ser sincera —camine en dirección hacia adentro, y luego él me siguió —¿Quieres un café? Tendrás que esperar a que termine el mío, nunca tengo tiempo de un café —ya se debe haber enfriado. Él no se negó, me acompañó hasta la cocina, se sentó junto a mi y acepto a un café.

—¿Cuanta azúcar le pones a esto? —pregunto con una mueca de disgusto. Con esa cara está insinuando que mi café es feo.

—No mucho —respondí dándole otro sorbo a mi taza.

—Mientes. Le has echado todo el pote, Harmony —No le respondí, más bien le tire una mirada amenazante mientras terminaba mi café —Demasiada azúcar —murmuró para sí mismo —Eso explica tu loquera —volvió a hablar para sí mismo. ¿Está insinuado que estoy loca?.

¿Perdón? —deje de tomar mi café para mirarlo amenazante y esperar su respuesta.

—Nada. Solo digo que sabe bien —mintió.

Luego de terminar de desayunar, fui a preparar una pequeña maleta, puse algo de ropa y varias cosas. Me dijo que no sabía cuanto tiempo estaríamos en aquel lugar, así que tendría que adivinar.

Estaba con mi brasier, terminando de ponerme mi suéter y la voz de Christian, hizo que pegara un salto —Iremos en micro, oh... Dios... lo siento —dijo tapándose los ojos. Esa imagen me pareció demasiada tierna, incluso se había ruborizado.

—No tengo nada que no hayas visto —hablé para tranquilizarlo. En parte era verdad, ¿Con cuantas mujeres habrá estado antes que Bella? ¿Con esa facha me van a decir que no tiene levante?. Por favor. Acá la anormal soy yo, que nunca estuve con alguien como él, parece sacado de una agencia de modelaje, quizás si no estuviese trabajando en donde está se podría ganar la vida de esa manera.

Aún seguía con sus ojos tapados, y yo me reía ante su situación. —Ya está, hubieses echado un vistazo así veías mi tercer seno —Se sorprendió ante mi respuesta, y luego se reía.

—¿Enserio? ¿Un tercer seno? ¡Vaya Harmony, no dejas de sorprenderme!. ¿Puedo echarle un vistazo? —su risa hacía eco en mi habitación.

—Oh no. Perdiste tu oportunidad —le guiñe un ojo.

Luego me ayudo a guardar mi ropa, y cuando estuvimos listos salimos.

***

Llegamos a la estación temprano, sí temprano, algo malo va a pasar. Hacía algo de frío y no había mucha gente. Íbamos directo a Texas, si todo salía bien llegaríamos por la tarde.

Esperábamos la llegada del chofer, que en algún nos tendrían que hacer pasar al micro. La gente estaba impaciente, y yo también.

—Habrá una pequeña demora, sepan disculparnos —¿Disculparte? ¡Que se vayan a cagar!. Mi suéter no era suficiente, el frío no tardo en llegar y ya estaba temblando. Quiero hacer pis —Quiero hacer pis —dije lo primero que vino a mi mente.

—¿Ahora? —pregunto Christian, preocupado mirando para todos lados en busca de un baño. Yo solo asentí mientras me movía impaciente. Si ahora, no me gustaría terminar mojada —Por halla ahí un baño, vamos rápido —tal como él indicó, salí como un cohete. No estaba tan lejos de la estación, tan solo dabas la vuelta y ya te lo encontrabas.

Entre y salí rápidamente, feliz de haberme liberado. De todas manera no contemos la parte en donde tuve que hacer malabares para no tocar el retrete que tendría dios sabrá cuantos gérmenes. Estaba distraída pensando que no me había dado cuenta de la mirada de terror de Christian. —¡El micro se está yendo! —grito. Aquello me hizo despertar de mi idiotez, corrí en dirección al autobús, ambos lo hicimos. Gritamos pero fue en vano

>Maldición Harmony, tú y tu estúpida mala suerte< La ira me invadió y agarre un cascote grande, corriendo y siguiendo al micro, lo lance, sí lo lance, el cascote rompió una ventana entera. >¡Oh Dios mío! ¿Qué hiciste? Harmony mierda, ¿QUÉ HAS HECHO?< ¿Yo hice eso? No puede ser, tiene que haber sido otra de mis personalidades. Dios mío la cague.

Harmony ¿Qué has hecho? —Llegó Christian, a mi lado tocando mi mano. Exacto ¿Qué he echo?. No pude reaccionar, estaba tan atónita como el resto, mis ojos estaban abierto de par en par, sin conseguir palabras.

La cagaste, esta vez sí la cagaste.

***

—Señorita —habló un oficial, bastante mayor al frente mío. Ya estábamos en la comisaría, luego de aquel incidente no tardaron en venir. Ni tiempo de huir me dieron, el oficial tomo un suspiro cansado, se llevo una mano hasta su cara y negó varias veces. Mi cerebro en este momento estaba así. —¿Tiene idea del daño que pudo haber causado? Pudo haber herido a alguien, incluso haber matado a alguien —el oficial buscaba mis ojos pero no me atreví a mirarlo. Pude haber matado a alguien, ¿Qué tan mal estaba de la cabeza?. La culpa no tardo en llegarme, quizás si necesite internarme.

Christian, sentado a mi lado, quien no había dicho ninguna palabra. Luego de esto, lo más probable es que ya no quiera llevarme más de viaje.

>¿Y quien lo haría? Con una loca como tú, luego te quejas de cuando te dicen loca, cuando es la pura verdad. Quizás si te pasaste de azúcar esta mañana<  Tienes razón -le respondí a mi mente- Christian, sostuvo mi mano y me incitó a hablar, sin embargo estaba tan avergonzada que no encontraba palabra alguna que pueda remediar la tremenda cagada que me había mandado.

—Lo sé, lo siento —es lo único que pude decir. ¿Cómo saldría de esta? —No estaba pensando, lo lamento. Realmente lo lamento —no me atrevía a mirarlo, mis ojos se encontraban puestos en mis manos, la cual una de ellas se encontraba enlazada a la de Christian.

Él oficial volvió a suspirar nuevamente, cansado, realmente lo entendía. ¿Cuantas persona arrestaría por día?, de igual manera las demás personas serían más cuerdas que yo. Sí son arrestadas son por algo más interesante, robo o droga. ¡Irónico!. Yo estoy en problemas por haber lanzando un cascote, cuando pude haber matado gente. Debería empezar a medicarme.

Luego de un extenso tiempo en donde también me puse a llorar. Logramos salir. Christian, pago todos los gasto, le debía la vida a este hombre. Y estoy hablando literalmente.

Caminamos en silencio hasta otra parada de autobuses, obviamente aquella agencia ya no quería verme, lo más probable es que hayan puesto un cartel con mi cara, con el anuncio de; ¡Peligro mujer loca! Queda su pase prohibido, si la ve, denúnciela.

Llegamos rápido, no estaba muy lejos. Christian, sacó los pasajes y debíamos esperar unos minutos. ¡Dios mío, me debería de estar odiando! ¿Seguiría siendo mi amigo después de esto? ¿Lo perdería? Es lo más probable. Creo que tarde o temprano me internaré en un hospital psiquiátrico por voluntad propia, si es que alguien no lo hace antes.

Christian, se que debes estar enojado. Lo lamento demasiado, entenderé si después de esto ya no quieres ser mi amigo o quizás ya no quieras llevarme de viaje contigo —fue lo primero que logre decir

Estaba asustada, nerviosa, mis manos empezaron a sudar. Esperando una respuesta, quizás venga una regañada de su parte, un montón de palabras hirientes pero ciertas incluso quizás decidiese dejarme. Pero nada de eso pasó, al contrario, empezó a reírse, demasiado. Empezó a carcajearse tanto, que lo mire sorprendida sin saber que hacer o decir.¿Me río también? Para así me hago la tonta, Oh no espera. Ya soy tonta. Se reía tanto, que algunas lágrimas le empezaron a salir de tanto reírse.

—¿Enojarme Harmony? ¿Cómo hacerlo? —dijo aún intentando no reírse, mis ojos se abrieron aún más. >¡Dios, Harmony! Como has zafado, da gracias a la vida que tu jefe es tu amigo, si no también terminarías de patitas en la calle<—¡Fue genial! —exclamó sonriente, y mirándome con admiración. Claro, ¿Espera qué? ¿Genial? ¿Escuche bien? —Por un momento también me dieron ganas de hacerlo de él enojo, pero pareció que leíste mi pensamiento y lo hiciste antes que yo. ¡Dios Harmony! ¡Eres todo un caso! Cada día te quiero más y cada año lo haré seguramente —acercó mi cabeza hasta a él, depositando un beso en mi cabeza. >¿Y si le pides matrimonio? Mira piénsalo, está tan loco como tu Harmony<  En shock, esa era la palabra que describía mi cara y mis emociones, me quede dura sin saber como reaccionar

—Entonces... no estás enojado —te acaba de decir que no, idiota. Él negó y sonrió con ternura en respuesta, mi cara en este momento debería de ser todo un poema.

—Claro que no —respondió. Me gane la lotería, con este tipo

—¡Mierda! Casi me agarra algo de la preocupación, me alegra saber que estás tan loco como yo —eche un suspiro que quito toda mi tensión, que él no esté enojado, eso me bastaba.

—Fue tu café, nos afectó a ambos —respondió entre risas.

—¡Mira el micro! —dije en cuanto lo note, ambos nos levantamos del banco en un salto

¡Por fin! —exclamó sonriente —En caso de que se nos vaya de nuevo, esta vez tiraré el cascote yo —me guiño el ojo sonriendo y esta vez no pude hacer más que carcajearme junto a él. >Mierda, no te encariñes tanto. ¡No te enamores!< gritaba mi mente.

***

Luego de estar horas en ese micro, el cual dejo mi trasero echo una piedra, incluso me dolía de tanto estar sentada. Llegamos, no habíamos echo mucho durante el viaje, solamente dormíamos y de a rato hablábamos pero luego volvíamos a dormirnos

Eran la seis de la tarde en punto. Texas, era bastante bonito, un lugar bastante tranquilo de hecho. Christian, pidió un auto el cual nos dejó en una pequeña cabaña con vista al campo. En cuanto no acomodamos, caí en cuenta en muchas cosas, ¿Por qué tenía una cabaña propia?.

—¿De quien es esta cabaña? —pregunte curiosa, me senté junto a él en un sofá.

—Es mía —respondió sin más

—Ah. Es bonita ¿Y cuando es la reunión a la cual debes asistir? —aquella pregunta pareció ponerlo nervioso, no me respondía, más bien tocaba su cabello repetidas veces, ¿Qué estamos haciendo acá?

Respecto a eso... —lo miraba impaciente en busca de alguna respuesta. Pero no la encontraba, solamente percibí su miedo y nerviosismo. —Mentí, no hay ninguna junta —soltó de repente. ¿Cómo dices que dijiste?. Millones de preguntas se pasaban por mi mente, debía explicarme todo o enloquecería

—¿Qué hacemos aquí entonces? —pregunte ansiosa. Se pensó un rato su respuesta, jugueteó un poco con sus manos, estaba nervioso y ni sabía porque. Quizás me trajo para secuestrarme y mi sueño frustrado se hubiese cumplido, pero no, eso implicaría tener suerte, algo que no tengo.

—Este es el lugar en donde crecí, mi pueblo. Mi familia no vive acá, están en Los Ángeles, cuando todos se mudaron no volvieron a venir. En cambio yo sí, por eso tengo una cabaña acá, tengo amigos aquí, gente que quiero y gente que quise —echo un suspiro por un momento creí que dejaría de hablar. Pero continuó —Le propuse matrimonio a Bella —soltó. Aquello me tomo por sorpresa, esperaba todo menos eso. ¿Me dolió?, demasiado. Sentí que me estuviesen clavando un puñal, >¿Y qué esperabas? ¿Por qué te pones así?< mis voces no dejaban de sonar, y eso solo me enloquecía aún más. Pero mantuve mi postura, aunque por dentro estaba teniendo una batalla interna conmigo misma —Y... Esta es mi despedida de soltero, te traje conmigo aquí porque quiero tener mi despedida de soltero en este lugar y quiero pasarla contigo. Y no me equivoque en traerte, me lo demostraste esta mañana —sonrió, tranquilamente. Esperando una respuesta de mi parte, aunque tenía ganas de llorar y romper todo, mantuve mi postura, sonreí débilmente aunque hice el esfuerzo era una sonrisa triste. ¿Despedida soltero? ¿Conmigo? Dios ¿Qué mas me prepararía la vida? Suficiente patadas en el culo me estaba dando

—No se que decir ¿Felicidades? —me quiero matar. Estoy que me corto las venas con un cartón, vaya suerte. En estos momentos solo se puede reír, reír de mi mala suerte, de mi estúpida vida. ¿Quien diría que llegaría a terminar teniéndole demasiado cariño? Tanto a tal punto de encontrar sentimientos raros, pero se perfectamente qué clase de sentimientos son, por primera vez me atrevo a decir que; estoy algo enamorada.

Bonita vida tienes, Harmony.

Gracias por leer❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro