Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 25

Harmony.

>Intenta no enamorarte más< Mi mente me lo repetía demasiadas veces y intentaba hacerlo, intentaba hacerle caso y no perderme en él por un completo. Christian, estaba en frente mío con un algodón de azúcar demasiado grande, lo compartíamos los dos. Caminábamos tranquilos en aquel inmenso sitio, mientras buscábamos con nuestra vista algún puesto para jugar que nos interese.

—Ten. Te traeré un peluche —sin decir nada, tome el algodón de azúcar. Él se acercó a un puesto de juegos, uno en particular que era sobre puntería, si con la flechas le dabas al globo y lo explotabas te ganabas un peluche grande. No me gustaban tanto los peluches, no eran algo que me entusiasmaba, al contrario, los pelos de los peluches me traían alergia. Pero Christian, se veía demasiado tierno y divertido así que solamente lo deje y no me opuse.

Primer intento falló. Segundo intento fallo. Yo estaba a un costado ocultando mis ganas de carcajearme, mientras él se concentraba en el último tiro. —La tercera es la vencida —exclamo con seguridad. Pero también falló.

No pude hacer otra cosa que reírme. Mientras él tenía una cara de indignación. —Venga, déjame a mi. Si consigo el peluche, te lo quedas tu —él accedió sin negarse y me dejo el lugar

Conseguí todos lo intentos, hasta incluso yo estaba algo sorprendida. >Por fin algo que se te da bien< Exclamaba mi mente. El tipo del puesto me entregó un enorme conejo de peluche Christian, cuando lo vio pareció enamorarse, se lo entregue rápidamente mientras sonreía como un niño pequeño. Preocupe alejar esa cosa de mí lo antes posibles antes de que la alergia amenace con atarme.

—¿Quieres subirte a la montaña rusa? —Oh no. Esa cosa de verdad me aterraba, de simple vista ya me daban ganas de vomitar. Le temía a las alturas más que a nada.

—Oh. No lo creo, me aterran las alturas Chris —negué con mi cabeza. Pero él no se dio por vencido, su mirada era una súplica.

—¡Bueno! Es hora de superar aquel temor, vamos Har inténtalo —siguió insistiendo.

>No, ni se te ocurra. Hoy estas de mala suerte como de costumbre pero peor, seguramente te subes y se cae todo a la mierda< Todo mi cuerpo exclamaba la palabra NO. Pero Christian, me miraba igual que un niño pequeño pidiéndole un dulce a su madre. ¿Cómo iría a negarme?.

—Está bien —fue lo único que dije. >Pendeja< Tenía un mal presentimiento, no se que sería lo peor que pudiese pasar. Quizás no me abrochase bien el cinturón de seguridad y terminaría volando por los aires, o aquel juego de la muerte decidiese romperse en el primer momento en que lo toque. Estas exagerando. Claro que sí, siempre lo hago.

Tomo mi mano y fuimos directo al juego. Había una fila, no tan larga. pero yo estaba impaciente, las manos me sudaban y el corazón me latía tan fuerte que seguramente terminaría saliéndose de lugar. Christian, todo lo contrario, parecía ya tener experiencia.

Estaba a mi lado sonriendo, y con sus ojos puesto en aquel artefacto que me llevaría a la muerte.

—¿No estás ansiosa? —me pregunto. Sus ojos brillaban de emoción. Era una imagen tierna, tenía que admitirlo. Nunca en mi vida lo vi tan tranquilo y feliz como en este momento, esto es lo único por lo que vale la pena subir a ese juego. >Disimula la cara de horror Harmony< Tal como mi consiente me ordeno, me obligue a mi misma a sonreír. 

—Sí. Demasiado —mentí. Él pareció satisfecho con mi respuesta, sonrió nuevamente y volvió su vista al frente.

La gente ya empezaba a subirse, una por una, sentándose y abrochando sus cinturones de seguridad. Algo va a salir mal. Quería sacarme el cerebro por un instante, mi mente no paraba de dar vuelta con pensamientos que lo único que hacían era aterrorizarme. Cuando nos tocó, nos sentamos en aquellos bancos, abroché mi cinturón, y me fijé alrededor de diez veces que estuviese bien seguro.

—Tranquila Harmony. Tu cinturón está bien asegurado —Christian, estaba sonriente a mi lado, mirando mis manos que estaban puestas en el cinturón.

—Es por sí acaso —fue lo único que pude decir. No tenía ánimos para hablar, quería cerrar los ojos y que todo acabase de una vez.

>¿Lista para morir?<  ¡No! Cállense, estúpidas voces. >OH POR FAVOR, tu nos manejas. Y sabes que algo así pasará< Era irónico, yo manejaba mis propios pensamientos de todas formas pero actuaba como esquizofrénica, ¿Qué tan mal debía estar de la cabeza? Quizás me vendría bien un psicólogo, pero pobre la persona que se encargue de analizar mis pensamientos, terminaría matándose luego de nuestra primera charla.

>¿Están listos chicos? ¡Sí capitán estamos listos!. ¿Listos para morir? ¡Sí capitán estamos listos!. ¡No los escucho! Oooooooo< Oh Dios mío, ya no queda nada de mi.

Empezamos a movernos poco a poco, eso me hizo saber que el juego ya iría a comenzar. Tome varias bocanadas de aire como si me estuviese por dar un ataque de asma. Christian, lo noto y tomo mi mano —Todo estará bien —me dijo tranquilamente. Nada está bien. No pude ni siquiera hablar, solamente asentí con una sonrisa a medias en respuesta.

Cada vez se movía más, hasta que ya estábamos en lo alto. Estaba sudando, hasta en mi ropa interior. Me odio. Era lo único que me repetía, no la estaba pasando para nada bien.

—¿No es genial? —hablo Christian, medio gritando. No respondí, solamente asentí, mintiendo

>¿Por qué mientes? ¡Dile que te estás muriendo de pánico! Él tiene la culpa de esto. Tú y tu malditas hormonas que no pudieron resistirse ante su mirada. Maldito hombre sexy. Y maldita tú< En cualquier momento me iría a echar a llorar, más por las regañadas de mi mente que por el miedo que estaba sintiendo por estar en las alturas.

¡OH NO, SANTA MIERDA!. En un momento nos detuvimos, quedando varados en el aire, el padre nuestro que tanto me enseñaron en la iglesia se estaba repitiendo en mi mente.

>No Jesús, no me mates ahora. Prometo ser buena< Mentira, lo más probable es que si muero ahora terminaría de cabeza en el infierno. Quizás es momento de arrepentirme. Pero tendría que pedir perdón por una lista interminable de cagadas. ¿Por cual empiezo?

—Christian ¿Qué está pasando? —logre decir. Él estaba tan sorprendido como yo, incluso notaba su cara de temor. Verlo con aquel temor me aterrorizó más, si algo lograba calmarme antes era su sonrisa en el medio de mi miedo, pero ahora estaba como yo, aterrorizado.

—No lo sé Harmony —él miraba para todos lados, en dirección abajo buscando alguna respuesta. Yo ni siquiera me atreví a mirar para abajo, estaba tan aterrada que si miraba la altura en donde estaba terminaría vomitando la vida. Nunca mires para abajo. Es algo que siempre decían, muchas personas lo ignoraban y era lo primero que hacían. Mientras yo, era lo único en lo que le obedecía a mi mente.

Gritos empezaron a llegar, tanta gente aterrada como yo. Incluso peor. Todos en busca de una respuesta, yo ya estaba sudando y mi corazón ya estaba fuera de lugar de tanto latir. Un paro cardíaco. Era lo que me esperaba

>¿¡Están listos chicos!?< ¡Oh por favor, no ahora!. Mi cerebro no paraba de reproducir la intro de Bob Esponja. ¿Moriré con la intro de Bob Esponja? ¿Así será mi fin?

—¡La montaña rusa se detuvo por una falla! ¡Mantengan la calma, intentaremos repararlo lo antes posible! —un hombre en megáfono habló. ¿Eso eran palabras de calma para él? Porque para mí fue la goto que rebalsó el vaso de agua. Entre en más pánico

>¡Te lo advertimos Harmony! Sabias que iba a pasar esto. ¡Cagate!< Puta mente, y mis malditas voces que me enloquecían mas, en cualquier momento terminaría lanzándome.

—¡VAMOS A MORIR! —fue lo primero que expulse. Me movía inquieta en mi lugar, ni llorar podía del pánico que tenía. Christian, apretó más mi mano quien nunca la había soltado

—No Har. Tranquila, estará todo bien —él intentaba calmarme pero parecía más asustado que yo. Su voz era calmada pero su cara revelaba el temor que tenía.

—¡No, esto es tu culpa! —lleve mi dedo índice hasta su pecho, enojada y gritando seguí hablando —¡Te dije que no quería venir y pusiste esa maldita cara que me compro! ¡Ahora míranos! ¡Moriremos aquí! —empecé a perder el aire y el poco control que tenía. Ataque de pánico. Justo ahora, ¿Algo más mundo?

Lo que más temía que pasara, pasó. No sé si es que lo desee tanto o de tanto decirlo se cumplió. Que hermosa vida tienes, Harmony.
Christian, empezó a entrar en crisis como yo. Su mirada era de terror, intentaba calmarme pero yo no lo escuchaba. Vagamente mientras me moría de una asma psicológico, recordé en las películas cuando algo así pasa, el otro protagonista besa a la otra persona para que se calme. Irónicamente siempre funcionaba.

¡Oh Dios!. Christian, pareció leer mi mente y empezó a acercase lentamente hasta a mi. Tomo mi cara entre sus manos y poco a poco estaba acercándose, tanto que olía el olor a menta que emanaba de su boca.

>¡Te va a besar!< Saltaba mi mente. En ese momento los murciélagos empezaron a volar dentro de mi. Todo parecía perfecto, él iría a besarme y quizás a romper con todos mis temores. Si moría, al menos este sería mi último beso, con alguien que se puede decir que deseo.

Espere el beso pero nunca llego. Porque luego; mi visión se tornó borrosa y mente empezó a dar miles y miles de vuelta

Me desmayé.

Gracias por leer❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro