Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 21

Harmony

Me levante con el olor exquisito de tostadas recién echas, mi cuerpo era débil cuando se trataba de comida y no me sorprendió en absoluto que la única razón por la que me había levanto era por aquel olor exquisito. De tanto pensar en la comida mi estomago rugió clamando que le de, de aquello que me estaba tentando. Pero luego me acorde de la noche anterior, cuando Christian se durmió, no tarde en hacerlo yo también

Eso significaba que ese olor provenía de mi cocina y que él estaría cocinando. Obviamente, al menos que un ladron haya entrado y le hubiesen dado ganas de comer o qué el fantasma que habitaba en alguna parte de mi casa hubiese querido hacerme el desayuno por cortesía. Era claro que opción era correcta, me levante como flash para pasar por el baño antes de ir a ver a Christian, mis pintas a esta hora no eran tan buenas, aunque me hubiese gustado estar una película y amanecer ya maquillada y peinada, no era así, tenía facha de todo menos de una princesa

Me arregle un tanto, aunque mientras cepillaba mi cabello y pasaba una capa de rímel por mis pestañas sabía que era en vano, al levantarse ya me hubiese visto, probablemente babeando y con la boca abierta. Me maldije mentalmente por ser un desastre mientras salía del baño para encontrármelo

¡Mierda!- fue lo primero qué pasó por mi mente al encontrarme con dicha escultura, estaba sin camisa, cocinando en aquella cocina.
>Teresa de Calcuta y todas la teresas de este mundo. ¿Recuerdas como respirar? Porque yo no< En aquel momento sentí mi aliento ser robado, pero aún así intenté recomponerme mentalmente para no seguir babeando delante de él.

Cocina, a la cual yo nunca había tocado y solo servía de adorno. ¿Cómo es posible?. Se repetía mi mente, estaba atónita, tanto que probablemente aún siguiese babeando. No me culpen, una nunca tendría la suerte de levantarse con dicha imagen, por un momento creí estar soñando, ver una versión falsa de Christian Grey frente a mi era algo que no me creía.

—¿Te gusta lo que ves? —su voz ronca me tomo por desprevenida. Por poco salto al oír su voz, no me había dado cuenta de lo idiota que me veía en este momento, quise meterme debajo de la mesa. Intente mantener mi postura pretendiendo que no había pasado nada pero algo fracase, ya que él lo noto y solamente se reía.

—Dime... ¿Cuanto tiempo te pasas en el gimnasio Christian? ¿Eso es lo qué haces en tus tiempos libres? ¿Sumas cuadraditos a tu abdomen? —Aquello hizo que se riera y soltara unas de esas carcajadas que contagiaban. Enserio, su tono de risa es muy divertido.

—Muchas preguntas para alguien que recién se levanta, pero sí, puede que haga algo de ejercicio ¿Valió la pena, no? Para encontrarte con esa cara —me señaló con el tenedor en su mano sonriendo

—Ya veo porque Bella, quiere volver contigo, no la culpo —murmure más para mi que para él. Aunque quería que no me escuchara, si lo hizo y me miraba con más picardía que antes. —Como sea ¿Se puede saber qué haces así en mi casa con tanta libertad? —me cruce de brazos esperando su respuesta

—Oh. Hace calor y la camisa molestaba, si quieres sacarte algo enfrente mío no tengo problema —me guiño un ojo dejándome mas tarada que antes. Sin embargo no lo noto, se giro y volvió a lo que sea que estaba haciendo.

Ignoré su comentario y me acerque hasta él —¡Dios mío! ¿Es lo que mis ojos ven? ¿Estas cocinando? —me lleve una mano al pecho exagerando todo, él se estaba riendo mientras sacaba los huevos revueltos de la sartén colocándolos en un plato

—Para tu sorpresa he información, se cocinar y se me da muy bien. Mejor que a ti por lo visto, ¿Cuando fue la última vez que tocaste esta cocina? —se rio nuevamente. Luego volteó para poner su atención en mi, mientras aún mantenía una sonrisa en su rostro.

Negué sin saber que responder. El rio nuevamente y luego habló —Tranquila, no te avergüences. Puedo enseñarte— no respondí, me acerque y le saque el plato con comida que tenía en su mano, yendo hasta la mesa para sentarme y comer.

—¿Para qué? Si te tengo a ti —dije dándole un bocado a la comida, la cual se encontraba increíblemente buena

—Buena respuesta —dijo acercándose a mi, con otro plato de comida

—¿Christian? —llame su atención. Quien dejó de comer para prestarme atención.

—¿Si? —respondió

—Si es que... Si es que se te da con Bella, y incluso te casas con ella ¿Seguirás viniéndome a visitar? —Dicha pregunta lo tomo por sorpresa, incluso a mi, ni yo sabía a qué se debía aquello. Quizás me aterraba un poco el echo de pensar que pudiese perderlo por aquella araña humana.

—No estoy tan seguro con lo de Bella, pero si algo así ocurriese, obviamente sí, siempre y cuando tú quieras seguir viéndome. ¿Por qué no lo haría? Eres una gran amiga y te aprecio demasiado —respondió con seguridad, dedicándome una sonrisa sincera.

>Quizás por primera vez sea la primera promesa que almacene en mi base de datos. Es solo porque siento que también nos decepcionará, así cuando aquello pase podré recordarte lo que hoy te prometió< Yo misma me torturo con esa clase de mentalidad. Pero existe la posibilidad de que un día me ignore, y no se cuán preparada estoy para aquello.

—Gracias —conteste algo tímida y le dediqué una sonrisa.

—¿Qué hay de ti? si terminas con ese idiota, ¿Seguirás viéndome? —me sonrió con picardía y espero mi respuesta

—Claro que sí, podrás venir a hacernos el desayuno todas las mañanas —respondí divertida

—¿Esclavo o amigo? —pregunto con diversión

—Ya lo descubrirás —le guiñe un ojo, y luego seguí comiendo

Y así fue, pasamos la mañana de esa forma. Intercambiando palabras y sonrisas tontas.


***

Una semana había pasado de aquello. Una semana en donde no supe mucho de él, en donde parecía ignorarme y no sabia como sentirme respecto a eso.

Siempre me quedaba hasta lo último en la empresa, cosa que en más de una vez lo vi saliendo del lugar con Bella, medio ocultos y intentando disimular su vínculo. Pero yo lo sabia, sabía que seguramente él había accedido a estar con ella. Eso no me molestaba, siempre quise verle feliz pero no pensé que se iría a alejar de mi.

>Después de todo podré decir ¡Te lo dije!. Nunca cumplen sus promesas cuando se trata de nosotras, de alguna manera siempre nos decepcionan< Genial, mi cerebro se estaba volviendo a poner depresivo y a estas alturas yo estaba creyendo en todas las palabras que podrían venir de mi cabeza.

Me dolía aunque intentaba ocultarlo.Christian, se había convertido en un buen amigo, estuvo siempre para mi y de una día para el otro ya no estaba. En fin, volvía a mi fracasada vida.

Ya siendo domingo me encontraba haciendo ejercicios a las doce y punto de la noche, viendo videos en YouTube y intentando seguir los pasos de una rubia con curvas perfectas que de tanto moverse apenas te daba tiempo a respirar.

Mamá había venido ayer, a hablarme sobre la boda de mi hermano dijo que debía estar en forma para que me entrase un vestido apropiado, guarde mis ganas en ese momento de mandarla a la mierda por su dicho comentario insinuando que estaba gorda. Si bien no me importaba, no del todo, no le di importancia porque no estaba mal de peso, pero mis inseguridades siempre me atacan por la noche, así que aquí estaba, tendida el piso haciendo lagartijas. Luego de esto probablemente mandaría todo a la mierda pidiéndome comida chatarra.

Hamburguesa! ¿A que la extrañas cierto? ¿Qué tal un poco de pizza bañada en queso derretido y calentito? ¿O un poco de helado? Vamos, sal de esto< Dios mío, soy mi propia enemiga.

Él timbre sonó y mis esperanzas de ver a Christian, a través de esa puerta aumentaron. Si se trataba de él, no podía verme en estas fachas, seque mi sudor con mi mano y me vi obligada a atender

No era Christian, era Harry. El olor a alcohol que emanaba de él, no tardó en llegarme. Sin que le permitiera entrar lo hizo por su propia cuenta dejándome sin habla.

¿Qué mierda tengo yo para encontrármelos ebrios casi siempre? Y era algo literal, no lo decía en broma, siempre terminaban en la puerta de mi casa o yo los lleva hasta mi casa porque me veía obligada. Harry, se sentó en mi sofá, su mirada estaba pérdida y no hablaba

Me acerqué hasta él para poder llamar su atención, él me miró por unos segundos sin decirme nada hasta que hablo. —Te extraño —soltó sin mas. No supe que decir, estaba ebrio y diga o lo que haga al día siguiente lo olvidaría

—¿Me extrañas? ¿Y a donde me he ido? —respondí sarcásticamente.

—Tú —me señaló de una manera graciosa —Solías estar todo el tiempo junto a mi, nos veíamos prácticamente todo el tiempo y de un día para el otro dejaste de estar. Solamente te pasas el tiempo con el jefe y apenas me saludas —su confesión me hizo reír, era irónico que sea él quien reclame mi ausencia.

—¿Yo? creo que te equivocas, te recuerdo que apenas empezaste a salir con piernas largas fuiste tu quien me dejaste. No tienes nada que reclamarme, cuando debería ser yo la que este quejándome —Estaba enojada y no podía enojarme demasiado, era muy inútil iniciar una discusión en su estado

Pareció meditarse lo que le dije, y de un rato al otro estaba llorando como un chiquillo. No podia ver gente llorar, entraba en una crisis de no saber que hacer o decir, solamente acaricie su espalda como si se trataba de un perro.

—Tienes razón —respondió entre sollozos —Soy un idiota, no debi haberme alejado de ti. Siempre tuviste razón, ella siempre va a volver a los brazos de Christian. Lamento no haberte escuchado —siguió hablando

—Bueno, esta bien. Harry, no pasa nada. Será mejor que descanses un rato —fui a buscar una manta a mi habitación y luego volví para taparlo con ella

—Eres perfecta Harmony. Soy tan idiota por no haberte escogido primero —A pesar de que estaba ebrio, sus palabras me hicieron estremecer. Me recriminaba a mi misma que no le diese demasiada importancia ya que era demaciado tarde para aquello ahora, y él esta aquí porque se siente abandonado por Bella. Pero no puedo negar que siempre desee querer escucharlo decir aquellas palabras. —Me tienes loco, no he dejado de pensar en ti y en lo que podríamos ser, si nos diéramos una oportunidad,

>Harmony, no caigas tan rápido. Él esta ebrio< me recriminaba mi mente porque estaba pensando seriamente en lo que Harry,  me había dicho y por un momento quise gritarle que sí; que era lo que siempre quise. Pero la otra parte de mi, me tenía atada para no cometer tal estupidez.

Se durmió rápidamente debido a la cantidad de alcohol que seguramente bebió, lo deje en mi sofá y me fui a dormir a mi habitación. De todas maneras no había podido ni pegar un ojo desde que apoye mi cabeza en la almohada, pensaba en todo lo que había dicho.

En que quizás ahora podría ser mi posibilidad de poder estar con él ya que Bella, volvió a los brazos de Christian, pero mi orgullo me susurraba que espantara esos pensamientos porque no debía ser su premio consuelo, ni su segunda opción. Y ni hablemos del echo que esas palabras me las dijo estando ebrio y que probablemente al día siguiente olvidaría todo, y se iría sin decirme nada.

>Pero los borrachos y los niños siempre dicen la verdad< reprochaba mi mente, tratando de darme consuelo a los pensamientos negativo, aunque nunca fui buena para darme ánimos.

....

Me desperté por el olor a quemado que provenía de la cocina, salí de la cama de un salto pensando en que mi departamento se estuviese incendiando.

Harry, estaba abriendo las ventanas para auyentar el olor a quemado. Había quemado unas cuentas tostadas, al momento solamente pude reírme, dándome cuenta en lo diferente que eran Christian y él. Christian, hacia todo exquisito, mientras el ahumeaba todo como yo lo hubiese echo.

—Oh, lo siento. Quise hacerte el desayuno, pero como veras no se me da muy bien en esto —Su cara de decepción y algo de tristeza me hizo reír aún más.

—Está bien, Harry. Yo no lo hubiese echo diferente —le dediqué una sonrisa y eso pareció tranquilizarlo

—Bueno, algo que tenemos en común —respondió riéndose —Por cierto, lamento lo de anoche. Soy demaciado estúpido, no pensaba con claridad, aun así no debi haber venido —volvió a la misma mirada de decepción

Sus palabras me trajeron a mente la confesión de ayer. Esas mismas palabras que me dejaron pensando en sí realmente había un posibilidad de poder estar juntos, esas posibilidades se derrumbaron apenas lo oí.

>Eres estúpida, Harmony. ¿Qué esperabas de él estando ebrio?< –Por más dura que sonará la voz de mi conciencia, tenia razón.

—Momo... respecto a lo que te dije ayer —me trajo de nuevo a la realidad, como si hubiese leído mis pensamientos.

—No tiene nada que aclarar, Harry. Si lo que quieres es que olvide todo, lo haré. No me lo tienes que pedir —Lo interrumpi, antes de que él pudiese decir algo.

—No, no es eso momo —me hablo con dulzura, acercándose a mi. Tomó mis manos y aquel acto me dejo dura, como si me hubiesen sacado de un freezer —Es todo lo contrario aunque estuviese ebrio, los ebrios siempre dicen la verdad. Realmente me arrepiento de todo, siempre tuviste razón y seguramente sabrás que Bella, corrió a los brazos de Christian, nuevamente —sus ojos se encontraban mirando los míos con dulzura, pero aun así tenía dudas sobre todo lo que decía, no iba a dejarme tirar tan rápido a sus brazos.

—¿Y qué es exactamente lo que quieres Harry? —respondí con el mismo tono de dulzura que él estaba usando conmigo.

—Quiero intentarlo contigo Momo, por favor —tomó con más fuerzas de mis manos como para mantener con él y que no escapase de su agarre

—¿Ahora soy un premio consuelo Harry?, la única razón por la que quieres estar conmigo es porque Bella, te dejo y no quieres estar solo —Era irónico, los dos eran el uno para el otro y no se daban cuenta. Bella, había echo lo mismo cuando pensó que Harry, la estaba dejando. Corrió a los brazos de Christian, nuevamente y él estaba haciendo juntamente lo mismo, estaba corriendo a mis brazos porque se sentía dejado

—Lo sé, se que no querrás venir conmigo ahora después de todo. Pero lo que estoy sintiendo por ti ahora es inexplicable, y no, no eres mi premio consuelo Harmony. Entiende que realmente quiero intentarlo —Sus últimas palabras fueron casi un susurro, él apoyo su frente a la mía esperando mi respuesta —Por favor —hablo susurrando nuevamente

>No caigas. No caigas Harmony. No caigas< –mi mente gritaba pero era imposible concentrarme en ella, cuando su respiración estaba tan cerca de la mía y podía oler su exquisito olor perfume, también podía ver cada línea de su rostro, todo lo que una vez deseé estaba delante de mi pero no se que hacer.

Estaba por armarme de valor y defenderme pero todo se fue a la mierda en cuanto me beso, todo lo que iba hacer para esquivarlo, desapareció y me vi débil atrapada en él. Lo que creí que nunca pasaría estaba pasando, y no sabia como sentirme

Disfrute de su labios sin embargo me aparte rápidamente para no confundirme más de lo que ya estaba

—No voy pedir perdón, porque no lo siento. Realmente quería hacerlo —busque respuesta en sus ojos y había un brillo especial que nunca había visto, parecía que lo decía con sinceridad pero no podía estar segura.

—Harry, necesito pensarlo un tiempo. Es todo muy rápido y apresurado, dame tiempo —respondí con mi mayor esfuerzo aunque casi ni podía hablar porque había quedado algo abrumada

—No estoy pidiendo que seas ya mi novia, aunque lo quiera no te voy a obligar a nada. Podemos tener citas y empezar de nuevo, como si no nos conociéramos y luego decides si quedarte o irte —hablo con seguridad

Aunque ni hace falta que lo pida, parte de mi quería lanzarse a sus brazos de una vez. Porque sus palabras eran lo que siempre había querido escuchar, y no me podía negar a eso, de todas maneras no perdería nada

—Está bien, lo intentaremos —respondí de una vez. No estaba segura del todo, seguramente luego me arrepentiría. No lo sabía con seguridad.

>Imbécil. Tonta. Tonta imbécil. Imbécil tonta.<

El sonrió, complacido por mi respuesta —¿Es muy pronto invitarte a cenar luego del trabajo? —pregunto sonriendo, en su mirada había súplica y me dio ternura en la forma en la que me miraba. No me pude negar

—Suena bien —conteste con una sonrisa

—Lamento no haber podido hacerte un desayuno, si quieres de camino al trabajo puedo comprarte algo por ahí —me dijo sonriendo.

—No hace falta —respondí. Fui hasta un mueble de la cocina a buscar un paquete de galletitas que tenia guardado —Siempre estoy preparada —respondí triunfante —¿Quieres un mate? —pregunté

—¿Mate? ¿Sabes hacer mates? —pregunto con diversión

—Claro. Los argentinos si que tienen los suyo, ya entiendo tanto amor a dicha bebida. Es de lo más, te encantará —respondí con seguridad

Y así fue Harry, probó el mate por primera vez el cual le gusto. Cuando terminamos de desayunar, nos dignamos a ir al trabajo.

Gracias por leer❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro