Al anochecer, Chase se encontraba en la entrada del cuartel esperando a que sus dos hermanitos regresen al cuartel.

Chase: *Esperando a ambos cachorros mientras ve como la luna sale y las estrellas iluminan el cielo nocturno*

Ryder: No te preocupes, mi pequeño, no deben tardar, ven, espera a tus dos hermanitos con nosotros en el cuartel

Chase: Gracias papi, pero me quedaré aquí a esperar a mis hermanitos, tal vez ya están regresando al cuartel, jeje

Ryder: Estoy seguro de que así es, no se pueden perder, y tampoco se pueden perder la cena que hemos preparado

Chase: Lo sé, y más a Rubble que nunca se pierde la cena, solo espero que él y Liberty regresen pronto al cuartel, jeje

Ryder: Te estaré esperando adentro con los demás cachorros, mi pequeño, jeje *sonríe muy feliz y entra al cuartel*

Chase: Está bien, papi, iré en cuanto mis hermanitos ya regresen, jeje *sonríe muy feliz y se sienta* Jeje

El pequeño pastor alemán se queda sentado en la entrada del cuartel a la espera de sus dos hermanitos.

Unos minutos después, Chase ve que el Sr. Porter llega al cuartel junto a Rubble y Liberty, dormidod en sus brazos.

Sr. Porter: Hola Chase, vine a traer a un par de dormilones que se quedaron dormidos junto a Alex, jeje *muy feliz*

Chase: Hola Sr. Porter, justo esperaba a mis hermanitos, no sabía que se habían quedado dormidos con Alex, jeje

Sr. Porter: Así es, se cansaron mucho al jugar con Alex y los demás niños que se quedaron profundamente dormidos

Ryder: Jeje *Sale del cuartel y ve al Sr. Porter cargando a ambos cachorros* Hola Sr. Porter, trajo a los cachorros

Sr. Porter: Así es, Ryder, estos pequeños se han quedado profundamente dormidos, por eso los traje, jeje

Ryder: Muchas gracias, Sr. Porter, jeje *sonriendo muy feliz, carga a ambos cachorros y los acaricia suavemente*

Después el Sr. Porter se va del cuartel y regresa a su restaurante en donde Alex lo está esperando para cenar.

Ryder: Jeje *sonríe muy feliz mientras entra al cuartel con ambos cachorros y los acuesta sobre sus cojines* Jeje

Después, el joven rescatista tapa a los dos cachorros con unas cobijas y los acaricia suavemente y muy feliz.