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Epílogo

—¿Y sí dice que no?—preguntó Minho mirándose en el espejo. El traje se veía bien. Sunmi acomodó una rosa blanca en el bolsillo del saco del alfa castaño.

—No seas ridículo, están enamorados y tienen un hijo juntos—replicó la omega antes de mirar a su hijo que se veía asustado.

Chan y Taerae estaban sentados en el sofá de la habitación de hotel en el que celebrarían la boda.

—Aún tengo una duda—empezó a decir Chan alzando la mano—. ¿Por qué soy el padrino?

—Eres mi hermano y Taerae no tiene la edad para ser el padrino, así que me tocó elegirte.

—Que cariñoso—respondió Chan de manera mordaz mirando a su hermano.

—Ya basta chicos, en minutos empieza la ceremonia, Chan, Seungmin dijo que si seguías de antisocial iba a venir a regañarte, no me hagas decirle—amenazó Sunmi acomodando su vestido color esmeralda. A pesar de tener dos hijos adultos, y uno pre adolescente, la omega se mantenía en buena forma.

Los tres alfas se mantuvieron callados, aunque se quejaron levemente al recibir un beso en la mejilla cada uno, de parte de su madre.

—¿Qué tal me veo?—preguntó Jisung saliendo del tocador mostrando la ropa que había seleccionado para su boda. Al ser algo íntimo decidió ropa cómoda, pero que resaltaba su belleza.

Un tono rosado pálido fue el color elegido en sus prendas. El pantalón tenía un fajón qué recorría todo el plano abdomen del omega ciñendo la cintura. La camisa era de una tela muy ligera, con encaje cubriendo la parte frontal y de la espalda. Las mangas eran puño poeta, solamente llevando encaje en el final. Y en el cuello la camisa tenía una cinta que se aprensaba al estilizado cuello del omega.

—Eres un omega bonito—alagó Seungmin.

—Te ves tan hermoso—susurró Seulgi limpiando sus lágrimas para acercarse a su hijo y tomarle la mano para indicarle que se sentase para que lo pudieran maquillar ligeramente.

SungMin que portaba un pantalón color azul, y una camiseta blanca con un lazo en su cuello veía asombrado lo hermoso que era su mamá.

¡Onito!—dijo el cachorro caminando con cuidado para sostenerse de la rodilla del Han— ¡Mamá, onito!

—¿Me veo bonito, mi amor?—inquirió Jisung acariciando el rostro del cachorro.

¡Shi! Mami onito.

Jisung sonrió y dejó un toquecito en la nariz del cachorro que empezó a reír.

Seulgi empezó a maquillar al omega que antes había tomado a su hijo, y lo sentó en sus piernas.

SungMin no dejaba de mirarlo.

Al estar listo el omega sujetó a su hijo en brazos y miró a su hermano que estaba entrando a la habitación.

—¡Yio!—chilló SungMin cuando Young-hyun no se movió.

—¿Young-hyun?—llamó Jisung acercándose a su hermano.

—Perdón, es que te ves tan hermoso. Haz sido hermoso siempre pero me sorprende que aún aumente tu belleza.

—No digas cosas así, hyung—se avergonzó Jisung.

Young-hyun tomó en brazos a SungMin que sonrió mostrando sus dientecitos, ya eran cuatro en la parte superior de la encía.

Seungmin se acercó y acomodó el cabello de Jisung, que cerró sus ojos dejando que su amigo se encargara de su peinado.

En unos minutos iría y se casaría y estaba muy nervioso.

—¿Estás listo para casarte?—preguntó Doyun entrando a la habitación.

—Sí—respondió a lo que Seulgi le dio buenos deseos mientras salía tomando el brazo de Doyun.

Jisung tomó el brazo de Young-hyun para salir de la habitación.

Minho movía sus pies estando en el altar. Al frente se encontraba el juez sosteniendo un libro. El castaño miró a su madre que estaba sentada en la primera fila junto con Taerae.

El alfa tragó grueso mirando detrás de él a Chan que miraba su celular, ya que aún en sí la ceremonia no iniciaba.

Seulgi entró al jardín con Doyun que llevaba en brazos a SungMin, y le dieron una sonrisa. La boda era algo íntima, menos de 60 invitados. Demasiados allegados para poder ser invitados.

Minho ya iba a mirar a su hermano para que llamase a Young-hyun, cuando sintió las feromonas de su omega. Miró al frente y lo vio entrar del brazo de Young-hyun. Con Seungmin a su lado.

Chan alzó la vista cuando sintió una mirada en él. Su omega lo veía enojado, y rápidamente guardó su celular.

—Es momento de empezar—dijo el juez cuando Minho le dijo que su omega ya estaba presente.

La música empezó a sonar y Seungmin fue el primero en entrar al ser el caballero de honor de Jisung. Pasó por el altar para colocarse en el lado libre.

Young-hyun caminó con Jisung por medio del pasillo. Minho se veía embobado ante la vestimenta de su omega, se veía tan delicado y precioso.

—Hola—saludó Jisung tomando la mano Minho, cuando llegó con él. Young-hyun miró a Minho claramente dudoso.

—Ya no dejes que mi hermano sufra, Minho—dijo Young-hyun antes de soltar el brazo de su hermano.

—Lo prometo, Young-hyun—respondió—. Ya no necesitamos más sufrimiento en nuestras vidas.

El omega al estar libre del agarre de su hermano le sonrió a su pareja que lo guió hasta quedar frente al juez que les sonrió.

—Bienvenidos a la ceremonia de bodas de Lee Minho alfa y Han Jisung omega. Una unión ante la ley de los hombres y los ojos de la Diosa Luna...

Las palabras del juez durante los minutos posteriores habían sido sobre las leyes que se debían mantener en el matrimonio. El momento de los votos había llegado y Minho sostenía la mano de Jisung y el anillo que Chan le había pasado.

—Yo, Lee Minho te quiero a ti, Han Jisung como legítimo esposo omega y me entrego a ti. Prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida—colocó el anillo en el dedo anular del omega—, recibe esta alianza en señal de mi amor y fidelidad a tí—y terminó de colocar el anillo antes de sonreírle al omega.

Seungmin le pasó el anillo a Jisung que lo tomó antes de mirar al castaño.

—Yo, Han Jisung te quiero a ti, Lee Minho como legítimo esposo alfa y me entrego a ti. Prometo serte fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida—colocó el anillo en el dedo del castaño—, recibe esta alianza en señal de mi amor y fidelidad a tí.

Minho limpió la lágrima que se había deslizado por la mejilla del omega.

—Y con la autoridad que tengo, y deseando que la Diosa Luna bendiga este matrimonio, los declaro alfa y omega—el juez miró a Minho—. Puede besar al omega.

Y el castaño sostuvo entre sus brazos al omega antes de besarlo de manera dulce y tierna.

Los vítores se escucharon junto a los aplausos, pero ellos estaban en su burbuja de amor, dándose unos rápidos besos antes de mirar a sus invitados.

—Les presento a los esposos Lee—y Jisung se sonrojó aún más al ver como muchos les sonreían.

Minho y Jisung bajaron del altar para acercarse a su cachorro al cual el alfa tomó en brazos antes de salir, para ir a la recepción.

—Deberían irse ya—dijo Seungmin sosteniendo a un dormido SungMin en brazos, con Chan tras de él. Ya era casi las diez de la noche y aunque la recepción continuase, Minho y Jisung tenían que llegar al aeropuerto para viajar a su luna de miel.

—Recuerda que SungMin duerme en las tardes, y no les den cosas azucaradas—empezó a decir Jisung sin subir al auto, mientras Minho lo estaba esperando.

—Lo sé, me lo escribiste, y no te preocupes no lo haré, no soy tan olvidadizo.

—Jisung no se lo decía a usted Seungmin-Hyung, se lo decía a su alfa—aclaró Minho.

—Exacto—respondió Jisung para dejar un beso en la cabecita de su cachorro y mirar a Seungmin.

—Ya, ya, ya—se quejó Chan empujando a los recién casados al auto—. Váyanse ha crear más cachorros, largo, o me arrepentiré de cuidar a su Chucky.

Y Jisung sonrió avergonzado subiendo al auto, seguido de Minho. Al estar dentro y el chófer empezar a manejar el omega se acurrucó en el pecho del alfa que lo rodeó con sus feromonas.

—¿A dónde iremos?—Minho frotó su nariz contra la de su ahora esposo. Esposo, eso sonaba precioso.

—A la isla de Jeju, así que en el avión podrás dormir—el omega asintió dejando un beso corto en los labios de su esposo.

—Deberías hacerlo igual, ahora en el avión.

—Lo haré, necesito fuerzas para ahora disfrutar de tu sensual cuerpo.

—¿Qué dices?—inquirió alarmado el omega a lo que Minho sonrió y se inclinó contra el oído del omega.

—Desde la ceremonia solo he estado pensando en arrancar esas prendas de tu cuerpo—y el omega se apartó cubriendo su rostro completamente rojo.

—Atrevido—chilló el contrario dejando un leve manotazo en el brazo del alfa que solamente empezó a reír.

Jisung cubrió su rostro, definitivamente no quería que el chófer pensase mal sobre ellos dos. Minho sólo siguió encantado con esas mejillas sonrojadas.

El alfa sujetó a su esposo alzándolo en brazos cuando entraron a la suite en la que pasaría la primera noche de bodas.

No daría más rodeos, necesitaban el cuerpo del otro para saciar sus deseos carnales.

Jisung escondió su rostro en el cuello de su pareja, mientras éste lo guiaba al interior, ignoró las decoraciones de la suite y simplemente llevó a su esposo hacia la cama.

El omega dejó escapar un jadeo cuando su cuerpo tocó la suave cama. Vio como Minho se quitaba el saco y arremangaba las mangas de su camisa mirando a su esposo como si fuese una presa.

El omega se sentía como una.

Con cuidado se acercó a su pareja antes de susurrar en su oído:

—Ahora sí arrancaré estas bonitas pero molestas prendas.

Y el omega gimió cuando sintió como su pareja le quitaba la camisa antes de quitarle los pantalones dejándolo solo en ropa interior. Colocó sus labios en el cuello del omega el cual lleno de besos húmedos antes de girarlo en la cama, dejándolo boca abajo.

Los besos en su espalda lo hicieron estremecer.

—¿Ya te estás excitando?—inquirió con voz grave el mayor.

Jisung asintió con su cara oculta en la almohada, gimiendo cuando sintiendo de las grandes manos de Minho se metía debajo de la cintura de sus boxers.

Pasó los dedos por la suave piel de su trasero, apretando ligeramente.

—¿Estás lubricando por alfa?—preguntó mientras sus dedos se arrastraron dentro del agujero del omega, que tembló en el momento en que sintió los fríos dígitos—. Me tienes tan duro, Jisung.

Y el omega gimoteó ladeando el rostro para verlo.

—Detente, no bromees—regañó frotándose contra el colchón. Minho sonrió sacando su mano de la ropa interior del omega, sintiendo en sus dedos el lubricante del contrario. Jisung rodó en la cama antes de colocarse de rodillas y enfrentarse al alfa—. Déjame chuparte, Honnie.

—Está bien, entonces, de rodillas—ordenó.

Jisung bajó de la cama con ayuda del alfa que se sentó al borde del colchón, antes de frotar su bulto en el pantalón. Abrió el botón y levantó las caderas para deslizarlo más allá de las rodillas, dejándolo solo en el boxer.

El omega se colocó de rodillas en el suelo, y apoyó su mejilla contra el muslo del alfa esperando que le diera el permiso. Minho le dió un asentimiento con la cabeza.

Agarró el borde de sus bóxers con los dedos y tiró de ellos lo suficiente como para que el miembro de Minho sobresaliera, erguido y curvándose hacia su estómago. No solo era largo, era grueso y el omega se humedeció bastante, sintiendo el lubricante escapar de su agujero. Así que sin más empezó a complacer a su alfa.

Comenzó lento, solo lamiendo, y cerró los labios alrededor de la cabeza. El líquido preseminal inundó su boca mientras chupaba, hundiendo la cabeza para absorber un poco más.

Chupó ignorando el reflejo nauseabundo, con parsimonia lamió las venas del miembro y gimió enviando vibraciones al miembro del alfa cuando Minho colocó su mano en su cabello y tiró de él.

El agarre en su cabello se hizo más fuerte cuando lo sacó de su boca, para lamer la punta, antes de regresar al eje tomando el miembro suavemente hacia abajo un poco más allá de la mitad siendo cuidadoso de no usar sus dientes y lastimar a su alfa. Se detuvo para poder respirar.

En la respiración que tomó, su garganta se relajó, y permitió que el alfa se deslizara mejor.

—Eres mi buen omega—alagó Minho sintiendo como sus caderas se contraían y el omega empezó a mover su cabeza hacia arriba y luego hacia abajo, ganándose respiraciones pesadas y gemidos graves.

En un momento Minho se apresuró a mover sus caderas hacia arriba, ahogando un poco al omega que tuvo que respirar profundamente por la nariz. El alfa retrocedió al notar lo que hizo y el omega volvió al ritmo que ya mantenía, aunque eso no le gustase mucho. Detuvo sus movimientos y miró a su esposo con ojos oscuros.

El alfa sonrió al saber lo que quería el omega y empujó superficialmente para comenzar, notando como su esposo cerraba los ojos encantado. Al castaño no le tomó mucho tiempo empezar a mover sus caderas a un ritmo rápido, siendo atrapado por el placer en la cálida boca de su pareja. Las lágrimas inundaron los párpados de Jisung que gimió alrededor del miembro del alfa, mientras acariciaba su pene sobre su bóxer.

—Jisung...—gimió apretando su agarre en el cabello del omega antes de introducir su miembro por completo en el interior de la boca del omega, derramando su semen caliente invadiera la garganta del omega que cerró sus ojos.

El alfa se mantuvo un momento aún dentro de la boca de su omega que abrió los ojos y empezó a lamer el miembro cuando lo sacó de su boca.

El castaño observó las mejillas de su pareja las cuales estaban muy rojas y después notó el olor a lubricante que liberaba su esposo.

El alfa lo hizo levantarse notando que su pareja había encontrado la liberación en su boxer.

El castaño acomodó su miembro dentro de su bóxer antes de dejar a su esposo sentado en la cama para tomar unas toallas húmedas y limpiar el rostro de su esposo que estaba manchado de lágrimas y semen.

—Lo hiciste muy bien amor—felicitó dejando un beso en la nariz de su omega—. Ahora descansa dulzura, estás muy cansado, mañana podemos continuar con esto.

Y el omega asintió.

Minho buscó algo cómodo para cambiar a su esposo, y luego él mismo cambiarse a una pijama antes de acomodarse con su esposo en la cama. El omega acurrucándose contra su pecho.

Minho dejó un beso en la frente de Jisung. Ese omega era su vida y lo amaría hasta el final.

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