-¡Dada!-Minho apartó su rostro de la computadora para enfocarse en el pequeño cachorro que estaba siendo sujetado por las axilas, gracias a Jisung. Desde que SungMin se levantaba con ayuda de ciertos objetos, el pediatra había dicho que estimularán al niño enseñándole o ayudándole a que diera sus primeros pasos.

Y aunque SungMin fuese un cachorro prematuro, estaba desarrollando muy bien y de manera temprana su conocimiento con y para el mundo.

-¡Oh cachorro!-dijo el castaño levantándose del sofá para ver como el pequeño movía sus manitas regordetas feliz por estar más cerca del Lee mayor.

Minho se arrodilló frente al niño que fue soltado por Jisung, sin que éste se diera cuenta, y dió pequeños pero seguros pasos hacia el alfa que sonrió ampliamente antes de sujetarlo cuando el pequeño se aferró a él. Miró a su omega que sonreía feliz caminando hacia ellos para unirse al abrazo.

SungMin colocó una de sus manitas en el rostro del rubio.

-Mamá-y el omega dejó besos en la manita de su cachorro que rió divertido por la atención recibida.

Cada día estar con su cachorro alegraba su corazón y su parte animal al estar con él.

-Amor-Jisung apartó los labios de la manita de su bebé para ver a Minho-. Dame un beso también o me pondré celoso.

-¿Qué dices SungMin, le doy un beso a papá?-dijo Jisung a lo que el cachorro empezó a mover su cabecita en aprobación.

-Ya dijo que sí, ahora dame un beso-y Jisung no se negó más, dejó un suave beso en los labios del alfa que lo apretó contra él con ayuda de su mano libre.

-Mamá-Jisung se apartó de Minho para ver a su hijo que se extendió hacia él para dejar un beso o un intento de este contra su mejilla-. Dada-dijo ahora enfocando su vista en el alfa antes de realizar el mismo gesto.

-Que cachorro tan amoroso tenemos-dijo Minho haciendo reír a SungMin al provocarle cosquillas en las costillas.

-Vamos, dámelo, debo darle leche antes de bañarlo para prepararlo para llevarlo a la oficina.

-¿Qué?-dijo Minho después de dejar a SungMin en brazos del omega- Amor, ¿por qué lo llevaremos? No me malinterpretes pero él debe empezar a ser más independiente de nosotros, como dijo el pediatra.

-Pero, Lino, no puedo dejarlo.

-Mamá lo cuidará bien, ella me dijo que se lo podíamos dejar.

-Minho, no me siento cómodo dejándolo, apenas tiene once meses.

-Casi un año, le faltan 15 días para el año.

-Es muy pequeño.

El alfa tomó al omega de las caderas viendo como el cachorro ocultaba su carita en el hombro de Jisung.

-Vamos amor, tú insististe en ayudarme hoy con los inversionistas, y dijiste cuando estabas en embarazo que no querías ser amo de casa, así que debemos acostumbrarlo a que faltes.

-Umm, está bien-dijo Jisung separándose para ir a amamantarlo. Minho dejó que se fuera.

El día había sido exitoso, Jisung había convencido por completo a los inversionistas en confiar en la empresa de la familia Lee.

Ambos estaban con una gran sonrisa, con solamente feromonas de amor en el interior del auto. Todo estaba bien, hasta que llegaron al edificio.

Minho detuvo su auto frente a la estructura al ver como un policía le hacía señas para que se estacionara. Bajó la ventana esperando que el oficial se aproximará.

-¿Qué está pasando?-dijo Jisung al notar como habían más autos policíacos alrededor.

-No lo sé.

El omega liberó feromonas ante los nervios que sentía. Minho alejó su mano de la palanca de cambios para posarla en la pierna del omega en un gesto de que se calmase.

-Buenas tardes-saludó el oficial-. ¿Puedo saber que hacen en el edificio?

-Vivimos aquí-explicó el castaño-, en el penthouse. Él es mi omega-dijo al ver como el policía observaba a Jisung quién se mostró cohibido.

-¿Son los dueños del penthouse?-el Lee asintió- Pueden pasar.

-¿Qué es lo que ocurre?-preguntó Jisung colocando su mano sobre la de Minho y apretando un poco ésta.

-El oficial adentro les explicará-y se apartó. Minho subió la ventana del auto para poder conducir al estacionamiento subterráneo cuando el oficial les dió permiso.

Jisung se bajó del auto apenas Minho detuvo el motor luego de estacionarse.

-Ji, espera amor-dijo Minho bajándose rápidamente y corriendo hacia el omega que estaba frente al ascensor tocando el botón de este. El Han se apresuró a subir al ascensor apenas las puertas de este se abrieron. El castaño lo imitó y rodeó con su brazo el cuerpo del omega que se aferró a este.

-No estaré calmado hasta que me digan qué pasa-susurró contra el pecho del alfa. El rubio dejó un beso en el cabello de Jisung.

Cuando el ascensor volvió ha abrir sus puertas Minho tomó la mano de Jisung para salir. El pasillo tenía varios policías y Jisung se empezó a desesperar. En sus feromonas se notaba.

Uno de los policías los vio y les permitió el paso. El omega se aferró a su alfa sintiendo sus ojos humedecerse ante las miradas de lástima que le dieron.

Cuando cruzaron la puerta de su casa que curiosamente tenía cintas policíacas, el omega se soltó para correr dentro, deteniéndose al ver a su suegra siendo atendida por un dúo de paramédicos.

-¡Señora Sunmi!-exclamó Jisung siendo pasado por el castaño que se acercó a su madre que tenía la cabeza vendada.

-¡¿Qué te pasó madre?!-la omega soltó feromonas de tristeza y miró a Jisung que al ver la pena en los ojos de la mujer se alejó hacia la habitación de su cachorro.

Abrió la puerta y enmudeció al ver que la cuna de éste estaba vacía. Negó y empezó a buscar por todo el lugar sintiendo sus mejillas húmedas por las lágrimas de desesperación.

Salió y fue a su habitación, estaba vacía, y aunque sabía que era inútil ver el baño aún así lo hizo.

Salió a pasos temblorosos de su habitación y fue a la sala en la que estaban los oficiales, Minho, los paramédicos y su suegra. Fijó su vista en esta última y se acercó rápidamente para tomarla por los hombros.

-¡¿Dónde está SungMin?!

-Se lo llevó. Kang Junseong se lo llevó-el omega la soltó sintiendo un nudo en su garganta y a su parte animal aullar de dolor en su interior-. Lo lamento, él me golpeó y...

-No, es mentira-la Lee negó y Jisung miró a Minho que se aproximó a sujetarlo, viendo el mal estado del Han.

-Lo lamento mucho, Jisung.

Han negó tratando de soltarse del agarre del alfa ante la desesperación. Su hijo, su cachorro, su pequeño bebé había sido alejado de él.

-¡SUNGMIN!-el uso de la voz de un omega simplemente caló en cada uno de los presentes, más ante la desesperación y dolor con la que se dió.

Cosa que él había inducido como paranoia de omegas primerizos en lo material.

Minho al ser su omega se sintió tan mal. Jodidamente mal. Él le había dicho a Jisung que dejarán a SungMin en casa con su madre en vez de llevarlo con ellos como el omega insistía.

Cosa que él había inducido como paranoia de omegas primerizos en lo maternal.

Ahora su omega lloraba de forma tan dolorosa que era difícil de escuchar. Un cachorro apartado de un omega, era devastador, más si este infante era demasiado pequeño.

-Señores Lee, necesitamos hablar sobre el secuestro de su hijo, Lee SungMin, saber si fue por venganza, dinero o...-pero el hombre no continuó cuando Minho tuvo que sostener en brazos a Jisung.

El omega estaba tan mal que había enterrado sus uñas en las palmas de sus manos, dejando pequeños semi-círculos sangrientos en estas.

-SungMin, mi bebé-decía Jisung fuera de sí, y Minho se sintió destrozado al verlo así.

-Sub-espacio -dijo uno de los paramédicos mirando al Lee que enarcó una ceja sin comprender-. Introdúzcalo a un sub-espacio antes que se siga lastimando.

Minho asintió y aunque le dolió, sabía que era mejor a que el omega se lastime por la falta de su hijo, así que abrazó con fuerza a Jisung y soltó sus feromonas de manera rápida, tantas que aturdieron al Han que dejó de luchar y empezó a pestañear cada vez con más dificultad para abrir sus ojos.

-SungMin... -susurró con dificultad cuando trató de abrir sus ojos-, mamá irá por ti.

Y sus ojos se cerraron por completo al haber entrado a un sub-espacio provocado por el alfa que todos esos minutos se había mordido el interior de la mejilla, sintiendo prontamente el sabor metálico de la sangre.

El cuerpo de Jisung se sintió ligero cuando lo alzó en brazos y dejó sobre el sofá, acariciando la mejilla del omega antes de apartarse y mirar al oficial.

-¿C-Cómo ese malnacido pudo llevarse a nuestro hijo?-preguntó tratando de sonar calmado y no llorar por la rabia que sentía.

-Abrí la puerta, Minho-dijo Sunmi mirando a su hijo que le dió un gesto para que continuará-, pensé era alguien que ustedes habían puesto en su lista de acceso, pero me equivoqué. Él me golpeó no sé cuántas veces antes de dejarme en el suelo casi inconsciente, tomó a SungMin que lloraba asustado y se marchó. No sin antes decirme: "traten de encontrar este cachorro"

El castaño apretó sus puños con fuerza, cuando encontrará a ese malnacido él mismo lo mataría.

-¿Por qué no te han llevado al hospital?-inquirió.

-No quería hasta que ustedes llegarán, me siento tan culpable no debí abrir la puerta, no debí...

-Llévenla al hospital-ordenó a los paramédicos que asintieron antes de tomar a la omega y sacarla del lugar-. ¿Hace cuánto fue?-preguntó al policía.

-Tenemos un estimado de dos horas.

-120 minutos-dijo mirando su reloj-. 121 minutos ahora. Ese bastardo ha tenido en sus manos por 121 minutos a mi hijo, y ustedes no han empezado a buscarlo, Seúl es grande y usted tiene el edificio cerrado cuando él ya puede estar llegando a otra provincia.

-Señor Lee.

-Movilice su equipo. ¡Ahora mismo!-gruñó con tal fuerza que hasta unos cuantos oficiales alfas temblaron en su lugar-. Quiero que traigan a mi hijo sano y salvo, o soy capaz de hacer cosas en contra de la ley y ninguno de ustedes me podrá contradecir.

El oficial asintió tomando su radio, para dar rápidas órdenes de cerrado de calles, operativos retentivos, etcétera.

El celular de Minho sonó y lo sacó de su bolsillo para ver que en la pantalla aparecía un número desconocido.

Abrió la llamada y esperó.

-Adivina, ¿quién está conmigo, Lee Minho?

Esa voz, esa jodida y maldita voz que tensó cada músculo en el alfa, más al escuchar el llanto de SungMin llamando a su mamá.