-¡AH! -el chillido del omega hizo al alfa jadear mientras se movía con más suavidad para evitar que el omega llorara.

-Está muy apretado -se quejó el alfa dando lo mejor de sí.

-Duele, alfa duele -lloriqueó el omega sujetándose a la cama-. Lo vas... a romper.

-Sólo no estés tan tenso.

-No puedo, duele mucho.

-No podremos hacer esto, te molesta y mucho -dijo el alfa apartándose del cuerpo semidesnudo del omega.

Ambos miraron la prenda que acababa de caer a la cama. Llevaban más de medio hora tratando de que el omega entrará en aquella camisa estilo renacentista para usar en la apertura de una de las nuevas sucursales de la empresa Lee, pero tenían éxito.

La pancita apenas abultada del omega impedía dicha tarea. Además cuando Minho lograba cerrar los botones en la parte trasera, el omega empezaba a llorar por el dolor que le provocaba el estar muy apretado.

El omega hizo un puchero y fue al closet para tomar un suéter del alfa para colocárselo y caminar hacia su nido y acostarse ahí acurrucándose contra una almohada.

-No iré, la ropa no me queda -susurró mirando su mano en la que ese lindo anillo que Minho le había dado permanecía desde hace dos semanas.

-Debes ir, ni siquiera recuerdo la mitad de los nombres de los que irán, tu tienes buena mente para eso, yo soy un fiasco.

-No iré -el alfa hizo una serie de pucheros tratando de llamar la atención del omega-. Alfa, enserio no quiero ir, ni solo por la ropa.

El alfa se arrodilló frente al más joven y le brindó una sonrisa.

-Entonces quédate aquí, no quiero que vayas a sufrir molestias en ese lugar.

-Gracias -el alfa acarició el suave cabello del embarazado que ronroneó como si un gato fuese.

-Así puedes pensar mejor lo que te dije.

Jisung trago con fuerza. Minho le había pedido empezar una relación real. No había respondido nada en ese momento y aún no lo había hecho.

-Yo...

-Solamente piénsalo.

-Está bien -Dijo el omega.

Minho se inclinó para tratar de besar a Jisung de no ser por un pequeño alfa que lo tacleó. Taerae se había abalanzado sobre su hermano mayor para que no besara a su Hyung favorito.

-¿Qué tal me veo Hyung? -inquirió levantándose para mostrar su vestimenta.

-Muy guapo Taerae, atraerás muchos omegas -el cachorro se sonrojó y negó.

-El único omega que quiero atraer me dijo que donde me le acerque me sacará un diente -Jisung mostró un rostro horrorizado mientras Minho se quejaba en el suelo-. Él no lo sabe pero será mi esposo.

Minho se levantó a duras penas antes de empujar a su hermano al suelo. Taerae se quejó.

-Maldito loco -gruñó antes de ver a Jisung-. Si me provoca lo dejaré amarrado a un faro cerca de la calle.

-No te atreverías -el alfa rió.

-¿Es un reto?

-No -Lee hizo un mohín-. Trae a mi cachorro mimado.

-Okey.

Jisung se levantó de su nido al escuchar el timbre sonar por tercera vez. Con cuidado fue hacia la puerta y la abrió, encontrándose con el médico que lo atendía y al lado de este el padre de Minho.

-¡Señor Lee! -chilló sorprendido el omega antes de hacer una torpe reverencia debido a su vientre.

-¿Me dejarás pasar? -el omega asintió lentamente antes de dar una mirada tras de él-. Sé que Minho no está. Ahora apártate necesito hablar de algo contigo.

El omega se hizo a un lado abriendo la puerta para que el hombre entrará mientras su silla de ruedas era empujada por el médico. Jisung cerró la puerta tras de él y se aproximó a preguntar si deseaban algo de tomar, ambos alfa y beta negaron.

-¿Puedo saber qué hacen aquí?

-Sé tu secreto Han Jisung -el omega miró horrorizado al padre de Minho-. Ese cachorro que esperas no es de mi hijo. Ese cachorro no es un Lee.

-¿C-Cómo lo supo? -inquirió incrédulo el omega mientras retenía las ganas de llorar.

-Mi amigo aquí presente hizo los análisis de ADN en una de tus revisiones. No puedo creer la porquería de omega que eres para hacer que mi hijo cuide a un cachorro que no es suyo. Debería decirle a tu madre.

-¡No lo haga! -el omega se levantó a temblores-. Se lo suplico.

-Así no se suplica, se hace de rodillas -el alfa señaló frente a él-. Arrodíllate como la puta omega que eres.

Dificultosamente el omega lo hizo. Se arrodilló frente al padre de Minho.

-Se lo suplico -el alfa rió mordazmente.

-Parece que eres una perra obediente después de todo. Ahora harás todo lo que te diré a menos que quieras que se lo cuente a mi gran amiga Irene, así ella te buscará un buen marido que corrija ese carácter embaucador y rastrero que te cargas.

El omega asintió aún cuando su omega lloraba para que se negara. Para que llamara a su alfa para que los protegiera. A él y al pequeño cachorro.

Cuando Minho llegó a su hogar sintió las feromonas de un alfa muy conocido por él.

Las feromonas de su parte.

-¿Papá? -murmuró Taerae cuando entró al hogar-. ¿Qué hacía el anciano aquí?

-No lo sé -contestó antes de apresurarse a buscar a Jisung.

De manera rápida abrió la puerta del dormitorio y encontró al omega dormido en el nido, su rostro tenía rasgos de lágrimas y Minho se sintió enojado. Algo le había hecho al omega para que estuviera así.

-¿Qué hacía el aquí?

Su alfa temeroso pero irritado ante la ya no tan palpable presencia de su padre. Sabía lo desgraciado que podía ser y esperaba que no lastimará a Jisung.

No quería que nada le pasará a su omega y a su cachorro.

-¡Hermano! -el grito de Taerae hizo que se separará del omega para ir en búsqueda de su hermano que estaba en cuclillas sobre el suelo de la sala.

-¿Qué pasa?

-Hay sangre en el piso -el alfa se inclinó a verla. Era fresca-. Por el aroma es de Jisung.

Y ambos se tensaron.

Minho corrió a ver a Jisung y empezó a revisarlo. Ya sabía porque el omega no reaccionaba. Estaba en un sub-espacio, aunque la verdadera pregunta era, ¿qué se lo que había producido?

Empezó a revisar al omega y después supo de donde venía la sangre. Los muslos blancos y tersos del omega estaban manchados de sangre.

-¡TAERAE, LLAMA UNA AMBULANCIA!

Sub-espacio: En el omegaverse se produce ante ciertos estímulos, mucho placer, estrés o ansiedad.

En el caso de Jisung es debido al dolor.