03
Han Jisung estaba cruzado de brazos sin querer entrar al lugar que el alfa Lee le insistía debía ver.
-No.
-¿Vamos? -el omega volvió a negar-. ¿Por qué no quieres entrar?
-Deberíamos estar en la oficina, trabajando, cerrando los nuevos contratos y debo agenda tu cita de la próxima semana.
-Aburrido -el omega rodó los ojos-. Entremos, la de bienes raíces nos espera adentro.
-No -y Minho suspiró para sujetar al omega por los hombros.
-Si entras te compraré la pijama de ardilla que vi en tu historial.
-¿Cómo viste mi historial? -preguntó alarmado el omega.
-Fue el día en que me prestaste tu tablet. ¿Entrarás?
-Sí -el alfa lo tomó del brazo para entrar a ese dichoso penthouse que les iban a mostrar.
-¡Bienvenidos! -saludó una hermosa beta que se acercó para hacer una reverencia-. Es un gusto tenerlos aquí, soy Lee Chaeryeong, y seré quién los guiará en este recorrido. ¿Puedo saber sus nombres y la razón por la que están buscando un nuevo hogar?
-Soy Lee Minho, y él es mi omega Jisung. Estamos buscando un lugar más amplio ya que mi omega está a la espera de nuestro primer cachorro.
-Y el único -terminó de decir el omega a la explicación del alfa haciendo reír a la beta.
-Es un gusto conocerles señores Lee, y sí los conozco, es el presidente de las empresas de telecomunicaciones Lee, ¿verdad? -el alfa asintió-. Felicidades por su cachorro. Viendo que lo que desean es un hogar familiar les presentaré la joya de la corona en lo que son apartamentos aislados de los medios de comunicación y sobre todo perfecto para la crianza de cachorros.
La beta les hizo un ademán para que la siguieran, el omega sonrió apenas notable y miró a Minho que le dió un asentimiento para seguir a la fémina.
-Esta azotea es de estructura de ladrillo y se aprovecha toda la terraza; son de dos pisos, sus techos son ligeros, estructura de madera, con ventanales amplios con vista panorámica a toda la ciudad -decía la beta mostrándole los detalles en la parte inferior-. Con ascensor privado para llegar al piso directamente desde el garage, varias chimeneas, jacuzzi, espacios amplios y confortables, grandes ventanas y hasta una piscina climatizada. Les mostraré la vista -abrió la puerta que daba al exterior del lugar. Jisung se aferró al alfa que estaba extasiado con la vista-. Como pueden observar es maravillosa.
-¿Qué te parece, Jisung? -inquirió el alfa al notar las feromonas de intranquilidad.
-¿Esos vidrios como barandales son seguros?
-Le puedo asegurar que lo son. Poseen 2 metros de altura, y 6 centímetro de espesor, además resisten fuertes vientos, e incluso balas de alto calibre -el omega asintió algo más aliviado.
-¿Nos puedes mostrar las habitaciones? -la beta asintió.
Al entrar otra vez, Minho se imaginó momentos familiares en ella.
Las habitaciones eran maravillosas y espaciosas, tres en total. Además de que la vista seguía siendo maravillosa.
Chaeryeong esperó en la cocina mientras Minho y Jisung estaban sentados en la sala tratando de ponerse de acuerdo.
-¿Qué no te gusta? -el alfa fue directo y el omega hizo un mohín.
-Ese es el problema, todo me gusta y joder no quiero que gastes tanto dinero en esto pero es jodidamente duro decirle que no a este lugar.
-Eso era lo que quería escuchar -exclamó desordenando el cabello del omega que le dió un golpe en la mano-. Le diré a la señorita Lee que estamos listos para comprar este lugar.
Lee se levantó y fue en búsqueda de la beta.
Jisung suspiró y acarició su vientre. No importaba si no había amor, por lo menos su cachorro tendría un buen hogar en el que crecer.
Una semana después se estaban mudando al penthouse que el alfa había comprado.
Minho conociendo lo terco que era el omega, sabía que si le decía que ese día y el próximo estarían mudando las cosas, no dudaría en aparecer para ayudar. Han Jisung era testarudo. Así que para evitar problemas le pidió a la señora Seulgi que inventara algo para mantener al omega en casa de la familia Han.
Al haberlo logrado, pudo mandar a que mudaran todo.
Y ahora simplemente Han Jisung lo miraba cabreado.
-¿Entonces todo está aquí? -el alfa asintió arrodillado frente al omega que estaba sentado en el sofá.
Sus ancestros se debían revolcar en su tumba en esos momentos viéndolo tan sumiso ante un omega, pero no sabían que ese omega le patearía el trasero y más con las hormonas descontroladas del embarazo.
El día después de que habían visto el nuevo hogar, se escondió con una taza de café en el ascensor, para su mala suerte Jisung se dió cuenta y tomó el objeto con tanta fuerza que lo terminó rompiendo. Gracias a la luna, no se cortó.
Minho ya no lo quería volver a enojar o lo próximo sería su cuello. O el omega se enojaría en el trabajo y no le daría esas tiernas notas de colores con los recordatorios del día.
Se asustó cuando el omega empezó a llorar y se acostó en el sofá y abrazó una de los almohadones.
-¿Estás bien? -inquirió suavemente apartando los flequillos de cabello de la frente del menor que tenía los ojos rojos, y el rostro manchado de lágrimas.
-Fuiste tan lindo y tierno trayendo todo.
¡Dios! Agradecía que no era otra cosa lo que había afectado al omega. Esos cambios de humor lo iban a matar.
-Por lo menos no es algo más grave -el omega hizo un puchero-. ¿Tienes hambre? -el peliazul asintió-. Iré a preparar algo -trató de levantarse pero el omega lo sujetó del brazo-. ¿Qué pasa?
-No me dejes.
-Pero tienes hambre.
El omega empezó a realizar pucheros y a temblar mientras retenía sus ganas de llorar. Minho suspiró y se levantó.
Tomó al omega en brazos, quien lo abrazó y escondió su rostro en el hombro del alfa y rodeo con sus piernas la cintura de Lee.
Minho se alegraba de hacer ejercicio y alzar pesas. Caminó con el omeguita embarazado aferrado a él y empezó a buscar todo para cocinar. Y es que difícilmente se lo podría quitar de encima.
Y es que Jisung solo se calmaba sintiendo a Minho cerca con esas feromonas protectoras.
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