Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

━━━04

HyunJin abrió la puerta de su oficina para salir y ver porque razón Yukio no contestaba el maldito teléfono. Aunque lo más probable es que estuviera vomitando aquella manzana con mantequilla que comió en el desayuno y que perturbó al Hwang en gran manera.

Para su sorpresa, el omega estaba en el escritorio, pero profundamente dormido. Sus labios estaban formando un puchero.

Tomó el teléfono y contestó. Era una llamada del departamento legal. Respondió todas las dudas mientras apuntaba una cita en la agenda de Yukio quién más adelante se la recordaría.

Sí no es que se dormía.

Colgó y colocó el teléfono en su lugar correspondiente. Acarició el desordenado cabello del omega, después la cálida y suave tez pálida. Y por último los rojizos, esponjosos y deseables labios de Yukio.

Apartó su mano como si la hubiese puesto en brasas ardientes y solo pudo apreciar la belleza etérea del omega.

Al final decidió tomarlo en brazos y llevarlo a su oficina para dejarlo sobre el sofá que había allí, busco una manta que Yukio había comprado tiempo atrás y que usaba el alfa cuando se quedaba toda la noche en la oficina. Arropó al pequeño omega y se sentó en el borde del sofá para verlo dormir.

Con el inicio del segundo mes de embarazo, Yukio se dormía por todos lados, su fatiga era muy grande, junto a que sus hormonas estaban tan alteradas lloraba por todo o se enojaba, como cuando una de las secretarias le dijo que se veía algo hinchados y terminó llorando y desprendiendo feromonas en gran abundancia, provocando que todos se enterarán que estaba esperando un cachorro. Cómo consecuencia HyunJin debió dae un comunicado en la empresa de que Yukio era su omega y esperaba a su cachorro, y es que se inmediato llegaron más propuestas para salir con el omega.

Eso cabreo por completo al Hwang.

Ahora sin darse cuenta se había acercado peligrosamente a los labios del menor. Solo milímetros los separaban. Anhelaba unir sus labios con aquellos rojizos belfos desde hace casi cuatro años, cuando el pequeño omega llegó corriendo y se golpeó con él dejando caer un montón de papeles y luego le dijo idiota sin saber que sería su futuro jefe.

No lo resistió más. Un solo beso. Uno solo. Uno pequeño que sería el único que podría robar desde ese momento hasta su muerte. Porque de algo estaba seguro, Yukio jamás lo amaría, y es que el omega sólo podría crear un vínculo con su cachorro ya que se lo había dejado claro.

Sus labios se unieron a los del omega. Los suyos atraparon los del más joven. Cerró sus ojos y se dejó llevar sintiendo las feromonas del omega con ese toque maternal.

Yukio parpadeó y apenas abrió sus ojos, encontrándose a HyunJin sobre él, sus labios unidos a los del alfa, y cerró los ojos sonriendo internamente.

Sí era un sueño que no lo despertarán.

—¡HyunJin!—el pequeño grito del omega hizo que el alfa, que se encontraba conversando con Joohyun la madre omega de Yukio se alarmara.

Tanto él como la omega corrieron hacía la habitación donde estaba el omega cambiándose de ropa luego de lavar los platos, y es que HyunJin no comprendía cómo Yukio salía empapado, como si se hubiera lavado él y no los platos y vasos.

—¡¿Qué pasa?!—inquirió el alfa mirando alarmado al omega que estaba frente a un espejo.

Apenas y se notaba el embarazo.

Yukio señaló su pecho desnudo e hizo que el alfa ladeara el rostro.

—Mis pezones sobresalen, además me duelen—lloriqueó.

El alfa maldijo, las náuseas habían desaparecido ahora que iban para los tres meses, y agradecía eso, pero surgía un nuevo problema.

Él no sabía que un omega embarazado era tan difícil. Con razón habían inventado los malditos condones.

—¡Oh bebé!—dijo Joohyun acercándose a su cachorro que la abrazó escondiendo su rostro en el hombro de su madre para llorar ahí. La omega libero feromonas maternales para calmar a su hijo que hipeaba claramente sensible por todas las hormonas—. Es normal cielo, tu cuerpo se prepara para darle de lactar al pequeño cachorro, y duelen ya que al ser un omega masculino es un poco más difícil, pero después de unos meses del nacimiento del pequeño volverás a la normalidad.

—¿Segura?

—Muy segura mi amor—la omega acarició el cabello del menor—. Ahora ponte algo que te cubra después te enfermas por el frio de la brisa.

El omega menor se separó y asintió sorbiendo su naricita roja por el llanto. Joohyun sonrió y le hizo un ademán a HyunJin para que la siguiera.

—Gracias, señora Joohyun, iba a ser difícil para mí calmarlo, quizás hubiera terminado buscando en Google y diría al final que tenía cáncer y moriría.

La omega rió a carcajadas mientras seguía hacía la cocina.

—Deberás acostumbrarte, Yukio me recuerda a mí en mi embarazo, y si algo pasa en este es que fui muy intensa.

—Él lo es, aunque se duerme por todos lados.

—Es fatiga, no siempre tu cuerpo se prepara para recibir un cachorro. A los 8 meses será más intenso, no siquiera podrá pararse sin ayuda, y espero no sea como cuando esperaba a Yeosang, ese cachorro si pateaba.

—Yukio patea cuando duerme—susurró el alfa recordando la patada que el omega le había dado y que lo había mandado al suelo.

—Sólo lo hace cuando tiene pesadillas.

HyunJin asintió despacio. Casa noche cuando el omega estaba en la tierra de los sueños él robaba un beso de esos prohibidos labios. No se arrepentia aunque sabía que estaba mal. Porque jamás le sería suficiente del omega.

Aunque sabía que era una farsa, cuando se le propuso que él sería el padre de ese cachorro no lo hizo solo para ayudar, sino por egoísmo. Porque no quería a otro alfa tocando a Yukio.

—Hyunjin, Hyunjin—la omega sacudió al joven alfa que se había quedado enredado en sus pensamientos.

—¿Qué ocurre señora Joohyun?

—Te he estado haciendo una pregunta casi siete veces y no me prestas atención.

—¿Qué pregunta?

—¿Cuándo le pedirás a Yukio que se case contigo? Recuerda lo que dijo Seulgi, y en verdad no quiero ver a mi cachorro con otra persona, eres bueno para él.

—¿Casarnos?—el alfa miró la mesa frente a él—. Aún no compró el anillo, y no se qué estilo le guste más.

—Un anillo halo, siempre le han gustado.

—Gracias señora Joohyun, no sé qué haría sin usted.

Y en ese momento un pequeño omega con el cabello desordenado, un suéter varias tallas más grandes que la suya y unos pantalones largos algo grandes, usando unas simples pantuflas entró a la cocina.

—¿De qué hablan?

—Ropa de bebé—respondió Joohyun salvando la escena—. Deberíamos ir un día a ver tiendas.

—Suena muy cansado, mejor mucho después—respondió Yukio extendiendo sus bracitos hacía HyunJin que lo alzó, y el omega lo abrazó como un koala.

—Mimado—susurró Joohyun a lo que el omega le gruñó.

—¡Oye!—regañó HyunJin dándole una nalgada a Yukio qye gimió en su cuello—. No le hables así a tu madre.

—Bájame—confundido HyunJin lo hizo, y Yukio fue a la habitación para empezar a buscar ropa del alfa.

—¿Qué le ocurrió?—inquirió el Hwang mirando a la Bae.

—No sé.

Ambos no sabían que Yukio estaba haciendo un nido, y abrazaba la almohada del alfa. El omega se había alejado puesto a que después de la nalgada, había empezado a lubricar. Joder que vergonzoso.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro