—¿Ya elegiste de qué disfrazarte?—Chenle leyó el mensaje por sobre el hombro de Jisung. El menor lo golpeó juguetonamente antes de sonreír y responder el mensaje.

Jisung tecleó rápido antes de guardar el teléfono en uno de los bolsillos. Chenle lo miraba con una sonrisa pícara mientras le tendía una lata de refresco.

—¿Si sabe que la fiesta ha comenzado, verdad?—Jisung asintió en respuesta.

—Vi tarde el mensaje por ayudarte a ti. Es todo. —se encogió de hombros y bebió un sorbo de refresco.—Supongo que debe estar aquí, entre toda esta gente.

Chenle lo pensó unos momentos. Es cierto, la fiesta por Halloween que cada año organizaba era todo un éxito y cada año había más gente. A tan sólo un año de terminar sus estudios, Chenle conocía a mas de la mitad de la escuela y se había hecho amigos de otros tantos más. Jisung, en cambio, era de pocos amigos y eran contadas las personas que sabían de su lado tierno. Era una lástima. El muchacho se esforzaba mucho en hacer amigos aunque todos lo juzgaban por su expresiones de "niño mimado". Las personas no habían parado de llegar desde que la fiesta dio inicio a las nueve de la noche. Todas disfrazadas de distintas cosas, exceptuando los dos Thor que se batieron a duelo en el patio causando risas al terminar tomándose de las pelucas y rodando por el césped.

Jisung caminó con su refresco en la mano intentando encontrar al muchacho de último año que últimamente ponía su mundo de cabeza. Algunas personas estaban irreconocibles con sus disfraces, como Donghyuck que fue confundido con una mujer y Mark no dejaba de coquetearle y otros simplemente estaban con una peluca puesta o un par de orejas de duende como el novio de Chenle, Renjun. Si Jisung tenía que ser sincero, Huang Renjun sólo necesitaba el traje porque la altura y las orejas raras ya las tenía. Jeno se había disfrazado de Príncipe coreano e intentaba ligar con Jaemin aunque fracasaba en el intento. 

Jisung le dio tres vueltas enteras a la casa de Chenle antes de darse por vencido. No le había preguntado al muchacho de qué se disfrazaría. Terminó su refresco y dejó la lata vacía en la cocina, giró golpeandose con alguien. Levantó la mirada y se quedó sin habla cuando descubrió contra quién había chocado. El muchacho de último año con quien había estado mensajeandose los últimos meses estaba frente a él, sonriendo encantadoramente. Jisung sonrió y retrocedió un paso.

—Me crucé con Chenle—comenzó a hablar el muchacho,— creo que era él, vestido del payasito que mata a Georgie.

Jisung sonrió divertido y asintió. Chenle siempre tenía los mejores disfraces. Encontrarlo en su propia fiesta era toda una travesía.

—Si estaba acompañado de un duende, era él.

—Creí que era Peter Pan o algo así.—el muchacho volvió a reír haciendo que las piernas de Jisung se aflojaran.

Jisung tomó dos bebidas del refrigerador de Chenle y le ofreció una al muchacho frente a él. No era la primera vez que hablaba con él pero si la primera vez que estaban ellos dos solos por tanto tiempo. Choi Bomin, o como Jisung solía llamarlo " el muchacho del último año", era un chico muy amable y apuesto. Rondaba los ciento ochenta y cuatro centímetros de altura y aunque era un desastre en cualquier deporte, siempre iba a alentar a sus amigos que sí lo practicaban. Disfrutaba la música y bailar casi tanto como Jisung y se mostraba demasiado calmado frente a las personas que no conocía.

Fue en una de las presentaciones de baile cuando Jisung y Bomin hablaron por primera vez. Jisung estaba sudado y con una amplia sonrisa en el rostro por haber ganado y Bomin entró al lugar donde dejaban sus bolsos para buscar el teléfono de su amigo Donghyun quién también bailaba en el grupo con Jisung. El menor le había señalado el lugar en donde el aparato se encontraba y Bomin le había agradecido con una sonrisa. Luego de eso, cuando se cruzaban por los pasillos se saludaban y a veces, Bomin iba a buscar a su amigo luego de las prácticas de baile y Jisung aprovechaba para hablarle de cualquier cosa, hasta del clima y que si llovía no dejara que la ropa se mojara.

Meses después de su primer encuentro, Jisung recibió un mensaje de Bomin en donde le explicaba que le había pedido el número a Donghyun porque quería ser su amigo. Jisung saltó, gritó y chilló frente a Chenle antes de responder al mensaje como una persona civilizada.  Seguían hablando por mensaje de forma regular y hasta habían compartido almuerzos juntos, claro bajo la atenta mirada de Donghyun, Chenle y los comentarios malintencionados del duende Renjun, pero era la primera vez que estaban sólo ellos dos.

Jisung guió al mayor hasta el patio trasero de Chenle. La música seguía soñando fuerte en el interior de la casa y Jisung sólo quería tranquilidad por un momento. Bomin lo siguió en silencio mientras miraba el lugar y bebía su refresco, era la primera vez que visitaba el patio trasero de Chenle, siempre se había mantenido dentro de la fiesta. Se sentaron en las sillas cerca de la piscina. Bomin tenía su guardapolvo blanco, su estetoscopio sobre los hombros y el cabello peinado hacia un lado.

—Lindo disfraz de cachorrito.

—En realidad es de-

—Cachorrito. —interrumpió Bomin una vez más y sonrió tranquilo.

Jisung siempre había amado las noches de otoño. Esa noche no era la excepción. La brisa despeinaba suavemente su cabello mientras Bomin apretaba las orejas de su disfraz y lo llamaba cachorro. Hizo puchero y se terminó el refresco antes de apoyar su cabeza en el hombro del mayor y moverse suavemente provocando que su oreja de felpa acaricie el cuello de Bomin en una suerte de caricia.

—Eres un lindo cachorrito.—murmuró Bomin con una sonrisa en los labios. —¿No te sientes mal?

Jisung lo pensó unos segundos antes de asentir y mirar al mayor con los labios abultados. Bomin acomodó su estetoscopio en las orejas y lo acercó al pecho de Jisung comenzando a escuchar sus latidos. El menor sonrió apenado mientras Bomin fingia ser doctor. Lo tomó de la mejilla y dejó un pequeño beso en sus labios antes de cubrirse el rostro con sus manos. Bomin volvió a colgar el estetoscopio sobre sus hombros y retiró la manos del rostro de Jisung mirándolo a los ojos.

—Cachorrito besa muy bien.