-Jungkookie~

El omegita corrió donde su alfita a abrazarse, ambos ya habían acabado su día escolar. Alfas, betas y omegas salían a estas horas de sus colegios.

-Minnie, amorcito, ¿como te ha ido hoy?-habló el alfa a Jimin mientras andaban sujetados de las manitos, así estarían hasta llegar a sus casas que se encontraba cerca el uno del otro.

-Bien kookie aprendí mucho más en las clases del maestro de inglés, pronto seré bilingüe-ambos soltaron risitas-ayer mi papi me contó un poco de como se hacían los cachorros-habló el rubiecito.

-A mi también minnie-el pequeño aún no podía olvidar todo lo que le dijeron sus madres-Creo que deberíamos esperar unos cuántos años más para hacerlo mi cachorrito-Quiso no sonar tan cruel.

-Kookie pero...¿Por qué?-preguntó el pequeño.

-Aún no sabemos si somos destinados Mochi...-eso si que fue como una estaca en el corazón del pequeño omegita.

-Tú...¿no crees que somos destinados?-dijo en un hilo de voz-entonces todo lo que dijiste fue una mentira-el rubio safó su mano del mayor de un tirón, él no soportaba las mentiras y mucho menos de su alfita.

-No mochi, no es así, solo que aún la madre luna...-el pequeño omegita comenzó a llorar en frente de Jeon, pensaba que él solo le importaba lo que la madre luna decretaría, que todo lo que ellos se juraron no valía nada para su alfita y que sólo se hizo ideas con él.

-Está bien kookie... entiendo hay que esperar a lo que la madre luna diga-el omegita dentro de él se encontraba deprimido por las palabras de su alfa-de aquí me voy solito kookie-ya tan solo faltaba un cuadrita para llegar a su casita, se despidió del alfa con tan solo un suave apretón de manos, no hubo ni un besito ni sonrisitas de por medio.

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Me gustó el resultado de este capítulo espero que a ustedes también.

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