Cacería de omegas VIII
Los omegas y el beta fingieron dormir cuando los alfas se despertaron temprano para ir a rescatar a Mark y su padre. Ellos aprovecharían el ataque directo para atacar por detrás y rescatarlos.
Jin se levantó, Fernanda ingresó a su habitación en silencio asintiendo. Ella cuidaría de los niños mientras no estaban. Él se alistó y tomó su arco y flecha que escondía en un fondo falso en el armario. Al salir Sun Hee estaba ahí esperándolo con Chung Hee. TaeHyung, JiMin, Bom y Alexander irían juntos en sus motocicletas y se encontrarían cerca del edificio.
Subieron al Ferrari de la omega y emprendieron marcha en silencio. No había nada que decir, sabían que tenían un rescate que realizar y que nadie debía reconocerlos. Por eso mismo se cubrieron el rostro con las acostumbradas prendas para que nadie se diera cuenta de que eran omegas.
Se encontraron en un callejón, a dos cuadras del edificio. JiMin, TaeHyung, Bom y Alexander ya estaban ahí esperándolos. Tres motocicletas negras acompañándolos.
-Vamos, hay que ir por Mark-anunció Chung Hee antes de emprender marcha al edificio.
Como Alexander lo había estudiado, entraron por la puerta de atrás y desmayaron al conserje. Fueron por los pasillos de servicio, los alfas irían por las escaleras, así que ellos irían por el interior del ascensor. Forzaron las puertas metálicas, luego de asegurarse por las cámaras de seguridad que los alfas ya estaban en el segundo piso, y entraron al ascensor que descansaba en la planta baja. Chung Hee abrió el techo del ascensor y todos pasaron por la puertilla para comenzar a subir por el cable, luego de cerrar la puertilla. Sun Hee, quien iba a la cabeza, fue la primera en llegar a un piso más arriba de donde estaban quedándose los ingleses. Ella fue quien forzó las puertas y salieron todos al pasillo.
El piso al que fueron era el último y era donde se encontraba el cuarto con la caja que mantenía la seguridad de todos los departamentos. La abrieron y rastrearon el que pertenecía al de los ingleses. Alexander, con un teclado que conectó a la caja, marcó la contraseña: 673427.
Como se esperaban, gracias a las cámaras de seguridad que TaeHyung había hackeado en una Tablet, vieron que había funcionado y que la cerradura había sido burlada.
-Es hora de entrar también-Alexander y Bom fueron por los ductos de ventilación mientras que JiMin, TaeHyung y Jin bajaban para ir por el pasillo, Sun Hee y Chung Hee los cubrirían.
Prepararon sus armas y corrieron hacia donde comenzaba a escucharse la batalla. JiMin y Jin fueron los primeros en lanzar una flecha que distrajo a las gemelas, las flechas cegadoras fueron suficientes para que TaeHyung y Chung Hee se adentraran y fueran directo por Mark. La lucha se estaba dando entre los alfas, a quienes no permitían acercarse al cuarto que los gemelos resguardaban. Así que ellos aprovecharon para atacar a los gemelos junto a Alexander y Bom. Cameron y Ellis eran fuertes y salvajes. Feroces y despiadados. Había logrado golpearlos y hacerles daño, sobre todo a Chung Hee quien intervenía para que no lastimaran a TaeHyung, Alexander o Bom.
Uno de los gemelos, Cameron y Ellis eran tan parecidos que era difícil diferenciarlos, se acercó sacando sus dientes y garras a Alexander. Pero la puerta del cuarto se abrió y Mark salió usando su camisa de arma para enredarla en el cuello del gemelo y cortarle la respiración. En el momento que el otro gemelo quiso ayudarlo, Mark alzó su pie donde un trozo de camisa sostenía una cuchilla en la punta de su calzado. La cuchilla terminó en un costado del gemelo que aulló adolorido.
Lograron deshacerse de ambos antes de salir corriendo del departamento con Mark y su padre.
-Hey-Darcie tomó del brazo a Bom y con sus garras cortó su ropa, arañando ligeramente su vientre.
De no ser porque YoonGi la pateó, Darcie hubiera vuelto a atacar.
-La Manada Secreta-susurró él al verla aunque no la reconoció.
Vio a Mark quien salía corriendo con su padre y los demás. Luego a la chica que salvó y por último a sus compañeros.
-¡Vamonos!-gritó fuertemente, algo que los demás escucharon.
Bom aprovechó para irse con el resto y apresurarse a regresar a casa.
Lograron salir con éxito antes que los alfas y corrieron con la misma velocidad al callejón donde se quitaron parte de las prendas que cubrían sus rostros. Kwang abrió los ojos sorprendido al ver quiénes eran.
-Mark ¿Qué significa esto?-preguntó y él suspiró.
-No debes decir nada...pero...nosotros somos La Manada Secreta.-dijo Mark bajando sus orejitas.
Kwang suspiró.
-Haré de cuenta que no sé nada-dijo mirándolos-¿Cómo volvemos?
-Alexander y TaeHyung los llevarán y los dejarán en el hogar Kim, donde Alex fingirá sorpresa al verlos. Ahora, vámonos, antes de que ellos lleguen-dijo Sun Hee guardando sus armas y encaminándose al Ferrari con Jin y Chung Hee.
El resto asintió, se subieron a las motos y se fueron de ahí.
***Cacería de omegas***
Todo salió bien, aunque estuvieron a nada de ser descubiertos. Los alfas habían llegado tres minutos después que ellos, si Jin, Sun Hee y Chung Hee no hubieran tenido la gran idea de desvestirse en el auto para ahorrar tiempo, no lo hubieran conseguido. TaeHyung, JiMin y Bom tampoco si los alfas no hubieran ido a casa de los Jeon, además les daban tiempo de curar sus heridas y pensar en alguna excusa para decirles a sus alfas en caso de que los vieran.
Seok Jin fingió despertarse cuando él ingresó, mirándolo como si hubiera estado en el quinto sueño.
-¿JungKook?
-Rescataron a Mark y su padre-anunció acercándose a él.
-¿Rescataron?-fingir ignorancia en ese momento siempre era lo mejor.
-La Manada Secreta, no sé cómo siempre parecen estar en todo. Incluso fueron ellos quienes abrieron las puertas del departamento.
-¿Cómo es que siempre parecen estar en todo?-comenzaba a considerar ser actor, no le iría mal.
-A veces creo que nos tienen vigilados, pero nos ayudan así que mamá no consideró demasiado atraparlos.-tomó la mano de Jin y recién en ese momento él se dio cuenta de que JungKook tenía algunos arañazos.
-Estás lastimado-se levantó y fue por el botiquín que tenían en el cuarto para comenzar a curar sus heridas.
-No es nada, no te preocupes-dijo tomando sus manos para darle un beso-¿SoMi está bien?-Jin asintió.
-No tuvimos ningún percance. Como viste dormí hasta que llegaste.
-Lo sé solo...que luego de lo que le pasó a Mark y su padre no puedo estar muy tranquilo.
-Hey, estamos bien, no tienes nada de qué preocuparte.-dijo el omega acariciando la mejilla del alfa con cariño.
Jin tomó algo de agua para limpiar las heridas y luego colocar un poco de crema y envolver una venda en ellas. JungKook no dijo nada mientras lo hacía, solo miraba la dedicación con la que era curado.
-Vamos a desayunar, debes recuperar fuerzas-dijo el omega guardando todo en el botiquín.
JungKook lo abrazó luego de que dejara la caja en la mesa de noche y besó su frente.
-Busca a SoMi y bajamos-dijo contra su piel, Jin asintió y fue al cuarto de la niña para tomarla en brazos al descubrirla ya despierta.
Ella lo había mirado curiosa, sus ojitos oscuros fijos en él, y le sonrió al reconocerlo. Seok Jin besó su frente con cariño y la apretó ligeramente contra él.
No iba a dejar que le hicieran daño. Antes mataría a alguien.
***Cacería de omegas***
Luego de regresar al hogar Min donde JiMin lo esperaba en el cuarto, YoonGi se quedó pensativo sentado al borde de la cama. Había desabrochado su camisa y se la había quitado, pero no más que eso. Su omega se había acercado a él y había tomado su mano, acariciando el dorso con sus pulgares.
-Fer me dijo que lograron salvar a Mark y su padre-el alfa asintió-¿cómo te sientes?
-Cansado-dijo girando a verlo, JiMin le extrañó que lo mirara por mucho rato-Dormiré un rato ¿te acuestas conmigo?
El omega asintió, sonriendo débilmente. Corrió las sábanas y luego de que se arroparan se acurrucó en el pecho de su pareja. Una de sus orejitas, aquella que estaba más cerca del pecho, escuchó los tranquilos latidos del corazón del alfa y, con ese arrullador sonido, se quedó completamente dormido.
YoonGi, por otro lado, no podía conciliar el sueño. Algo dentro de él lo inquietaba, luego de ver a una de las alfas de La Manada Secreta no pudo estar en paz. Algo en ella, no sabía qué, le resultaba conocido. Pero luego de buscar en su catálogo de mujeres alfas, se dio cuenta que ninguna le parecía ni similar ni mínimamente conocida. Como si la persona que buscaba no estuviera en esa categoría.
Un dato más lo inquietó peor, y era el hecho de que luego de ver a JiMin se dio cuenta de que esa chica tenía una esencia que le resultaba familiar, como si JiMin la conociera. ¿Y si su omega tenía una alfa en la familia? No, no podía ser eso. O tal vez sí, tal vez era una prima de JiMin y por eso se había confundido, podrían ser parecidos. Sin embargo, algo en él le decía que estaba equivocado. YoonGi no sabía qué, pero confiaba en que tenía razón.
¿Y si la mujer que buscaba no era una alfa entonces? Pero ¿Cómo una beta y omega podría enfrentarse así a esos desquiciados alfas? Si lo pensaba un poco más detenidamente no era tan loco, un omega bien entrenado podía enfrentarse a un alfa mientras se mantuviera en su forma humana. En su forma lobuna, el omega siempre sería más débil y tendría una enorme desventaja. ¿Y si no eran La Manada Secreta? ¿O si en realidad La Manada Secreta no estaba compuesta solo por alfas como habían creído? Bien, esas podrían ser posibles buenas respuestas...ahora la más complicada ¿Por qué esa chica le recordó a su JiMin?
Miró al omega que tenía entre sus brazos, descansando tranquilamente mientras sus orejitas solían moverse ligeramente por los sueños. JiMin arrugó su naricita y se acurrucó más en él. YoonGi le acarició el cabello y la expresión del omega pasó a una más calmada.
Al alfa le costaba imaginarse a ese dulce pequeño que tenía entre sus brazos, peleando como había visto hacer a La Manada Secreta. JiMin parecía un angelito que no atacaría a nadie.
No obstante la duda estaba ahí sin dejarlo dormir.
***Cacería de omegas***
Alexander se había quedado dormido en el sillón del hogar Kim. Los pequeños jugaban en la sala en silencio, respetando su sueño, mientras Aoi los vigilaba. Eran niños adorables pero traviesos.
El beta logró descansar dos horas antes de que DaHyun lo despertara. Ella lo movió suavemente hasta que abrió los ojos y la miró. Tardó cinco segundos en dar un salto del sillón.
-¿Cómo está Nam?-preguntó casi automáticamente, la alfa sonrió.
-Está bien, ha despertado-dio media vuelta y lo acompañó hasta el cuarto del alfa.
Ahí NamJoon seguía acostado, con la venda que cubría su vientre, pero despierto y sonriéndole a Min Sun y Min Jin quienes le contaban lentamente algunas cosas que habían hecho.
-Niños, vengan-dijo la alfa llamando a los cuatro quienes fueron con ella para salir de ahí.
Alexander escuchó la puerta cerrarse, supo que estaban solos, pero no podía moverse. Veía a NamJoon, ya despierto y mejor, sonriéndole cálidamente y mirándolo con tanto amor que derretía. Sus piernas se rehusaron a moverse, sus manos picaban por tocarlo, pero su cuerpo seguía sin obedecer.
-Alex-lo llamó el alfa.
Fue como si su voz lo hubiera liberado de los imaginarios grilletes que lo mantenían en su lugar. Corrió hacia él y se lanzó a abrazarlo, aun consciente de que no podía apretarlo para no dañarlo, y comenzó a llorar aliviado. Como si el peso que cargó en esos pocos días hubiera desaparecido mágicamente.
NamJoon pasó un brazo por su espalda y lo acarició con cariño, casi diciéndole que todo estaba bien, que ya no tenía de qué preocuparse.
Aunque la guerra seguía allá afuera, Alexander agradecía que la maldita no se hubiera llevado a su pareja con ella. Alex sabía que la muerte de Nam sería un sufrimiento insoportable que no estaba dispuesto a vivir.
***Cacería de omegas***
Chung Hee había descansado en un cuarto que Sun Hee le preparó. Tenía moretones en su cuerpo pero al menos no eran visibles. Algunos arañazos se los había curado y cubierto. Si Dong Yul lo veía así le iba a preguntar qué le había pasado y él no estaba dispuesto a ser sincero. Sería algo difícil engañarlo así que mejor era ocultar los golpes.
Se colocó una camisa cuyas mangas tapaban la mitad de sus manos y fue al cuarto donde su esposo estaba. Unos minutos antes había estado hablando por celular con su hijo, cosa de rutina para saber cómo estaba y cómo había ido todo. Como si no supiera que habían salvado a Mark. Consideraba seriamente en ser actor o algo similar. No se le daba mal.
Al ingresar sonrió, Dong Yul leía un libro pero dejó de hacerlo al escucharlo. Sonrió y extendió su mano la cual él tomó.
-¿Cómo te encuentras?-preguntó Chung Hee sentándose a su lado.
-Bien, bueno, no tanto. Hee Sook me dijo que es probable que sus padres vengan a Corea-Chung Hee abrió los ojos sorprendido por eso.
-¿Sus padres? Dios nos libre de ellos-dijo divertido.
-Pensé igual. No quiero aguantarlos, bastante tuve de adolescente. Por cierto, papá tomará esta noche el tren para volver a casa. Me pidió que me despidiera de su parte ya que no parecías quererlo cerca.
-No, no lo quiero cerca-admitió entrelazando sus dedos con su esposo-Fue un alfa estúpido que se olvidó de su hijo cuando más lo necesitaba.
-Debes dejarlo, está triste por la muerte de mamá.
-Tú también sufriste.
-Eran pareja destinada, tenían un lazo. Es entendible-Chung Hee hizo una mueca.
-Sigue siendo un alfa estúpido-el alfa sonrió y lo jaló a él para besar sus labios.
Chung Hee reprimió una mueca, uno de los moretones en cuerpo había sido presionado por el cuerpo de Dong Yul.
-¿Pasa algo?
-No, solo...apestas-hizo una mueca exagerada de asco.
Dong Yul lo miró serio antes de sonreír. Sabía que le mentía pero no iba a decir nada al respecto.
-Puedes darme un baño si quieres-bromeó.
Chung Hee sonrió y lo besó.
-Puedo hacer más que eso-dijo guiñándole un ojo.
***Cacería de omegas***
Cameron cayó al suelo luego de que Charlie, su padre, estampara su mano con fuerza en su rostro. Estaba furioso, al igual que los Brown y el matrimonio Miller. Darcie se mantuvo callada y a un costado de su gemela Thea, quien tenía la mejilla marcada con la mano de su padre.
-¡Son unos inútiles! ¿Cómo es posible que dos omegas se les escaparan así?
-Ellos...no parecen tan indefensos-dijo Ellis recordando que había sido atacado por uno de ellos, Charlie le dio una bofetada para callarlo.
-¡Son alfas! ¡Alfas! Se suponen que deben saber manejarlos, tienen fuerza, pueden contra unos inútiles omegas-furioso arrojó al suelo el televisor de la sala.
Esos omegas habían sido una ventaja sobre las cuatro familias de Corea, pero ahora, sin ellos, sus ventajas se reducían a cero. Ava, su esposa, intentó consolarlo pero terminó gruñéndole y ordenándole que se fuera de ahí. Tenían que pensar en otra cosa, buscar alguien más de quien pudieran tomar la ventaja suficiente para conseguir su objetivo.
-Debimos matarlos desde un principio-dijo Oliver cruzado de brazos-Eso pasa por seguir tus planes-le recriminó.
-Mi plan hubiera funcionado si los incompetentes de nuestros hijos hubieran hecho bien su trabajo-gruñó mirando a los gemelos que bajaban la cabeza-Además, la pareja de Jeon es quien más nos interesa hacer desaparecer. Ellos deben entender que familias con su rango no deben mezclarse con esos fenómenos.
Aiden, el único alfa Miller, salió de ahí sin decir palabra alguna. A Charlie poco le importó, ese idiota era un estorbo.
-Tenemos que conseguir otra ventaja, algo que nos permita ganar-dijo James Brown con voz dura, su furia intentando ser contenida.
Ventaja...eso era lo que necesitaban, pero no sabían cómo conseguirla.
-Podríamos...secuestrar a la niña, la hija de Jeon-propuso Thea, su voz tímida y dudando de alzar su mirada.
Para Charlie, al inicio, fue un plan estúpido, pero al considerarlo mejor sonrió.
-Al fin una buena idea-dijo feliz-Tendremos que prepararnos para eso. Aunque sería bueno cambiar un poco el plan.
-¿Te refieres a matarla?-Oliver Brown sonrió mirándolo al entender sin palabras el cambio de planes.
Charlie asintió, sonriendo tan horrible como un hombre con el corazón podrido podría sonreír.
Tiempo sin actualizar este fic :v Intentaré escribir más y adelantar algo para poder actualizar en unos días, recen para que la inspiración me llegue jajaja
Nos vemos!
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