Cuando me conociste ya tenía taquicardia
Y cuando te conocí
Tú ya te sentías absolutamente sola

Al siguiente día, ambos dormían abrazados. Max lo aferraba a él como si fuera la última vez. Checo despertó debido a que sentía unas manos acariciando su cabello.

-Mmm... -murmuró Checo.

-Buenos días, pequitas -dijo Max con una sonrisa.

-¿Pequitas? -preguntó Checo, abriendo los ojos.

-Los fans te llaman "Pequitas", y lo entiendo bien. Te quedan perfecto con tus ojos café con un toque verde -dijo Max, acariciando el cabello de Checo.

-Estás loco, Maxine -rió Checo y lo abrazó, dándole un beso corto en los labios.

Max correspondió y le tomó su rostro. -Te diré pequitas a partir de ahora-, dijo con una sonrisa.

-No, Max, no puedes -dijo Checo, tratando de apartarse.

-¿Por qué? -preguntó Max, manteniendo su agarre.

-Porque... bueno, la gente se va a escandalizar. Además, tú y yo no hemos tenido una cita o algo así. No hemos aclarado lo que somos tú y yo -dijo Checo, mirando a Max con preocupación.

La mirada de Max se intensificó, como si estuviera tratando de leer los pensamientos de Checo.

-¿Y si no me importa lo que piense la gente? -preguntó Max, su voz baja y suave.

-Max, sabes que tengo familia, y tú tienes a Kelly y P. Lo nuestro nunca se va a poder -dijo Checo, con una mirada triste.

-Pero no es imposible -dijo Max, tomando la mano del pecoso y dándole un beso en sus nudillos.

-Déjame conquistarte -dijo Max, mirando a Checo con ojos apasionados-. Estoy aprendiendo español por ti.

Checo se rió y negó con su cabeza, pero Max podía ver la emoción en sus ojos.

-No puedes conquistarme, Max -dijo Checo, sonriendo-. Ya me has conquistado.

-Gracias por no dejarme solo, Checo -dijo Max, su voz llena de emoción.

Checo lo miró con sorpresa y se acercó a él, abrazándolo con fuerza.

-Nunca te dejaré solo, Max -dijo Checo, su voz suave y reconfortante.

En sus entrevistas fingieron que no se acuerdan de nada , cuando perfectamente saben los detalles , olores y el tacto de ambos...